Despair
Los segundos y los minutos siguen pasando mientras discutís, y antes de que os deis cuenta llega la hora de terminar las votaciones. De hecho, os parece que incluso Monokuma os ha dado más tiempo del habitual para votar y discutir antes de volver a aparecer en los monitores de toda la Academia, aunque ahora mismo solo lo estáis observando en los monitores del vestíbulo de la Hope's Peak Academy, frente a la compuerta que muchos estáis deseando que se abra.
- Ehm, esto... ¡ha llegado la hora de finalizar las votaciones! - anuncia Monokuma cuando vuelve a aparecer de repente. Sigue sujetando tranquilamente su copa, como si nada especial estuviera pasando. - ¡Bien votado, mis queridos alumnos! Supongo que es hora de hacer recuento...
Todos vosotros habéis sido testigos de las votaciones y, estéis de acuerdo o no con el resultado, tenéis claro la opción ganadora. Así que los momentos durante los que Monokuma se queda mirando fijamente a la pantalla, sin decir nada, como si estuviera haciendo un recuento muy complicado... se os hacen muy largos.
... Un momento, ¿qué está pasando con las votaciones?
Ante vuestros ojos, y sin razón aparente, algunos de los votos comienzan a cambiar. ¿Es esto cosa de Monokuma? Desde luego, él no dice nada al respecto, pero... os da la sensación de que sonríe más de lo habitual.
- ¡Parece que tenemos una mayoría aplastante! - anuncia finalmente, agitando suavemente su copa de vino. - ¡"Borrar Alter Ego" es la opción escogida por la mayoría de vosotros! ¡Y yo siempre respeto las decisiones de todos mis alumnos, así que...!
Alrededor de Monokuma, en los monitores de la Academia, comienzan a aparecer las caras de aquellos que habitan ahora mismo Alter Ego. Sin duda, muchos estarán sorprendidos...
- ¡¡Decidle adiós a vuestros compañeros!! - dice Monokuma con entusiasmo y, antes de que nadie pueda reaccionar, saca su dispositivo con botón rojo y lo pulsa con más ganas que nunca.
Y cuando lo hace... de golpe, todas las pantallas que mostraban los rostros de la gente de Alter Ego se apagan de repente.
- ¡Enhorabuena, mis queridos alumnos, vencedores del Juego de la Desesperación! ¡Habéis conseguido exactamente lo que queríais! - declara Monokuma volviendo a su asiento. - ¡Con esta victoria, asesinando a vuestros compañeros, traicionándolos una y otra vez, incluso borrando por completo su recuerdo una vez ya fallecidos... habéis comprado vuestro futuro!
- ¡Adelante, salid al mundo y demostrad lo que valéis! ¡Demostrad lo que habéis aprendido aquí dentro! ¡Enseñadles a todos lo traicionera que es la esperanza, y lo llena de posibilidades que está la Desesperación!
La compuerta al mundo exterior comienza a abrirse lentamente, mientras Monokuma suelta la copa que lleva sujetando todo este tiempo y se lleva las manos a la boca, ahogando una pequeña risa primero... aunque ésta acaba convirtiéndose en una sonora y macabra carcajada. La imagen de Monokuma se desvanece de los monitores mientras la compuerta se abre poco a poco...
La puerta al mundo exterior se está abriendo. La partida llega a su fin.
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En cuanto Chiyoko le había gritado que cambiara el voto, Aki había obedecido. Pero los nervios causaron que tardara demasiado tiempo en encontrarlo, y para cuando lo presionó, era demasiado tarde. El botón ya no reaccionaba, el tiempo había pasado. El chico lo seguía presionando, como si eso fuera a hacer que funcionara. Pero nada de eso importaba.
El oso continua hablando, les felicita. Les despide. Los engranajes de la puerta vuelven a ponerse en marcha.
El chico se gira hacía sus compañeros. Desde su posición y a través de la cámara, parecen todos héroes, las miradas expectantes y alzadas hacía la puerta. La libertad.
—Chicos... ¿Queréis decir algo a la cámara? Este es el final de la película, lo que digáis ahora es muy importante. Ya sabéis, la última impresión, con la que saldrá el espectador del cine...-pero su voz no refleja la emoción de la imagen.
Debería estar contento, había sobrevivido junto a sus mejores amigos. Es el final del juego, la victoria por la que tanto había luchado. El final de su película, el trabajo con el que se había encomendado durante estos días. Un material increíble si ahora lo trataba bien.
