Partida Rol por web

Amanecio un nuevo dia en aquella aldea a la que aun no os aconstumbrabais a llamar hogar. El invierno estaba acercandose y todo el mundo se afanaba en recoger madera y frutos suficientes para llenar las despensas. Los hombres jovenes partieron antes del alba en ultima partida de caza antes de que la nieve cubriera los bosques.

Dormiais en una cabaña pequeña, de una sola habitacion que era las veces dormitorio y comedor. Una unica cortina separaba el espacio en dos cuando llegaba la noche y vuestra cama era un lecho de paja seca cubierto por pieles de animal. No podiais quejaros, podia haberos ido peor.

Al menos os teniais el uno al otro y la proteccion de vuestro tio, el cual se oia aporreando el metal con fuerza pese a su edad desde su modesta fragua. Algunos dias pasaba las horas de sol en ella y las de oscuridad se perdia en la taberna de la aldea, amargado y orgulloso guerrero que sufria por no tener la fuerza necesaria para vengar a su hermano muerto y su esposa, vuestros padres.

Sonya se encontraba tumbada sobre la hierba cercana a la entrada de la choza, tranquila y relajada contemplaba el cielo mientras su mente divagaba entre los pocos recuerdos que retenia de sus padres.

... la sonrisa de mama era preciosa, de mayor me gustaria tener esa sonrisa...¿esa nube?...se parece a una espada!

"Tio! Tio!...Mira! esa nube se parece a una de tus espadas! - grito la niña muy emocionada mientras corria hacia la fragua a buscar a su tio

Al llegar ante su Tio, Sonya olvido por completo las nubes quedando anonadada ante el metal candente que adquiria forma golpe a golpe.

"Tio...¿necesitas ayuda?" - pregunto la joven sin apartar sus profundos ojos azules del yunke que golpeaba su tio.

Rest dormía en su habitación, bueno dormía, meditaba con los ojos cerrados, mientras el permanecía tranquilo su parte no hacia mas nada, su hermana estaría afuera como lo hace todas las tardes, mirando las nubes, el quería salir pero tenia tanto miedo de que salga esa otra parte e hiriera a su hermana eso hacia que se quedara en su cama mirando tranquilamente, pero algo le llamo la atención el sonido de su tio golpeando contra un yunque, sabia lo que hacia su actividad favorita, pues bien la única porque en ese lugar no había otra, se despertó corriendo y salio hacia allí. Cuando llego vio a su hermana y a su tio.

- TIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO... Porque no me llamas. Mientras lo miraba de mala cara y luego sonreía y lo iba abrazar.

- Y tu Sonya nunca lo creería de ti, viniendo y no llamándome jejeje igual te sigo queriendo mi hermana.
Mientras los miraba y se acercaba al grupo.

El vijo barbaro parecia ensimismando con su labor.

Visteis que modificaba un metal distinto al que normalmente usaba, con tada golpe de martillo relucia por si mismo, como si estuviera vivo. Pequeñas chispas relucian saltando del metal, con tonos plateados de una intensidad deslumbrante.

Al veros el herrero se detuvo y os miro con una sonrisa.

- Iba a ser una sorpresa pero me habeis descubierto.- dijo metiendo el filo en el agua fria. Una nube de vapor se levanto hasta el techo y escapo por la ventana abierta.- Os he forjado algo especial, con un metal muy raro y escaso.- dijo dacando dos empuñaduras del agua fria y alzando una en cada mano para que las vierais.

- Son mi mejor obra, una para cada uno.  Tan iguales y distintas como vosotros lo sois, forjadas el mismo dia como regalo de vuestro decimo año de vida.

Sonya escucho los pasos de su hermano mientras seguia observando fijamente a su tio trabajar el metal

"Disculpa hermano, pense que estarias descansando. Pensaba avisarte en un rato para que me ayudases a recoger algo de leña."

Su tio se detuvo y con una sonrisa en la cara empezo a hablar. A medida que las palabras brotaban de la boca de su tio la cara de Sonya empezo a iluminarse ante semejante regalo.

"Son increibles!...muchas gracias Tio! son tan...tan...no me salen las palabras...¿Puedo cogerla?"- dijo Sonya con una amplia sonrisa mientras una lagrima asomaba sus preciosos ojos azules y corria a abrazar a su tio fuertemente.

- Con mucho cuidado, estan tan afiladas que podrian abrir un dragon en dos.-dijo entregandotela.- No podreis usarlas hasta que seais mayores, tendreis que seguir practicando con las desafiladas... pero puedes sopesarla un poco.- dijo dejando una en tus manos.

