Veo que los siervos de dios en occidente no son unos ignorantes. Sonríe complacido. Creo también en tu desconocimiento. ¿Pero de verdad no intuyes cual va a ser el próximo paso de la cruzada? Si la serenísima está detrás de esto, buscara el monopolio en el mediterráneo y actualmente solo hay otra ciudad que haga sombra a las galeras de la serenísima, esa ciudad es la dorada Bizancio.
Sospecho de los Lasombra, pero no veo en ellos una relación con la destrucción de la biblioteca. Los Lasombras no son un clan de estudiosos, pero tampoco son un clan de barbaros. Supongo que hay otro factor oculto en todo ello.
La nobleza sufre un mal endémico. Son impacientes por naturaleza. Enzo lo sabía bien.
Koban sumaba un nuevo elemento a la ecuación: estaba paranoico. Que un poderoso vampiro como él estuviese obsesionado con la maldición de Zubor le resultaba hasta cómico al Nosferatu.
-Excelencia, Zara es tierra quemada. Vuestra presencia allí no es necesaria, no os quepa ninguna duda. No necesitáis un ejército para aniquilar esa ciudad. Necesitáis una herramienta de precisión. Alguien sutil... Alguien... Como yo.
El voivoda se adelantó y le endilgó el asesinato de Erzebet. Qué veneciano le resultaba todo aquello. Vendettas ancestrales y exterminios de familias enteras. Enzo estaba encantado con aquel drama, por supuesto. Más aún con la posibilidad de obtener un aliado poderoso.
-Mi señor, por supuesto que os ayudaré. Más aún teniendo en cuenta vuestra hospitalidad y generosidad-. El Nosferatu descubrióse su testa enmascarada levantándose el sombrero a modo de saludo.
-Debo confesaros algo, excelencia... No soy un asesino al uso. Obtendré el mismo resultado para vos, pero entended que no debo levantar sospechas. Cuestión de principios-. Enzo hizo una teatral reverencia. -Os propongo algo: el Príncipe Flamcourt es un vástago miedoso y paranoide. Teme ser asesinado en estos tiempos de guerra...-. Como vos, pensó añadir, aunque finalmente no lo hizo. -Enviadle un mensaje, Excelencia. Uno que no pueda olvidar.
Enzo llevó su mirada vacía hasta los caballos que conformaban el asiento de Koban e imaginó cuál sería el horror de Gary Flamcourt si una aberración de esas apareciese en su lecho.
-Yo seré el portador de vuestro mensaje. Le haré entender que debe entregar a Erzebet... O enviaréis al mismísimo Diablo tras él. Será fácil instalar esa pesadilla en él, especialmente tras ver la probada eficacia de vuestro agente tras acabar con Lord Devald-. A modo de establecer complicidad con Koban, Enzo agrió el tono al pronunciar el nombre del finado. -Luego... me encargaré, personalmente, de acabar con la maldición que pesa sobre vos.
Enzo se golpeó un par de veces la mejilla de porcelana.
-Hay una última cosa, mi señor...-. Juntó las yemas enguantadas de sus manos y deslizó una risilla tétrica. -Un pequeño favor sin importancia, os lo aseguro... ¿Tenéis disponible un cadáver humano de sobra?
Bajo la máscara, una sonrisa tan traviesa como maquiavélica.
Pues sí. Voy a liar el taco xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Y me estoy pensando mucho si ser un auténtico BASTARD! con mis coleguis ¡JAAJJAJAJAJJAAJAJ!
Aguardo tu mensaje con Koban y zanjo la conversación ;)
Bizancio, repitió pensativo Francesco, quizá tengas razón, lo que no me cave duda es que hubo muchos intereses en llevar la cruzada a termino por esta ruta. He visto trabajar a los Lasombra y sin duda no se detendrán ante nada ni nadie pero no solo ellos tienen intereses en las cruzadas y en la bella Venecia. Pude descubrir que había un nido de serpientes infiltrado en la ciudad, quien sabe cuanto de profundas son sus raices.
El voivoda acepto las dos peticiones, primero escribió una carta en tono funesto sobre el destino de Zara si Erzebet no Moria en el plazo de una luna. Para hacer mucho mas amenazante la carta, esta iba escrita sobre un pergamino hecho con piel humana y con el sello del voivoda. Mas vale que no me engañes, mi fiel siervo Dominik se asegurara de que se cumpla la misión. Seguramente Dominik sería el calvo de mirada amenazante.
