Los comentarios de Jack sobre la enfermería y el estado de Tiree me hacen sonreír, es un crack, -si no existiese habría que inventarlo-.
La ducha y las horas de sueño ayudan a que me recuperan un poco, pero hay demasiado estres acumulado como para descansar del todo.
¿Y ahora que?
Entre la ex-senadora y el comandante dan la respuesta cuando nos revelan la importancia de la información que tenía el droide por lo que estaban muy agradecidos y que la vida de Holly no había sido en vano.
También nos ofrecen incorporarnos a las filas dentro de alguna unidad ya existente o incluso que nosotros formemos una.
-Si estuviese Holly seguro que seguiríamos juntos, ella era el alma mater y en su ausencia aunque hemos permanecido unidos, no siempre ha sido fácil-.
Estaría encantado de continuar con mis compañeros. Cada uno de nosotros aportamos cualidades al grupos de las que que nos hemos beneficiado todos y nos ha permitido realizar la misión. Pero al desaparecer la líder la decisión la tiene que tomar cada uno.
En mi interior mi interior recuerdo el cuando murió Holly, entonces había el peligro de que produjese el caos y para evitarlo empecé a tomar decisiones dirigiendo al grupo con la intención de poner orden y así evitarlo aunque también percibí que no siempre se habían recibido de buen grado.
Este pensamiento hace que no descartase la disolución del mismos y por ello un sentimiento de tristeza. Ellos no dejan de ser lo más cercano a una familia que tengo y Holly era la madre.
Tras ver como llegaba Jack en buen estado junto a Dan-Vid, logre conciliar un poco el sueño, aunque solo fueron unas pocas horas de descanso conseguí recuperar casi todas mis fuerzas y estaba nuevamente dispuesta para la acción.
Tras un rato llego un droide de protocolo solicitando que le siguiéramos, por lo tanto me volví a vestir mis ropas, las cuales se encontraban en perfectas condiciones gracias a nuestros anfitriones. Una vez vestido me puse mi cinturón y ceñí la cartuchera de mi pistola a la pierna, introduciendo en ella la pistola. Y seguí junto a mis compañeros al droide, una vez más hasta el puesto de mando.
Tras explicarnos los datos que habían obtenido de R2-D0, nos hicieron una oferta de unirnos a la rebelión, juntos o por separados. Yo no soy partidario de unirme a la rebelión pero es la mejor baza si quiero continuar con mi venganza contra el imperio.
-Mi lealtad no es hacia otros que no sean ellos- mientras indico con la mano a mis compañeros –así que si deciden seguir justos yo seguiré junto a ellos, sino seguiré mi camino en la lucha contra el imperio-
Los temas políticos no me interesaban y estar en una estructura rígida menos aun.
-Asi que estoy con Dan-Vid deberíamos permanecer juntos-
Perdonar por ir tan justo a la hora de postear, pero ando liado con la niña que se me hace mayor y hoy empezaba el colegio y que son las fiestas de donde vivo.
Nota del DJ: Valoro mucho el esfuerzo que has hecho por mí y por tus compañeros. Muchas gracias. :)
Había oído hablar de Mon Mothma, pero jamás la ví en persona ni había estado en ninguna nave donde residiera temporalmente ella. La tensión, pese a que ya estábamos en lugar seguro, la seguía notando en mi piel. Sin duda los humanos tienen un afán poderoso en su interior, y quizá superan las adversidades más que ninguna otra raza en la Galaxia.
Asentí las palabras de la antigua senadora mientras pensaba en el futuro del grupo, y también el pequeño Decero. No sólo por las posibles misiones que pudieran hacerse a modo de un comando secreto o no, sino por la propia preocupación de si eso ocurriría. ¿Cuántas veces había deseado estudiar especies y explorar lugares inhóspitos sin la presencia del Imperio y tan siquiera de la Rebelión? El caso es que ahora estaba allí, en ese preciso momento. Y la muerte de Holly no fue en vano. Quizá, alejarme ahora de mis compañeros no haría sino apenarme más y apenarlos a ellos: la cohesión entre nosotros era ahora realmente fuerte, como cuando la Fuerza cohesiona las oportunidades y las bendiciones y las envía a quien cree en Ella.
No tengo mucho más que hacer que seguir explorando lugares -les dije a mis compañeros, una vez que ya llegó Jack con nosotros-. No soy una rata de laboratorio y necesito que alguien me proteja mientras miro a todos lados -emotivamente-. Yo también querría seguir con todos vosotros. Incluso con el pequeño Decero: yo me haría responsable de él. ¡Ah!, por cierto... gracias a todos por los ánimos en el tramo final de aquella maldita cueva: jamás piloté mejor, y creo que jamás lo haré. Fue la ayuda de Holly allá donde esté e incluso la vuestra, y la de la Fuerza, por supuesto. Gracias. Espero con impaciencia otra aventura... ¡pero no dentro de una cueva! -sonreí, y me sentí orgullosos por aquellos tipos, mis compañeros-.
Finalmente conseguí leer todo lo que había. Perdonad la tardanza. ¡Qué tensión y qué emoción! ¡Desde luego está siendo un final épìco!
Nota del DJ: Me alegro que hayas podido participar en el final con la opinión de Arkonat. Acabar de redactar tarde el turno final al menos ha servido para algo. ;P
Mon Mothma y el comandante Sato se miran al unísono. La cara del comandante era inescrutable en contraste con la sincera sonrisa de reconocimiento. En seguida vuelven a mirar al grupo.
