-No creo que mi ausencia de conocimientos en el diseño de naves sea preciso aquí por ahora y tengo alguien con quien llevo tiempo sin hablar que ronda la pista de baile. Espero me disculpe señor bar...Miles. En cuanto a la compra de mis acciones, delego en Lyss, lo que ella provea bien estará por mí.
Le lanzo un beso a Didi y me voy a buscar a Berenice a ver si consigo hablar con ella antes de que desaparezca.
La mujer pelirroja se quedó con el rostro vuelto hacia Randall y con la boca entreabierta, tanto por el beso como por la sorpresa de que se largara velozmente y de improviso. Y se va a la pista de baile, así, sin más...y él solito... Estaban tratando temas importantes, que incluían millones de créditos y un futuro negocio comercial muy próspero. No obstante, no era el momento ni el lugar para quedarse perpleja. Deirdre recompuso el gesto con una radiante sonrisa dedicada a su generoso benefactor. Y pidió con un elegante gesto otra copa de su cocktail favorito.
—Ehhm... Randall es así. Tan espontáneo. — Ya puedes tener una buena explicación, vaquero. Y me la vas a dar...—Milles, todo esto es como un sueño para mí... hay tantas cosas...— Deirdre se aproximó mucho al barón, hasta llegar a asirle el brazo como si se conocieran de toda la vida. Se proponía ser encantadora y en lo posible hacer como que la fuga de Randall era algo típico y sin mayor importancia —Por supuesto que gastaremos algo de dinero en mejorar esos sensores a mejorados. Es algo que será muy útil que sumado a esos añadidos que tan generosamente ya pone de su parte, hará que la astronave tenga unas prestaciones de detección magníficas. Sobre las litera frías, tiene usted toda la razón, Milles. Odio esos trastos. Fallan mucho y con demasiada frecuencia no se puede recuperar al viajero y fallece. Por mí, retiramos las veinte. Quería proponerle trasladar los dos cañones dobles de la Ithaca a la A3. Y aquí aprovechar para una serie de modificaciones que abonaríamos nosotros en las reformas. Por ejemplo, modernizar los cañones y hacerlos más precisos. Y me encantaría que el astillero modernizase el Motor de Salto a un modelo más eficiente y discreto... También creo que debemos instalar unas baterías de emergencia que podría ser muy necesarias en momentos graves.
Bebió un sorbito de la copa y volvió a dirigir sus ojos azules al barón con un gesto coqueto. Deirdre daba por sentado que el hombre tenía la suficiente inteligencia y experiencia social para distinguir la seducción de un mero juego inocente para amenizar la velada. O eso espero, Cielos. No vaya a creer lo que no es.
—Me encargaré personalmente de una larga lista de suministros que podrían sernos útiles para aprovisionarnos del equipo necesario. Por supuesto, es un gasto que corre de nuestra cuenta, Milles. Eso sí, se lo remitiré para que tenga conocimiento de ello. Mmmmhh... Estoy hablado de cosas muy heterogéneas; armas ligeras, equipos de supervivencia, blindajes, material médico, de ingeniería, mecánico... No quiero aburrirle con ello ahora, Milles. Es solo... la emoción del momento.
- Mejorar armas de la nave por ser de tecnología superior: 10% de su coste y poner la Ventaja de Precisión (nos costaría 600,000 Cr. y tendrían MD+1 al disparar)
- Mejorar Motor de Salto: 10% de su coste y gana Ventaja de Salto Sigiloso (2,25 Mcr)
- Poner Baterías de alta eficiencia: 1 Tm, NT 12, 300,000 Cr. Útil cuando las exigencias de Potencia se salen de madre. Con esto tenemos una reserva de sobra.
- Ya haré una lista bien larga de material diverso que irá en la nave. Intentaré cubrir todo, pero si veis cosas del inventario de los libros que os gusten, irán en la lista.
El barón toma nota diligentemente de toda la sugerencia que hace Deirdre más las indicaciones técnicas que hacen Lyss y Landor, apuntalando las ideas que ha dicho.
-No me parece una mala idea lo que están pensando. Pasare sus ideas a los astilleros que seguro estarán encantados de atender sus necesidades. El equipo tendrán que ir comprándolo ustedes, si de algo puedo serles de ayuda no duden en ponerse en contacto conmigo.
Les ofreció la mano.
-Es un trato. Yo pondré todo de mi parte para que esto vaya bien. Me gustaría que ustedes hagan lo mismo. Nos iremos viendo a lo largo del tiempo, o yo mismo, viajo mucho o a alguno de mis asociados. Para reconocerles portaran la otra mitad de una moneda que les voy a dar. Por favor no la pierdan porque se encontraran en problemas para saber que quien envié sea de mi parte o no. Por supuesto eso se solucionaría con el tiempo pero mejor que esto no pase.
Les dio una moneda de oro de obvia antigüedad partida a la mitad de una manera caprichosa.
-La moneda es muy valiosa, pero también su misión, es un soberano de oro que viene del pasado de tierra, tienen más de 2000 años. Cuídenla. Cuando nuestra asociación termine me gustaría recuperarla. Veo que el señor Randall tenía otros intereses al parecer implacables. Despídanme de él. Un placer. Hagan uso de mi cuenta esta noche, hay mucho que celebrar, y piensen que van a estar aquí al menos dos meses en lo que ponemos a punto la nave. Tiempo de sobra para que compren todo lo que quieren. Un placer socios.
Después les dejo en el reservado mientras se dirigía a otro sitio mientras sus relaciones publicas les daba un parco, aunque educado saludo de despedida.
