Partida Rol por web

Os encontrabais en el jardin trasero de la casa de Sashaki, era un bello jardin, con la tipica fuente de bambu que golpeaba la piedra cuando el agua colmaba la capacidad, un arbol de cerezo dejaba caer algunas hojas por el viento que suavemente mecia todo a su son, el pequeño muro suficiente para que hubiera que escalarlo ocultaba vuestro encuentro del resto del mundo, la hierba estaba verde, un estanque lleno de carpas Koi cerca del arbol, las ondas del agua se creaban con cada hoja rosada que caia, la enorme casa a uno de vuestros lados y en la pequeña extension de madera de la casa sentados estaban Shota y su padre observando el duelo que habia sido declarado a muerte satisfactoriamente.

Los dos os mirabais fijamente con la mano en vuestra katana, la postura relajada de tu rival te extrañaba, la reconocias era la postura que enseñaban los kakita, la relajacion de los musculos mejoraba el tiempo de reaccion, o eso decian, mientras que tu estabas algo mas rigido, ninguno hacia nada de momento.

Kenai no perdió el tiempo y adopto su postura de duelo, según los preceptos que los maestros de la Escuela Kakita habían enseñado a generaciones de duelistas Grulla antes que él...

Adelantó la pierna derecha para afianzarse y flexionó ambas rodillas, listo para dar el impulso definitivo cuando golpeasé.

La zurda de Kenai sujetó con firmeza la saya de su katana, mientras  que su diestra describió un gracíl giro para descansar sobre la empuñadura. El joven duelista Grulla inspiró profundamente, exhalando entre dientes con suavidad, mientras fijaba la vista en su adversario, evaluando su postura, sus gestos y su ojos...

Una nueva inspiración fue seguida por una tranquila exhalación, mientras que el pulgar de la mano izquierda de Kenai impulsaba la hoja de Akawari fuera de su saya, deslizandola bajo la palma derecha...

El peliblanco que se enfrentaba a Kenai avanzaba rapidamente contra el joven Doji marcando una amplia curva diagonal descendente, la velocidad y precision sorprendian a Kenai, pero no era nada de lo que no pudiese defenderse, aun asi la emocion del duelo y la velocidad que ambos poseian les daban la sensacion de estar aislados del resto del mundo, como si la pequeña cascada del jardin se hubiera detenido, las hojas hubiesen dejado de caer, los parpadeos de Shasaki han cesado, un ambiente tenso donde cada movimiento dictaria quien saldria vivo del enfrentamiento.

El arco descendía como un castigo divino sobre Kenai. Con un ligero fruncimiento del ceño, el joven samurai dió un paso mientras desenvainaba su propia hoja con un gracil giro de muñeca. Ogimi sesgó el aire directa al cuello de su rival, mientras Kenai pivotaba sobre sí mismo para imprimir más fuerza a su golpe.

Con un destello, la mente de Doji Kenai percibió la silenciosa presencia de Umasaki. El adusto rostro del fantasmal samurai no reflejaba emoción alguna, aunque el brillo de sus ojos grises dejaba entrevér algo.

Kenai soltó aire e imprimió un sútil ángulo a la hoja de su katana.

El fantasma de Doji Umasaki sonrió muy levemente.

Las katanas chocaban chispeantes, mellandose por la fuerza, velocidad y precision de ambos, las miradas se cruzaban, el olor de los cerezos embriagaba a ambos contendientes listos para morir, Kimimaru, que es como se llamba el rival de Kenai, conseguia desviar el acero del Doji, separandose por unos instantes y volviendo a la carga con el movimiento anterior opuesto, es decir un corte diagonal ascendente que buscaba el estomago de Kenai.

Un pétalo de sakura, la flor del cérezo, fue cortado en cuatro partes por las afiladas hojas de los samurai de la Grulla. Mientras el acero vibraba, la imagen de los trozos desiguales danzando entre ambos duelistas inflamo el corazón de Kenai, mientras se separaba de su oponente para ejecutar el siguiente movimiento.

La katana de Kimimaru floreó y giró, ascendiendó de abajo arriba, buscando destripar al joven samurai.

Kenai cambió de postura e hizo que Omagi bloquease el golpe, interponiendo la hoja frente a él, mientras echaba la rodilla a tierra. Con rápidez y soltura, aprovecho el impulso para dejarse caer y rodar sobre si mismo, quedando en posición defensiva, trazando un lento arco de acero, listo para revolverse y golpear.

Las miradas de Kimimaru y Kenai se clavaban en las espadas de cada uno, estaban tensos, la respiracion era importante y Kimimaru la estaba intentando controlar preparandose para un contraataque quedando inmovil esperando que Kenai hiciese el proximo movimiento.

Kenai inspiró profundamente y se incorporó con lentitud a la vez que colocaba su katana perpendicularmente al tatami. Con cuidado cambió la postura de su hoja, para quedar de perfil a su oponente.
"¡Kiai!"
El joven samurai recorrió la distancia que le separaba de Kimimaru con dos rápidos pasos, lanzando un golpe seco, de izquierda a derecha, buscando destriparle.

Mientras giraba la cadera para imprimir más fuerza al golpe, Doji Kenai busco los ojos de su adeversario, lanzandole una mirada preñada de amenaza y desprecio.  El fugaz sutra de la escuela cruzo la mente de Kenai mientras movía sus muñecas para ampliar el arco mortal de su acero Kakita... "Una espada. Una mano. Un golpe."