Partida Rol por web

¿Qué mejor que una buena fiesta para dar inicio al año escolar? Eran principios de septiembre y un otoño cargado de aire polar y días nublados no les impidió a los estudiantes del St. Agnes a escabullirse por unas horas a la ciudad para pasar un buen rato. A aflojarse las corbatas, quitarse los blazers y levantarse las faldas, porque la noche parece prometer.

Luego de largo rato en la disco ya me habia tomado un par de tragos con alcohol y estaba bien emocionada. Un par de veces me habia dado cuenta que estaba hablando mas alto de lo normal pero con la musica nadie parecia haberse dado cuenta.

Ahora solo queria fumar y no conseguia quien me diera un cigarro.

Carter donde estas?

Mi amado amigo siempre se desaparecia en los momentos mas apreciados y eso que habia escogido un conjunto llamativo, al menos brillaba con la luz, asi que estaba segura que el podria conseguirme.

Alli estaba Adrian y tomandoles de la mano la aleje para poder hablar con el.

- Puedes regalarme un cigarro, cariño, anda no seas malo, si?

Mi cara era la mas tierna posible, y si hubiese sido una gata hasta Shreck me lo hubiese dado.

Bajo un techo de zinc y rodeados de colores verdes ácidos, dorados y rosados, los adolescentes bailaban como marionetas poseídas por el ritmo eléctrico que dictaba el DJ de turno. Adolescentes que albergaban la llama en sus pechos. La llama siempre viva de los que deseaban vivir y extinguirse rápido, antes de encontrarle un sentido a la vida que no necesitaban ni querían conocer, live fast, die young, bajo esa premisa y aquella de que todo estaba permitido esa noche, se dejaron perder en una nube de alcohol y drogas varias.

Carter abrazaba un cigarrillo encendido entre sus labios, mientras sus ojos recorrían la pista de baile en búsqueda de su mejor amiga ¿Donde se había metido Haily? Un par de bebidas ya habían hecho efecto en su organismo y encontrar a la chica se volvía tarea difícil. Chocó con varios cuerpos, pero no lo sintió. Sin querer se unió a aquella multitud que no paraba de moverse. La masa, como un organismo enorme que no paraba de mutar, se mantenía en movimiento constante. Se dejó llevar por ellos, en un baile que no tenía principio ni fin.

Finalmente abrió los ojos y sintió una corriente eléctrica que le erizó los vellos del cuerpo desde la nuca hasta la punta de los brazos. El vestido resplandeciente de Haily se pronunció en lo lejano y Carter abandonó la multitud para rescatar a su amiga. Junto a ella, se topó a aquel idiota que solía juntarse con su hermano mayor. Arrugó la frente en una clara expresión de disgusto, mientras arrojaba la colilla de su cigarro al suelo. - ¿Qué haces con él? ¿Te está molestando, Haily? - Gruñó por lo bajo, poniéndose en el medio de su amiga y Adrien en posición defensiva. Si bien el mayor era el doble de tamaño que Carter, el rubio estaba envalentonado por el alcohol que ya hacía estragos en su organismo.

- Claro que no Carter dejalo, solo le estaba pidiendo cigarros y resulta que tu tienes!

Le quite uno y lo encendi casi instantaneamente.

- Vaya que te estar diviertiendo, deberias darme algo de lo que estas tomando...

Era obvio que ya estaba con una buena dosis de alcohol y tal vez algo mas, lo que me motivo a no quedarme atras. Esta vez tenia intenciones de hacer todas las cosas que pudiesen molesta a mis padres aunque ellos no se enteraran.

- Vamos Adrien animate! cambia esa cara!

Y mire alrededor a ver como conseguir algo con alcohol.

Adrien llevaba una camisa negra que transparentaba con las luces y con varios botones desabrochados. Por otro lado su pantalón era uno gris y ceñido. No hacía más que marcar aquello que a muchas hacía suspirar; un torso perfecto al que envidiar o admirar. Muchas muchachas le guiñaban el ojo o le hacían gestos para tratar de atraer su atención pero él ignoró aquello. Tenía algo en mente, algo más grande y divertido que una noche de sexo sin compromisos (que, bueno, no está mal pero ya lo tiene casi todos los días). 

