La turbación que Muerte sintió al ver al Marine muerto no es algo que pueda sentirse con palabras. Su voluntad demostró ser verdaderamente férrea al ser capaz de no dejar caer el bólter y caer de rodillas. Después de tanto tiempo, y sin buscarlo, había dado con uno de sus Hermanos de las Lanzas de Olympus. Muerto, sí, pero en batalla, como correspondía.
Aún recordaba aquellos turbulentos tiempos que, estando en su servicio en la Deathwatch, recibía las distintas noticias sobre la acusación de corrupción que cayó sobre su Capítulo, acusación que luego se "probó" y que obligó a las Lanzas a formar parte de una cruzada redentora contra el Ojo del Terror. El día que Muerte tuvo que convertirse en un Escudo Negro fue uno de los más duros de su vida como Marine Espacial, pues su fe y su voluntad fue puesta a prueba. Él quería seguir sirviendo al Emperador, pero tenía que dar la espalda a los suyos. Tuvo dudas de si, efectivamente, su Capítulo había sido corrompido o si era vulberable a los Poderes Oscuros, más acabó por descartarlas en su mayoría.
Ahora tenía una oportunidad. Si esa era una de las naves perdidas en la Cruzada Abisal, si era una de las naves de las Lanzas de Olympus, quizás él podría obtener algunas respuestas. Podría saber qué había sido de sus Hermanos y actuar en consecuencia. Más era algo que tenía que hacer sólo. No era el deber de nadie más. Solo suyo.
Por ello, por el que era el estado oficial a ojos del Imperio y oara evitar que sus Hermanos de Escuadra conocieran su verdadera identidad, decidió que lo mejor era intentar detener a Salaphael de que extrajera la semilla genética y a Bolverk de recoger las armas del caído, pues lo más seguro era que trajera problemas.
Queda claro el nuevo y férreo objetivo personal de Muerte miebtras viva? :P
Salaphael, que ya iba a dedicarse a aquella tarea, miró de nuevo los restos con cierta repulsión, mientras se levantaba.
-En ese caso deberíamos quemarlo, para que nadie aproveche nada... Pero no tenemos combustible ni tiempo-dijo, con cierta ira y asco en la voz-espero que se pudra aquí dentro por dar la espalda al Emperador.
Heridas: 12/22
Puntos de Destino/Suerte: 0/3
Cargador: 10/14 - 14/14 - 14/14 - 14/14
- Precisamente, Hermano... - Gruñó Bolverk, que no cejó en su tarea. - Este pecio está contaminado, Hermanos. No quiero que a este le de por despertar con un arma en la mano. Hermano Adenoriel, ¿puedes dejar inutilizada el arma? - En efecto, la desconfianza podía con Bolverk, que veía enemigos en cada sombra y en cada esquina. Prefería que si este marine estaba corrompido y poseído por el Caos, lo hiciera desarmado.
Ese astartes es miembro de un capitulo, los Lanzas de Olympus, un capitulo que fue engañado por un "abad" que resultó ser un siervo del caos y que, para resarcirse, inició una cruzada directamente contra el Ojo del Terror.
No hay más que decir que no pudieron redimirse porque ninguno volvió. Unos dicen que se unieron a ellos y se quedaron en uno de sus planetas, otros que murieron todos intentando limpiar el nombre y el deshonor por haber sido engañados.
Cuando el Sacerdote Sangriento fue a extirpar la semilla, Muerte trató de detenerle y le convenció con sus palabras. Aun así, por el estado quizás no hubiera nada que extirpar.
Desde cerca, el arma y la munición parecía, a primera vista, utilizables, lo que podría ayudar a los astartes si tenían que quedarse mucho más tiempo dentro de ese pecio.
Toda ayuda sería necesaria.
El auspex marcaba todas las zonas que debería de tener; pero hasta que no estuvieran al alcance de su rango, no podrían saber si estaría activo o no. De momento seguía marcando la dirección de aquella emisión de radio que estaban recibiendo.