Tomad en cuenta que el planeta tienen un NT de 11, limite de los que se puede comprar, cualquier cosa que supere este BT sera de importacion y mas caro, En el caso de exisitir y que el nivel legal del planeta puede hacer que esto pueda ser ilegal lo que puede hacer que se tenga que tratar con elementos criminales y aumentar precios.
RANDALL
Randall se dirigio rápidamente hacia donde ejo a su nermana Berenice en donde se la encontró rodeada de admiradores de ambos sexos y visiblemente achispada, por la bebida parecía,
El reencuentro era observado por su cuñada desde la lejanía con bastante poca discreccion y un mohín de disgusto por su parte. Su desprecio a Randall era mas que evidente. Randall sabia que la hija del baron Ehra consideraba a Berenice como un experimento personal y a Randal una mancha negra en el historial de una familia que había conseguido darle una pátina de respetabilidad. Pero con Randal era un fracaso.
Por el momento se estuvo de intervenir.
Berenice se encontró azorada por la presencia de su hermano y se quedó helada por unos instantes.
Uno de sus admiradores, un muchacho de unos 20 años como mucho, con ropas que denotaban extravagancia y precio, ridículo si hubiera sido pobre pero a tenor del repeto que parecía inspirar hacía pensar que el dinero que manejaba rea ingente, o el poder que sus padres podrían manejar, Por tanto soloera algo por encima de los convencionalismos sociales.
Pareció que se le quería encarar.
-Creo que molestas a Berenice, estúpido. Y si ella no quiere abofetearte no tengo problemas en hacerlo yo. Vuelve a las cocinas de donde no tuviste que salir y devuelve esa ropa que segura has devuelto al ropero,
Unas risas aduladoras respondieron a su reto. El joven parecía una persona atlética, rubia, con el pelo de varios colores chillones, en el que la cirugía había hecho un buen trabajo y tenía un cuerpo esculpido por esa misma cirugía, Guapo pero con algunas marcas e buen tono que le hacían parecer un tipo peligroso. Aunque también pudiera ser que fueran hechas por esa cirugía porque Randall le pareció que podían ser falsas.
-Si este imbécil tienen dinero para hacer que le hagan esas esculturas en el cuerpo puede quitarse esas cicatrices.
Lo cierto es que se había encontrado con gente infinitamente más peligrosa, incluso los de ese club de Espejismo parecían más peligrosos pero nunca se sabía.
-Tranquilo Viktor, es mi hermano.
Viktor miro despectivamente a Randall.
-Adoptado, no cabe duda. Una muestra más de la generosidad de tu familia. No solo teneis belleza de inteligencia. Dijo adulador
Berenice se llevó del brazo a parte a Randall
-Incomodas a mis amigos.
Hizo un gesto de abrazarlo pero se contuvo. Pero soltó una risita.
-En realidad a todo el mundo. Por eso me resultas tan divertido. ¿Qué tal te va la vida?. ¿Vienes a pedir perdón y que te den un puesto en la empresa de Kleffer?. Seguro que con verte arrastrarte un poco te dará un puesto. Y así te lo recordara el resto de tu vida. Le va muy bien y su esposa es buena amiga mia, segura que te puede abrir algunas puertas. Ligeia estuvo hace unos meses en casa, poco tiempo, parecía desmejorada aunque contenta, mucho trabajo del que no podía hablar. Pregunto por ti y por ese amigo tuyo de la marina.
-
Randall se mordió la lengua ante el niñato, lo último que quería era acabar metido en líos y dar in espectáculo delante de la pequeña Bere.
Ignoró a aquel fantoche construido con el dinero de papá y se centró en su hermanita, al ver que no le abrazaba sospechó que quizá aquella víbora que tenía por cuñada estaba al acecho, así que se limitó a escuchar.
-Mi querida Bere, deberías escuchar menos los consejos de nuestro hermanito y su..."querida" esposa, sólo conseguirán emborracharte de soberbia y rodearte de aduladores vanos en busca de medrar. Conocen bien esos ambientes, se mueven en ellos como excremento en un desagüe. A Kleffer jamás le pediría nada, sería darle un poder sobre mí del que prefiero que siga careciendo, además dudo que pueda darme nada que no pueda obtener con otros contactos de los que me pueda fiar más.
No pudo contenerse más y la agarró por los hombros mientras sonreía:
-Si vuelves a ver a Ligeia dile que Landor y yo estamos bien y agradécele que nos reuniera de nuevo. La echamos de menos pero quizá podamos visitarla en un futuro no muy lejano si nuestra nueva empresa sale bien. -la soltó y se puso serio
-Berenice, no dejes que los Ehra te emponzoñen, ellos puede que tengan nombre, una posición elevada y un blasón nobiliar, pero tú eres una Ottson, la familia más dura de Peridoto, ni Kleffer ha conseguido aún acabar con el buen nombre de nuestro padre pese a su creativa manera de llevar los negocios familiares y a la familia...los Ottson no mienten y los Ottson no se abandonan pese a lo impopular o increíble de la situación, no lo olvides como hizo Kleffer cuando me acusaron falsamente. Te dejo, parece que mi presencia ya ha sido lo suficientemente molesta. Probablemente ande por el planeta durante algunos meses mientras actualizamos nuestro cacharro para los nuevos encargos, estaré pendiente por si necesitas cualquier cosa. Te quiero, enana.
Antes de darse la media vuelta echo un vistazo a la baronesa y confirmar que lo había visto todo, se asentó la chaqueta y asintió hacia ella a modo de despedida.
