Partida Rol por web

Francesco tenía la certeza de que el señor de aquellas tierras conocía de sobra lo acontecido, con sus dos vastagos en la ciudad no serían pocos los ojos y espias que tendría en la zona siendo informado de todo lo acontecido.  

Cenemos primero querido Cristoff dijo Francesco tras las palabras de su compañero quien no pareció haber entendido que aquella conversación debía esperar al postre.  Como ha dicho el señor de la casa, trataremos esos asuntos después de la cena, según las costumbres locales ahora más bien parece el tiempo de las presentaciones cuando la gente del norte nos llama débiles y la gente del sur les llamamos barbaros... Esto último lo dijo en clara referencia a como Devald habló a Enzo.

Francesco sabía medir sus palabras, no quería molestar a Devald pero desde luego no se mostraría débil ni sometido a su persona, sabía bien que de ser así su viaje habría acabado antes de empezar.  Aquella gente solo respetaba a la gente que sabía hacerles frente.

Todos bebisteis de la copa que vuestro anfitrión os había proporcionado, lo cual pareció satisfacerle¹. Ninguno de los presentes hizo asco a la sangre, ni siquiera los humanos que terminaron de comer su plato de carne. Nadie tampoco hizo caso a los hirientes comentarios de Cristoff. Tal y como había indicado Francesco, los temas importantes se tratarían después de la cena.

Una vez terminada la cena, los sirvientes árabes retiraron las copas dejando la mesa limpia, Peter se levantó y cerro las puestas que daban al gran salón para luego entregarle la llave a Magibs, el hombre árabe.

Las noticias de la muerte de Frakas me son de sobra conocida, una traición que se pagara con la sangre de aquellos que osaron matarlo. Sentencio Devald con tono firme, dando a entender que ese tema ya estaba zanjado y no admitía discusión.

Eczebet ha actuado conforme a sus sentimientos, simplemente ha sido el emisario de la destrucción que le espera a la ciudad. Ese tal “Gari” haría bien en dejarla libre y huir de la ciudad antes de que quede reducida a cenizas.

Una vez conocidas las noticias. ¿Qué es lo que os trae a mi territorio?

Como cabía de esperar Devald fue directo al grano, la paz duró apenas lo que una copa de sangre en manos de un cainita, el gran señor fue tajante y directo en su exposición sin dar lugar a ningún tipo de negociación... justo el punto de partida que Francesco intuía que tendrían.

Nuestra misión aquí no es diferente a la de Eczebet pero si tiene un matiz muy diferente.  Eczebet ha sido emisaria de la destrucción de la ciudad, nosotros no somos emisarios del principe Gari, tan solo somos mediadores de este conflicto.

En primer lugar, Francesco quiso dejar claro que no pertenecían a ningún tipo de bando y por supuesto no se dejaría relacionar con un principe que a vista de cualquiera era más débil que otra cosa.

El agravio contra vuestra casa no admite discusión, tan solo venimos a encontrar una justa compensación.  Destruir las gentes de una ciudad entera traería demasiados problemas colaterales, un hecho así no pasaría desapercibido para el resto del mundo y quien sabe cuantos otros señores tomarían partido.

¿Masacrar a una ciudad y una población que ya ha sido masacrada que merito tiene? ¿que clase de justicia para vuestro hijo sería el sacrificio de unos miserables?... Permitirme, pues es sangre de caballeros, de cruzados lo que la honra de vuestro hijo necesita.

Venimos a pedirle que reconsidere su postura y nos ofrecemos a servile la oportunidad de verselas con los cruzados a las afueras de la ciudad a cambio de que deje esta en paz.  Su hijo no tuvo problemas con los habitantes de la ciudad durante los años que allí paso.

Cristoff miro a Franchesco sorprendido, había esquivado astutamente al príncipe al rechazar su alineación con Gary, no le debían nada y tampoco deseaba hacerle algún favor desagradable, defender la ciudad y sus gentes fue decente pero traicionar a los soldados de Cristo...cuanto tiempo tardarían en ser traicionados por el mismo papa...

"por mi como si le dices que ha sido el mismo Dux Narses quien ha orquestado la muerte de su vastago"- pensó con indiferencia.

al instante una idea surgió en cristoff

-Excelencia ¿sabéis del Dux Narses?-preguntó inocentemente

Enzo no esperaba que Francesco saliese en su defensa al mismo tiempo que ingeniaba una forma de entablar conversación con el voivoda. El tal Devald era lo que en el argot se conocía como un "sangre azul". Estaba muy seguro de sí mismo en su asiento, rodeado de sus familiares y su consigliere árabe, pero Enzo se sorprendió pensando qué tan bien se le daría sobrevivir en la noche sin un refugio de la luz del sol.

