Partida Rol por web

La gema de Willem

Capítulo I: Hacia los Robledales

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04/10/2010, 23:39
Calypso Darren

El día siguiente al encuentro con los bandidos Calypso despertó sombrío. Mientras levantaban campamento se apartó un poco del grupo y buscó el sol del amanecer. Entonces se arrodilló ante su dorado dios Pélor en los cielos, lanzando una suave plegaria por las almas de los caídos el día anterior, volviendo rápidamente ántes de que los demás partieran. Se sentía aún triste por no haber podido enterrarles y dado la bendición uno a uno a los cadáveres, pero sabía que su misión era más importante.

A lo largo del resto del día estuvo callado y sombrío. Se hacía muchas preguntas; sobre la misión, y también sobre las razones del Duque para ocultarles información. Y también sobre su destino...

Calypso miró durante todo el día a Nae y a Aeldar. Ambos parecían alegrarse de llegar a las tierras élficas. Calypso, en cambio, sentía melancolía y tristeza. Recordó su infancia y la pérdida de su madre. Hacía muchos años que no estaba entre elfos y, aunque se encontraban lejos de su tierra natal, sabía que volver a estar entre elfos le haría sentir de nuevo la certeza de su propia muerte.

Tras llegar a aquél hermoso río, y beber de su agua, sin embargo, se animó un poco. Se sintió con la cabeza desejada y la mente más clara. Una idea cruzó su mente. Esperó casi al anochecer para ir a hablar con Nae.

- Oye, Nae. ¿Crees que, cuando lleguemos a tu pueblo, podrías arreglar un encuentro con algún elfo venerable? Alguien sabio, que haya vivido mucho, quero decir. Tengo algunas preguntas que hacerle.

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05/10/2010, 00:15
Oliver Trastel

Una vez hubieron superado con éxito el contratiempo con los bandidos, el grupo de despidió de las guardias y siguió su camino hacia el pueblo de los Robledales. Oliver estaba deseoso de llegar a aquel pueblo, principalmente porque aquello suponía que una etapa del viaje concluía con éxito y por otra parte como le prometió a Nae, tenia ganas de agradecerle a su pueblo los tan valiosos objetos que les hicieron llegar a través de aquel rió.

A Oliver le dio la sensación de que a medida que avanzaban el camino parecía hacerse mas frondoso, los arboles parecían mas altos y robustos que lo que estaban acostumbrados a ver, no tardaron mucho en detenerse para pasar la noche, la cual transcurrió tranquila y sin novedades.

A la mañana siguiente Oliver pareció despertarse con una extraña melodía, la cual desaparecía si se ponía mas empeño en escucharla, aquello dejo a Oliver algo perplejo, hasta que poco después Nae explico al grupo que es lo que era aquella sensación que todos notaban y nadie parecia tener explicación para la misma.

Nae llevo al grupo a un pequeño manantial del cual se dio de beber a los caballos y después cada uno bebió lo suficiente como para saciar la sed. Después Nae pidió algo de privacidad la cual le concedimos sin rechistar.

Reanudaron la marcha y durante todo el camino Oliver estuvo mirando a sus compañeros uno por uno. Cuando llego la noche, acamparon y pasado un rato Nae saco su ney y volvio a regalar al grupo una hermosa melodia.

Al rato Oliver se retiro a descansar despidiendose del grupo y buena parte de la noche la dedico a hacer balance de lo vivido hasta ese momento.

Lo que esta claro es que todos los componentes del grupo son de fiar y no dudaría en dar mi vida por cualquiera de ellos.

Oliver se acabo durmiendo mecido por la melodía que tocaba Nae.

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05/10/2010, 00:42
Naedunëa Elwing

Decidieron partir enseguida para recuperar el tiempo perdido en el combate y no retrasar su llegada a los Robledales. A la mañana siguiente hicieron un alto en el camino a mediodía para descansar y recuperar fuerzas. Ya se encontraban cada vez más cerca de su destino y Nae buscó un pequeño estanque donde poder beber. Cuando todos hubieron descansado les pidió que se alejaran para ella poder entrar en el agua y poder comunicarse con su pueblo, en un día estarían allí.