Las puertas se abrirían en cualquier momento. Su voto original había sido obedecido. Su plan original. Hace no tanto estaba encantado con la idea de poder acabar ya con el juego. Pero esa no era la opción que tenía que salir. Es la opción que quería Monokuma.
"Borrar el alter ego". Aki alza la mirada hacía los monitores, ahora negros y vacíos. ¿Por qué solo podía ser esa opción...?
Las palabras de Creepy no habían convencido en absoluto a Bim, quien le devolvió una mirada de desaprobación. Por su parte, tanto Ojeras como Nudista habían sido golpeados como un yunque por el duro y macizo martillo de la Desesperanza, como debía ser... Quizás el herrero se había pasado con Nudista; con Ojeras, por otra parte, había martillado lo justo y necesario para abrirle los ojos y dejarle ver la hipocrecía personificada poseyendo a sus compañeros.
—Ah... —murmuruó, dirigiéndose a Onee-chan—. Lo siento si no soy la alegría de la huerta, supongo que no tengo nada por lo cual alegrarme además del hecho de que finalmente saldremos de aquí —dijo con una media sonrisa que contrastaba con sus cejas serias y su mirada alerta.
A pesar de que las votaciones habían resuelto salvar Alter Ego y con ello condenarlos a todos, finalmente el Oso Maloso había modificado los votos a placer para así obtener el resultado que había querido desde un principio. Bim no estaba sorprendido, después de todo, la ilusión de control de la situación que les había hecho creer con las votaciones hasta entonces era sólo eso: una ilusión. Nunca habían tenido nada realmente bajo control y sólo habían estado haciendo lo que Niña Despair y Niña Soldado habían querido que hicieran para sobrevivir. Inspiró una bocanada de aire con cierta pesadumbre al ver todas las pantallas apagarse y la exhaló con un alivio amargo al ver que las puertas comenzaban a abrirse.
—Supongo que al fin termina todo esto —dijo a la cámara de Niño Cámara mientras se aflojaba la corbata.
—Ha tardado lo suyo pero al fin somos libres.
La negrura y los cambios de votos... Forzados, por Junko Enoshima, hicieron que el pequeño Kazuki se sintiera muy mal, sobretodo al escuchar los comentarios de algunas personas a lo largo del día. Realmente parecía que se habían vuelto seguidores de la mujer que los había metido en aquél juego, no mostraban algunos ni un ápice de pena o culpabilidad por haber eliminado lo último que quedaba de sus compañeros. - Así que para eso era la votación ¿eh? - comentaba por lo bajo, entonces miró a Monokuma. - Darnos la falsa esperanza de que podríamos salvar a nuestros compañeros, aunque fuera en forma de robots... Para luego arrebatárnosla en el último momento... - resopló y miró hacia la puerta, que parecía abrirse.
Larguémonos de aquí y no nos volvamos a ver nunca más.
Aquél comentario en concreto iba para todos aquellos que no habían logrado penetrar el pequeño corazón de Kazuki, ya que esperaba sobrevivir en aquél extraño mundo que les deparaba fuera junto con su hermana y Mike y aunque también agradecería la compañía de Yuki y Miyamoto, no quería pasar ni un minuto más con el resto.
Finalmente Alter-Ego fue borrado y todos los sobrevivientes esperaban ansiosos mientras las puertas de la Academia se abrían. Mientras eso sucedía, Miike le preguntó a los demás si tenían algún mensaje que dar hacia la cámara para las futuras generaciones. Kadogemu no lo dudó por un momento y se dirigió hacia la cámara con aires de grandeza.
La vida es como una caja de bombones... ¡No, mejor! La vida es como un mazo de cartas. A veces tienes una mala mano, ¡y otras veces eres Kadogemu Monka!
Que los caminos del destino nos vuelvan a cruzar, compañeros... ahora, que cada uno camine hacia el atardecer de forma dramática...
Y así lo hizo Monka. Con paso firme se dirigió a la puerta que se iba abriendo para hacer una salida triunfal y dejar atrás toda aquella traumatica experiencia que le había mostrado a Kadogemu un lado suyo que jamás creía que iba a conocer. El lado de la desesperanza y de la maldad pura. Solo el futuro determinaría qué sucedería con aquel muchacho amante de la referencias y de los juegos de mesa.
Una vez mas, el juego demostró como las votaciones no eran mas que un macabro sueño sin esperanza alguna, donde el resultado ya estaba escrito y la muerte definitiva de sus compañeros era la guinda del pastel.
