Delante de mí esperaba nada más y nada menos que Hope Peak’s Academy. ¡Iba a visitar el edificio! ¡Qué ilusión! Sí, es cierto que no iba a estar en el curso principal, pero ¡qué más da! Sólo el poder visitar el lugar era todo un privilegio. Y además iba a estar en el curso de reserva. Ya les gustaría a muchos tener tanta suerte.
No podía esperar ni un minuto más, así que, silbando y dando pequeños saltitos, me dispuse a entrar en los terrenos de la Academia. Todo el lugar era magnífico. Tan magnífico que debía de superarme, porque sentía como si todo diera vueltas a mi alrededor. Muchas vueltas… «¿Qué me pasa?».
Cuando recuperé la consciencia miré a mi alrededor con cara de confusión. ¿Me había desmayado? Al final iba a ser cierto que tanto azúcar no es bueno. Seguía con mi mochila de disfraces a mi espalda. «Menos mal». Busqué mi móvil para comprobar la hora pero no lo encontré por ningún lado. «¿Se me habrá caído? Seguro que luego lo encuentro en objetos perdidos». En cualquier caso, debía apresurarme e ir al gimnasio.
Sin perder más el tiempo, me dirigí rápidamente hacia el gimnasio. Entré como un descosido y me encontré con que ya había un montón de gente esperando.
—¡Hola a todos! —exclamé, sonriente y alegre—. Siento la tardanza. He tenido un pequeño contratiempo —expliqué, mientras me acariciaba la cabeza—. Me llamo Ishida, por cierto. Yuki Ishida —me presenté—. ¡Estamos en Hope’s Peak! ¡Qué emoción! ¡Animad esas caras!
Un poco desorientada paseaba bailando por la academia - La la la la - tarareaba alegremente mientras buscaba a alguien, ya que no sabía en qué momento había llegado - Oh! Personas - digo pasando enfrente del gimnasio - Hola! Mi carta dice que aquí es la reunión - digo entusiasmada y llamando la atención de los presentes - Espero no haber llegado tarde - entro al gimnasio con movimientos envolventes y ritmicos - me llamo Azura Aqua, un gusto de que sean mis compañeros - sonrío
Tras la bailarina entra Aki, un muchacho algo enclenque que apunta en todas direcciones una vieja videocámara pegada a su rostro.
—¡Corten!—grita y saca de quien sabe donde un equipo completo de grabación: trípode, cámara, micro, luces. Rápidamente monta todo, sin abrir en ningún momento el ojo que tiene cerrado, ni apartar la primera videocámara de su cara. Ni siquiera cuando necesita mirar a través del visor de la segunda cámara. Luego, corre a situarse delante de ella.
—¡Sonido! ¡Cámara!—da una palmada.—¡Acción! ¡Yo soy Miike Tak- Miike Aki. ¡Encantado de conoceros a todos!
-Jajaja- se ríe divertidamente Mauren al ver entrar a la chica danzando- Anda... que lo haces muy bien- y empieza a dar palmas rítmicas para acompañar a la chica que entra - Yo soy Mauren, pero podéis llamarme Mau... tanto gusto en conocerles.- Al parecer esto no va a estar tan tedioso como algunas de mis partidas de ajedrez.
La visita había empezado de manera de lo más absurda, desmayándome al entrar. Sin darle importancia a este hecho (seguro que era falta de sueño) entré en el gimnasio donde había varios alumnos conversando sobre lo mismo. Con gesto aburrido los miré uno a uno.
- Soy Katsumi Uehara - me presenté sin mucho en entusiasmo.
Me senté en una de las sillas, saqué un pequeño libro de crucigramas y comencé a hacerlo mientras bostezaba. No tenía mucho interés en lo que hacían, tan sólo quería esperar a ver qué es lo que íbamos a ver en aquel lugar.