Partida Rol por web

May se recostó en el alféizar de la ventana, meditando las palabras de Agramont. Tenía sentido... la diosa a veces obrava así...

-Pero, ¿No acabas de oir las sandeces que dicen, Harold? ¿Cómo van a verse involucrados?... no están preparados ni de lejos.

Desde un rincón, el mediano levantó el dedo, como si estuvieran en una clase de verdad y habló:

-Si crees que es importante que vengan, podrían venir con nosotros... nuestra parte es la menos peligrosa.

-Pero también es la más crucial. No sabemo lo que encontrareis allí abajo.

"Planes? Asi que después de todo piensan en hacer ALGO" se planteo Adolamin tratando de decidir como podía ayudar a que la decisión fuera dejarlos participar de lo que fuera se estaba planeando

- Allá abajo? - dentro del mar de voces discordantes que en gran parte querían alejarlos de la acción, el bardo escuchó la propuesta del mediano y lo miró con atención, intentando descubrir a que se podría estar refiriendo.

Acaso les estaba dando la oportunidad de participar en lo que sea que estaban planeando en el pueblo? o simplemente era una forma de sacarlos del medio y no incluirlos en dichos planes?

- Como planteo Gaelan, quizás es el momento de darnos cabida - añadió - Y si teméis por nuestra seguridad quizás esa parte del "plan" que es menos peligrosa sea la mejor oportunidad - continuó - Solo que no sabemos que parte es esa... ni cual es el plan - completó, con ganas de enterarse de que estaba pasando

La chica asintió levemente a la contestación que recibió, aunque su ceño estaba ligeramente fruncido, le habría gustado que la respuesta aclarara si Selene iba a ser la depositaria de un poder o el receptáculo del ente llamado Pryos. No tuvo tiempo de pensar en lo que había dicho Harold, la negación de Galvan y lo siguiente que dijo dejaron a la semielfa fuera de juego. Ella siempre había pensado que su padre la culpaba por algo y que no la quería, que se hacía cargo de ella porque era su obligación, pero esa frase hizo que la mirada de Jaelle buscase sus ojos tratando de saber la verdad de su pasado, de su madre biológica y de porqué habían venido a vivir aquí, entre humanos.

Desde lejos le llegaron el resto de voces, pero su interés inmediato estaba en el único elfo de la sala y en encontrar un momento para aclarar las cosas.

El Guerrero que seguía la conversación como podía, se le escapaban algunos matices, pero lo que estaba claro que es tenían un plan B. Lo sabia. Cruza los brazos sobre su pecho tratando de mostrar seguridad y que podían confiar en él, después de todo Brynn era el músculo del grupo. No se puede venir abajo con facilidad. La mitad de veces que abre la boca suele decir lo contrario a lo que intenta decir, pero está casi seguro que lo que puede preguntar no hay confusión. La pregunta es si ya se ha dicho y se lo ha perdido. Así que se acerca a su amiga elfa y le susurra con todo el disimulo que se puede tener en una pequeña aula abarrotada de gente.

-¿Tú eres Selene?- le pregunta torciendo la boca hacia un lado.

Gaelan no pudo reprimir una leve sonrisa en su rostro, parecía que sus palabras habían calado hondo en los adultos, así que tenía claro que debía continuar hablando. Todos comenzaron a dar su opinión y la verdad es que esperaba más noes de los que al final hubo. Sin embargo, las palabras del mediano sí que llamaron su atención, y la contestación de la anciana que llegó después. – Eso de la parte menos peligrosa suena bien. – comentó con una mezcla entre entusiasmo y miedo. – Podríamos ayudar. – dijo volviendo a mirar a los ojos a todos.

- Quizás no seamos igual de fuertes que Borgos, ni tan poderosos como Harold, Beatrix o May, pero no somos mancos, y ya lo hemos demostrado varias veces. – dirigió su mirada hacia el alcalde con cierto tono de enfado. – Dadnos la oportunidad de demostrar que podemos ayudar ya que, si la intuición no me falla, podemos aportar mucho más de lo que vosotros creéis. – buscó ayuda en Beatrix. Parecía que su mentora no estaba muy a favor de lo que había dicho Harold, pero había que intentarlo.

Ensimismada en la mirada hacia su padre, Jaelle no se dió cuenta del acercamiento de Brynn hasta que lo tuvo encima de su hombro. El aliento en su cuello hizo que diera un respingo, se giró hacia el guerrero y estuvo por recriminarle su acercamiento, como en el despacho de Harold, cuando la pregunta que le había hecho llegó a obtener significado.

-Pero qué dices, como se te ocurre. -en su rostro se pudo ver como sus sentimientos iban pasando rápidamente -Eso no es posible. -primero la confusión, luego la negación y por último la duda -¿Verdad padre? yo no soy esa Selene.

Su mirada volvió a su progenitor, cargada de dudas y preguntas, ansiosa de respuestas.

