Partida Rol por web

Una forma viscosa aparece ante nosotros, haciendo que desenfunde mi espada y mi escudo (dejando caer la linterna al suelo). Ando un poco lento a la hora de reaccionar mientras veo a mis compañeros actuar contra aquella criatura.

Una vez logro reaccionar avanzo hacia la criatura para descargar con toda mi furia mi espada sobre él.

El grupo reaccionó instantáneamente.

Himmund fue el primero en actuar, lanzado un potente espadazo contra esa bestia de lodo negro. Esta ni se inmutó. Si que perdió parte de ese fango, que cayó al suelo y desapareción.

Después actuó Krysta, con un resultado similar aunque menos potente.

Llegada la acción de Eira, la paladín lanzó un tajo tan potente como el del templario, tratando ademas de intimidar a su oponente. Sin éxito. 

Posteriormente la criatura atacó. Estiró lo que parecían ser sus brazos hacia Trece, aunque este, a pesar de haber estado lento a la hora de la iniciativa, logró evitar el golpe con bastante facilidad saltando hacia atrás. Aprovechó esa distancia extra para tomar impulso y propinar un potentísimo tajo ala criatura, partiéndola por la mitad y provocando que estallara en cientos de gotas que desaparecieron a los pocos segundos.

Había acabado... O no.

No tardaron en aparecer varios charcos más, como cinco, para ocupar su lugar

Mi golpe destruye del todo a esa criatura y por fin acaba el peligro... o eso creía cuando aparecen más.

Viendo que el panorama empeora mucho me pongo en guardia para tantear la situación.

-No se ha multiplicado... ¿verdad?- preguntó la paladín con cierta preocupación. No estaba segura de si el mismo bicho a que Trece había destrozado con un certero espadazo se había multiplicado en más o simplemente habían aparecido sus amigos. Si era lo primero, tendrían que empezar a preocuparse de que la conducta se volviese a repetir a lo largo del combate.

Pero, como no había tiempo para evaluar la situación, decidió mantener la posición de combate, vigilando por el rabillo del ojo que el Sr. Gropius siguiera en el lugar.