Rest la miro y su corazón palpitaba mas fuerte, por alguna razón mirar a la espada hacia que su otro yo estuviera ansioso, sentía su respiración ir mas lento y pesada, era como entrar en un juego y no era el de el, pareciera como si el mundo viniera a sus pies, su mano sin que el quisiera que se moviera, tomo la única espada, la sentía muy pesada, con el consejo de su tio la tomo con cuidado, luego de un tiempo un sonrisa empezó a formarse en su cara aunque no sabia si era buena o mala,  luego de esto la dejo en el lugar rápidamente, en su mente apareció la imagen de el.

- Me encantaron tío. Lo dijo con una voz temblorosa y extraña, todavía era el aunque no sabia por cuanto, mientras se quedaba parado observándolas.

Tomando con cuidado el arma, Sonya analizo su peso, palpo su filo y la devolvio casi con una reverencia a su tio.

"Muchas gracias"- dijo serenamente Sonya finalizando la entrega del arma y volviendo a abrazar a su tio.

Tras el fuerte abrazo Sonya se giro hacia su hermano.

Juraria que Rest necesita desahogarse un poco, esa sonrisa, la voz temblorosa...

"vamos Rest!, tenemos que traer mucha leña esta noche hara frio." - solto al aire la joven mientras saltito a saltito salia de la fragua en direccion al bosque cercano.

"Hasta luego Tio!"

- Un momento niños.- dijo recuperando ambas espadas, tomo una en cada mano y salio con ellas. Fuera de su forja habia una piedra enorme.

Vuestro tio undio las espadas en la piedra, una al lado de la otra.- Las dejaremos aqui, cuando seais bastante fuertes para sacarlas, podreis cogerlas.-Afirmo volviendo a su trabajo.

Rest estaba mirando las espadas hasta que su tio se las llevo, una sombra paso por sus ojos pero no tardo nada porque su hermana pedia que saliera con ella y la sigue, hasta el bosque sonriendo, y luego se detiene en seco y mira al cielo y luego a su hermana.

- Hey hermana dices que mama y papa nos mira desde el cielo?... Mientras una lagrima salia de unos de los ojos y luego la mira con ternura.

El bosque que rodeaba la aldea era viejo y espeso. El cielo se colaba por los grandes claros que se abrian entre sus ramas y las nubes flotaban sobre vuestras cabezas mecidas por el viento frio de las montañas.

Escuchasteis pasos, un cazador que volvia a la aldea. A ninguno de los dos os gustaba ese tipo, sobretodo por que en ocasiones miraba a Sonya como si fuera un apetitoso trozo de carne, esperando a que estuviera bien asado para incarle el diente.

- Buenos dias Sonya....- dijo alegre, demasiado contento para ser un saludo. Colgado a su espalda llevaba unos conejos aun sangrantes.-... y compañia.- añadio mas por cumplir que por otra cosa pero enseguida volvio a clavar los ojos en la niña.

- Ya tienes diez inviernos ¿Verdad?, ¿Estas contenta? Solo te faltan tres o cuatro para ser una mujer.

Rest lo mira y luego se dirige a su hermana, la cara de el cambia pero puede controlar lo que dice esa persona, además no va a pelear por nada contra alguien que es mejor, más grande y fuerte.

-Hey Sonya conoces a esta persona que te habla?. Él lo conocía pero siempre que lo veía se hacia el indiferente. -Perdón que te diga pero soy Rest no compañía o eres tonto jajaja.

 Luego lo miraba con mala cara y se acercaba mas a su hermana.

- Si acompañas a una chica, eres compañia, niño.- dijo casi escupiendo las palabras.-y si me conoces, me has visto muchas veces.- te gruño.

Sus ojos volvieron a la niña.-¿Que le pasa a tu hermano? Es un niño bastante raro, no como tu, que eres una flor entre la nieve.

Sonya habia visto como su tio clavaba los regalos gemelos en una roca, cosa que la habia fastidiado mucho ya que pensaba poder tocarla y usarla pronto.

¿Como voy a poder sacarla de esa roca? - se preguntaba la niña mientras seguia andando direccion al bosque

Sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras de su hermano Rest...mirando al cielo respondio a su hermano con voz alegre - "Claro Rest, ellos siempre nos vigilan desde alli arriba y velan por nosotros."

La joven sabia que mientras tuviera el colgante de su madre, su espiritu velaria por los jovenes gemelos.

De camino al bosque Sonya vio una figura conocida, un cazador de la aldea que siempre era muy amable con ella, aunque en el fondo Sonya sabia que ese cazador tenia algo raro, tal vez fuera su forma de mirarla o la voz con la que hablaba a la joven.

Buenos días Cirgoth!, en efecto han pasado ya 10 inviernos - respondio la niña amablemente al cazador mientras miraba las sangrantes presas que colgaban de la espalda del cazador.

