Partida Rol por web

Puedes lanzar, intimidar, ellos están en su plática y uno se está despidiendo del grupo, por lo que alcanzas a reconocer en cuanto a sus gestos.

Cual es la dificultad?

Cuando llego a este lugar veo unas extrañas figuras susurrandose entre ellos, a lo que decido enfrentarlos. Salgo de mi escondite y mientras los apunto con mi trabuco les digo

- Buenas noches caballeros, estoy buscando a un hombre, le dicen "El tigre negro" Bartolomew... Digamos que tiene a alguien que me debe mucho,  asi que viendo las circunstancias uno de ustedes tres debe de serlo... No lo repetire... ¿Bartolomew DONDE ESTA MARLOWE?.

Una furia indescriptible recorre mi voz mientras menciono el nombre de aquel desgraciado que me estana atormentandl desde hace años... Estaria dispuesto a matar a quien se entrometa en mi camino solo para clavarle mi sable oxidado a Marlowe

Los tres hombres se sobresaltaron al ver cómo Jonn Burdett emergía de las sombras con su trabuco apuntándoles directamente. El aura de furia y determinación que emanaba de él era tan palpable que los marineros se vieron momentáneamente paralizados, como si la sombra misma de la muerte los acechara.

Uno de ellos, el más osado de los tres, logró articular unas palabras temblorosas: -No sabemos nada de ese tal Marlowe ni de ningún tigre negro, ¡te lo juro!-. Su voz delataba el miedo que sentía ante la amenazadora figura del pirata que se alzaba frente a ellos.

Los otros dos hombres intercambiaron miradas nerviosas, sus manos aferrándose a las empuñaduras de sus espadas con inseguridad. Aunque intentaban disimular su temor, era evidente que la presencia de Jonn Burdett los había tomado desprevenidos y les causaba una profunda inquietud.

-¡Somos solo marineros, no buscamos problemas!-, balbuceó uno de ellos. -No te metas con nosotros, no sabemos nada de ese asunto. Te lo juramos por nuestra vida.

La tensión en el ambiente era palpable, y Jonn pudo ver que su amenaza había hecho efecto. Los hombres no parecían dispuestos a revelar ninguna información sobre Marlowe o el tigre negro, y el brillo frío de las espadas en sus manos dejaba claro que estaban listos para defenderse si era necesario.

El viento susurraba palabras de advertencia mientras la luz tenue del farolillo proyectaba sombras danzantes en los rostros tensos de los hombres. Jonn se mantuvo firme, sosteniendo el trabuco con firmeza, pero su mente estaba alerta, evaluando la situación y considerando sus próximos movimientos. La búsqueda de Marlowe y el tigre negro estaba lejos de ser un camino fácil, y aquellos hombres no parecían tener la información que buscaba.

Al ver la reacción de estos hombres y como había llegado simplemente no podia dejar todo atras...

- No nos estamos entendiendo caballeros, analicen la situación, tres tipos a mitad de la nada... En el mercado negro... Justo donde se supone que estaba el hombre que puede resolver todas mis dudas...

​​​​​​

Mientras balbuceo eso sutilmente muevo mi trabuco de lado a lado apuntando con el como si fuera un juguete

- No soy un idiota... Ustedes saben algo estoy totalmente seguro, son de la peor calaña que se pueda ver por estos lares... Las ratas tardan menos en chillar que ustedes asi que

Tomo mi trabuco y velozmente disparo a la mano de uno de aquellos hombres que estaba preparandose para oeleae, inmovilizandole el ataque de esa mano por obvias razones

- No balbucearé mas... Sepan o no... Hayan oido o no... TENGAN IDEA DE QUIEN ES O NO... ME VAN A DECIR DONDE DEMONIOS ESTA BARTOLOMEW "EL TRIGRE NEGRO" AHORA MISMO.

​​​​Cualquier hombre al ver una mirada vacia y llena de ira como la de Jhon sabria que no esta jugando... Ademas de sus impresionantes habilidades en combate un hombre que virtualmente no puede morir no es alguien con quien deberias meterte

La tensión en el aire era palpable, como una tormenta que amenazaba con desatarse en cualquier momento. Los tres hombres frente a Jonn Burdett parecían atrapados en un dilema, una lucha interna entre el miedo y el instinto de supervivencia. Sus miradas oscilaban entre la ira y el temor, como animales acorralados por un depredador implacable.