La jornada de viaje siguió sin más interrupciones y cuando decidieron parar al anochecer el ánimo del grupo era excelente. Calypso se le acercó a Nae y una vez esta le escuchó no dudó en su respuesta.

-Ya había pensado que te gustaría entablar conversación con ellos, seguro que sus consejos nos serán muy útiles para nuestro viaje y especialmente para ti. Te prometo que haré todo lo que pueda porque puedas tener esa reunión.

Para que la alegría no decayese la joven elfa comenzó a tocar su ney mientras recordaba todo lo que había vivido durante esos días...Había pasado momentos muy tristes, ahora conocía a un nuevo grupo de amigos y se encaminaba hacia una aventura de la cual no conocía el final...Echaré de menos a mi pueblo cuando partamos hacia Willem por lo que tendré que disfrutar del poco tiempo que estaré alli. Aun así tengo que estar muy agradecida por los buenos compañeros que me han tocado, ahora son como una segunda familia. Al acabar su canción decidió ir a descansar. Naedunëa se durmió feliz pensando en que pronto volvería a ver a su familia...

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05/10/2010, 09:00
Áran Piedra

Áran se quedo algo sorprendido.

-Por supuesto que fumaré contigo si así lo deseas, pero nunca he sido buen fumador y nunca he probado el tabaco enano. Espero que no sea muy fuerte para mí...

¿Será costumbre enana? Qué extraño, probaré mo vaya ser una ofensa rechazarlo...

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05/10/2010, 10:42
Director
La cercanía de los elfos era palpable, pues el bosque adquiría por momentos formas y matices impropios de la naturaleza salvaje impulsados por la magia inferida por estos. De pronto, el camino se abrió para dar paso a lo que sin dudas definirían como un amplio salón de altos techos si no fuera porque sus paredes estaban hechas de imponentes y robustos robles. Los rayos de luz se adentraban diagonalmente dotando al lugar de un aire aún más místico.
 
 
Los compañeros bajaron de sus monturas y contemplaron con admiración aquel inusual espectáculo. Avanzaron caminando despacio a través de aquel salón y conforme se fueron acercando comprobaron que una figura que parecía formar parte del propio bosque, los esperaba al final con rostro sereno y ligeramente sonriente. Vestía de blanco y su cabello liso (también blanco) caía a su espalda suavemente. Sus ropas mostraban diferentes adornos plateados con ribetes suaves a juego con un elegante bastón.
- Sed bienvenidos, peregrinos de los bosques. El pueblo de los Robledales os recibe con los brazos abiertos, y os agradece que hayáis acompañado a Naedunëa de nuevo hasta su hogar... -se calló mirando fijamente a la elfa -...aunque, hija mía, sea por poco tiempo.
 
Abrió los brazos ofreciéndole un abrazo al que Nae respondió efusiva. El elfo pareció sorprendido un momento, pero su rostro se relajó en una sonrisa. Cuando se separaron siguió hablando.
- Mi nombre es Erellont, soy caballero de las relaciones de paz de los Robledales.
Con un leve gesto del cuello presentó sus respetos. A continuación Nae presentó uno a uno a todos sus compañeros a los que Erellont saludó con una amable sonrisa y un gesto de cabeza.
- Seguidme ahora, por favor, la reina desea recibiros.
 
Se giró y los condujo hacia un lateral de aquella pared de robles donde accedió a un corto sendero que a los pocos metros se abría a la base de un pequeño cañón con imponentes árboles alzándose a cada lado y en el que numerosos elfos caminaban en diferentes direcciones. Caminaron a lo largo del cañón y no fue hasta pasado un buen rato que se dieron cuenta de que las paredes del cañón tenían agujeros a modo de ventanas e indudablemente contenían una especie de viviendas, al igual que los gruesos troncos de los árboles que se elevaban muchas decenas de metros.
 