Se podia ver que Rest no soportaba al cazador y que sus palabras le ofendia gravemente, la joven Sonya al oir el comentario de su hermano puso una mano sobre su hombro y le susurro - "Tranquilo hermano, no le des importancia"

El cazador volvio a posar esa rara mirada sobre Sonya mientras volvia a preguntar a la joven, esta vez sobre su hermano y su comportamiento.

"A Rest no le pasa nada, es que es muy protector y le ofenden que no le traten como se merece..." dijo valientemente la niña, mientras se sonrojaba ante el piropo del cazador.

"una flor entre la nieve, que bonito... gracias Cirgoth!, te agradezco mucho tus palabras, pero disculpanos tenemos prisa" -termino la niña mientras daba un pequeño tiron del brazo de su hermano para continuar su camino

¿Que demonios creera Cirgoth? ¿porque es tan amable siempre?

El hombre sonrio y solto uno de los conejos ofreciendoselo a la niña.- Es cierto, si os ofendi pido disculpas. Ten, un regalo para vosotros y vuestro tio como muestra de respeto.- dijo amable.

- Yo tambien tengo que irme, pero espero veros pronto, en los festejos.

Casi lo habiais olvidado. Como todos los años, al llegar el invierno, se celebraba una fiesta para dar la bienvenida al invierno y ladespedida a los dias calidos. De algun modo sabiais que eso era una excusa dado que la verdadera razon de aquella fiesta era beber todos juntos y pasar un buen rato antes que la dureza del invierno os aplastara un año mas, ademas, cada año morian de frio varios ancianos, para los que aquella festividad significaba, posiblemente, una despedida.

Sonya ya habia tirado del brazo de su hermano indicando de esta manera que debian continuar su camino cuando el cazador con una sonrisa en la cara pidio disculpas y les ofrecio uno de sus conejos.

"Aceptamos tus disculpas y te damos las gracias por adelantado por este jugoso regalo en el nombre de nuestro tio y nuestro" -respondio la niña de forma amable mientras sonria al recoger el conejo de la mano del cazador.

"Ah! la festividad del invierno...lo habia olvidado por completo, se lo recordaremos a nuestro tio. Muchas gracias Cirgoth!"- dijo la joven emocionada ante el hecho de una noche de fiesta y baile

Luego de ver como se disculpaba el cazador Rest sabía que no podía ser tan malo y despiadado con lo que decía, mira al cazador y sonríe.

- Perdón Cirgoyt por mis palabras lo que pasa que mi hermana lo es todo y me molesta que se dirijan a ella y a mí como algo mas, la próxima sabes mi nombre jajja. 

Mientras una mano iba al pecho, había sentido su corazón palpitar despacio y fuerte, estaba ansioso y cuando eso pasaba algo moría al amanecer, no importaba que, el era así, se sentía con sed de sangre y de noche salía y hacia sus cosas, su hermana recordaba haberlo visto más de una vez hacer eso.

- Cierto la fiesta de invierno espero que sea mejor que la anterior jajaja espero poder ver todas esas cosas lindas, tienes razón Sonya hay que avisar al tío o si no se olvidara.

Sonya empezo a caminar adentrandose en el bosque en busca leña, de su cinto colgaba el conejo regalado por el cazador. La niña hecho un ultimo vistazo por encima del hombro viendo como el cazador se alejaba, fue entonces sintiendose segura y que nadie estaba cerca cuando se dio la vuelta hacia su hermano.

"¿Estas bien hermano?...por un momento pense que saltarias sobre el cuello del cazador, jeje...creo que al tio no le gustara la idea de los festejos, asi que tendremos que planearlo bien para que no se niege...recordemosle que debe socializarse con las gentes de esta aldea, no puede estar siempre golpeando con el martillo su yunque, asi no encontrara un mujer" - dijo Sonya mientras se agachaba a recoger un rama y continuando el paseo

-Si espero hermana, hace mucho tiempo que no veo que el tio halla salido a conocer a una linda muchacha, es mas creo que desde que estamos nosotros, solo ha ido a trabajar, a tomar algo y volver a cuidarnos, es una grandiosa persona, pero necesitamos de un toque femenino jajajaa, te acuerdas cuando mama nos decía cosas para dormirnos bueno yo algo, quisiera por un día que pase lo mismo.

Mientras miraba el piso y luego iba al cielo, luego miro a su hermana y sonreí, luego de ello le tendió la mano para emprender el camino a casa lo más rápido posible, tenían una misión que cumplir.

"Rest, creo que deberiamos separarnos para cubrir mas terreno y terminar antes... seguiremos esta linea de arboles hasta el arbol del fondo que esta roto y tirado en el suelo... tu ve por el lado derecho y yo ire por el izquierdo, nos juntaremos detras del arbol roto y volvemos juntos desandando el camino recorrido" - dijo Sonya a su hermana mientras seguia recogiendo ramitas del suelo