Partida Rol por web

La casa de huéspedes estaba realmente en shock. Todos se levantan con sueño pero impactados,  el hecho de que no pudieran mudarse y que debieran permanecer en el mismo espacio a muchos les parecía horrendo.

Cuando despiertan temprano estaba el desayuno hecho, pero Pétula estaba con una gran cara larga,  parecía temer de todo e informó que el profesor Szymczack estaba indispuesto, que por ello no llegaría a desayunar.

Muchos de ustedes tienen un semblante sombrío de preocupación.

La señora Pétula no se sentó con los presentes en la mesa, sino que se alejó hacia la cocina.

Sin embargo la duda a muchos les invadía, y había un deseo de investigar por su propia cuenta lo que había ocurrido. Posible a este nivel lo que cada uno hiciera sería mejor que el pésimo trabajo de la policía.

Los huevos estaban en la mesa, con el pan y el café. Al principio parecia existir un silencio incomodo entre ustedes, hasta que alguno rompa el hielo.

Ciertamente hay varias cosas que te preocupan, en primera medida que por las investigaciones te descubran y vayas a la carcel, y en segunda medida, y más preocupante aún que la policia por su mediocridad termine arrestandote por un crimen que no has cometido.

Posiblemente si logras saber que fue lo que ocurrio e investigar a los sospechosos posiblemente te libres de un problema.

Lógicamente lo que te preocupa es que  la policia por su mediocridad termine arrestandote por un crimen que no has cometido. Parecen en sus acciones capaces de juzgar sin tener pruebas evidentes. En ese sentido tienes un problema. Posiblemente si logras saber que fue lo que ocurrio e investigar a los sospechosos posiblemente te libres del asunto.

Lógicamente lo que te preocupa es que  la policia por su mediocridad termine arrestandote por un crimen que no has cometido. Parecen en sus acciones capaces de juzgar sin tener pruebas evidentes. En ese sentido tienes un problema. Posiblemente si logras saber que fue lo que ocurrio e investigar a los sospechosos posiblemente te libres del asunto.

Notabas un cierto disgusto en los caballeros con los que compartias la mesa. Dicha actitud era evidente luego de que fueran interrogados.

El mundo no era el mismo que el de ayer, hoy era más gris y lleno de misterios, misterios que invadan la mente del profesor Bishop, aquella mañana, enmudecido, entra al comedor por la mañana para servirse su ración del desayuno. Aunque probablemente hubiera mucho de que hablar esa mañana, Bishop se limitaba a cabecear con un -Buenos días- a sus compañeros inquilinos. Una vez que los demás inquilinos llegaron al comedor para el desayuno, el profesor Bishop se limpio la garganta para después decir a todos y a nadie a la misma vez -Pienso asear la habitación...- dice refiriéndose a la habitación de la señorita Gutierrez -...quizás así pueda traer algo de luz a este misterio, ¿quisiera alguien acompañarme?- pregunta.

Víctor se había mantenido en el más absoluto mutismo, respondiendo a los saludos con un ligero movimiento de cabeza.

Así permaneció durante el desayuno, rumiando para si mismo diversas cuestiones que no dejaban de molestarle.

Fue cuando Bishop pregunto si alguien quería acompañarle cuando recién articulo las que serian sus primeras palabras de la mañana.

Yo le acompaño, indico escueto agregando como quien no quiere la cosa a continuación, y espero no se malentienda mi ofrecimiento como algo erótico o de mal gusto señor.

Estaba claro que sus ultimas palabras iban “dedicadas” a alguien mas puesto que el sarcasmo iracundo era casi palpable en su entonación.

Un poco adormilado por no descansar en las pocas horas hasta el amanecer, tomo asiento junto con los huéspedes ahí presentes.

 Mi vista estaba fija en la cuchara que meneaba dentro del café, hasta que el profesor Bishop rompió el incomodo silencio del comedor.

-Yo los acompañare camaradas, la inútil fuerza policial de esta ciudad no está bien capacitada y tengo temor, ya que seguramente me va a inculpar por la muerte de la señorita Dolores, por el simple hecho de ser inmigrante y químico, por supuesto que no dejaré que unos incultos oficiales manchen mi nombre y reputación con una acusación falsa y faltante de pruebas comprobables-. Digo en tono serio y termino de comer.