-Nobles... Son todos iguales... Igual de odiosos... Igual de soberbios... Je... Cuanto más grandes, mayor es la caída...-, siseó para sus adentros mientras alzaba ligeramente la máscara para beber la sangre de la copa. Reveló el mentón de su rostro deforme y sus labios agrietados. Sorbió la sangre ruidosamente, regocijándose para sus adentros en la aversión que a buen seguro despertaba en los presentes. Era su sino, y lo abrazaba con orgullo. Sólo eso evitó que el vampiro hundiese sus ojos hechos de puro vacío en el señor del castillo y le explicase sin sombra de sarcasmo que, para un veneciano, más valía no olvidar el nombre de su santa madre si no quería ser considerado el hijo de una ramera.

Enzo volvió a colocarse correctamente la máscara mientras miraba de soslayo a Francesco, al que dedicó una cortés y sutil reverencia tocándose su sombrero de ala ancha.

-Habla con sabiduría el sacerdote. Sin duda, piensa lo que dice. Quizás porque sabe lo que implica una guerra. Quizás porque arrasar una ciudad que ha sido pasto de las llamas es poco menos que un brindis al sol-, dijo apoyando la sólida argumentación de Francesco.

Fueron entonces las palabras de Christoff las que captaron su atención. ¿A qué venía inquirir por el Dux?

Habláis excelentemente bien padre. Sois un orador nato. Contesta con frialdad, pero con cierto tono de admiración. El resto de presentes, salvo Magibs, parecen sumamente sorprendidos por la habilidad del cura. Ciertamente, si los misioneros que vinieron desde roma tuvieran vuestra facilidad de palabra estas tierras no serían tan… El noble piensa durante unos momentos la palabra adecuada, dice una en dialecto local, pero luego rectifica. Paganas. ¿Es esa la palabra que usáis para señalar a aquellos que no siguen vuestra fe y abrazan las antiguas tradiciones?

No, no conozco a ningún Dux Narses. ¿Debería de conocerlo? Pregunta con ingenuidad, parece que el resto de la corte del voivoda tampoco conocen al Dux, o eso es lo que atestiguan sus expresiones.

Cristoff pensó lo que diría antes de abrir su boca

-el Dux Narses es un lasombra el cual mueve los hilos detrás de los recientes movimientos de los cruzados, mi sire me envió a Zara a confirmar estos hechos, si bien no nos afecta el sacrificio de esa ciudad-dijo volviendo su cabeza a sus compañeros-no creo que la destrucción de la misma perjudique a quien halla llenado sus arcas.

Mario abrió un poco los ojos sorprendido por la cantidad de información que estaba apareciendo en aquella conversación con Devald. 

Francesco habló con acierto y eso gustó a Mario que se puso al lado del sacerdote. 

- La pérdida de la biblioteca también es un duro golpe para el saber... de eso no puede haber tampoco duda. Los cruzados son primarios y destrozaron todo aquello. Imagino tal vez, que una reconstrucción podría estar dentro de sus planes? Yo podría ayudarle, he pasado muchos años entre libros.. - comentó Mario interesado.

Francesco miró con interés a Cristoff, aquel dato sobre el Dux le era desconocido, los lasombra era un clan que al igual que sus miembros sabía ocultar sus movimientos y sin duda su interés en las cruzadas ya estaba más que comprobado a raiz de los últimos acontecimientos en Venecia.

Así es, así se llaman. Os agradezco vuestras palabras y lo tomaré como que estáis considerando nuestar propuesta, en mi opinión tener la verdad de tu parte tan solo es la mitad del trabajo ya que de no saber transmitirla de poco sirve.

Le seré franco, desconozco si el Dux esta detrás de todo esto y si los cruzados tan solo son sus marionetas, pero en caso de que consideré dirigir su furia contrá Narses, le ofrezco poder mediar nuevamente en esta rama del conflicto.

Anna Sgorina... así se llamaba la mujer de la que me hablaron. - dijo haciendo memoria y chasqueando sus dedos al recordar el nombre de la mujer.

Aguardó con paciencia para ver si alguno de sus compañeros o de sus anfitriones reconocía el nombre.

