Gallind se apresura, la mañana siguiente, a comentar algo, cuando todos están desayunando en el comedor de los bandidos. - Bien. He estado pensando como continuar a partir de aquí durante toda la noche y he llegado a una conclusión. Creo que deberíamos dividirnos. - Se quedó observando a su grupo de compañeros y amigos, luego continuó. - No puedo fallar a la promesa que le he hecho a Gandalf, pero tampoco creo que sería cortes de nuestra parte llegar hasta Rivendell con estos malandrines al hombro. Sería un feo obsequio de visitas. - Volvió a hacer otra pausa escrutando las miradas de sus compañeros. - Puedo galopar solo hasta Rivendell, no queda lejos, y conozco el camino. Ustedes podrían regresar a Bree y entregar a estos maleantes a la justicia. Luego podríamos reencontrarnos. Puedo esperarlos en el valle de Elrond si lo desean, o cabalgar presto hacia Bree. - Se dejó caer sobre su silla nuevamente. - Tampoco desdeño la compañía. Uno de ustedes podría venir conmigo. Si es que creen que sería demasiado peligroso que hiciese el camino solo. - Suspiró. - En cualquier caso, el grupo que llevase a los bandidos debería ser el más numeroso para evitar cualquier eventualidad. A pesar de estar sumidos en un sueño profundo siguen siendo muy peligrosos. - Tomó una loncha de jamón y algo de pan. - ¿Y bien, que opinión tienen al respecto?
La noche anterior...
Toma, Rilwen. Tenías toda la razón. - Dice y le extiende de regreso la espada. - Es mágica. - Se queda en un pesado silencio por un segundo. - Aún así no olvides que le perteneció a un hombre de oscuro corazón. No dejes que la oscuridad te afecte. Ten cuidado, querida amiga.
Más tarde, tras observar los objetos del cofre. - Bien, bien... Muchachos y muchachas. Habían algunos objetos mágicos por ahí. - Dice y va sacando las cosas para que los demás las vean. - Esta daga enana, es mágica y con estas runas homenajea a su forjador. También este jubón. - Dice y enseña el pequeño jubón hobbit. - Espero sepan compartir y no se peleen por esto. - Lo comenta mirando a los hermanos. Y ríe - Creo que no hay otros objetos de tamaño hobbit. Lo siento. - Y suspira hondamente. - Además hay varias joyas y alhajas. He intentado ver las propiedades de algunas de ellas, pero hasta el momento ninguna es mágica. Lamentablemente la magia que se requiere para inspeccionar cada objeto me agota cada vez más. Por lo que no podré completar la investigación de todas ellas ahora mismo. - entrecierra los ojos, sabiendo que está en sus límites. - Cuando las cosas se calmen podré concluir. - Suspira pesadamente. - Aún así no me quedaré con estas joyas, o al menos no las reclamaré para mi. Por lo que si alguno quisiera cualquiera de ellas solo debe decirmelo. Hay un brazalete, un anillo con zafiros, un collar, un broche/aguja de esos... - de pronto, recuerda algo. - Ah, si. También había ahí debajo esta tetera ennegrecida. Pero eso si, esta no está sujeta a llantos ni solicitudes. Es mía. Y no hay opciones a reclamos. - Dice riendo.
Se acerca hasta Tatharina y la cubre con la capa élfica. - No necesito de la magia para reconocer la manufactura de mi gente, ni de sus capacidades mágicas. - Le sonríe. - Es bien sabido por todos que sirven para ayudar a las buenas gentes a pasar desapercibidos en la espesura. Y también en otros ambientes. Te la obsequio, joven Beornida. Creo que te la has ganado. - Y le cubre la cabeza con la capucha despeinándola algo en el proceso. - Cuida bien de Tolman, lo necesitamos en una pieza para el viaje de regreso. - Le guiña un ojo mientras se aleja hacia los sótanos nuevamente.
No me alcanzan los puntos para las cinco tiradas, solo me alcanzan para cuatro. A menos que me permitas hacer la última al día siguiente tras recuperar algo de resistencia.
EDIT por el DJ: puedes hacer el conjuro al día siguiente. Los objetos están en la escena de Tesoros. La daga y el jubón son mágicos, así como la espada de Imledair.
Edit por el JG: Me has pisado, y perdí varios renglones. Pero bueno, ahí he rescrito todo (o al menos lo que recordaba). Si, si... ya vi la actualización con los objetos. Igualmente gracias por el aviso. ;)
El enano encuetrra la cachiporra con la que tantos problemas había dado y que a él le habían dejado fuera de juego.
- Chicos, a parte de esta superporra, tenía unas monedas. Cuenta, tras registrarlo. Sopesa el arma y le gusta. - ME gustaría quedármela. Era un símbolo, ya que con eso lo habían noqueado, y ahora, desarmarle precisamente era el símbolo que necesitaba. Tenía el "arma asesina" y además era con la que le habían vencido. Ahora era el dueño de esta.
Motivo: inteligencia
Tirada: 2d6
Resultado: 2, 4 (Suma: 6)
Rilwen quedo muy contenta con la espada, era mágica, pero no sabía que es lo que podría hacer. Aun así, seguro que era mejor contra la mayoría de sus enemigos que su espada, muy buena contra no muertos, pero no contra el resto.