- Anima esa cara. - Murmuró en un tono muy arisco al escuchar a la mujer que, tan rápida como un rayo, se acercó y le quitó un cigarro. - ¿Molestando? ¿Yo? Por favor, si soy más tierno que el pan recién hecho. - Bromeó, claramente. Él de tierno y bueno tenía muy poco. - De todas formas... ¿No os aburrís? - Su tono escondía algo, un secreto o una intención oculta.-  Quiero decir... Nadie os hace caso. Siempre bajo nuestra sombra. - Esbozó una arrogante y orgullosa sonrisa tras ello. - ¿Por qué no formar parte? -

Carter sintió como sus mejillas se teñían de carmín al echarle un segundo vistazo a Adrien. Por mucho que detestara al mayor, no podía negar que tenía su atractivo. Fama de Don Juan entre las estudiantes del St. Agnes, Carter odiaba pertenecer al grupo que secretamente suspiraba por él. Pero nadie lo sabría, ni siquiera Haily. Era casi humillante para Carter admitirlo. El menor vestía con unos oscuros pantalones que se ceñían a sus delgadas piernas y una camiseta negra que parecía ser dos veces más de su talle.

Con la misma velocidad con la que Haily le robó el cigarrillo, Carter encendió uno nuevo y miró al moreno con desconfianza. No le gustaba nada cómo sonaba todo aquello. Los oscuros ojos de Adrien no paraban de escrutarlo, y de no ser porque aún le tenía fe a la verdad, hubiese jurado que podía leer sus intrincados y peligrosos pensamientos - ¿De qué estás hablando? - Definitivamente Adrien se traía algo, aunque el rubio no pudiese adivinar de qué se trataba. Dejó escapar una bocanada de humo sin poder evitar un pequeño ataque de tos. - Nada bueno puede venir de ti... - Afirmó, ignorando qué tan proféticas podían ser sus palabras. 

Mirando a Carter de reojo me sonrei para luego volver a admirar a Adrien. Su cuerpo brillaba en la oscuridad o de verdad era un adonis. Mayor que yo en edad y estatura era la personificacion perfecta para romper todas las reglas y hacer que mi mama explotara de rabia por saber lo que su “señorita” hacia a escondidas.

Ademas ver a Adrien y a Carter hacia que fuera una lucha de caceria. Si por si acaso hubiese la oportunidad, Adrien tenia que de se de ella y no de Carter y mucho menos de la realeza.

- Tu no eres tierno, Don Juan, todo menos tierno, dije mientras golpeaba su pecho con cariño dandome cuenta de lo fornido que estaba.

- Aburrida yo? Contigo una no se puede aburrir, comente viendo la cara de Carter como desaprobaba que me lanzara a los brazos de Adrien.

- Formar parte de que? A que te refieres? Tienes un plan para diversion, seguro nos podemos anotar, y si es en contra de la realeza te puedo pagar por ello, dije con una sonrisa picara.

Ahora fumaba tratando de parecer mucho mas grande de lo que era aunque fumaba a la perfeccion y sosteniendo el humo y todo. Sin tocer. Solo me faltaba un nuevo trago para estar satisfecha por el momento, mientras esperaba la explicacion de Adrien y escuchaba a Carter quien al parecer tenia ya malas ideas del chico. Segui viendo a que barman podia pedirle una buena copa o vaso.

El vaso es mas grande.

- Pertenecer. - Ahora era él quien, con suma normalidad, sacaba un pitillo de su cajetilla para encenderlo con un zippo y comenzar a fumar. No necesitaba esforzarse en aparentar ser "guay", ya lo parecía hiciese lo que hiciese. Los ojos de los outsiders le admiraban y él lo sabía, al menos su orgullo le hacía creerlo. Hiciese lo que hiciese aquella idealización le protegería a toda costa. - Ser populares, tener a todos detrás de tu culo. Poder elegir a quién te parece más... - En ese momento acarició el rostro de Haily con cierto cariño y una sonrisa pícara. Así es cómo se ganaba a las mujeres... Con aquella atractiva cara, ¿quién le diría que no? - Atractivo. - Separó su mano del rostro ajeno mientras miraba de reojo hacia Carter. - Que nadie te insulte, no estar a la sombra de tu familia. - Oh, sí, Adrien era especialmente bueno en lo que vendría siendo "carisma", por llamarlo así. Convencer, seducir, hablar, todo tan simple... Era para lo que había sido creado o enseñado.