La alocución de Cristoff sobre el Dux Narse despertó la atención de Angyaika. ¿Cómo decidís? Explicaros. Ese tal Dux ha atacado una ciudad para llenar sus arcas, estais insinuado que quien promovio todo el ataque a Zara y la muerte de mi hermano fue ese tal Dux. ¡Explicaros! Dijo la mujer levantando la voz y dando un puñetazo sobre la mesa.

Acto seguido, Oslor, el marido de Angyaika, poso su mano sobre ella tratando de tranquilizarla. Devald permanecía callado, esperando la explicación pertinente, aunque en su mirada se podía ver que hoy no iba a tomar ninguna resolución, solo estaba recopilando datos para dar su veredicto.

Kilián, el hermano pequeño, interviene tras oír las palabras de Mario sobre la biblioteca y su reconstrucción. Su voz suena lenta, cansada y pastosa. Destruir para construir, eso es todo un sinsentido. Si alguien destruye el castillo de su enemigo hecha sal en la tierra para que nadie de su estirpe pueda arraigar de nuevo, no reconstruye el castillo que ha destruido.

Fue Myca quien reconoció el nombre que Mario había pronuncia. Anna Sgorina ¿Qué tiene ella que ver en todo esto? Anna es una respetada estudiosa de Constantinopla, no creo que una erudita como ella se vea inmersa en intrigas para destruir ciudades. Se que ella trato de detener la cruzada.

Francesco también conocía a Anna Sgorina era la enviada de Bizancio a la cumbre de la cruzada¹. La vampiresa bizantina puso todo su empeño en detener la cruzada, pero sus palabras no fueron tenidas en cuenta.

Cristoff miró con tristeza a la joven-Como ya dije, me enviarón a "confirmar" creemos que ha sido obra suya, pero antes de que pudiese unirme a los cruzados mi camino se vio interrumpido  con mis compañeros y a tu....-el lasombra meditó el adjetivo calificativo negativo para describir a la niñata tzimitze-..vastaga...y lo siguiente es cruzar sus puertas y recibir su generosa hospitalidad, cuando termine nuestra visita volveré a mi misión principal.-inclinó su cabeza a modo de respeto hacia Devald.-Solo quería mencionar que quizás debiese refrenar un poco su castigo hasta tener al perpetrador adecuado.

- Oh, no Vykos. Sgorina simplemente estaba interesada en la biblioteca y en el saber que había en ella. Como yo. Nada de destruir... a los que nos gustan los libros y el conocimiento.. ni se nos pasa por la cabeza quemar una biblioteca. 

Mario miró al joven que había hablado. 

- Salvo... que me falte información, una biblioteca no es un lugar donde cultivar una estirpe. Es un templo del saber... que vuestro hermano cuidaba con celo. Recuperar los libros, conservar el conocimiento... honrar su memoria. Eso es importante. Había conocimiento oculto en Zara? Tal vez.. los cruzados fueron manipulados por alguien que buscaba algo en concreto.. y la quema de la ciudad fue una tapadera de los verdaderos motivos.

Aquel nombre no le era desconocido, Francesco recordó el rostro de la mujer en Venecia.

Recuerdo a Anna Sgorina, coincidí con ella en Venecia, en las negociaciones sobre las cruzadas.  Sino recuerdo mal se opuso a la convocatoria de la cruzada y por lo tanto a la destrucción de la ciudad.

Los roces entre la delegaciones volvián a aparecer y la conversación se había complicado con la aparición de posibles interes del Dux... la reacción de Devald en aquel momento era totalmente impredecible.

Fue Mica quien respondió sobre los secretos de la biblioteca. Mi querido Mario, todos los monasterios guardan tesoros ocultos en forma de información. No sabría decirte cual era exactamente el que guardaba el monasterio de Zara. De hecho, me dirigía a ese monasterio para catalogar sus conocimientos. Mi señor Simeón está interesado en catalogar todo el saber. ¿Podría ser que alguien estuviera interesado en destruir algún tipo de saber, no sabría decirte?

Si, Anna Sgorina está libre de toda sospecha. Es un ratón de biblioteca incapaz de matar una mosca, y mucho menos de manipular un ejército.

Entonces esta todo claro. Ese tal Dux ataco Zara para destruir la biblioteca donde había algo que le inculpaba. Hermano, hay que destruir Venecia y a ese Dux, Zara solo es una distracción. Comenta Angyaika con encendido énfasis, tras haber creado en su mente un modo de acción perfecto y plausible. Aunque seguramente la mujer de las montañas no sabía que estaba proponiendo al atacar Venecia. Cualquiera que conociera mínimamente la serenísima sabía que la propuesta de Angyaika de atacarla era algo simplemente irrisoria.