Berenice le sonrió pero no dijo nada.
La baronesa se le quedo mirando con cara de desprecio y no hizo gesto alguno, solo observo como se marchaba para después seguir la conversación con algunos amigos como si no hubiera visto a nadie.
Randall llego al reservado en donde seguían celebrando la nueva asociación.
Parecía que habían llegado a un acuerdo y estaban todos satisfechos.
Milles se levantó y con el Kisha.
-Bueno, aunque su compañía es ciertamente…refrescante, sobre todo en un ambiente tan encorsetado debo irme. La nobleza también tiene sus obligaciones. Les dejo el contacto de Kisha y tengo, obviamente los suyos. Si tienen algún problema llámenla, les comunicara cuando pueden ir cargando la nave con lo dispongan. Habrá uno o dos meses de trabajos para acondicionar la nave. Brindo por asociación fructífera. Estoy seguro que no me defraudaran.
Levanto su copa y se la bebió, antes de irse.
Cuando se fue Lyss se dirigió a ellos.
-Pues esto es serio, tenemos un compromiso para cinco años al menos. Con el dinero de Randall, creo que sería justo que aumente su participación en el negocio, igualando la de Deirdre. Los gastos de este tiempo corren a cuenta de la compañía que mañana empezaremos a a formalizar. Hay que buscar un nombre para ella, amigos. Porque esto va en serio. Y habrá que pensar en contratar a tripulación porque esto se nos puede quedar algo largo. Para ello reservaría un 10% de los beneficios de la nave para dos tripulantes más que cubran los puestos que puedan faltar. Tenemos tiempo para reclutar a alguien.
-Gracias Lyss. Igual podíamos mandar un mensaje al capitán Panchavtra por si conoce a alguien de confianza, fue un detalle por su parte tomarse la molestia de ajustar cuentas con cierto bocazas. ¿Tenemos claros los perfiles?
Randall regresó al reservado y continuaron celebrando todos el nacimiento de una nueva empresa comercial. Con sonrisas y brindando en un ambiente de alegría y optimismo. Deirdre se sentía muy ilusionada, pero algo en su interior se abría camino. Algo que en un principio no lograba identificar, pero que oscurecía el momento. Lyss habló de buscar un nombre y reforzar la tripulación con un par de fichajes. Randall sugirió alguna opción. Pero la pelirroja se fue sumiendo en un súbito mutismo. Sonreía mecánicamente y no aportó nada a pesar de tener alguna idea en la cabeza. Pero era como si estuviera en otro lugar. “Cinco años”. “Uno o dos meses de trabajos”, sonó retumbante en su mente. Se levantó de su silla casi con prisa, con su terminal de comunicaciones entre las manos, alisó su corto vestido con un gesto rápido y se movió hacia la salida.
—Disculpadme… he de ir a… retocarme el maquillaje…—sonrió un poco forzada y salió de la sala con ese caminar rápido y grácil característico de su menuda figura.
No se dirigió a los lavabos. Vagó por las salas de fiesta sin oír la música, sin ver a nadie, sin rumbo fijo, con los ojos clavados en la pantalla de la terminal y sus dedos deslizándose veloces por sus teclas virtuales. “Cinco años de misión”. “Los trabajos durarán uno o dos meses”. Esas ideas se agolpaban en su mente y la devolvieron a su lugar y tiempo reales. El primer día en Gazulin tras ocho años de ausencia había transcurrido de una manera tan veloz e inesperada que no había tenido tiempo para pensar en nada más. “Uno o dos meses”, repitió mentalmente mientras buscaba frenéticamente en la red planetaria gazuliana a través de su terminal y en su memoria. Thomas… Thomas… Tenía que encontrarle. Sentía como un lejano y extraño vacío desde que consiguió su libertad y al llegar a Gazulin y recordar cosas pasadas, su vida anterior, comprendió. Tengo que encontrar a Thomas. Tengo que verle…
También iría a Domhan Nua. A la imponente Casa Doyle. Tenía claro que pasaría la noche con Randall, pero en cuanto pudiera diría con cualquier excusa que tenía que ausentarse. Aquel viaje que planeaba en tren magnético podía resultar brevísimo y tener que regresar a la capital enseguida. Moira podría cerrarle la puerta en las narices. Sería propio de su madre. Pero Deirdre tenía la esperanza de hacer las paces. Por los Cielos de Gazulin, han pasado ya ocho años, pensó con cierta desesperanza. Apretó los labios con un gesto decidido. No importa. Debo hacerlo. Seguramente sus padres habrían recibido la valija que les había remitido desde Ubrana, al poco de salir de prisión. Y ya sabrían lo que había vivido su hija durante este tiempo, confesado brevemente en ese mensaje. Les debía explicaciones, si querían escucharla.
Contempló los resultados de su búsqueda del rastro de Thomas en la red planetaria. Si tenía la opción, intentaría comunicarse con él. Inmediatamente. Ahora mismo, si podía responder a sus mensajes, pensó mientras aferraba la terminal entre sus dedos.
Motivo: Electrónica (Comunicaciones+INT)
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 9(+2)=11 (Exito) [3, 6]
Tirada para tratar de establecer contacto con Thomas inmediatamente, si está en Gazulin.
La afinidad que los gemelos tenían, dijeran los científicos lo que dijeran, era cierta, al menos en su caso. Thomas se encontraba en Gazulin, en la base naval. Cuando empezó a buscarle se encontró con un buen número de mensajes que este le había dejado desde su excarcelación preguntando donde estaba y que tal le iba.