El sonido del disparo del trabuco reverberó en el aire, un eco momentáneo que resonó en los corazones de los presentes. La bala impactó con precisión en la mano del hombre que estaba a punto de lanzarse al ataque, inmovilizándolo en una mezcla de dolor y sorpresa. La madera del embarcadero parecía retener la tensión, como si supiera que estaba a punto de presenciar un enfrentamiento de voluntades.

Las palabras de Jonn eran cortantes, sus ojos brillaban con una mezcla de ira y determinación. No había espacio para malentendidos ni juegos en esa escena. Aquel hombre de apariencia implacable estaba dispuesto a todo por obtener respuestas, incluso si eso significaba enfrentar a tres hombres dispuestos a ocultar sus secretos.

Justo en el momento en que la situación parecía a punto de estallar en un caos de violencia, un susurro de información emergió de las bocas de aquellos hombres. Un rumor, una pista que se deslizaba como el viento entre las sombras.

-Hemos escuchado... que antes de desaparecer, el Tigre Negro entregó algo importante a un viejo pirata, un hombre entrado en años, barba desaliñada y mirada furtiva. Se dice que está a punto de zarpar..

La revelación resonó en el aire como el graznido de una gaviota en la distancia. Aquella información era una brújula, un punto de partida en el camino hacia la verdad. El viento parecía llevar consigo la promesa de un nuevo capítulo en la búsqueda de Jonn Burdett, un capítulo que le llevaría a perseguir a ese anciano pirata, a enfrentar tormentas y desafíos que desafiarían incluso su naturaleza inmortal.

Los tres hombres, intimidados por la presencia implacable de Jonn, cedieron ante la urgencia de su pregunta. Las decisiones habían sido tomadas y los hilos del destino comenzaban a moverse. El embarcadero, testigo mudo de aquel intercambio tenso, parecía esperar con una expectación que solo el mar podía comprender. La aventura no había hecho más que empezar, y la chispa encendida por Jonn se convertiría en una llama que ardería con determinación en los mares infestados de peligros y secretos.

Mientras uno de aquellos hombres temblaba de miedo u balbuceaba algunas palabras digo con una voz de ultratumba

- ¿Era tan dificil? Que les costaba caballeros... No necesitabamos llegar a estos extremos, ahora me van a llevar con el si son tan amables... Y no tolerare ningún juego ni engaño asi que por favor guienme.

Acto seguido vuelvo a meter mi trabuco en su funda para caminar hasta este lugar

La mirada penetrante de Jonn Burdett parecía haber disipado la resistencia de los hombres frente a él, dejando en su lugar una mezcla de miedo y rendición. Sus palabras resuenan en el aire como un eco siniestro, y su presencia parece ser suficiente para doblegar cualquier intento de oposición. Aunque el miedo era palpable en el ambiente, también lo era la intriga y el deseo de mantenerse con vida.

Los hombres asienten con gestos nerviosos mientras Jonn habla, y uno de ellos, con un hilo de voz, logra articular: -Está bien, te llevaremos con él. Pero ten en cuenta que es peligroso. No sabemos lo que hizo con el Tigre Negro, pero es capaz de cualquier cosa.

Jonn toma la iniciativa y se dirige hacia el embarcadero, escoltado por los tres hombres que ahora parecen ser sus guías involuntarios. El muelle parece estar envuelto en un silencio tenso, solo roto por el suave murmullo del agua golpeando los pilares y las cuerdas de las embarcaciones.

A medida que se acercan al puerto, uno de los hombres señala un barco bergantín, un pequeño navío que se balancea suavemente sobre las aguas. -Ahí está el barco del viejo pirata-, dice, señalando hacia la embarcación. -Si quieres seguirlos, quizás puedas encontrar una manera de escabullirte sin que te noten en ese bergantín. Podrías estar cerca de descubrir la verdad, pero ten en cuenta que esto podría llevarte a aguas peligrosas, pero tal vez se dirigen a un punto de encuentro con el Tigre.

Las palabras resuenan en el aire, como una sugerencia que podría abrir nuevas puertas en la búsqueda de Jonn. El bergantín parece ser la llave para continuar persiguiendo los secretos del Tigre Negro y aquel anciano pirata. Con cada paso, la trama se vuelve más intrincada, los peligros más inminentes y las recompensas más tentadoras.

