Partida Rol por web

Jathor nota un ligero cosquilleo en la pierna, seguido de una extraña sensación de entumecimiento. Veneno!- comprende al momento. No es la primera vez que envenenan al bárbaro, y eso no lo hace amedrentarse.
Apoyando el peso de su cuerpo en la otra pierna, Jathor alza su hacha, y descarga un fuerte golpe dirección al ciempiés, pero este se remueve rápidamente, haciendo que el hacha de Jathor golpee fuertemente el duro suelo.

Se sucede una maraña de ataques, palabras mágicas y movimientos veloces a la escasa luz de la vela de Hitmol, pues Reshark ha arrojado la suya para poder atacar. Chispas son arrancadas del suelo, brota de nuevo la sangre cuando la bestia vuelve a alcanzar a un objetivo, esta vez cortando en la cadera descubierta del explorador.

El veneno empieza a hacer efecto en Jathor, se trata de una sustancia paralizante que empieza a afectar a sus músculos, a detener su funcionamiento.

Argggggg grita de dolor el explorador al serle lacerado el costado. Después, intetando volver a encontrar posición de combate, intenta arremeter de nuevo contra la vil criatura... aunque fallando al recorrerle un espasmo de dolor todo el costado hasta el brazo.

Hitmol vuelve a intentar otra vez el mismo hechizo, pero está demasiado torpe y falla.

Maldita sea! Hay que acabar con este bicho cuanto antes!
Jathor es consciente de que sus músculos están empezando a fallar, y que es necesario acabar con el ciempies cuanto antes. Una furia contenida emerge desde el interior del hombretón. Su habitual cara seria se torna aún mas grotesca, y un leve hilillo de baba asoma por la comisura de sus labios. Agarra con furia el hacha, e ignorando el dolor y el efecto del veneno, arremete contra el bicho.

Una nueva racha de ataques fallidos resuena en la oscuridad, hasta que Hitmol consigue tocar por fin al animal y transmitirle una terrible honda de energía negativa. La bestia vuelve a morder a Jathor. La situación empieza a ser desesperada, mientras Reshark nota cómo el veneno empieza a hacerle efecto también a él.

Jathor nota como las fuerzas comienzan a abandonarlo, sus músculos le fallan, la visión comienza a nublarse...no piensa morir por un maldito bicho. Alza su hacha, tal vez por ultima vez, y descarga un nuevo golpe, poniendo toda su atención en esquivar cualquier ataque que provenga del ciempies. La desesperación parece darle fuerzas renovadas, pues un temible golpe alcanza al ciempies.

¡Jathor, retirate! grita Reshark al bárbaro haciéndole un gesto hacia el pasillo que éste tiene a la espalda mientras intenta golpear de nuevo, ya desesperado, al gusano mortífero... volviendo a fallar, parece ser que el veneno está haciendo su efecto...

Esta vez Hitmol entona un cántico diferente al tiempo en que acerca su mano para tocar al gran ciempiés que no logra esquivarlo. Un extraño brillo amarillo aparece en la mano del mago y se extiende hasta hacer una profunda quemadura sobre el insecto.

Al ver semi-indefenso al ciempiés Hitmol le intenta herir con la daga, aunque falla sin intervención alguna del ciempiés.

Hitmol prepara y lanza su hechizo, ocasión que aprovecha el cienpiés para morderle en el brazo. Sin embargo, la bien entrenada concentración del mago le permite soportar el dolor y terminar la invocación, tocando a la criatura y quemándola con su magia. La horripilante alimaña, dolorida, no acierta a hincarle el diente a Reshark. La parálisis momentánea del dolor es lo que aprovecha Jathor para levantar su hacha casi hasta el techo y asestar un golpe descomunal que parte a la criatura en dos.

La pesada respiración de los tres luchadores es acallada por el sonido de la llegada apresurada de dos nuevos combatientes. Se trata de Tancred y uno de los hombres de Gorn, que llegan a la carrera en ese mismo instante.

