Partida Rol por web

Volvió a mirar a Trece de la misma forma que antes. 

-¿Aun sigues aquí?- Preguntó con malas maneras. -Por lo menos no eres un imbécil prepotente como otro que me se... Entrenaremos... Cuando seas digno. Dudo que en un combate pudieras mantenerte de pie ante mi- 

A Eira no le dijo nada, simplemente sonrió y le dio una suave palmada en el hombro. Tras eso, se dirigió a las escaleras, para bajar a la zona de descanso de la planta baja. No sin antes dirigirle unas palabras a la pelirroja.

-Samantha... Se te ve todo- 

Sammy se miró, dándose cuenta de todo lo que se le vía. Azorada, volvió corriendo a su cuerto

Niego con la cabeza.

- Para nada. "La arrogancia puede acabar siendo la perdición de los más fuertes" - comento parafraseando uno de los dichos de mi maestro - Soy consciente de que ahora mismo no soy digno, pero espero mejorar con mucho trabajo y esfuerzo. Cuando me consideres digno estaré encantado de entrenar contigo.

En ningún momento me he percatado de que Sammy estaba a medio vestir, solo miré hacia su cara. Así que me sorprendió cuando se marchó rápidamente. Una vez se marchó también Himmund me dirijo hacia Eira.

- Veo que tienes bastantes conocidos aquí. Qué bien por ti. Si me disculpas, voy a seguir adecentando mi estancia. Si necesitas algo estaré ahí.

Eira se encogió de hombros ante la mención de sus conocidos. -Generalmente, a los que venimos de buena posición social nos han entrenado bien. Suelen salir algunos candidatos a entrar en Krypteia, lo que no deja de ser un honor- hizo una breve pausa, evaluando con la mirada al guerrero. En realidad, era extraño que alguien de su índole hubiese sido enseñado tan bien en las artes del combate.

-Que vaya bien- se despidió del muchacho, dejando que se marchara con ese trapo en la cabeza a seguir adecentando su cuarto.