El cañón comenzó a perder altura hasta que el alto se fundió con el fondo manteniendo a pesar de todo la forma de pasillo delimitado por los árboles. Llegado un punto giraron hacia la derecha y se internaron a través de los árboles. Accedieron entonces a la primera estructura artificial que detectaron, una especie de viejo templo tallado en la piedra construído sobre el río que parecía nacer allí. Thorin adoptó un rostro de perpejlidad cuando sus ojos se posaron sobre las estructuras con evidentes toques de construcción enana. Erellont lo percibió.
 
- Querido amigo Thorin, veo que distingues el trabajo de los enanos en estas estructuras. Pertenecen a un tiempo anterior a la rivalidad existente entre nuestras especies, cuando Aldorin el constructor se ocupó de construir este templo.
 
 
Se adentraron en una puerta redonda y enseguida comprobaron que el desgastado aspecto del exterior contrastaba con la magestuosidad y elegancia de un interior elegantemente adornado.
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05/10/2010, 10:45
Director
Atravesaron pasillos y grandes salones para finalmente encontrarse con Lindórië, reina de los Robledales, sentada en su trono. Su rostro parecía joven, casi juvenil, y su piel pálida hacía juego con su pelo plateado y su sencilla pero elegante corona. Erellont y Nae se arrodillaron con la cabeza gacha, y el restro del grupo los imitó.
- He acudido al agua y el agua me ha hablado y me ha dicho que mi querida Naedunëa no permanecerá mucho tiempo con nosotros regalándonos su compañía. Una tarea más importante se cierne sobre esta compañía y el tiempo os apremia. Eso lo puedo notar en vuestros ojos.
 
El silencio reinó en la sala mientras la reina observaba uno a uno a los compañeros.
- Esta noche realizaremos una cena de bienvenida. Esperamos que vuestra estancia pueda alargarse lo máximo posible y resulte reparadora.
 
Una hermosa y amplia sonrisa iluminó su rostro a modo de despedida, y Erellont condujo al grupo a los exteriores del templo.
- Seréis atendidos ahora como nuestros huéspedes. Os conducirán hasta vuestros aposentos y por la noche nos reuniremos a cenar con la reina.
 
Un grupo de ocho elfas salió del templo en dirección a ellos y con delicadeza y suavidad, cada una cogió del brazo a cada compañero (excepto a Nae) y los condujeron hacia unos confortables habitáculos abiertos en la propia madera de los troncos. Fueron debidamente acomodados, aseados y vestidos con ropas adecuadas, para finalmente ser conducidos de nuevo al templo para asistir a la anunciada cena.
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05/10/2010, 10:46
Lindórië
Una vez todos reunidos alrededor de la mesa vacía de alimentos, la reina se puso en pie y comenzó a hablar.
 
- Hoy tenemos el extraordinario placer de contar entre nosotros con un miembro de nuestro hermano pueblo de Aldulume. Muchos kilómetros nos separan de ellos, pero un lazo de sangre nos une, y haremos constancia de ese lazo dándole a este valiente y honorable guerrero, Aeldar, el trato que merece.
 
»Quiero ofrecer nuestros respetos y nuestra hospitalidad al valiente enano que hoy nos acompaña, Thorin, así como al mediano, Picco, que han demostrado un gran valor para formar parte de este dispar grupo. A Calypso, un adorador de Pélor. Me consta que algo te aflige. Espero que me permitas ser tu confesora y me concedas un paseo al finalizar esta cena. Oliver, Áran y Lihem, tres hombres tan diferentes que sin embargo comparten el mismo valor, y la misma decisión de hacer valer el bien y la verdad. Y Sigmund, líder de esta compañía. Cabeza visible y máximo responsable de su éxito. Depositamos en tí la esperanza de que guíes a estos compañeros con sabiduría.
 