- Cierto, de tierno tengo poco y menos aún en la cama. - Tras aquel innecesario comentario se aclaró la garganta. - Bien, tengo un plan para gastarle una broma a #2. Al menos así la llama Felicia, la verdad es que ni yo mismo recuerdo su nombre. Ella está por aquí también, no se quería perder la fiesta... - Su tono se mantuvo calmado y con una notable diferencia al que empleaba cuando estaba rodeado de su grupo de amigos. Ese Adrien era más agradable, con el mismo ego, pero menos ofensivo. No buscaba lanzar pullas constantes e incluso podría parecer que quería ser amigo de Haily y de Carter. - ¿Qué? ¿Os apuntáis? - 

Luego de acariciar mi rostro senti un escalofrio por todo mi cuerpo que me dejo helada. El poco chico tierno habia logrado encederme y ahora estaba intrigada. Mire a Carter con verguenza por lo fascinada que estaba con Adrien.

Vamos que tampoco es tu tipo.

Pero luego comence a imaginarlo como seria eso de no ser tierno en la cama cuando comenzo a explicar su plan contra la realeza aun estaba sumida en mi imaginacion, no es que fuera virgen pero alguien como Adrien seguramente me haria sentir una virgen de nuevo.

- Pues si claro, cualquier cosa por desprestigiar a la realeza me apunto y Mandy tampoco es de mi agrado asi que cuentanos que tienes en mente y te ayudaremos, chico tierno.

Lo volvi a mirar de arriba a abajo midiendo las posibilidades.

- Carter tienes que ayudarme en esto, sabes que Felicia y las demas nos tienen la vida imposible, puede ser nuestro momento.

"...no estar a la sombra de tu familia" Ahora sí Adrien había tocado la fibra sensible de Carter, lo cual le cayó como un balde de agua helada. Estaba al borde de la objeción cuando observó como Haily se mostraba entusiasmada por la idea ¿Su amiga había tomado algo? Sus labios dibujaron una fina línea recta, sin ocultar el disgusto que le provocaba ser testigo de aquel numerito que se montaba Haily con el mayor.

Sin mucha paciencia, tironeó de su amiga para que volviera a su lado. - Deja de ser una lanzada... - Le reprochó en un susurro. Odiaba ver a Haily así, estaba casi irreconocible. - ¿Qué propones? - Le preguntó a Adrien con recelo. La reina y sus minions le traían sin cuidado, pero la idea de jugárselas era tentadora.

Y aunque lo negara, Carter también quería jugar.

Carter me halo del brazo alejandome de Adrien y su actitud paternalista me molesto sobre manera. No era justo que me hiciera quedar mal frente a un hombre, porque era un hombre!, que al parecer se fijaba en mi. Pero asi era el, siempre proteguiendome y era adorable.

Me molestaba pero el unico que podia hacerlo, era el unico que se lo permitia, era el unico que le hacia caso, era el unico que tenia realmente poder sobre mi, era el unico que confiaba mi vida de ser necesario, era mi amigo. Tal vez porque nunca me habia pedido nada a cambio, tal vez porque nunca abuso de mi, nunca me uso, nunca me mintio. Su sinceridad era una de las cosas que adoraba de el, y si me iba a dar cachetada con gusto ponia la mejilla.

Carter era la luz de la conciencia que con tanto empeño trataba de apagar, y siempre le estaba agradecida.

Regañada me pare al lado de el esperando la version de Adrien aunque comence a acariciarme el cabello sin darme cuenta.

Sera que me encuentra bonita... me pregunte.

No lo se.

Supuestamente venia un nuevo Adrien pero ya no se. Y por otro lado nosotros dos solo podriamos seguir si nos imaginamos a la victima pero tampoco le veo mucho sentido. Asi que si se te ocurre alguna cosa avisame.

Si no la podemos cerrar por ahora y seguimos con otra escena. Samantha me esta esperando para una, pero no. Es tu desicion supongo.

Master puedes cerrar esta cena por favor.