Partida Rol por web

Esto es: Si decides trabajar a más no poder, el primer amuleto tendría una DC 15, el segundo de 16, el tercero de 17 y el cuarto de 18. Al día siguiente las DCs serían 16, 17, 18, 19; y finalmente el tercer día serían de 17,18, 19, 20. Ojo que puede que lo aumente si veo que acaba siendo una ganga XD.

No esperaba una resolución por el asunto de tu enfermedad, así que te dejo las cuatro tiradas del día de ayer.

Amuleto +2 Ataque (CD: 15): 16 (Éxito)

Amuleto +2 Engañar (CD: 16): 13 (Fracaso)

Amuleto +2 Engañar (CD: 17): 19 (Éxito)

Amuleto +2 Diplomacia (CD: 18): 28 (Éxito)

La bárbara había visto al tal Arvin alejarse con tan misteriosas y omniosas palabras, quedándose con una pobre impresión de aquel hombre. Notó en cambio que tanto Pel como Girolamo eran de agradable conversación, y lo tomó en cuenta animadamente. Otros parecían menos abiertos al diálogo, o que se comunicaban en pocas palabras. El cansancio del viaje finalmente hizo mella en ella y se fue a dormir junto con el resto, esperando ansiosa el entrenamiento.

Se levantó con todo los demás, sintiéndose un poco extraña ante la falta del sol que anuciara el alba. De momento, sólo unos pocos mostraban algo de camaradería, como Wendell con su amigo enano... ¿Durgan?; Pel con Girolamo y curiosamente la enana Michani. Así que durante el desayuno intentó crear algo de conversación, haciendo que entre ellos se repitieran los nombres al menos un par de veces hasta poder memorizarlos. ¡Que es feo llamar a alguien "eh, tú, la humana con la espada" o "oye, enano gruñón"! Mejor era usar apropiadamente sus nombres. Se había olvidado de Arvin hasta ver que el comandante de la tropa enviaba a por él. Aquello no le dio buena espina, pero no podía hacer gran cosa al respecto.

El guía parecía agradable, aunque preocupado por el camino. -¿Sólo una vez y es experto? Entonces debe tener muy buena memoria, Dunkan, ¿o es que no hay nadie más que conozca mejor el camino y el lugar?- Preguntó sin ninguna malicia, sólo curiosidad y extrañeza.

Argumento para acceder al almacén que contiene los mapas:

"Hemos sido elegidos por el propio Dorith para una misión que nos lleva a un puesto comercial y necesitamos saber por que tipo de terreno vamos a movernos y cuáles pueden ser nuestras rutas alternativas en caso de problemas. Gror, el propio hijo del Dorith, es el líder de la misión y le debemos el mejor de los servicios por el honor del juramento que hemos empeñado. Por ello os emplazo a que nos dejéis pasar en virtud del honor y el mejor cumplimiento de la misión."

Mientras el humano, Arvin, se aleja le respondo con mi pobre comercial

-Honor no gana guerras, honor hace que merezca la pena ganarlas- sin nada mas que decir (aunque es un tema sobre el que podría conversar mucho, en enano) le doy la espalda y me marcho con Pel y Girolamo a resolver el tema de los mapas

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A la mañana siguiente en el desayuno la humana, Keg, propone que repitamos las presentaciones para conocer nuestros nombres mejor, lo que es una buena idea a la que accedo con gusto.

Ya de camino al lugar del entrenamiento asiento a nuestro guia, si me preocupa su poca experiencia con el lugar al que ha de guiarnos no lo muestro, y en lugar de eso comento con los demás lo que he pensado sobre nuestras tácticas de grupo

-Pel y yo tener hechizo grasa. Con eso podemos limitar avance de enemigos en batallas con ellos mas o rodeados. Que solo llegar de una o dos direcciones, también útil para cubrir retirada, junto con mi hechizo de niebla. Si nosotros...- hago una pausa buscando una palabra adecuada -juntos.. mmm ¿coordinados? si coordinados, entonces muy útil-

Los argumentos planteados por Pel son impecables y así se lo traslado al Durith al solicitar el acceso al viejo archivo

Parecía que el tema con Arvin iba a terminar con una primera baja en el grupo pues la última amenaza velada que éste le dedicó a Wendell parecía evitar cualquier posibilidad de reconciliación. Barich no habría tenido problema en testificar en favor del defensor si la presencia de Arvin peligraba la cohesión del grupo, pero el desenlace de los acontecimientos se quedó en un termino medio. Al fin y al cabo todos eran enemigos de la Sombra aunque sus métodos puedan ser diferentes. Barich tan solo esperaba que este suceso no iniciase una enemistad que pudiese acarrear problemas en el futuro.