El último mensaje que envió, había sido hacia un par de días desde la base naval que el imperio tenía en Gazulin y que iba a estar una semana allí.
Deirdre esbozo una sonrisa al verlo, era una intuición que tenía.
La noche discurrió de manera agradable pero en cuanto pudo y tras las oportunas explicaciones a Randall y se dirigió a coger una lanzadera.
Antes de irse se encontró con Lyss que estaba mirando una tablet con cara muy seria pero al ver la expresión de resolución de Deirdre la paro en seco.
Bastaron pocas explicaciones, Lyss asintió.
-Es lo que tienes que hacer.
Le puso en la mano una cantidad de créditos más que suficiente para el viaje.
-La empresa lo paga. Son tus vacaciones de los últimos años. Creo que se te olvidaron cogerlas.
La dio un beso en la mejilla.
-Suerte.
Cogió la primera lanzadera que hubo pagando un sobreprecio y saltándose algún que otro control y termino dando muchas explicaciones a la policía militar en la base naval que no acertaban a saber cómo se había metido esa civil en terreno militar. Sus antecedentes no ayudaron nada a calmar la situación pero tras una espera de algunas horas apareció su hermano por la puerta.
Se quedó unos instantes mirándola desde la entrada y luego sonriendo abrió los brazos.
Thomas vestía el uniforme de faena de la infantería de marina y daba la impresión de estar a reventar de salud. Nunca lo habia visto tan en forma.
-¡Hermanita!, siempre liándola. No sabes el revuelo que has montado. Y lo de aquí una broma comparado con la que has montado en casa.
Se sentaron y empezaron a charlar.
-Me has pillado de milagro. Volvemos a Pax Rulin en breve. Estamos aquí para completar efectivos. Hay muchos cambios últimamente. Se ha creado una nueva unidad, la 104 de asalto orbital-le enseño el parche- apropiado para un pelirrojo ¿verdad? Algo se está cociendo en la frontera. Bueno, estas mierdas que tienen el ejército. Al final quedara en nada, seguro. Si quieres una guerra puedes ir a casa y ni con mi unidad entera te garantizo el éxito. Llego la valija que mandaste, me han dicho, pero al parecer no ha pasado del zaguán. Esta papa muy decepcionado y mama creo que se sube las por las paredes. ¡Una hija en la cárcel!. No han dicho nada en el barrio pero si los vecinos tienen orejas se habrán enterado igualmente por los gritos de ella.
La cogió de las manos.
-Cuanto me alegro de verte bien hermanita. ¿ Que planes tienes?. Lo mismo te podemos hacer un hueco por aquí. No serás la primera expresidiaria más algunos que deberían haber estado o se han librado por un pelo. Seria genial poder sacudirte de nuevo sin tener que cruzar media galaxia.
La velada en el afamado local Phebus resultó muy agradable, del gusto de Deirdre. Al retirarse a descansar a las habitaciones individuales de hotel que Lyss había reservado, Deirdre ni siquiera hizo el amago de entrar en la suya. Acompañó a Randall abrazada a él y al llegar a su puerta empezó a besarle dejando muy a las claras que no iba a marcharse a ningún otro lugar que no fuera la habitación del peridotés.
De hecho, una vez dentro, hizo lo posible y lo imposible para que Randall no pudiera arrepentirse de la decisión de pasar juntos el resto de la noche. Algo que podrían recordar como un magnífico broche a una noche perfecta, la primera que pasaban juntos en Gazulin.
Pero la menuda pelirroja tenía más cosas en mente. Madrugó, se dio una buena ducha y se vistió con ropa más informal y apropiada para un viaje corto. No llevó ningún tipo de arma, ni siquiera aturdidora. En Gazulin, se sentía segura. Despertó a Randall con muchos besos y mimos y le expuso lo que ocurría.
—Debo visitar a Thomas. Es algo que… necesito — no era capaz de explicar racionalmente esa sensación apremiante de volver a estar con su hermano mellizo. Pero era lo que sentía. — Está en Gazulin, en una base de los marines. Y creo que debo darme prisa para poder estar con él. Así que os dejaré por unos días. — cogió la cara de Randall entre las manos y le dio un apasionadísimo beso en los labios. Después le sonrió pícaramente, mientras rememoraba la noche que habían tenido —Volveré, puedes apostar por ello. Esto no es una despedida. No os metáis en líos. Te dejo el resto de mis cosas para que me las guardes y sepas que voy a regresar pronto — se rio y volvió a besar a su amante.
Salió de la habitación con su caminar ligero y casi se da de bruces con Lyss, que cariacontecida miraba la pantalla de su terminal. Deirdre no le dio importancia, pero su amiga la retuvo hasta que le dio explicaciones de lo que iba a hacer. Lo cierto es que Lyss ya había conocido a Thomas hace años y sabía de la particular vinculación entre los mellizos. Al final su amiga le entregó un dinero y se despidieron afectuosamente. Deirdre seguía acelerada y casi salió a la carrera, sin pararse a pensar ni un momento.
La gazuliana se subió a una lanzadera y pagó al piloto para saltarse algunos de los protocolos para entrar en la zona militar. Al final les detuvieron como era de esperar, pero Deirdre no se preocupó demasiado. Había hecho cosas mucho peores y la policía militar no la impresionaba demasiado. Sabía que consultarían sus antecedentes (terribles antecedentes penales, pero muy curiosamente cancelados por la orden de un Duque imperial por servicios heroicos prestados), así que contaba con que no la presionasen demasiado. Tras una espera en las instalaciones de los marines, Thomas se presentó ante ella.
