Boris echó a correr a todo lo que le dieron sus piernas, deshaciéndose de cualquier cosa que pudiera impedir una persecución rápida. Tras atravesar el cuadro de la señora gorda ésta sonrió complacida y le preguntó con voz zalamera
- ¿Has salido para la segunda parte de mi recital? He escogido unas arias que deleitarán tus oídos....
Pero no estaba para músicas Boris, no cuando en cualquier momento una manada de leones hambrientos podían darle la paliza de su vida. Tenía que correr, y estando en el séptimo piso del castillo lo más lógico era correr escaleras abajo. Corrió hasta quedar sin aliento, que no fue demasiada distancia, pero al menos pudo comprobar que los Gryffindor no los estaban persiguiendo. A su derecha un cuadro con voz varonil le espetó
- ¿De qué corréis noble señor? ¿Habéis visto a un guiverno? Mas no debéis preocuparos, Sir Cadogan de la mesa redonda está a vuestro servicio....
Era un cuadro de un caballero medieval que debía estar en sus 50. Su porte era gallardo, su espada refulgía con las antorchas de la escalera y tenía un bigote blanco que se atusaba de la misma manera que haría un viejo abuelo. Escuchó pasos, pero no a la carrera. Alguien estaba bajando, y sintió el deseo de salir corriendo, por si acaso, pero no lo hizo, al ver como una capa de Slytherin daba la vuelta a la esquina se tranquilizó, pero no del todo. Slytherin podía ser tan problemático como Gryffindor, o tal vez más. Era Ismelda Pucey, una chica especialmente cruel con los elfos domésticos y de las que le gustaba meter a los demás en problemas. Sonreía con un problema en los labios, y tal como habló supo que iba a tenerlo de los grandes
- ¿Celebrando el triunfo de los tuyos Perromuerto? Eres una vergüenza para Slytherin. Espera a que se lo diga a Malfoy, estoy seguro que le encanta..... - sonrió triunfal - Aunque, podríamos llegar a un acuerdo, tal vez...... ¿Qué me dices?
Mientras lo pensaba Sir Cadogan espetaba insultos a Ismelda, llamándola vil, abyecta y bellaca. La chica giró la varita y lanzó un rayo al cuadro, haciéndole una pequeña quemadura en una de las esquinas, haciendo que el viejo caballero se batiera en retirada, dejándole solo ante el peligro.
Y cuándo las cosas no podían volverse peor...
—Hola Ismelda.
La actitud afable de Boris desapareció de un bofetón. Ismelda iba a su mismo año por lo que había tenido oportunidad de conocerla bien el tiempo que llevaba ya en el colegio. Demasiado para su gusto.
—¿Crees que si fueron los míos estaría huyendo de la sala común de Gryffindor? Vamos Ismelda, pensé que eras más lista que Crabbe y Goyle como para besarle los pies a Malfoy. Obviamente entre para tratar de hacerles una broma. Después de lo que le hicieron a la casa con la broma del partido había que hacer algo y sé que ninguno de ustedes va a dejar de lado el orgullo como para meterse a la fiesta del enemigo —era una mentira descarada, pero los hechos le respaldaban, si reputación no tanto por lo que creyó necesario agregar algo—, el hecho de que la mayoría de los Slytherin sea unos arrogantes hijitos de papá no significa que no cuide la honra de nuestra casa. El problema es que uno de esos elfos de pacotilla me delató y tuve que salir a la carrera.
Tenía los puños apretados dentro de los bolsillos de la túnica y procuraba mantenerse sereno. Trato de sonreír, pero con el nerviosismo levanto solo una de las comisuras esbozando una improvisada sonrisa de medio lado.
Motivo: A ver si convencemos a Eilish
Dificultad: 0
Habilidad: 5
Tirada: 4 6 8
Total: 6 +5 = 11 Éxito
Edit Máster: Pues podrías hacer una tirada de carisma a ver que tan convincente eres. ^^
Boris: 11, ya dirá usted jefe que pasa con eso.