Dejando hacer a los que estaban dispuestos a leer mapas y documentos de la región, Barich decidió aprovisionarse y encontrar equipo que pudiese ayudar en la misión y, de hacerlo con tiempo, ayudarle en el entrenamiento del día siguiente. Aunque el joven montaraz quisiera conocer el terreno, poco podría ayudar en la interpretación de documentos. Lamentablemente, la lectura no estaba entre las cosas que le enseñó su padre y mucho menos en un idioma como el enano. 

Amanecía un nuevo día, o eso se tuvo que suponer Barich al despertarse pues la oscuridad era perenne en las profundidades de la fortaleza. Se vistió y equipó como para cualquier otro día ya que debían llegar hasta el lugar donde se realizaría el combate de entrenamiento. El encargado de ello fue un enano llamado Dunkan, un explorador. Todos se reunieron para el evento. Todos excepto Arvin que, aunque no resultaba extraña su ausencia, no por ello era menos preocupante.

Después de visitar la zona de mercado y encontrar un comerciante con el que había llegado a pactar un precio, ya solo quedaba buscar aquello con lo que realizar el pago. Barich no era mal cazador y tenía experiencia en ello, pero el conocimiento del terreno era crucial para ello. Y, desde luego, esa experiencia era algo de lo que carecía en estas montañas. No sabría si podría encontrar ayuda para cazar pero al menos esperaba obtener información que le permitiese acotar la zona donde rastrear para intentar no perder demasiado tiempo en esta tarea. 

La única persona con la que podría consultar rápidamente y con posibilidades de obtener respuesta era Dainn. Aunque se acababan de conocer y no se había ganado su confianza aún, los unía un juramento con el mismo objetivo. De modo que el montaraz no dudó en buscar al enano. -Dainn, disculpa si te interrumpo pero necesito algo de consejo.- Le dijo a su compañero. -Necesito cazar un animal para un intercambio y esperaba que me pudieses indicar qué zonas de por aquí cerca son más adecuadas para la caza.- No dudó en exponer la situación tal cual pues no había secreto alguno. -Por supuesto dedicaré el tiempo justo y no me arriesgaré innecesariamente. Pero si tengo la oportunidad de ir mejor equipado a la misión, no la voy a desaprovechar.- Se adelantó a decir antes de que el ceñudo enano lo advirtiese del peligro de salir de las murallas. 

Dunkan escuchó el alegato de Keg con atención, y aún sin conocer su nombre pues la mujer humana no se había presentado, el enano le respondió con sinceridad, mostrando preocupación y a la vez confianza, por más que pudiese ser un tanto contradictorio – Tengo muy buena memoria y he salido a tan poco a lugares tan lejanos en los últimos años, que el camino a las cataratas no debería ser un problema. – explicó el montaraz, que, notando las dudas que surgían de sus palabras, añadió – ya no es como antes de la edad oscura. Dainn puede dar testimonio de ello. Quizá los gnomos puedan viajar aún libremente, pero para un enano no es igual, los agentes de Izrador de ambulan por las montañas a la caza de los enanos, buscando las fortalezas, vigilando nuestros movimientos. No es sencillo ni prudente andar por allí paseándose. Incluso, mi esfuerzo debe centrarse en las labores que el Dorith necesita, que mi clan necesita, y la mayoría están alejadas de los lugares lejanos, como esas cataratas – concluyó el enano, considerando que con aquello había quedado todo muy claro.

- Arvin decidió que no le interesaba ser parte de la partida - le comentó Wendell a Valtarn cuando vio que mandaba a algunos guardias a buscarlo - Dijo algo así como que no se sentía cómodo con un líder desconocido - agregó reacio a traicionar, pese a todo, a alguien que había combatido a su lado.

Sin embargo, algo de lo que había dicho se entremetió en sus pensamientos, sobre todo al escuchar que su nuevo líder, no solo se había adelantado, lo que podría ser razonable, sino que demostraba estar bastante nervioso al negarse incluso a desayunar "Supongo que eso es falta de experiencia" se planteó a si mismo sin querer expresar en voz alta sus dudas.

El que sería su guía, en contrapartida, le pareció mucho más serio. Estaba claro, por la forma de decirlo, que a el mismo le preocupaba no conocer el camino tan bien como hubiera querido, aunque era capaz de explicar los motivos de dicha situación y, esperaba Wendell, también ser capaz de actuar en consecuencia.

Wendell revisó su equipo y dudo si dejar parte de el en la habitación que le habían asignado. Sin embargo, finalmente, optó por no hacerlo. Años de combate contra la sombra le habían enseñado a estar preparado para moverse en cuanto hiciera falta y si debía hacerlo, no quería dejar atrás ninguna de su pocas pertenencias. Sin embargo, lo que si hizo, fue asegurarse que en caso necesario podría soltar su mochila con rapidez. Después de todo cuando comenzara el entrenamiento, la misma le restaría, por su peso, velocidad. Y la velocidad era una de sus armas más útiles.