Cuando vio como las pantallas se apagaban, cerro los ojos y espero que sucediera lo mismo con sus cuerpos robots, pero paso el tiempo y nada ocurrio. Chasqueo la lengua con disgusto, esperaba no tener que seguir eternamente ese juego, que su ser también terminara al ser borrado el Alter Ego. Pero una vez mas se rieron de él y ahí continuaba su vaga existencia, con unos recuerdos que ya no significaban nada para él y una pesada sombra que le oprimía los hombros, hasta casi ahogarlo.
Alzo la cabeza, sin poder llorar de la impotencia que sentía y miro al exterior para empezar a caminar.
-Vayámonos Miyamoto. Veamos que oscuridad nos espera mas halla de estas puertas.-Llegado a ese punto ¿Era justo pensar que la ESPERANZA nunca tuvo siquiera una oportunidad de triunfar?
Arisaka miró fijamente a Yuki mientras le hablaba, y es que todavía existía una parte de él que estaba desesperada por creer que lo que decía era cierto. Pero la voz de Mashiro, que su compañero había usado como ejemplo, rompió el hechizo por completo. Su pantalla se volvió una ventana a la verdadera naturaleza que se encondía en el código de cada uno de los alumnos, esperando su momento para tomar las riendas. Pero al menos, el intento de su compañero consiguió que dejara de ser tan vocal, y sencillamente retiró la mirada, con una expresión intangible, esperando pacientemente el final de la votación.
Y no tardó en llegar, pero el resultó no fue el que esperaba. Quizá eso constituía una prueba más de lo inútil que era la esperanza: Cuanto más deseas, más dura es la caída cuando no lo consigues. El resultado había estado escrito desde el principio, y toda lucha había sido únicamente un teatro dispuesto para jugar con sus expectativas. Pero se había terminado, las pantallas se apagaron, los recuerdos se borraron, y... Nada. Sus ojos, que había mantenido abiertos de par en par, volvieron a la normalidad; parecía que los que habían renacido no serían borrados, después de todo.
La puerta se abriría, y serían libres. Libres para vivir con el peso de todo lo que habían hecho por cumplir su sueño. Por más que quisieran negarlo, eso era por lo que habían luchado. Por esa falsa esperanza; por la supervivencia a cualquier coste.
—Me pregunto si el mundo al otro lado de la puerta estará preparado para tu película, Miike —comentó mirando a cámara mientras la puerta seguía abriéndose.
¿Qué había al otro lado? ¿Qué clase de mundo había permitido que algo así ocurriera sin intervenir? ¿Qué significaba ser un Definitivo? Estaba deseando averiguarlo. Aceptaría lo que que deparara el futuro, así como había aceptado todo lo que conllevaba el pasado. Como poco, estaba seguro de que sería interesante. Y quizá, después de todo, eso era lo más importante.
Finalmente, se fijó en el resto de los supervivientes, uno a uno, y se detuvo algo más en Yuki, pero no fue capaz de decir nada. Silenciosamente, en esos últimos momentos antes de cruzar el umbral, se preguntó si volvería a verlos una vez se separaran, aunque estaba seguro de que ninguno tendría deseo de volver a verlo a él. Quizá ese era el precio de la desesperación.
Pero a esas alturas, estaba dispuesto a pagarlo. Él había abierto los ojos, y ahora tendría que hacer que el resto del mundo también lo hiciera.
Ver el cambio radical de Mashiro-chan me rompió el corazón casi tanto como Arisaka-kun. Yo comprendía muy bien cómo se sentía, pues yo también acumulé mucha ira en mi interior mientras observaba a los vivos desde el otro lado de la pantalla. Pero finalmente conseguí superarlo. Ella en cambio, parecía haber sido completamente consumida por el odio y la venganza. La Mashiro que había en Alter Ego era muy diferente de la chica dulce que pintaba bonitos retratos de nosotros, y que había decidido dedicarnos un último cuadro incluso mientras se estaba muriendo.
Me sentí tan conmocionado por aquello que no acerté a decir nada antes de que acabasen las votaciones. Por suerte, parecía que iba a ganar «Salvar Alter Ego». Eché un último vistazo a los votos, y entonces…
—¿Qué? ¡No! ¡Yo no he votado eso! —grité, indignado—. ¡Eso es mentira! ¡Ha ganado «Salvar Alter Ego»!
Cuando dijo que iba a borrar Alter Ego, puse cara de terror. Pero no hubo nada que pudiese hacer. En un instante, las pantallas se apagaron. Y con ellas, lo que quedaba de las vidas de nuestros amigos.