»Queridos amigos, he acudido al agua y el agua me ha hablado. Me ha dicho que los motivos de este largo viaje no serán revelados hoy, que así es el deseo de esta compañía, y así será respetado. Pero también me ha dicho que será un viaje lleno de peligros que va a requerir de toda vuestra destreza y sabiduría para lograr salvar con éxito las diferentes pruebas que se os presenten.
 
»Crece la agitación en el bosque en estos últimos tiempos. Los animales lo perciben y se agitan más nerviosos de lo habitual. El agua lo nota. Crece, además, el rumor de una sombra que ha partido del sur. Un extraordinario guerrero que ha salido a la búsqueda de algo o de alguien. Por vuestra seguridad deseo que no guarde relación con vuestro cometido, pero por si acaso, tened cuidado en vuestro camino.
 
»Las dudas os acosarán a lo largo del mismo, pero seguiréis adelante, porque ante todo, aunque la niebla de las dudas inunde todo el aire, siempre mantendréis visible el objetivo final que os hará seguir adelante y os hará dar un paso tras otro. Y este no es otro que el respeto por la vida y la justicia.
 
Lindórië se sentó en su silla y como por arte de magia surgieron numerosos sirvientes que con gráciles movimientos sirvieron una cuantiosa comida sobre las mesas.
 
La cena fue sabrosa y abundante y la noche cayó aportando a los viajeros un merecido y necesitado descanso. Pasaron los días, y aunque a Sigmund le carcomía la demora de la partida, era consciente de que la estancia en aquel lugar estaba resultando reparadora. Finalmente, emplazó la reanudación del viaje para dos días después y decidió disfrutar de aquel descanso hasta que los preparativos del viaje consumieran de nuevo su atención.

Notas de juego

Y así finaliza el primer capítulo. Podéis postear, pero la acción no avanzará hasta que abra una nueva escena.

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05/10/2010, 09:55
Sigmund Belmond

Tras el camino más apresurado de lo normal a través de los caminos que llegaban a los Robledales, al fin estaban en suelo elfico descansando y eso relajaba un poco a Sigmund. Al menos en ese lugar tendrían un descanso total sin tener que preocuparse de su seguridad.

Al asaltarle ese pensamiento por la noche, cerca de la hoguera, una risa burlona se asomó en el rostro del guerrero.

"Descanso total" pensó "pero si hasta ahora el viaje ha sido una excursioncita..." negó con la cabeza un par de veces. "Si, una excursioncita... después de los robledales empieza lo bueno".

Sigmund había estado estudiando los caminos durante 4 días en palacio y sabia que había tramos que no eran nada fáciles, ya fuera por la geografía o por los seres que se decía habitaban aquellos lares. Además, había que juntarle el enemigo al que se enfrentaban. Ya se había enfrentado en tiempos pasados a la magia negra junto con su amigo Oliver y nunca se salía bien parado, buenos hombres habían caído a su lado por culpa de la magia...

Suspirando para sus adentros, Sigmund respiró profundamente el fresco aroma a naturaleza del hermoso bosque y se calmó mientras la tonada de Nae desvanecía los pensamientos de desasosiegos pasados.

Según el duque, nadie les seguía, pero ellos habían visto indicios de que no parecía ser así, y ahora habían dejado a cuatro testigos por el camino que podrían indicar en qué dirección habían marchado y cuántos eran. "Bueno, lo hecho, hecho está. Al menos se salvó alguna vida... Espero no haber condenado las nuestras".

 

Empezaba a notar el sueño y su mirada vago por el pequeño campamento que habían montado, todos parecían tranquilos, Thorin les regalaba otra de sus canciones mientras hacía estallar algunas carcajadas en el grupo. Todos parecían agradecer la naturaleza del sitio donde estaban y olvidaban las preocupaciones que se cernían sobre ellos. "Buenas gentes nos hemos juntado... me alegro que por lo menos, me rodee de ellos".