Esa mañana me había resultado bastante difícil abrir los ojos a tiempo. Las pocas horas de sueño debido a los sucesos acontecidos, no habían sido suficientes para que pudiera descansar bien. Aún así, realizando un gran esfuerzo, por fin pude levantarme de la cama para asearme e ir a desayunar.

—Buenos días.

El ambiente no era el más animado y casi todos nos manteníamos pensativos y taciturnos. Era algo completamente normal y no podía ser de otra forma después de los sucesos vividos. Entre la ausencia del señor Szymczack, lógico que no se encontrara bien dada su edad y lo que había tenido que pasar, el disgusto que parecía rondar al resto de huéspedes y lo poco comunicativa que se mostraba la señora Woliski, la cual ni siquiera se había quedado con nosotros, me sentía bastante desanimada. El silencio pesaba en la mesa y no encontraba nada conveniente que decir, dadas las circunstancias. Por fortuna, fue el señor Bishop el que se decidió a pronunciar las primeras palabras.

—Oh, sí... Creo que nos serviría para tener la cabeza ocupada. Además quizás encontremos algo que nos pueda dar una pista.

Miré al señor Lusting sin entender su último comentario. Sin lugar a dudas el vendedor era un hombre bastante extraño y no podía más que sentir cierto estremecimiento en su presencia.

—No creo que deba preocuparse doctor, la policía parecía tener manía a los latinos en particular.

Aunque claro... Lo de la botellita puede resultar sospechoso. Se me olvidó comentárselo al inspector ayer.

Luego de desayunar,  todos ustedes se disponen a ir al segundo piso (ver mapa). El sector esta un poco viciado en el sentido que los forences e investigadores estuvieron por ahí.

Todas las puertas estan cerradas, y a habitación de Dolores esta vacia (con el mismo desorden) pero sin el cuerpo. Pétula no se habia atrevido a tocar nada.

El gato Missi estaba cazando un mosquito en una de las paredes de la sala.

El profesor Bishop, observa unos instantes la habitación mientras se sostiene con la mano derecha sobre su bastón y con la izquierda se "barre" la barba... finalmente anuncia -Señorita Collins... quizás sea mejor dejarla a cargo de los artículos femeninos... para evitar malos entendidos...- dice mirando de reojo al señor Lusting... -Bajaré un momento a buscar cajas... necesitaremos algunas... y si no tiene la señora Petula, iré a ver si pueden darme o venderme unas los de la ferretería...- Bishop se regresa por donde llegaron para bajar por las escaleras, en busca de la señora Woliski.

Bishop en realidad camina hasta la ferretería, pensando que tal vez las personas que lo manejan hayan visto o escuchado algo inusual en el día previo a la muerte de la señorita Gutierrez... ¿quien sabe?... tal vez la conocían mejor que los habitantes de la casa...así que aprovecha y llega hasta el lugar, buscando entre sus bolsillos unos centavos para pagar por un par de cajas, mientras platica con aquellas personas

Sentí un estremecimiento al entrar de nuevo en la habitación de Dolores. Por suerte el cadáver ya no estaba y eso la convertía en un poco menos tétrica... sólo un poco. Me pareció muy lógica la propuesta del señor Bishop, además de muy discreta. Así que, haciéndole caso, me dirigí al armario para mirar y colocar la ropa y demás enseres personales de la joven.

Tenía que reconocer que los trajes de la señorita Aguirre eran muy elegantes y algunos un tanto atrevidos, algo por otra parte no carente de lógica sabiendo a lo que se dedicaba.

Sales de la casa bajas las escaleras y justo por debajo esta la ferreteria. El arrendatario es un hombre que atiende el local.

Buen día señor. Dice el hombre. ¿En qué le puedo servir?

Cuando el Señor Bishop se aleja bajando del segundo piso, le grito desde la habitación: -Podría conseguirme un poco de esa novedad conocida como cinta adhesiva, mmm "Scotch tape" creo que es la marca- Voy a mi cuarto recordando una práctica que alguna vez ví en una visita escolar a una comisaría, donde los investigadores levantaban huellas esparciendo polvos de aluminio por la habitación, busco en mi caja de reactivos un poco de polvo de aluminio pero no encuentro.... lo que sí encuentro en cantidad es saponita, o bien una piedra de silicato de magnesio, la cual si se talla un poco se convierte en talco. Regreso a la habitación y pretendo esparcir polvillo sobre áreas sospechosas, para ver si encuentro marcas en lugares no tan comunes. Es una tarea entretenida pero espero encontrar alguna huella aceitosa donde se quede adherido el talco.