Hitmol siente que el veneno también le empieza a hacer efecto...

Tancred entra corriendo en escena y carga contra la criatura hostil - ¡Aguantad! - les grita al verlos heridos

Jathor parte con fuerza y furia al ciempies por la mitad. Cuando el bicho ya está muerto se queda mirando el cuerpo rebanado con los ojos casi en blanco, respirando entrecortadamente, la cara en un gesto de odio, chorreando saliva por la boca. Le parece escuchar a Reshark decir algo, pero lo escucha como en un sueño, como si no fuera con el. Su mirada sigue centrada en el ciempies, y su respiración parece tornar poco a poco a la normalidad. Su cara se relaja, y su mirada parece centrarse. De repente, como si todas sus fuerzas le abandonasen, Jathor se tambalea, el hacha se le cae al suelo, y el parece querer hacer lo mismo. Cuando está a punto de caer, nota que Reshark le agarra a tiempo, y con la ayuda del explorador se sienta en el suelo, apoyado en una pared.
Es...estoy bien. Solo necesito un segundo para recuperarme.
Desde el suelo observa el mordisco que el ciempies le ha dado en la pierna. Sacando una daga, Jathor se hace un pequeño corte en la zona donde tiene el mordisco, esperando que así el veneno abandone el cuerpo antes. Luego intenta limpiar un poco la herida con agua del odre que le había dado a Reshark.

Vaya. Bien, quien necesita atencion - observa a sus compañeros y se acerca al que esta herido para ayudar a sanar su herida

Hitmol también intenta sanar sus heridas taponando con las manos y la túnica, debido a que no tiene medios para ello, no consigue cerrar la hemorragia.
Parece que ya hay luz, no hace falta la vela...

El guerrero de Gorn, tras comprobar que todos estáis más o menos bien, os hace gestos para que esperéis y sale corriendo de vuelta por el pasillo por el que Reshark, Tancred y él han aparecido.

-¡Hola! que bien que estemos juntos.- Mirando a los heridos -¿Cómo era el cienpies? Me lo he perdido...Bueno, ya veremos más supongo. ¿Los mapas? espera un segundo a ver si me acuerdo...-

Cuando observa la escena, prensa una mano contra otra, al igual que los labios, en acto sosegado - Creo que mejor será que os mire esas heridas caballeros - dice mirando al bárbaro y al mago.

Mientras procede a acercarse a estos, el resto comienza a llegar al mismo destino hasta al fin estar todos en el mismo recito - Me alegro de que al fin estemos todos juntos, de nuevo - [b]Comenta tranquila mientras se acuclilla frente a Hitmol y Jarthor, justo en medio de los dos. - [b]Uhmmmm, hasta que no haga las oraciones metódicas del día, me temo que el justo Heroineus no me concederá más por hoy el don de la curación mágica, así que intentaré vendaros y desinfectaros esto con el estilo mundano - les dice a ambos, dedicándoles una sonrisa afable y procediendo con las respectivas curas, primero la de Hitmol y seguidamente la de Jarthor.

Mientras Ellidian se atarea en sus obligaciones, en un parco comentario se dirige a su hermano, de quien al ver que estaba sano y salvo había prescindido en sus preferencias - Yo también me alegro de que estés bien, hermano

Los mapas decis , espera a ver si me acuerdo de algo ...con tantas monedas por ahi tiradas no tuve tiempo a fijarme en eso ...

Un ciempies gigante , hay que ver como os divertis cuando no estoy presente ... dice Urik mas en broma que en serio .

Me alegro que no fuese grave ... por cierto nadie se detuvo a mirar esas monedas lucian espectaculares ... pero el guardia no me dejo pararme a mirar ...

Tras los cuidados de Ellidian, quien utiliza unas hierbas de su bolsa de instrumentos de curandero, Hitmol y Reshark sienten que el efecto del veneno se disipa poco a poco. En Jathor, sin embargo, no parecen tener el mismo efecto sanador.