Estaba estupendo, mejor de lo que recordaba. Deirdre dio un salto y a la carrera se lanzó a sus brazos con un leve gritito de alegría.
—¿Esto? Esto no es nada, Tom. Tengo intención de quedarme unos días contigo y verás los líos en los que me puedo llegar a meter — Deirdre sabía que había muchas cosas que no podía contarle a su hermano, pero apenas una fracción de lo ocurrido en Espejismo en las últimas semanas ya eran una aventura impresionante. —Si es que permiten que tu hermana pueda estar en la base militar unos días de visita — puso una cara de no haber roto un plato en su vida — No he traído ni cosas malas ni intenciones aviesas. Soy una ciudadana “casi” ejemplar. Y ahora tengo un buen empleo. Así que no podría aceptar ese “hueco” aquí —rio al pensar que seguramente a muchos marines les encantaría contar con la atractiva pelirroja como personal médico civil —Como tú, me voy a embarcar, pero en mi propia astronave comercial. Un buen carguero lejano, no es ningún montón de chatarra. Y soy la oficial médica. — se encogió de hombros con un mohín — Hasta Nolan podría… — se paró. Usar los nombres de pila de sus padres lo hacía cuando estaban delante para fastidiarles, pero ahora estaba a solas con Thomas —Hasta padre podría estar orgulloso de algo así, ¿no? Soy buena en mi trabajo.
Al pasar a hablar de la situación con sus padres Deirdre se entristeció. No quería haber llegado a esto, pero la relación con su madre se había vuelto insostenible. Aun así, preguntó.
—Si solo vas a estar una semana más antes de regresar con la Flota a Pax Rulin, ¿padre y madre van a venir a verte? Podría quedarme aquí a esperarles. A veces creo que Moi… madre disfruta comportándose en Casa Doyle como unos de esos dragones de las leyendas que son tiranos en su castillo. Si hay alguna posibilidad de arreglarlo creo que será en esta base militar y no en casa. Pero si no van a venir aquí, tras unos días contigo, iré a visitarles a Casa Doyle.
Lo que comentó Thomas de un posible redespliegue de la Flota de Pax Rulin llamó poderosamente su atención. Como si eso sirviera para entender las ideas que el Barón, Milles, había expuesto sobre su misión encubierta en el Brazo Troyano. De modo que hizo preguntas a Thomas sobre las actividades de la Flota. Entendía que su hermano no podía contar información reservada y no insistió. Pero también dejó algún sobreentendido sutil cuando le expuso alguna cosa sobre su propia empresa comercial. Es cierto que no podía contar nada a su hermano mellizo de su misión de exploración secreta, pero también sabía que, entre los dos, casi podían asomarse a sus almas y leer lo que había dentro. Desde su infancia había sido así.
Era una lástima, porque tampoco podría contar nada a sus padres de todo aquel asunto con Milles. Estarían orgullosísimos de Deirdre de saberlo y se olvidarían del asunto de su hija expresidiaria. Quizá más adelante podría compartir todo aquello. Tratando de cambiar de tema a cosas más alegres, aterrizó en el tema personal.
—Estás estupendo, hermano. Mmmm, dime, ¿dónde está la mujer que consigue que brilles así? Porque estoy segura de que tiene que haber alguna… —estuvo un rato tratando de sonsacarle información sobre sus amoríos, aunque tradicionalmente Thomas siempre fue muy discreto en esos temas. Al final, compartió un poco de información — Yo he conocido a alguien. Creo que va en serio — se le puso una sonrisa resplandeciente — Es uno de los miembros de la tripulación. Se llama Randall Ottson y es de una familia de Peridot que se trasladó a Gazulin hace unos años. No sé si te resultarán conocidos, yo hasta hace cuatro años no sabía nada de ellos —Deirdre se mordió el labio. Todavía no quería contar todos los detalles sobre cómo se conocieron. Para ella lo importante era cómo estaban ahora.
Thomas se rio ante el descarado interrogatorio al que le estaba sometiendo Deirdre.
-No hermanita, no hay nadie fijo, no me quiere casar que yo estoy muy bien coomo estoy. Muchísimo ejercicio y maniobras, nos están quitando el polvo. Creo que se esperan problemas y nos quieren en forma. Papa y mama y no van a venir, ni siquiera les he dicho que estoy aquí. Aunque no lo creas no ir a la universidad y terminar de cabo de la infantería de marina no es mucho mejor para mama que acabar en la cárcel. Nuestra relación es muy muy formal. Pero que te voy a contar. Déjales un poco a su aire, dales tiempo y preséntales algo bueno antes de volver. Quédate conmigo un par de días y nos divertiremos. Los chicos del pelotón harán cola para conocerte y te sentirás cortejada por rudos marines. No hace falta que engañes a Randall, pero, ¡ quien se va a enterar?, fuera de la división, claro. Pero estaremos en otro subsector. La vida es muy corta para que te estés preocupando siempre porque lo que opinen nuestros padres. Por eso nos fuimos de casa. Ya volverás con fama y fortuna. Y siendo una oficial médico de la marina mercante. Lo mismo asi te ven de otra manera. Pero lo más seguro sea que no y te llevaras otro disgusto.
Le dio una palmada en la espalda.
-Vamos a buscarte donde alojarte
El hecho de que la relación de Thomas con Nolan y Moira, sus padres, se hubiera deteriorado tanto, fue un jarro de agua fría para Deirdre. Ella estaba convencida de poder hacer las paces, pero si las cosas según su hermano mellizo estaban tan mal, entonces con ella tenían que estar aún peor.