- No, como va a ser Jaelle! Si la conocemos desde... - Adolamin, tras pensarlo un momento miró a la semielfa sorprendido por la posibilidad de que efectivamente fuera ella - No. No creo que... - En la presente situación, los deseos no necesariamente se convertían en realidades, por lo que el bardo optó por cerrar la boca y espera la respuesta de Galvan

Galvan miró fugazmente  a su hija. En su pétreo rostro solo se leía preocupación, nada más. El elfo pareció dudar un momento sobre si contestarle pero se vió interrumpido por Harold. En verdad pareció agradecer la interrupción.

Harlod avanzó hasta ponerse cerca de Dreyden y lo soltó.

-Si quieres puedes atacarme, Dreyden, no me defenderé. Pero, si optas por tener paciencia y esperar a despues del concilio, os diré a tí y a ella quién de nosotros es Selene. Una gran magia se obró en ella para despistar a los enemigos de Pryos y nunca la reconocerías si yo no te lo dijera.

Dreyden se puso de pie y en sus ojos se leía que aceptaba. Entonces Harold se volvió hacia los chicos.

-El plan aún necesita acabar de cerrarse pero, en lo que os incumbe a vosotros, se trataría de una misión de infiltración. Nosotros atraeriamos al grueso de los mosntruos de las ruinas mientras que vosotros, un comando pequeño, penetraríais directos al corazón de la anomalía mágica. 

Roman, ¿Por qué no te los llevas a investigar lo que pasa con esos kobolds? Así podrás verlos en acción y juzgar si están preparados para las catacumbas.

-Está bien. Los kobolds son manejables, es una buena idea. Además, ellos encontraron el cadáver en el lago, esta bien que ayuden a resolver el enigma.

- Kobolds? - el bardo asintió, recordando a las criaturas del lago "Eso no parece algo tan complicado" se planteó - Creo que es una tarea que podremos cumplir - asintió, dispuesto a mantenerse en la retaguardia y utilizar solo su arco para el enfrentamiento

- Y veréis que podéis confiar en nosotros para esa tarea de "infitración" - añadió con ganas de conocer, finalmente, el interior de las catacumbas - Descubrireis que estamos preparados para eso -

Las palabras del bardo, tan similares a las suyas, le llegaron a Jaelle desde lejos pues vió los ojos de su padre. La preocupación, la duda y por último el alivio cuando el Azote habló interrumpiendo la tensión. La semielfa giró la cabeza rápidamente y miró al hombre con el ceño claramente fruncido, quería la respuesta de su padre, quería hablar claro por una vez, a pesar de toda la gente presente creía que ese era el momento adecuado y parecía que se le escapaba la oportunidad de entre los dedos.

Abrió la boca para decir algo al respecto pero una frase le llamó poderosamente la atención "Una gran magia se obró en ella ...  nunca la reconocerías si yo no te lo dijera." Eso quería decir que podía ser cualquiera, si la magia estaba involucrada en un cambio de aspecto podía ser una anciana, o un hombre, o cualquiera -Incluso Niobi...-. El tiempo que le llevaron a la chica esos pensamientos fué suficiente para que se pusiesen a hablar de su parte de la misión y tuvo que dejar ese tema aparcado, ya obtendría sus respuestas luego.

Debían entrar en las catacumbas de las ruinas aunque primero verían como se desenvolvían con los kobolds, seres como el del lago, esperaba hacerlo bien y ganarse, por fin, el respecto de los mayores. Aunque tenía una pregunta pendiente, una que antes de todo lo que había pasado no creía que le contestase pero que ahora esperaba que sí.

-¿Qué tiene que ver la vieja taberna con todo esto?

Para alguien que es observador, en el gesto serio del guerrero que sigue cerca de la elfa apoyado en un pupitre, puede ver un brillo en los ojos como una hogera lejana. Y es que Brynn ha entendido que gracias a las palabras de sus amigos van a participar en el PLAN SECRETO. Lejos de tener una larga verborrea, el hasta no hace mucho, aprendiz de Herrero, hace crujir sus nudillos. Dejando su postura clara. ¿Donde están esos Kobolods?
 

Se encontraba absorto en sus pensamientos, intentando dar sentido a la frase de Harold sobre que habían usado una gran magia sobre la tal Selenne, cuando las palabras del mediano lo sacaron de su ensimismamiento. Kobolds???.... Oh Dios, que he hecho… Maldito seas Gaelan… Si, el miedo iba entrando en su cuerpo. Cuando defendió la postura de los cuatro amigos para que confiaran en ellos, sin duda alguna, no había pensado en los daños colaterales… arañas, kobolds, lobos, etc… Aunque aquellas palabras sobre el corazón de la anomalía mágica pudieron más que el miedo a lo que se pudieran encontrar.

- Sí, claro, estamos preparados. –comentó para afianzar las palabras de Adolamin.

Borgos se quedó mirando a la semielfa cuando mencionó la taberna. El enano seguía de mal humor, pese a que normalmente era de los que siempre se ponía de vuestro lado.

-Nada de lo que hay allí es de vuestra incumbencia, chicos. Al menos, no de momento. Solucionad el asunto de los kobolds y quizás os ganeis más respuestas. Hasta entonces, ya me he cansado. Roman, llévatelos y poneos de acuerdo para mañana.