Entras en una habitacion tranquila y vieja, en ella solo hay una cama y una ventana tapada, es lo poco que puedes ver con la luz que hay.
No necesito mucho mas aquello me parece suficiente podre hablar con relativa tramquilidad aunque imagino que en esa casa las paredes tendran oidos que lo escucharan todo sera suficiente con que el resto de mi compañeros no lo sepa por el momento- Me gustaria pedirte que me dejaras beber un poco de sangre- digo mirando a mi "madre",- Se que no es agradable, pero prometo que tratare de que dure lo menos posible-
La mujer le mira con cara de sorpresa, no esperaba que fuera eso lo que le iba a pedir. Después contesta con tranquilidad. – Por supuesto, sabes que estoy aquí para ayudarte en lo que sea posible.
- Lo siento de verdad- me acerco a ella despacio y sujeto su muñeca, odio esa parte, sobre todo cuando se que empezaran los gritos, mi mordisco no es nada agradable, no hay placer, otros vampiros dicen que el suyo es como mil orgasmos, no se que es un orgasmo pero si se que el dolor es lo unico que ella siente cuando la muerdo.
Con sumo cuidado y sabiendo que eso no servira de nada clavo mis colmillos en su muñeca, y empiezo a beber sangre, tratando de bloquear en mi mente cualquier sonido, pronto llegarian los gritos.
Aunque Elizabeth esperaba oír gritar a su “madre” no escucho nada, la mujer se estaba conteniendo para no gritar, sabía que eso no haría que fuera agradable para la niña y no le gustaba que se sintiera mal, asique durante unos segundos que tardo la niña en alimentarse la mujer no dijo nada.
Cuando acabo y levanto la cabeza vio que la mujer tenía cara de dolor, pero no dijo nada.
- Siento hacerte esto- digo con total sinceridad- No me gusta ver tu cara de dolor ojala y pudiera evitarlo- odiaba esa parte de mi misma, por que tenia que hacer sufrir a quienes me serbian de alimento- Podrias decirme si te han trato bien durante el viaje, ¿te han dado de comer y dejado descansar?
La mujer afirmo y mostro un sonrisa débil. – Me han tratado muy bien, y Jack nos dio lo que necesitamos. – Había ignorado lo primero que había dicho Elizabeth para que no se siguiera sintiendo mal la niña. – ¿Quieres que volvamos ya? Te están esperando y tendrás que ir donde el príncipe. – Se puso un pañuelo en la muñeca y bajo la manga de su jersey para que se quedara tapada la herida.
-Solo una cosa antes, si en cualquier momento ves que hay peligro espaca, no esperes por nosotros-
De acuerdo, no me pondré en peligro si tu quieres…
te pongo en la otra ya como si llegaras :)