Partida Rol por web

Cuando vas a volver por la forja hacia donde los guardias muertos te encuentras con Sayuki que te lanza un pesado manojo de llaves que pueden coincidir con los grilletes.

Con la máxima celeridad posible hurgáis en las cerraduras hasta encontrar la que encaja y liberáis a dos docenas de bushis del clan Dragón cuyo aspecto es deplorable pero parecen aún conservar las fuerzas. Cuando estáis saliendo apresuradamente en la sala donde disteis buena cuenta de los guardias os encontráis con el miembro del clan Grulla, tendido en el suelo, con un wakizashi ensangrentado en la mano y un abundante charco de sangre manando de su cuerpo boca abajo. Parece haber cometido seppuku.**

-Keiji-san lamenta no poder darle ahora un entierro digno. Le subyugaban para que fabricase las katanas famosas de la familia Kakita. Utilizaban embrujos para mellar su voluntad, ya que de otra forma no podrían haberle chantajeado.

Pasa a su lado rezando un plegaria, y después sigue, como el resto, tras Sayuki, que marca el camino.

Ante la escena del espadero, Ukide no puede evitar pensar en que punto estaría el hombre, la tortura y el peso de la sociedad como para cometer seppuku a las puertas de su liberación.

Con gesto sombrío asiente ante las palabras de Keiji y sigue a Sayuki. - Continuemos, por favor.

Salís de allí con premura, dejando atrás las cuevas y os encontráis con los restos de una batalla fuera, al pie de las montañas. Parece que el daimyo lanzó un ataque desesperado contra los renegados, pero acabó con su vida y con la de los que le acompañaban. Según te cuenta Sayuki porque un espíritu maligno les había debilitado hasta dejarlos prácticamente sin poder. El joven Keiji-sama asume la muerte de su padre como puede, después de unos minutos de mutismo y seguís los pasos del ejército de los renegados que parece haberse dirigido hacia el sur tras acabar con los hombres del daimyo, dejando atrás a un par de hombres que se encarguen de dar sepultura a su líder durante tantos años. Unos enterradores.

Keiji-sama dice que seguramente se dirija el ejército hacia la torre de Aotoro donde, con toda probabilidad, su padre habría puesto algunas defensas.

Tras una larga caminata os encontráis con una cruenta batalla casi decidida en favor de vuestros enemigos. Yugure-san lucha contra Donjai en la falda de una colina, envueltos en el fuego infernal del shugenja. En el interior de la pequeña pero sólida torre el resto resiste el ataque de bandidos y lobos. Los dos hermanos del joven Keiji-sama, Toji-sama y Fuhiro-sama parecen no estar.

Keiji-sama os ordena ayudar en el interior de la torre mientras él ayuda a la samurai-ko Grulla contra el hombre que mató a su padre.