En cuanto a la segunda petición, el voivoda no le dio mayor importancia, un cuerpo humano era algo relativamente fácil de encontrar en la edad media, y mucho más fácil en las proximidades de una batalla, y aun se simplificaba mas si te encontrabas en un campamento Tzimisce.
¿Los Lasombra? Enzo es un Lasombra - dijo tratando de entender lo que pasaba - ¿Qué sospechas? ¿Qué puedo hacer? Conservar el conocimiento, la biblioteca.. encontrar el saber, son mis objetivos.
-La duda me ofende, Excelencia-. Fue todo lo que dijo Enzo antes de recoger con cierta curiosidad morbosa aquel pergamino hecho de piel.
-Excelente idea-, añadió cuando Koban sugirió que el tal Dominik le acompañase. -Ha quedado demostrado que es muy talentoso vuestro ejecutor. Realza mi confianza, no os quepa duda-. El Nosferatu asintió enfáticamente, aunque no quedaba muy claro si era una forma irónica de aplaudir la decisión del voivoda o, simplemente, tenía una visión teatral de la vida.
Quizás ambas cosas.
-...Y además, así tendréis forma de saber de que vuestros designios han sido cumplidos-.
Un problema menos para él. No quería volver por aquellas tierras tan convulsas. Si a Narsés le interesaba la alianza con aquel siniestro personaje, algo habría abonado el bueno de Enzo.
-Os deseo una plácida noche, mi señor. E incesantes victorias en vuestra trayectoria-. Se retiró con una reverencia y tras ajustarse su sombrero en perfecto estado se dirigió hacia la morgue improvisada. Aún le quedaba una cosa por hacer.
* * * * * *
Aguardó hasta que sus compañeros estuviesen distraídos y al abrigo de las sombras, sus más silenciosas y dulces amantes, arrastró el cadáver el sibilino Nosferatu que previamente había preparado en un ataúd improvisado para dar el cambiazo por el cuerpo en letargo de Rinaldo.
En fin, su tarea allí tenía mucho que ver con aquel vampiro de cabello almidonado cuyo verdadero nombre era Rico Garzetti. No iba a dejar que un cruzado con ínfulas que a saber qué interés tenía en el cuerpo se lo llevase sin más. Oh, no, señor.
Era extraño. En realidad, a él nada le importaba. Su misión estaba cumplida. Y además, Garzetti a él no le había hecho nada de nada. Pero, por algún motivo que no sabría explicar, encontraba un oscuro placer imaginando el rostro de Christoff cuando reparase en que el cadáver que había arrastrado hasta Zara era el de...
Enzo pensó un instante imaginando un nombre apropiado para el pobre desgraciado desdentado al que transportaba.
"Bartholomew". Sí, tenía cara de Bartholomew.
El Nosferatu empezó a reírse. Una risa lúgubre y quebrada, pero sincera y traviesa. Hacía mucho que no se reía así.
Pues listo. Todos mis personajes tienen algo de comedia y Enzo no iba a ser excepción, claro está ;D
Si hay que tirar algo, tú me indicas, aunque creo haber justificado bien mi ardid xDDDDDDDDDDDDDDD
Las serpientes solo buscan corromper y proteger su tierra, en los Cárpatos no pueden hacer nada de eso. No son de mi interés. En cambio, Bizancio es un lugar de desenfreno, un lugar donde los Toreador campan a sus anchas. Entonces el calvo miro con aprensión las murallas del castillo que se elevaba muy al norte casi ocultas por la nevada. Mi deber me llama, ese castillo ha de ser pasto de las llamas. Entonces el hombre corpulento se alejo hacia la negrura de la noche.
No creo que Enzo sea una amenaza al conocimiento de la biblioteca. Creo que hay otros poderes mas destructivos dentro de la cruzada, pero no se nada de ellos, solo son suposiciones. Entonces el calvo miro con aprensión las murallas del castillo que se elevaba muy al norte casi ocultas por la nevada. Mi deber me llama, ese castillo ha de ser pasto de las llamas. Entonces el hombre corpulento se alejó hacia la negrura de la noche