-¡Muchas gracias Gallind! Lo suponía por la forma en la que se comporto en combate, pero ahora ya lo has confirmado. No creo que debamos separarnos, mejor que vayamos todos juntos. Y menos aun que vaya uno solo, los caminos son peligrosos y si estamos todos juntos tendremos muchas más oportunidades de salir bien parados.-Había que recoger las cosas, y prepararse para continuar el camino. De momento la suerte les había sido favorable, y nadie había resultado mutilado o muerto. Pero el combate con aquellos ladrones había sido muy duro, y en más de una ocasión dudo de que podrían ganar.
-Podriamos ir primero a Bree a entregar a los ladrones. Y a continuación ir a Rivendel todos juntos. Porque no creo que debamos ir a Rivendel con estos malhechores.-Aquellos ladrones eran un problema que tendrían que solucionar cuanto antes, y entregarlos a la justicia debería ser su prioridad.
Después de debatir qué camino seguir, os decidís a ir a Rivendel, ya que está a pocos días de camino y ahí podréis curar vuestras heridas. A parte, podréis hacer el encargo de Gandalf, de entregar el pergamino a Elrond. Así que torcéis hacia el este y empezáis a andar por el Gran Camino. Los prados a ambos lados están tranquilos y la hierba se mece por la fresca brisa mañanera. El hogar de Elrond está hacia el este, más allá del río Bruinen. Mientras avanzáis, podéis ver a lo lejos dicho río, fluyendo incesante hacia el sur; pero aún está lejos. El Gran Camino deja los campos abiertos y cruza un oscuro grupo de pinos. Más allá de estos pinos hay unas colinas rocosas. El brezo crece espeso a ambos lados del Camino.
La mañana deja paso a la tarde y esta a la noche, habiendo viajado a través de las colinas. Antes de que el sol desaparezca, encontráis un pequeño risco donde descansar, junto al Camino. El risco protege vuestro campamento del viento del norte, y una mata os resguarda de la brisa del oeste. Tenéis muchas provisiones y pasáis una noche apacible.
El amanecer está ensombrecido por las nubes. Las colinas son aún más lúgubres bajo la luz gris. Poco después del mediodía empieza a llover y un cuervo grazna en un avellano. Por la tarde, el sol vuelve a salir, pero todos os sentís empapados y cansados. El mejor lugar para acampar es un pequeño claro junto al Camino, al pie de una colina. El suelo es rocoso y los lobos aúllan la mayor parte de la noche.
El nuevo día es espléndido. Aunque el sol no puede alegrar el paisaje, lo mejora. El brezo crece en todo su esplendor, las abejas trabajan frenéticamente y un tordo reúne el coraje para cantar. El Camino entra en una oscura pineda y después cruza entre muros de roca roja. En cuanto dejáis los árboles, el sol os ciega. Unas montañas blancas y grises aparecen ante vosotros; al fondo de una colina empinada yace el Bruinen.
El Bruinen o Sonorona es un río rápido y ruidoso. El Camino del Este baja por su empinado banco y cruza el río por el Vado del Bruinen. Aunque la corriente en el vado es rápida, el agua es poco profunda. En la otra orilla del río, un camino asciende en empinado banco. Más allá del río, el terreno asciende lentamente hasta encontrarse con las montañas. Unas rocas blancas, colocadas a intervalos, señalan el camino a Rivendel; pero algunas están cubiertas de musgo o han desaparecido completamente. No muy lejos del río, perdéis el sendero. Sin embargo, Gallind y Rilwen saben moverse por el paraje sin problema.
Camináis colina arriba, ascendiendo por el terreno rocoso, hasta las montañas de enfrente... pero de pronto llegáis a un valle, escondido e inesperado. El descenso es empinado y mientras descendéis, el aire se hace más cálido; huele a flores. Dejáis atrás las coníferas y entráis en unas extensiones de robles y hayas. Una vez en el fondo del valle, os dirigís hacia el este, hasta encontrar un sendero. Seguís el camino, que cruza un rápido riachuelo por un elaborado y estrecho puente, hacia el interior de los jardines de la casa de Elrond.
Pasamos al Epílogo
Motivo: Todos a Bree (1) o todos a Rivendel (2)
Tirada: 1d2
Resultado: 2 [2]
Gallind, has subido de nivel. ¡Enhorabuena!
Gláin, has subido de nivel. ¡Enhorabuena!
Rilwen, has subido de nivel. ¡Enhorabuena!
Tolman, has subido de nivel. ¡Enhorabuena!
Bosque de los Trolls, 2951 de la Tercera Edad. Es por la mañana y hace un día espléndido.
Gallind gana 1 PX por postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1668 PX.
Gláin gana 1 PX por postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1418 PX.
Lily gana 0 PX por no postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1477 PX.
Rilwen gana 2 PX por postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1692 PX.
Tatharina gana 0 PX por no postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1320 PX.
Tolman gana 0 PX por no postear, 100 PX por reto de grupo y tiene un total de 1462 PX.