-Vaya... parece que no se le dan mal estas cosas- Observaba curioso como Menade se hacía con los niños con toda naturalidad, como si estuviera acostumbrada a hacerlo; aunque conociendo sus habilidades suponía que podría hacerlo con cualquiera, o al menos intentarlo.
Me apoyé en el escritorio dando la espalda a la ventana, miraba a los tres, espectante, y me crucé de brazos -Yo no las conozco- dije en un tono suave intentando colaborar a que los niños se unieran a la invitación de Aileen.
Sam te mira de arriba abajo y asiente. Bien... has tenido suerte. Vendrás con nosotros. Abre la puerta y mira a los lados. Hace un gesto con una mano y al rato aparece un hombre negro no demasiado grande que te dice que le acompañes.
Helios no le hace demasiado caso a Ailene. En cuanto se despierta Selene se abraza a ella. Tiene la mirada fija en la puerta. Ésta se abre al poco rato y aparece Sam. Selene le mira de arriba abajo y sonríe.
- Tú eres Sam... ¿verdad?
Sam la mira extrañado...
- Sí, mamá nos habló de tu arco.
Sam se muestra distante. Incluso ausente.
- Sí, soy yo y he venido a sacaros de aquí. Tom has actuado con valentía. Si lo deseas puedes acompañarnos, sino eres libre de irte. Aileen coge a los niños y llévalos con Shane... Esta casa no es segura.
Miré a Sam pensativo -La verdad, hace días que me pasan cosas, he recibido un aviso anónimo de que estaba en peligro... y ahora esto- ladeé la cabeza arqueando las cejas -las piezas del puzle empiezan a encajar... Iré con votros- Afirmé con seguridad.
Realmente la oferta de Sam no tenía que pensarla demasiado, si estaba en lo cierto y llevaban como tres días siguiéndome no tenía muchas posibilidades de supervivencia si estaba solo. Ahora estaba casi seguro que era la MCA la que me andaba detrás, si no quería ser capturado debía ir con ellos.
Arthur duda un momento si Sam habla con él o con el otro chico que también parece estar perdido en este lugar. Aparece un hombre que le hace una señal de que siga. Pero antes de seguirle los pasos, le pregunta a su interlocutor (Sam). Me siento en desventaja, ya tienes mi nombre. Pero no tengo el suyo.
Aileen acaricion la linda melena de la niña, dejando que la abrazara. En cambio miro a Helios, con un ceja ennarcada.
-Parece ser que ahora mismo no hay tiempo para historias -Cogio de la mano a Helios.
"Bien... yo no soy libre... ¿Me han traido para cuidar a unos niños? ¿Sera por mi poder o por que soy una mujer?"
Aileen miro de mala gana al aburrido de Sam.
-¿Y donde esta esa tal Shane?
Sam baja. Tom y Aileen le siguen. En ese momento Shane abre la puerta. Es un chico negro, joven y bastante despierto, incluso demasiado. Aileen lleva a una niña de la mano de unos doce años que lleva a un niño de la mano bastante más pequeño.
Él es Shane y él os sacará de aquí. Nos veremos pronto... o eso espero... Sam mira a Shane... Llévales al refugio y contestales según el protocolo. De momento esperad allí... Intenta hablar con Fury Fenix y él te dirá lo que hacer.
Sam sale por la puerta y se sube a una moto que antes no estaba y se va.
Bien Shane, ¿a donde entonces? El fornido motorista espera ansioso seguir con esta historia a ver a donde les lleva. Todo parece indicar que estos otros también están en un situación similar. Se trata de un hombre, una mujer y dos críos. ¿Los niños también? se pregunta mientras una duda pesa sobre su alma.
Bajaba pensativo, una decisión tan aparentemente sencilla como la que acababa de tomar iba a cambiar por completo todo mi modo de vida, algo que tantos años me había costado construir. Cierto grado de pesadumbre se reflejó en mi rostro cuando abandonamos "la casa alegre".
-Buena suerte Sam- dije a modo de despedida antes de ver como se subía en la moto. Miré a Shane silencioso, y entonces me fijé en el hombre de las melenas, el que antes había preguntado por Lady Ash -¿También te unes al grupo?- pregunté con un tono neutro.
Arthur aparenta menos de 26 años. Su pelo oscuro lo lleva en melena, y además se ha dejado crecer la barba; contrastando con su piel pálida. Es de complexión fuerte, alto y de hombros anchos.
Cuando el otro joven le habla, estaba fuera de sí. Como pensando en las musarañas. Pero despierta del ensueño con sus palabras.
Todo parece indicar que sí. Soy Arthur Myers, pero puedes llamarme Arthur.
Bien niños... Yo soy Shane y seré vuestro guía por el emocionante mundo de la mutagenía y la huída ante una muerte casi segura... Vamos... Le seguís hasta furgoneta azul marino. Os subís en ella. Percibis una sensación agradable... a hogar. Huele bien, está a la temperatura adecuada y casí de inmediato a que los niños se suban a la parte de atrás empieza a sonar una música dulce que parece gustarles... Podeís realizar todas las preguntas que deseís mientras nos dirigimos al refugio... pero l oque necesitaís saber es que vosotros sois proscritos y que la vida ha terminado para dar paso a una larga lucha por la superviviencia...
-Ya veo- respondo a Arthur -Yo soy Tom, Tom Higgins- contesto en un tono relativamente animado dada nuestra situaación mientras embarcamos en la furgoneta.
Miro con curiosidad a Shane, sus palabras no me dicen nada que no supiera o imaginara -¿Por qué?- pregunté secamente -¿Por qué a estas alturas de la película la MCA se molesta en darnos caza?- dije ahora en un tono mas relajado, no pretendía ser descortés -No consigo entenderlo, soy un mutante, sí, pero no soy poderoso, ni millonario... ¿Qué quieren de gente como nosotros?-
Shane mira por el retrovisor y sonríe... Ahora mismo los mutantes poderosos que no han cazado están lejos de su alcance y la mayoría de los mutantes de un nivel medio están fuera o en campos de concetración... se queda pensativo cuando pronuncia estas palabras... Es difícil de explicar... pero ya no hablamos de un holocausto... sino de un exterminio. Sino llega a ser por Sam y Fury Fenix posiblemente no quedarían mutantes libres.
-Jodidamente excelente... -Musito Menade para si.
"Yo me cargo a esos espaguetti... que les habra pasado a mis chicos, a todos esos pobres mutantes que saque de la calle, nunca pense que les cogeria cariño"
-En fin... o morimos, o preferimos morir, ¿No? -Miro a los niños- Es una lastima que empeceis tan jovenes...
"Como yo... nunca tuve calma"
¿Exterminio? con ese tipo ideas tomándole de sorpresa, comienza a redimensionar la historia. También mira a los niños, por unos intantes. ¿Qué daño han hecho? ¿Por qué los persiguen Caronte y sus matones de la MCA?
Acepta montarse en la vagoneta, no sin mirar atrás a su moto. ¡Mierda, ahí va la moto que tanto le costo! Y su casa...
La furgoneta sigue su camino. En el radiocassete suenan baladas countries mientras Shane parece estar pensando en otra cosa. De vez en cuando levanta la mirada de la carretera y la fija en el retrovisor. Los niños duermen apaciblemente. Un par de horas después llegaís a especie de mansión en medio de la nada. La puerta de la valla que la rodea se abre al acercarse la furgoneta... ¡Bienvenidos al Hogar de los Diferentes...!
Continuamos en la nueva escena.