La enana, en su tosca lengua del comercio hablo sobre sus hechizos. Era, para el defensor, una sensación nueva. Los hechizos generalmente los habían usado contra el, y no por parte de un aliado, pero también eran un arma y debía aprender a usarla a su favor - Si usas alguno de esos hechizos ten cuidado - le intentó explicar - Yo, en combate, trato de moverme rápido y no quisiera ser afectado - le explicó antes de intentarlo en su malhablada lengua enana, para asegurarse que la enana lo entendiera - Yo usar veloz moverse. Cuidado con magia afectando - trató de explicarse, esperando que la combinación de ambos idiomas fuera suficiente para que ella lo entendiera.

Por el camino, Pel no indicó las ideas que tenía sobre los mapas, y por lo que quería echarles un ojo. Eso me sirvió, junto con la mera presencia de Michani, para intentar convencer al enano custodio de que nos dejara verlos. Además de esos argumentos, me encargué de recalcar el hecho de que era una misión para el mismísimo Dorith, y en la que tenían muchas esperanzas puestas.

Al día siguiente, cuando empezamos a caminar en dirección al lugar del entrenamiento, miraba un poco extrañado la ballesta y el resto de armas que tenía. Era cierto que me desenvolví muy bien en la última batalla, pero no menos cierto era que no sabía usar ningún arma. No me había dedicado a eso en mi vida, por lo que tendría que intentar esconderme y disparar a la espalda del enemigo, en sus puntos débiles.

Dejo que sea Girolamo el que lleve el grueso de la conversación, apoyando sus puntos con frecuencia. La forma de negociar del gnomo es.. peculiar

Una vez acaba añado -el destino de Aryth puede depender de los pequeños gestos, que como pequeñas piedras se unen para formar una avalancha.-

Asiento a las palabras de Wendell, muy razonables. Su forma de luchar me resulta muy extraña pero si ha sobrevivido hasta ahora no pienso discutir sobre ella

-velocidad, bueno. Lider debe dirigir, a quien atacar a quien detener- aunque es un conmcepto sencillo no sueno tan segura como me gustaría, no se si Grog sabrá dirigir bien a un equipo tan heterogeneo. De repente tres días parecen un tiempo muy escaso para poner en marcha este proyecto

Arvin decidió marcharse después de sus últimas palabras y, ya que no había jurado antes, tuve la sensación de que probablemente no le volvería a ver, por lo que no me contuve de decirle lo único que siento en la Lengua del Comercio:

 - "Que la Sombra caiga ante tus armas, por distintas que sean de las mías."

No sabía que al otro día no le vería, ni que no iría con nosotros, ni siquiera que nadie más en la Roca de Durgis le volvería a ver, pero decidí no quedarme con las palabras en la boca. Antes me ha sucedido y aún me pesa.

Después del desayuno, vamos al lugar en el que se llevará a cabo el entrenamiento, al que somos guiados por Dunkan. Mucho hablan acerca de las estrategias de pelea y de como el uso de los hechizos podría afectarnos. Cuando me preguntan, simplemente señalo las hachuelas urutuk, que deberían bastar para dar a entender que lo mío es el cuerpo a cuerpo, sin mucha pompa.

Pel era bastante madrugador, así que se desertó animado con la idea de la prueba y el que ya quedaba menos para que partieran en pos de su misión. Aceptó con buen ánimo la actitud de Keg  para con comentar cosas de si mismos y presentarse de nuevo en virtud de estrechar lazos.

— Si te fijas Keg, nuestros nombres son similares en su construcción. No será fácil que nos olvidemos de ellos, ya que son fáciles de aprender y cortos. He de decir que he viajado por las llanuras de Eren Central y la vasta planicie de hierba he coincidido con algunos hombres y mujeres de tribus nómadas. Todos los encuentros fueron gratos, así que no dudo de que nos llevaremos bien. —

Comió el desayuno con ganas, pero no en exceso ya que si iban a realizar un esfuerzo físico de aquí a poco tiempo no quería sentirse pesado. A pesar de que contaba con raciones en su equipo, tomó la comida de los enanos con gusto. Uno nunca sabía cuando debía recurrir a la nada apetitosa comida desecada de las raciones de viaje. Cuando el guía llamado Dunkan se expresó, Pel prestó atención a sus palabras.

— Mucho gusto en conocerte amigo Dunkan, puedes llamarme Pel. Sabiendo que conoces el camino me quedo mucho más tranquilo. Quizás podrías explicarme la ruta más tarde, contando con los accidentes de terreno que vamos a pasar. Suelo trabajar como guía, así que presumo de tener buena orientación y buenas aptitudes de supervivencia, rastreo y conocimientos sobre geografía.

En cuanto al próximo entrenamiento, ¿participarás en él? Y otra cosa que se me viene a la cabeza, Gror y sus guardias, ¿hablan la lengua Comercial? —