—No… ¡No, no, no! —grité. Caí de rodillas, desesperado e incapaz de aceptar lo que acababa de ocurrir.
Tras unos momentos de incomprensión, me levanté y me acerqué a la pared. Tras un sonoro rugido de desesperación, la golpeé repetidamente con todas mis fuerzas. No me importaba lo que le pasara a mi cuerpo. Ya nada importaba. Nuestros amigos habían muerto definitivamente. No habíamos podido salvarlos.
No sé cuántas veces golpeé la pared, pero mis manos robóticas acabaron casi destrozadas. Mientras tanto, la compuerta fue abriéndose poco a poco. ¿Qué esperaría al otro lado? ¿Acaso importaba? No éramos más que grupo de fracasados y asesinos. Quizás no debería haber aceptado el trato de los osos. Quizás debería haber muerto con los demás…
Me quede sin palabras cuando me entere que se habían cambiado los votos al último momento. No tenía muchas palabras que decir para este momento tan desesperante, volteo ver a los demás y algunos como yo, están disgustados por la situación.
¿Como que se ha borrado el Alter ego?, pero si habías votado para salvar el alter ego. Esto debe ser una trampa ¿no podemos hacer algo al respeto verdad? Volteo ver a Atira recordando porque Kibou dio su vida, para luego voltear a ver a Arisaka, tal vez el único recuerdo de Kibou aparte de las cartas. Aun algo triste y enojado por lo que paso, recuerdo las palabras de Kibou de aun llevar la esperanza a la siguiente generación o algo así.
Solo esperemos que el sacrificio del señor Kibou no sea el vano. me preparo para salir de este lugar y mientras espero saco las cartas para del señor Kibou para compartir con todos. ¡Disculpe compañeros!, si me permiten por un momento, creo que el señor Kibou me dio un ultimo favor para cuando salgamos de este lugar, pero como aun no se que nos espera afuera, creo que es un buen momento para darnos algo de esperanza, para enfrentar el exterior
Trago saliva y inicio a narrar la carta con voz de kibou (?)
LA ESPERANZA
Fecha: Noche 7 En la biblioteca.
Cuando escribo esta carta, es porque gano la esperanza o por lo menos parte de ella.
Esta parte va para todo el grupo o el que se la tope:
¡Felicidades si lograron salir del juego de la muerte por Monokuma!!, posiblemente lograron atrapar a los Osos o los Neutrales ganaron o los osos ganaron y están buscando que robar, fuera quien fuera. Creo que te mereces esta carta para llevarlo contigo. Posiblemente morí durante en juego de Monokuma y por eso no podré decir un largo discurso sobre la esperanza y que nos espera en día del mañana, por eso deje esta carta para en que se la tope.
¿Para mí que es la esperanza?
La esperanza se le compara cuando corres hacia el arcoíris que es formado por la luz y la lluvia. Tal vez nunca lo logres alcanzar y tal vez fracases en el intento, pero ese es el propósito del arcoíris. Hacerte caminar por algo invisible y una causa mayor que fácilmente uno pueda entender. Es claro que vas a perder la esperanza, porque has fracasado, le has perdido la fe y porque duele. Pero creo que eso es lo que forja el coraje de una persona, y aumenta ese coraje cuando estas tirado en el piso te levantas una vez más, por eso la esperanza seguira contigo, incluso en el día más oscuro.
Por eso si las fotos de Monokuma son reales, tengo la esperanza que en un punto de la historia fuimos compañeros, amigos, hermanos, novios y novias, ya sea en el curso de reserva o en curso de estudiantes definitivos, por eso tengo la esperanza que hubo peleas, discusiones entre nosotros, engaños y tal vez traiciones, pero tengo más esperanza que también hubo más episodios de la playa o piscina entre nosotros, fuimos al cine, comimos juntos, nos pasamos bien entre nosotros y fuimos amigos entre todos, tal vez por eso Monokuma nos borró la memoria para no pensar dos veces en matarnos entre nosotros mismos... incluso ahora mismo estoy sospechando de Yoru y Kumiko, pero ¿qué se puede hacer?, solo somos niños en un escenario sub realista y tal vez varios de ustedes ya perdieron la esperanza, aun así, tengo la esperanza que algún día recuperen la esperanza o su esperanza se haga más fuerte que nunca. Doy fe a ello, con esta carta les deseo mucha suerte, miren al horizonte y no pierdan la esperanza.
Atte: Kibou Kobayashi Kat
Parte detrás de la foto:
Para mi hermana: Nunca pierdas la esperanza
Luego de eso enseño las fotos junto a la carta, para que lo vean todos y me aseguro que Bim no tenga malas intenciones.
