Ahrem sonrió ante los ojos iluminados de su compañero. No estaba seguro de si el ofrecimiento que le estaba dando encajaría con sus pretensiones, y al ver que si lo fue, comenzó a asentir muy contento por ello.
Tomo del antebrazo a este para así saludarlo y empezó a beber junto a él.
Finalmente, William aparecería.
jajaj si supuse que le gustaría. SERÍA UNA VERDADERA PENA QUE AHORA POLUX MURIERA.
jaja, no mentira... o si? :O
En lo que a mi respecta, creo que es demasiado tarde...
Este observó con atención el panorama, cuando se levantó, y logró divisar una carreta a los lejos.
¡Miren! ¡Es Edain! ¡Ha regresado!
Finalmente tu viaje te conduce a Romulus. Encuentras una posada, a lo lejos, y logras darte cuenta que está Ahrem, Polux y William allí, bebiendo cerveza.
Dejas tu carreta y te bajas para así ir a su encuentro.
Edain abre los ojos al ubicar al fin caras familiares, deja la armadura y demás en la carreta con confianza ahora que tiene ayuda y entra al lugar, las puertas se abren mostrando paso al hombre joven, y con una cara de decepción pero sin perder el alivio de conseguirlos dice -Espero no haber tardado tanto...-
No ha estado mal, llegaste solo unas cuantas horas después de nosotros. ¿Estás bien? ¿Todo salió sin problemas?
-Edain, es bueno verte. Espero que no hayas tenido problemas en el trayecto ¿Crees que debamos salir de inmediato o tal vez podamos pasar la noche?.- Lo pregunté mientras miraba por encima de él, buscando algo sospechoso por los alrededores, en caso de que lo hubieran seguido.
Arrimó un banco para sentarse en la mesa mientras decía -Creo que mejor partamos cuanto antes... Verán, es que me han robado... - Bajó la mirada negando con la cabeza, - Los seguí y pude burlarlos un poco, pero no disponía de tanto tiempo, así que me coloqué una de las armaduras para aparentar ser un escolta, agarré lo que pude salvar y me largué no sin antes avisarle a uno de los guardias el paradero de los ladrones. Y aquí estoy, sin la mitad de mi mercancía.- El joven miró a sus compañeros para ver cómo reaccionaban.
Pólux se sentía de mucho mejor humor tras descansar un poco en la posada y hablar con el joven Ahrem, por ello, en cuanto llegó el comerciante, lo saludó efusivamente a la vez que lo animaba a tomarse una copa. Sin embargo, en cuanto se enteró de sus desventuras le dijo bastante serio:
-¿Os robaron unos asaltantes? vaya putada, ¿tenías cosas de valor? ¿sabes a dónde se dirigieron? quizás nos pille de camino y podamos darles una buena lección... -concluyó esperando derramar un poco de sangre de alguien que se lo merecía, no había nada más estimulante para el guerrero que matar a un cabrón desgraciado.
- Si, ahora sí que la vida me la ha devuelto... Si quieren animarse a matarlos vamos, pero se encuentran en Elisea y sé dónde vive, aunque he alertado a los guardias haciéndome pasar por uno de ellos y puede que nos encontremos con más problemas. Sí he perdido cosas de valor, bastante, pero entiendo si quieren seguir, ya recuperaré eso con el tiempo.- Dijo aceptando una copa y tragándose el líquido pues ya le hacía falta y más después de lo que le había pasado, en parte para aliviar el coraje.
-Los ladrones deben pagar por lo que hicieron. Si así lo deseas, podemos aventurarnos y recuperar lo que perdiste.- Esto lo dije con cierta molestia, ya que parece que nunca podrían salir las cosas bien alguna vez.- Sin embargo, al ser Elisea... Si mal no recuerdo era la ciudad de Nikómedes, tal vez no sea tan fácil para nosotros salir de allí.
No creo que sea buena idea regresar a la ciudad. Podríamos tener muchos problemas. Tendremos que seguir adelante para evitar cualquier patrulla que, quizás, Nikomedes ya nos tiene rastreando.
Pólux estaba de acuerdo con Ahrem, ir ahora mismo a Elisea sería un suicidio; por ello posicionandose a su favor dijo:
- Estoy de acuerdo con el muchacho, mejor dejarlo ir porque sería más problemas y eso no nos interesa ahora mismo, ya recuperaremos lo perdido durante nuestro viaje si conseguimos tener éxito en el mismo. No obstante, voto por descansar esta noche aquí, no sabemos cuándo tendremos otra oportunidad de dormir sobre un lecho y en mi opinión no corremos tanto peligro dijo mirando a su compañero y esperando a ver que pensaba para ir a despertar al resto del grupo o no.
- Está decidido entonces- Dijo tomando un sorbo del vaso -Pero no olvidaré la cara de ese malnacido que me robó- Tomó otro sorbo un poco más extenso pues las últimas horas fueron un desastre para él, le hizo una seña al cantinero para que le traiga más bebida, ahogar las penas por sus pérdidas materiales lo consolaba.
Las horas fueron transcurriendo y el alcohol no paró de llegar a las manos de los presentes. Finalmente, la noche terminó venciendo a todos, y ya con la tranquilidad de la llegada de Edain, fueron a dormir sin más preámbulos. Al día siguiente, arrancarían de nuevo.