Cuando Nae termino de tocar su flauta, los ojos de Sigmund se posaron en los suyos "Además, la belleza siempre nos acompaña" y asintió sonriendo dando gracias a Nae por la música.

Finalmente, viendo que su viejo amigo Oliver se iba a dormir, decidió hacer lo mismo.

Notas de juego

Jajaja ¿se nota que me aburro en el curro? Ale! siento el tocho :P

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05/10/2010, 10:49
Lindórië

Al finalizar la cena, la joven y hermosa Lindórië se acercó a Calypso, y con mucha suavidad, se agarró a su brazo para conducirlo paseando hacia un camino de piedra que bordeaba el tiempo por la ribera del río. No había luces que iluminaran la senda, pero lo que Calypso percibió como la luz de la luna, rebotaba contra los árboles dotando al bosque de una extraña tonalidad azulada.

- Naedunëa ha mencionado que deseas hablar con un elfo viejo y sabio y aquí estoy, ¿qué es lo que te aflige, Calypso?

Las palabras viejo y sabio no parecían concordar con aquel rostro casi juvenil de la reina e hicieron al clérigo fruncir el ceño, pero enseguida recordó los procesos de envejecimiento de los elfos que le impedían determinar la edad de aquella aparentemente joven dama y relajó el rostro.

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05/10/2010, 13:25
Thorin

Thorin solto una carcajada enorme al ver los tosidos de Aran al probar el tabaco favorito de los enanos.

-Se necesitan varios años para apreciar el verdadero sabor de el tabaco enano, y los humanos corrientes no llegan a apreciarlo nunca jajaja.-El enano se desternillaba de risa a costa del bromeado humano.Al cabo de n rato, Thorin espero que el chico no se lo hubiera tomado a mal.

Horas despues cabalgaron de nuebo en direccion a los Robledales.Tras un largo camino repleto de extraños y robustos arboles se encontraron con un venerable anciano elfo.El enano seguia al grupo cerrando la comitiva.Cuando llegaron a la increible ciudad elfica a Thorin le brillaron los ojos.Aquella construccion estaba realizada de la forma mas pulida y perfecta que habia visto en su vida.Reconocio al instante los detalles grabados en la piedra con la firma de Aldorin, el mayor constructor Enano de todos los tiempos.

-Por...las barbas...de...Aldorin-Dijo a la vez que el elfo pronunciaba el nombre del noble enano.La impresion de Thorin fue en crescendo a medida que se acercaban a las instalaciones.Cuando se adentraron en el edificio el asombro de Thorin tuvo su apogeo.Las construcciones, los detalles, las columnas, todo era obra de la misma mano enana.Thorin no podia mas que acercarse a cada roca tallada que le llamaba la atencion.Aquel dia fue de grandes emociones para el enano.Sin duda estaba realmente asombrado.Poco a poco la mano elfa ya no le resultaba tan desagradable, y la comida del banquete, tras las palabras aduladoras del elfo que la presidia, era fenomenal.

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05/10/2010, 14:30
Calypso Darren

Los altos robles que flanqueaban la entrada al recinto élfico, las ocultas viviendas ocultas en los laterales y árboles del cañón. La imponente construcción enana con forma de antiguo templo.

Todo ello hizo que Calypso disipara algunas de las sombras que rondaban su corazón. Ante la presencia de tamaña magestuosidad, resultaba difícil, por no imposible, de creer que una existencia como aquella pudiera estar, alguna vez, en peligro. Aqué lugar parecía, sin duda, el más hermoso sobre la tierra. Y estar allí trasmitía la falsa sensación de que nada. Nada maligno, podría jamás aquél portentoso lugar.