—Si ni siquiera les has dicho que estabas en Gazulin, creo que yo tampoco voy a pasarme por Domhan Nua. Por lo que dices, eso sería una batalla campal. Les enviaré una grabación explicándoles que salí de Espejismo y que me he embarcado en un carguero comercial como oficial médica. Y que preveo una larga expedición por el Brazo Troyano, de varios años, posiblemente. — lo que Deirdre no haría en ese mensaje sería insinuar nada sobre su misión encubierta. Ni sobreentendidos ni promesas. Que sus padres extrajeran sus propias conclusiones.
Eso sí, la propuesta de pasar un par de días con su hermano le pareció estupenda. Irse de fiesta con él y sus colegas marines, como en los viejos tiempos, era como regresar a los buenos tiempos. Aunque se puso seria cuando él tocó el tema de ser infiel a Randall.
—Ni en broma, Tom. Ya sabes cómo soy con eso. Quizá soy una cabeza loca y he pasado por muchas relaciones, pero jamás he tolerado infidelidades. Es como cuando madre me dijo que tenía que fingir no darme por enterada cuando ese cretino relamido de Robert Ian Patrick me la pegaba con aquella golfa, solo porque él era el segundo hijo del conde de Rathdonell. Madre no me apoyó entonces y exploté. Yo no hago eso. Exijo lo que doy. Y si no... — exhibió una sonrisa maliciosa — ...ya sabes el mal genio que tengo.
Decidió quedarse con su hermano un par de días, si éste le encontraba un alojamiento en la base. Lo cierto es que Deirdre no era muy exigente al respecto, después de sus años en prisión, cualquier cosa que su hermano le encontrase en el recinto militar, le parecería un palacete. Y estaba dispuesta a tomarse ese tiempo como unas vacaciones, divertirse y dejarse adular por sus compañeros marines, disfrutando de ser la reina de la fiesta. Pero no se molestaría en darle falsas esperanzas a ninguno de ellos. Tenía muy claro que a los pocos días estaría de vuelta en el complejo de astilleros espaciales de Gazulin, con mucho trabajo por delante para organizar aquella astronave. Y que Randall estaría allí. Nada de errores. Esto es solo mi despedida de una etapa ya pasada.
Randall se despidió de Deirdre para unos días. Aunque aún no habían tenido tiempo de ponerse totalmente al día estaba claro que Didi también tenía una relación "compleja" con su familia y después de 5 años en Espejismo habría mucho que tarifar.
Cada día Randall se sorprendía de los avances en la nave, la comunicación con el "droide para todo" se le hizo algo cuesta arriba hasta entender la interfaz, pero bueno, un par de días de raciones en lata tampoco iban a matarle (anotó mentalmente "reponer").
El listado de compras que había preparado Dids era casi perfecto, se le daba bien la logística y los suministros, supongo que la doctora Parka estaba acostumbrada a hacer virguerías con lo poco que pudiese quedar a su alcance.
Lyss parecía algo más distante, obcecada en sus cuentas aunque la llegada e instalación del droide médico pronto impudieron a Randall acercarse a ver qué le pasaba. Los dolores de cabeza eran frecuentes con tanto cambio, al menos esperaba que los resultados fueran tan impresionantes como prometían.
Dejó a Landor al cargo de entrevistar a los nuevos reclutas, sabía que su evaluación de habilidades era superior y sin buenas referencias no tendrían oportunidad alguna, así que no era necesaria la mente más intuitiva de Peridoto (se rió internamente de su propia arrogancia)
Por las noches echaba de menos a Deirdre, era fácil acostumbrarse a la compañía cuando era de quien se soñaba. Aún se le hacía extraño, en medio de aquél considerable berenjenal diario de cables y mamparas apenas tenía tiempo pero al anochecer, cuando volvía al alojamiento todo se le hacía vacío y el comfort y semi lujo al que no acostumbraba en soledad eran demasiado para él, pero prefería la soledad autoimpuesta que salir a emborracharse y cometer algún desliz inoportuno dejando airear algún dato que no debiera salir de la Ithaca... ¿Se seguiría llamando así? Mañana se lo preguntaría a Lyss.
Otro mensaje de los astilleros, mañana llevaban la nueva sala médica...¿Una sala entera? Caray, en fin, mañana sería otro día.
Los días pasaban en Gazulin cada uno atento a sus quehaceres y bajo la atenta mirada de los viajeros la nave era reparada y reequipada hasta convertirla por fuera pero sobre todo por dentro en algo irreconocible de la nave anterior.
La búsqueda de nueva tripulación no estaba siendo fácil, no es que faltaran buenos tripulantes es que estaban buscando algo más que no encontraban. La carga que el baron había puesto encima suyo era importante y querían gente polifacética y en la que pudieran confiar. Un plus era gente sin nada que perder y con ansia de aventura..
Un día que estaban llenando y ordenando los pañoles con el equipo que no paraba de llegar merced a los pedidos hechos les reunió Lyss.
-Hoy van a colocar el transpondedor de la Ithaca en esta nave. Así que oficialmente, tras rellenar los documentos oficiales esta nave será la Ithaca con todas las de la ley. Bueno habrá que pasar una pequeña revisión.
Los viajeros vieron como Lyss rellenaba los documentos y tras una inspección de una hora de las autoridades portuarias que se aseguraron que todo lo detallado era cierto el funcionario a cargo puso su nihil obstat.
-Todavía hace falta una última cosa que tenemos que hacer para que sintáis que esta nave será vuestro hogar.