Al fin estaba un paso mas cerca de el desgraciado que me quitó todo en esta vida, vagamente recuerdo cuando fue la ultima vez que pude tener un sueño sin estar atormentado por las pesadillas de mi maldición.

Pensaba esto mientras me dirijia hacia el barco de "El tigre"; mas que pensar, naufragaba internamente dentro de la laguna mental que siempre tenía... Pero quizas eso no importaba en estos momentos,  " El trigre" aquel hombre que me haria estar cerca de marlowe estaba a la vuelta de la esquina. Por lo que cuando llego al barco me despido con una sonrrisa espeluznante y un güiño de mis "guias".

Sigilosamente subo al barco intentando hacer el menor ruido posible y colarme en el suministro de polvora... " Ese desgraciado bajará en algún momento... Lo se".

Solamente los condenados hilos del destino sabrán a donde me llevaria esta nueva aventura.

¿Quizas podria efectuar mi venganza? ¿Me haré parte de algúna tripulación de mal a muerte? ¿Podre volver a dormir a gusto? No lo se. Lo unico que tenia claro en ese momento es que esta aventura apenas empezaba

La noche envolvía el puerto de la Isla Eclipse en un manto oscuro y misterioso. Jonn Burdett White se deslizaba como una sombra entre las embarcaciones. Sus movimientos eran sigilosos y silenciosos, como un ladrón de la noche, mientras se escabullía en el "Susurro del Mar".

El "Susurro del Mar", el bergantín que aguardaba frente a el en la oscuridad, emanaba una presencia modesta pero imponente. Su casco, oscuro y robusto, había sido acariciado por las caricias del mar y marcado por las cicatrices de incontables travesías. Con un único mástil principal que se alzaba al cielo, el barco se erguía como un guerrero solitario listo para la batalla, mientras que un pequeño mástil secundario se inclinaba humildemente a su lado.

El aroma del mar, mezclado con el perfume de la madera envejecida por el tiempo, llenaba el aire mientras Jonn buscaba un lugar ideal para esconderse de manera sigilosa. La madera crujiendo bajo sus pasos resonaba como un eco de la historia que aquel barco había vivido y continuaría viviendo. Los rayos de la luna acariciaban las tablas gastadas, revelando detalles y texturas que hablaban de aventuras pasadas y futuras.

El timón, desgastado pero fiel, esperaba pacientemente las manos que lo guiarían a través de las olas. Las velas, plegadas como alas guardianas, aguardaban el momento en que serían desplegadas para acariciar el viento y llevar al barco a nuevos horizontes.

El "Susurro del Mar" tenía su propio lenguaje, susurros de historias de tempestades superadas y tesoros buscados. Los camarotes, modestos pero acogedores, parecían prometer descanso y refugio en medio de las aguas inciertas. Cada rincón, cada cuerda y cada tabla resonaban con el eco de las almas que habían navegado en su abrazo.

Con la habilidad de quien conoce bien su objetivo Jonn, encontró un escondite discreto en la bodega, donde podría pasar desapercibido hasta que el barco zarpara.

La noche avanzaba lentamente, y Jonn se acurrucó en su escondite improvisado, con la mente llena de pensamientos sobre su búsqueda del Tigre Negro. Cada crujido del barco y el suave balanceo de las olas se convirtieron en una sinfonía de promesas y desafíos.

Al amanecer, cuando los primeros rayos dorados del sol se alzaron en el horizonte, Jonn escuchó el sonido de voces que se acercaban al barco. Mantuvo la respiración, atento a cada palabra. Tres hombres hablaban con entusiasmo mientras se aproximaban al "Susurro del Mar". Sus voces eran cargadas de expectación y emoción por lo que estaba por venir.

—Esta aventura será diferente a todas las demás, lo siento en mis huesos —dijo uno de los hombres, cuya voz era grave y resonante.

—Tenemos una tripulación joven pero prometedora, y el capitán parece saber lo que hace —respondió otro con optimismo en su tono.

Jonn, desde su escondite, pudo sentir la emoción en el aire mientras estos hombres abordaban el barco. Escuchó el crujir de las anclas al ser elevadas y sintió cómo el "Susurro del Mar" comenzaba a desprenderse lentamente del puerto de la Isla Eclipse.