Las palabras de Lindorië durante  la cena le hicieron darse cuenta de que aquella elfa era, a pesar de su apariencia, un ser antiguo y sabio. Versado en la magia y en profecías. Las nuevas noticias sobre un nuevo mal en el sur ensombrecieron aún más los pensamientos de Calypso. Aquellas palabras le hiceron tener esperanza en que sus dudas serían resueltas durante la reunión con Lindorië pero, por otro lado, también temía que sus palabras pudieran desvelarle demasiado a la hechicera. ¿Estaría poniendo en peligro la misión? Debería mantener la disciplina, y cuidar mucho lo que diría, "o incluso pensara" en presencia de la bruja.

Llegó el momento que Calypso, a la vez, más esperaba y temía. Terminada la cena, Lindórië  tomó amablemente su mano y se alejaron de los demás, tomando un hermoso y solitario sendero...

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05/10/2010, 14:55
Calypso Darren
Sólo para el director

Si los elfos eran, en esencia, seres mágicos. Y si la profecía era cierta, y al final de su viaje se desataba una magia poderosa, capaz de hacer temblar los cimientos del mundo, incluso aquello afectaría a los inmutables elfos. Calypso no deseaba desvelar la esencia de la profecía a Lindorië. Temía que la elfa quisiera impedirles a los aventureros el viaje, aunque detras de este impedimento, hubiera, en esencia la necesidad de impedir, tal vez, un mal mayor.

- Tengo infinidad de preguntas en mi cabeza, y me resuta difícil saber que palabras usar. Temo poner en peligro toda nuestra misión. A veces dudo de los actos de mis propios compañeros de viaje, e incluiso sobre la verdadera naturaleza de la misión.-

- Busco respuesta en la buena educación élfica que me dió mi padre. En el respeto a la vida y las maneras élficas. Pero, con el tiempo, he vivido ya muchos años entre humanos, y me he dado cuenta con los años que, a pesar de ser débiles, mentirosos y falibles, en realidad el cometer errores y enmendarlos es la forma humana de hacer las cosas. Y también me he dado cuenta, a mi pesar, que hay en mí interior más de esa naturaleza humana de lo que yo desearía. -

La mirada de la elfa, aunque amable, parecía un zafiro que pudiera atravesar su mirada hasta llenar hasta el más profundo de sus pensamientos... Calypso suspiró. El momento se acercaba...

- Estas es la pregunta que tengo que hacerte. Un Druida, una Mgo, un Oráculo me desveló una profecía. En esa profecía, de la que no dudo, me desvelaba que al final de nuestro viaje haríamos algo; algo cuyas consecuencias .... temo. -

-Tódo, en realidad se reduce a una sóla pregunta.- Aquí la boca de Calypso se secó. Era un riesgo muy grande. Y una elfa sabía y poderosa como ella podría deducir muchas cosas de esa pregunta. La voz de Calypso tembló al hacer la pregunta: - ¿Qué? ... ¿qué ...sabes... de la ... Gema de ... Willem?

 

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05/10/2010, 22:32
Lindórië

La reina elfa de los Robledales escuchó con calma las cuestiones que el clérigo le iba planteando mientras asentía con la cabeza. Apenas mostró reacción alguna a sus comentarios salvo un pequeño parpadeo ante la última cuestión que Calypso no sabía si otorgar a la sorpresa por la pregunta o a un esfuerzo por recordar aquel nombre.

- La gema de Willem... -murmuró pensativa- Conozco Willem, y conozco antiguas historias sobre extrañas gemas mágicas, pero ninguna relación entre Willem y una gema. Lo siento.

Negando con la cabeza desistió en el intento por encontrar un recuerdo al respecto.
 
- Si algo he aprendido tras innumerables décadas compartiendo este mundo con los hombres, es que el corto tiempo del que disponen los hace vivir sus vidas con una intensidad inusual, a actuar compulsivamente. No has de tomar los actos de un hombre para juzgarlo, si no sus intenciones más profundas y sinceras. Asegúrate de que el grupo que te acompaña tiene un buen corazón y descubrirás si se merecen que tu espada luche de su lado o tome un camino diferente.
 