De una manera algo misteriosa llevo a los viajeros hasta los servicios jurídicos del astropuerto donde entraron en un notario que parecía estar esperándolos porque saludo a Lyss como si la conociera.
Les puso un documento encima de la mesa.
-Esta es la creación de la nueva compañía en donde se detallan las condiciones que la rigen y donde legalmente pasáis a ser propietarios en parte de esta. Es parte recompensa por lo mucho que habéis hecho por mí y parte lo que habéis invertido en esta empresa.
Fue pasando la tablet para que pudieran firmarla y poner su huella dactilar y tomara sus características genéticas.
Lyss sonreía satisfecha mientras veía a cada uno de los miembros de la Ithaca firmar.
Después se puso más seria.
-Ahora las malas noticias. Me habréis notado algo distante y preocupada estos días y aunque alguno lo hayáis podido achacar al estrés de la nueva nave hay otra cosa. El servicio de exploración me ha reactivada, tengo la obligación de incorporarme dentro de dos días de forma temporal pero indeterminada. Esto pueden ser meses o años. El servicio imperial es así y aunque recurrí al barón para ver si podía mover alguna ficha son órdenes generales del duque asi que no hay mucho que hacer. No podre unirme a vosotros en los primeros viajes de esta nave. En cuanto me dejen abandonare el servicio para volver pero no puedo deciros cuando será. Cuidad bien a la Ithaca y hacedme sentir orgullosa.
Los dio un abrazo a cada uno.
-También podéis hacerme rica por el camino, que no me importara. Mantendré el contacto con vosotros como pueda. Como último acto he decidido gastar todo lo que no sea parte del fondo de la Ithaca para el negocio en una descomunal juerga con todo lo bueno y lo caro que haya en Gazulin. Con un poco de suerte si me presento lo suficientemente mal me echen del servicio. Ha sido un placer servir con vosotros, o como se llame a lo que hemos hecho. Y no me amarguéis los últimos días con vosotros que no necesito despedidas lacrimógenas. ¡Venga!, nos esperan tiempos interesantes.
COMPAÑIA COMERCIAL ITHACA S.L
ASPECTOS MAS RELEVANTES
La compañía tiene como activos la nave Ithaca, carguero A3 modificado y todo el dinero asignado a la cuenta de gastos.
La propiedad de la empresa es de Lyss Rawlins con un 50% de la propiedad. En caso de empate en las decisiones comerciales decide ella.
La tripulación de la nave también son accionistas.
Landor Syss un 15% 10% transferible o vendible el otro 5% volvería a manos de la propietaria en caso de fallecimiento
Randall Ottson 10% 5% transferible
Deirdre Doyle 10% Todo transferible.
Queda un 15%, no transferible, en paquetes de 5% para tres tripulantes más si fuera necesario como manera de pago. En el caso que haya menos e esos 3 tripulantes quedara en propiedad de Lyss Rawlins.
Toda la tripulación tendrá un sueldo de 3000cr mensuales.
Los gastos de comida, atención médica y legal, en misión, serán pagados por la compañía.
Los tripulantes tendrán un seguro de fallecimiento de 100.000cr a cargo de la compañía si ocurre en misión. El tripulante designara el beneficiario.
Se repartirán dividendos cada seis meses tras pagar todos los gastos que se hayan incurrido, mantenimiento, combustible y reparaciones, gastos de atraque y dietas de los tripulantes. Se dejara un margen de seguridad de 350.000 cr para poder operar y comerciar, así como de colchón y un 20% para fondo común del que saldrán las mejoras que la nueva pueda necesitar.
Lyss Rawlins es la capitana y quien tomara las decisiones. En caso de no estar se tomaran las decisiones por acuerdo mayoritario de la tripulación.
El no estar en el puesto de trabajo o el negligente desempeño de funciones será causa de despido inmediato, retirada del porcentaje y ninguna compensación. Se le pagara lo que se le deba, del sueldo y será dejado en el astropuerto clase c o superior más cercano. Los gastos de más de un salto recaerán sobre el antiguo tripulante. La decisión la tomara la propietaria y en caso de no estar el pleno de la tripulación.
Deirdre pasó unos días divertidos con Thomas y sus colegas marines. Si las circunstancias hubieran sido otras, casi seguro que habría tenido una aventura con alguno de ellos, pero su vida era la que era y además estaba contenta con Randall. Es posible que el peridotés jamás se hubiera enterado de nada, pero Deirdre sí que lo sabría. La cabeza de la gazuliana funcionaba así, no quería matar esa relación que había surgido tras tantos años de sufrimiento y cautiverio solo por un rato de diversión.
Se despidió de su hermano cordialmente y abandonó la zona militar subiéndose a una lanzadera de regreso a la capital. Una vez desembarcada, se paseó por una zona monumental que frecuentaban los turistas y grabó un mensaje al aire libre, para sus padres. Fue un mensaje largo, en el que les detallaba que estaba en Gazulin, algo evidente en las imágenes, y que había llegado hacía pocos días. Habló de que estaba libre de trabas legales y que iniciaba una nueva vida en el comercio interestelar como oficial médica de una astronave pequeña. Explicó que estaría pocas semanas en Gazulin y que partiría pronto, sin rumbo fijo y sin saber por cuánto tiempo. Aunque a la pelirroja le costó decirlo, al final les decía a sus padres que les quería y que esperaba poder verles de nuevo para arreglar las cosas.
Suspiró al terminar la grabación y programó el envío a sus padres por la red planetaria para un par de semanas después. No quería enviarlo inmediatamente ni estar pendiente de hacerlo. Con eso bastaba y así podría dedicarse a hacer sus tareas.