- Me alegro que hayáis tomado la decisión de seguir unidos y luchar junto a nosotros y en contra del Imperio Galáctico. Cada cual tendréis vuestros propios motivos. Vuestros son. Pero todos coincidimos en unos valores que trascienden los personales: la libertad de todos los sistemas, la fraternidad de las razas y la democracia de la República. ¡Tenedlos presentes cuando vuestras fuerzas fallen! - les aconseja Mon Mothma.
El comandante Jun Sato se acerca a la ex-senadora y continua hablando cuando ella acaba:
- A partir de este momento sois miembros de pleno derecho del Escuadrón Fénix bajo mi mando. Hasta que os hayamos ubicado dentro de la estructura organizativa sólo responderéis ante mí. Pasaréis unas semanas trabajando individualmente en diferentes unidades para conocer cómo trabajamos y cuando os veamos integrados y preparados comenzaréis a hacer misiones juntos. - espera unos segundos mirándo a cada uno antes de continuar. - En pocas horas desmantelaremos esta base y saltaremos a otro sistema. Hoy tenéis el día libre y podéis ir a cualquier lugar de acceso no restringido... Descansad pues mañana empieza vuestra nueva vida en la Alianza Rebelde.
Mon Mothma se acerca y estrecha uno a uno la mano con sincero aprecio. - Una lanzadera me espera así que me despido ya de vosotros. La información que os hemos revelado es alto secreto. Ya sabéis el coste de tan valiosa información pero no dudéis que intentaremos aprovecharla. Sed escrupulosamente discretos. - cuando llega hasta Decero sonríe y también le "estrecha la mano" a la vez que se gira sonriente primero hacia Sato y luego hacia el resto de comitiva. - Cuidad bien a este peculiar droide. Aunque ya ha demostrado que sabe protegerse él mismo ¿no es cierto Comandante? - y tras reírse afablemente comenta en voz baja sabiendo, a pesar de todo, que la escuchaba el oficial rebelde - Al parecer el ayudante del Comandante recibió una descarga cuando intentó realizar el habitual borrado de memoria después de limpiarlo. - Por primera vez parece observarse un asomo de sonrisa del rostro de Jun Sato. Sutil. Fugaz.
Tras el saludo de despedida, el nuevo equipo rebelde sale del despacho del Comandante. En la sala de mando un numeroso grupo de personas les estaba esperando para saludarlos e invitarlos a un refrigerio en la cantina. Sorprendido por esta reacción el grupo acepta y les sigue. Cuando llegan a la cantina descubren que es un espacio amplio muy parecido a la sala de mando. Una muchedumbre de diferentes procedencias y razas les recibe entre vítores y aplausos. En seguida son abordados e invitados a las bebidas entre preguntas y agasajos.
Al cabo de un buen rato el ambiente se ha calmado y la gente se agrupa por amistades. El grupo sigue en la cantina. Jack ha desaparecido, Arvel habla con unos pilotos en la barra, Arkonat intenta mediar en una discusión entre Decero y un droide piloto cerca de la entrada, mientras Dan-Vid y Shanks se retiran a un reservado a charlar.
Jack surge de un reservado en el que hay una joven humana extraordinariamente bella. Reune a todo el grupo en el reservado ocupado por el cazarrecompensas y el pirata y allí hace un brindis:
- Bueno chicos, no se si os lo he dicho pero os quiero como hermanos - dice con dificultad debido a un posible exceso de alcohol y levanta su vaso en alto, gesto que imita el resto de sus compañeros- Y también quería mucho a Holly y la hecho de menos aunque no me hacía mucho caso... - añade mientras se tambalea ligeramente y señala con el vaso al piloto con gesto de disculpa y pesadumbre en el rostro - ¡Brindemos por Holly! ¡sin ella no nos habríamos conocido! - y todos al unísono brindan. Jack continua con el homenaje: - ¡y ahora por nosotros... los hemanos de Holly... la banda de Holly... o como quiera que nos llamemos! - e igualmente todos brindan con una sonrisa triste. Jack enseguida vuelve a sonreir: - pero no nos pongamos tristes que ¡esto es una fiesta! - mira hacia el reservado donde le aguarda pacientemente la chica con la que estaba - Bueno, compañeros, os tengo que dejar pues tengo una misión secreta con una enfermera muy atractiva.
Antes de irse Jack, Dan-Vid le dice: - ¡Jack no hagas ni digas nada de lo que nos podamos arrepentir! - el jedi se pone tambaleantemente firmes y socarronamente grita: - ¡Señor, sí señor! - y a continuación lanza un guiño y se dirige hacia el otro reservado.
El resto del grupo se mira con resignación y tras un breve silencio Arvel lo rompe: - Jack tiene razón. Tenemos que superar la ausencia de Holly. Despidámosla como se merece. - Alza su vaso y vuelve a brindar por su íntima amiga. A continuación comienza a explicar cómo la conoció y muchas de las vivencias que pasó con ella y lo mismo hace el resto entre sonrisas y alguna lágrima.
Tras muchas, intensas, eternas y angustiosas horas para los protagonistas, la huída rebelde ha concluido exitosamente. El sonido de su conversación se pierde difuminado entre el resto de bullicio de la cantina mientras la cámara se aleja del grupo quedando empequeñecido y desapercibido en el pequeño reservado del revosante local. Una música animada suena a todo trapo a la vez que un estrellado fundido en negro, mostrando los títulos de crédito, hace desaparecer la cantina. Como al despertar de un sueño, las luces de la sala se encienden haciendonos volver a la realidad.
- FIN -