Disculpen espero no les moleste el polvo, empiezo por el picaporte interno de la habitación y después esparciré un soplando poco a poco por las paredes, pasaré sobre los muebles y terminaré en el suelo.

-Busco cajas de cartón mi buen hombre... un par si es que tiene para vender además de "schotch tape" si es que tiene...y espero que sea buen día para usted, en cambio para mi ha sido un mal día, ¿no se ha enterado de lo que ocurrió esta noche?- pregunta el profesor, tratando de traer el tema a la conversación, no deseaba irse con rodeos y además de que le daba la impresión de que estaba perdiendo su tiempo, al parecer aquí nadie sabría nada sobre lo ocurrido. -Este lugar estaba lleno de policias y gente hace unas horas, ¿nadie se lo a comentado?-

En el espacio de tiempo resultante entre la salida de Bishop hacia la ferretería y la ida de Saitsef vaya a saber Dios a donde, en la habitación de Dolores solo quedamos Anne, quien al parecer se mantiene atenta a las prendas de la occisa y yo, aun en el marco de la puerta lugar del cual no me he movido.

Miro hacia afuera para cerciórame de que no hay nadie por los alrededores antes de ingresar finalmente al cuarto y cerrar la puerta tras de mí con un leve clic, audible por supuesto.

En dicho lugar entonces y obstaculizando la salida aprovecho la intimidad no buscada para mirar el cuerpo femenino de Anne recorriéndole desde las pantorrillas hasta la cabeza con mis ojos oscuros.

Contrario a lo usual en mi persona no estoy sonriendo, ni ofrezco un semblante amable o confiable. Por el contrario, mi rostro está grabado con la parca expresión de alguien molesto, deseoso de una restitución “justa”.

Quizás le parezca curioso, le digo como iniciando una charla casual con un tono de voz tan cálido como un día de invierno en el Polo Norte pero anoche mientras me…entrevistaban…los detectives, me llamo poderosamente la atención la clara insinuación hacia mi persona realizada por quien lleva, al parecer, el caso.

Vera usted, “Anne”, continuo quitándome una invisible mota de polvo del puño de mi saco gris lapida con repetitivos movimientos maniáticos, puntualmente se me acuso de “actitudes eróticas de mal gusto”, lo cual sabrá usted le digo mirándola a los ojos por primera vez y con un atisbo de sonrisa sin gracia en la cara, no fue así.

¿Verdad?, concluyo y sin esperar respuestas de su parte, avanzo unos pasos hacia el interior de la habitación…

Ohhh cajas, si que tenemos señor. dice el hombre entregandolas. La verdad casi no puedo creerlo, aunque no sé cual fue la mujer que murió, este barrio es muy tranquilo ¿sabe?, nunca habia pasado nada así. Dice limpiando el polvo de sus manos. ¿Necesita algo más?

Abres el closeth, hay vestidos de  varios colores,  algunos colgados de manera descuidada. Posiblemente la ropa era un poco mas escotada, pero no mucho. No hay libros por ninguna parte, ni revistas, aunque si encuentras un aviso promocional del bar donde trabajaba: Disfrute en el bar latino Habana del mejor baile artistico.

Miras más, mmm no encuentras nada que te llame en especial la atención.

-Scotch tape, ¿tiene? realmente no se bien que es... pero me pidieron que consiguiera si es posible- el profesor toma las cajas y pregunta mientras se inclina un poco hacia el interlocutor como revelando un secreto -Se trato de la señorita Gutierrez...¿sabe?... lo peor de todo es que la policía piensa que alguien pudo entrar a la casa... ¿se imagina?, quizás pude ser yo mismo el que amaneciera muerto... no me mal interprete, es realmente una pena lo que sucedió a la señorita Dolores, todos en la casa estamos en duelo por lo sucedido, ¿usted la conocía bien?-