Se encaminó a los distritos comerciales cercanos a los astilleros de Gazulin. Deseaba hacer unas reformas a la nueva Ithaca. Una pequeña sorpresa para sus compañeros.
Cuando llegó a la astronave, había mucha actividad. Los trabajos continuaban su curso por toda la Ithaca y estaba quedando magnífica. Entró en la dársena y buscó a Randall. La mujer se llevó una sorpresa al verle con un Droide Limpiador, una máquina más bien fea pero muy eficiente. No era de la clase elegante usada en las mansiones, pero su programación era similar. Cuando Randall le contó lo de la sala de Enfermería a bordo, abrió los ojos sorprendida y encantada.
—¿De verdad?¿Milles al final ha decidido costear una sala médica en la Ithaca? — dio unos saltitos de alegría y le plantó un beso en los labios a Randall. Acto seguido se dirigió a ver esa sala nueva y sus esperanzas se vieron colmadas. Esas modernas instalaciones recordaban a la mujer aquellas que utilizó cuando fue la enfermera de la Deméter, aunque las del carguero clase Leviatán eran el doble de grandes. Aunque ahora tendrían también un modernísimo Autodoc. Milles ha cumplido con creces. Visto todo, Deirdre se afanó en organizar la Enfermería tal como recordaba de la Deméter, pero incorporando lo aprendido con la Doctora Park.
Durante un par de días organizó el apartado médico y colaboró con el trabajo de actualización de la nave. Deirdre no había trabajado nunca con puente holográfico, aunque imaginó que en la Armada era habitual y no sabía si Randall conocía ese sistema. Estaba fascinada por el aspecto nuevo, luminoso y limpio que estaba adquiriendo la nueva Ithaca. Entonces llegaron los encargados de la reforma que Deirdre había encargado tras pedir la autorización al Barón.
—He ordenado una reforma de los módulos de habitaciones. Vamos a pasar mucho tiempo aquí dentro y quería que estuviésemos cómodos por largos periodos de servicio. Así que se va a desmontar uno de los camarotes de pasajeros, y con eso y cierto volumen de carga, se van a ampliar los tres camarotes de tripulación de la cubierta inferior. Ahora serán de primera clase: más grandes, eficientes y elegantes. Apropiados para albergar cada uno a dos personas aunque sea durante mucho tiempo. — Deirdre sabía que los camarotes estándar eran un problema a largo plazo si albergaban a más gente de lo previsto en su diseño original. Las personas se agobiaban mucho por esa falta de espacio. Acercó su cara a la de Randall para susurrarle algo con una sonrisa pícara —Además, es que en nuestro camarote original no entraba bien el regalo que había encargado — señaló un objeto grande embalado recién llegado a la dársena. Era un moderno dispositivo de cama de tamaño matrimonio con función antigravedad. —Según la publicidad, es la mejor forma de... descansar — por sorpresa y con una risita se alzó de puntillas y le dio un mordisquito a Randall en una oreja.
Las reformas continuaron su ritmo hasta que un día Lyss les llevó a todos a un notario que formalizaría su vinculación legal. Deirdre leyó las cláusulas y firmó. Ella había revisado los planos, y nunca había creído que su vida cambiaría tan deprisa. Era en ese momento socia, con el 10% de una astronave valorada en más de 90 millones de créditos. No podía quejarse de nada, teniendo en cuenta que hacía pocos meses cumplía condena en Espejismo.
La mala noticia vino después. Cuando Lyss dijo que había sido reclutada, de nuevo, para el Servicio de Exploración, Deirdre se quedó paralizada. La pelirroja nunca había servido en los Cuerpos Imperiales, ni un solo periodo, y Lyss con este, haría tres. Era injusto. Intentando que las lágrimas no cubrieran sus ojos, se abrazó a su amiga.
—Lyss, tesoro... este era nuestro sueño. Viajar juntas por el espacio. Te voy a echar muchísimo de menos. Cuidaremos de la Ithaca y esperaremos tu regreso. No te preocupes... yo cuidaré de ellos. Sobre todo del vaquero, que es guapo, pero es un mentecato... — con una risa nerviosa, se secó una lágrima con un dedo y señaló con un movimiento de cabeza a Randall.
Para no contrariar a Lyss, mudó su expresión y trató de animarse. Una última fiesta antes de la partida y que resultase de grato recuerdo. El momento lo merecía.
—Esto es un hasta luego, no un adios. Ya sabes cómo localizarnos. Tienes hasta nuestro transpondedor. Puedes confiar en que tendremos cuidado y seremos responsables. Solo tenemos que hacer... lo contrario de lo que hacemos siempre — dijo la menuda pelirroja en tono irónico.
Landor se mantuvo activo en la reconstruccion de la nave. La nueva Ithaca era como un lienzo en blanco donde podrian poner y quitar a su antojo. Nuevos sensores mas potentes y quizas retoques en los motores seria obligatorio.
Parece que el resto de tripulantes delegaron en él la parte de contratar nuevos miembros de la tripulacion, asi que hizo algunas llamadas para correr la voz. Antiguas miembros de la Armada que actualmente estubieran desempleados serian bienvenidos. Quizas pudiera contar con Marvel Cant, un mecanico con el que hizo buenas migas durante su estancia en la "Rapid", o por lo menos alguien recomendado por él.
No puso ninguna queja ante el reparto de la empresa que proponia Lyss, a estas alturas se fiaba de ella. Pero la noticia de su marcha dejó descolocado a Landor, ahora que todo encajaba una de las piezas se caía de la mison.