Y esta fue su última voluntad, creo que ahora tenemos que buscar a la hermana de Kibou junto a su gato, para darles la foto. Me acerco a Yuki y le toco el hombro, Estoy contigo que Monokuma fue un tramposo pero, creo que tenemos que seguir con el legado de Kibou agito la cabeza de un no, no solo de Kibou, también el legado de todos nuestros compañeros Tras eso guardo las lagrimas de macho para esperar sea de lo que sea este en otro lado y estar preparado. Hay que ser fuertes.
Kibou hasta me dejo banda sonora para leer la carta, aun que yo le cambie solo el estilo.
Extrañamente las votaciones dieron un giro inesperado; a fin de cuentas, Yoru estaba dispuesto a encerrarse en la cocina; pero al parecer, no hizo falta, pues la democracia siempre funcionaba.
-Bueno, bien está lo que bien acaba... -Comentó con una sonrisa mientras salía de la Academia- Aunque he de admitir que eso de los "Robots" está ya un poco manido... ¡Solo faltaría que todos fueramos Robots desde el principio!. -Dijo de broma.
Con esto, se giró hacia la Academia y con las que quizás serían sus últimas palabras a sus compañeros
-Ha sido un placer salvar la vida de tres electrodomésticos, un alelado, una traidora endogámica y su hermano... y Miike. Así como ya os digo ahora un buen y fuerte "De nada", por haber hecho posible esta victoria absoluta usando mi ingenio superior y el poder de la leche...
-Que hablando de eso... no soy el "Lechero", eso era otra mentira; soy el "Profanador de Tumbas". ¡Jejeje...!.
Ultima mentira desvelada... y el último sprite.
No entendía lo que había pasado, pero al parecer nos habíamos salvado aunque ... A qué precio. Mire aún la nota que me dio Kibou con su dirección.
Supongo que antes que nada lo primero será ir al apartamento del niño gato y coger a su gato.
Miro a mis compañeros que parece que se iban cada uno por su lado. Supongo que haré lo mismo.
Que típico otra mentira. Yo iré a buscar al señor bigotes y luego ya vere. Si alguien se viene que lo diga ahora y sino... Ya nos veremos, o no. Quién sabe.
Mi alegría ante lo que pensaba que era una victoria en las votaciones comenzó a desvanecerse cuando los votos comenzaron a cambiar. Sorprendida, me quedé sin saber qué decir sin poder mover un sólo dedo. ¿Nos habían engañado con aquella supuesta última votación como una última burla? Desde luego, la malicia de los "anfitriones" del juego flotaba en el aire cual colonia barata que nadie quiere oler.
Sin embargo, por mucho que quisiera, no podía hacer nada más que lanzar una mirada penetrante a Monokuma. No era momento de hablar ni actuar. Con actitud fría, seguí adelante. El tiempo era un factor que jugaba a favor del que sabía esperar. Tal vez algún día volvería en otras condiciones. Tal vez. Mientras tanto, seguiría adelante.
Miré a mis compañeros osos, a pesar de las discusiones habíamos conseguido muchas cosas juntos. Había muchas cosas que quería decirles, incluso bromas que me había guardado para último momento, pero no me salían. Ignoré completamente las palabras de Yoru y suspiré al escuchar otras. Con una ligera sonrisa, pasé la mirada de uno a otro antes de pasarla por los esperanzas enamorados. Me preguntaba qué ocurriría en un futuro después de todo lo que había pasado, habíamos cambiado pero algunos de los esperanza más que ningún otro. Me acerqué a Yuki y traté de ayudarlo a levantarse en silencio. No era la persona más adecuada para tratar de darle confort, pero entendía como se sentía, a pesar de todo.
No sabía hasta qué punto sabíamos que iba a llegar aquel juego, pero habíamos pagado un precio muy alto para la recompensa que nos esperaba. Negué suavemente con la cabeza y miré a Kumiko y Miyamoto.
- Cuando vayáis a visitar a la hermana de Kibou, me gustaría acompañaros, es lo mínimo que puedo hacer - dije con voz algo insegura pero determinada a hacerlo.
Finalmente, me volví a hacia Kazuki y Miike y, nuevamente, una sonrisa escapó de mis labios, apenas una sombra de alegría nublada por la situación reinante. Los tomé del brazo y miré a la cámara.
- Salgamos de aquí cuanto antes, no quiero permanecer entre estas paredes más de lo necesario... al menos de momento.