Hizo una pausa de varios segundos antes de continuar abordando otro punto.
 
- Comprendo tus dudas, querido Calypso, y tengo que admitir que soy consciente de la sensación de soledad que abruma tu corazón. Los hombres viven con los hombres, y mueren con los hombres, los elfos viven con los elfos y mueren con los elfos, pero tú no. Tú sufres por un lado la fugacidad de unos viéndolos pasar sin poder acompañarlos, y por otro la eternidad de los otros. Sientes que no hay nadie en todo Embelyon que comprenda lo que sientes. Que estás solo en el mundo. Que no hay nadie como tú.
 
La elfa analizó a su acompañante mirándolo fijamente comprobando si sus palabras habían sido comprendidas. Una vez se aseguró, continuó hablando.
 
- Las profecías no se realizan por que sí. No se atienen al azar para decidir qué profetizan y qué no. Éstas se realizan siempre por algún motivo, y puede que esta en concreto te haya sido desvelada precisamente por esa característica que te hacen único en esta tierra ¿Serán trágicas o heroicas las consecuencias? No puedo responderte. Hay muchas voces que emiten profecías, si una de ellas se ha fijado en tí, has de preguntarte cual de ellas es y si sus intenciones son buenas o no. Desgraciadamente sólo podrás saberlo llegando hasta el final.

»En cualquier caso te voy a decir algo que quiero que recuerdes en los peores momentos, cuando la esperanza se apague, querido Calypso; no tiene por qué ser oscuro tu destino porque este parezca arrastrarte a lo profundo, tal vez lo haga para que aportes tu propia luz al camino.
 
Continuaron caminando en silencio bordeando el río sumidos en sus propios pensamientos.

Notas de juego

Puedes contestar o dejarlo como está. Tú decides.

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06/10/2010, 00:54
Calypso Darren
Sólo para el director

Calypso escuchó atentamente... Cuando está termino reflexionó unos minutos, acompañado por ella, sobre lo que la Reina le había dicho.

Repentinamente, Calypso soltó la mano de la Reina, se adelantó unos pasos, para inmediatamente girarse y arrodillarse frente a ella, agachando la cabeza, en señal de sumisión.

 -Majestad. Vuestra sabiduría es grande en extremo. Gran señora, quisiera pediros perdón, pues os he ofendido sin que lo supiérais. Vine aquí con oscuros pensamientos, y desconfiando de aquellos de mi propia estirpe, los elfos. Incluso también, desconfié del noble propósito de mi misión. ¡¡E incluso de mis propios compañeros de viaje!!. Ahora me doy cuento que era yo el que llevaba la desconfianza en mi corazón, quizás al sentirme incomprendido. El que la ha traido incluso al corazón de vuestro propio reino. Pero vos la habéis apartado de mi corazón...

- Porque vos me habéis mostrado una verdad tan sincera con vuestras propias palabras, majestad. Esas palabras serán esa luz de la que habláis, la que iluminará mi camino, y la que portaré incluso en la más intensa oscuridad. Vine aquí con pensamientos oscuros y dudas; y salgo cargado de esperanza y convencimiento... Señora, ¡Vuestras palabras me han trasmitido una gran confianza! Cada vez que dude, pensaré en ellas de nuevo y me darán fuerza.- Ahora Calypso eleva su rostro, para mirar con humildad desde su posición de rodillas a Lindorië.- Perdonadme, pues ahora sé que me equivocaba, al creer que nadíe podría comprenderme. De ahora en adelante diré que hay una Reina en este mundo capaz de leer en el corazón de todo hombre. Su nombre es Lindorië... Reina elfa de los Robledales.

Calypso esperará su perdón, y después partirá en silencio, tras una gran reverencia, y con el permiso de la reina, a reunirse de nuevo con sus compañeros y dormir plácidamente, como hacía años que no dormía...