Los humanos, durante la guerra estaban desunidos, hasta que el Sacro Emperador Díaz decidió unirlos a todos bajo una sola bandera, descubriendo la fuerza que tenían si estaban unidos.
Una vez la guerra terminó, se casó y tuvo 3 hijos, los cuales ante una desavenencia, decidieron repartir el reino entre ellos, pero con un juramento sagrado de que nunca atentarían entre ellos y que en caso de guerra, los otros les ayudarían sin reservas.
El primogénito llamado Dart, era el más parecido a su padre.
A corta edad consiguió logros importantes y fue el que se quedó con el nucleo del imperio de su padre. Mantuvo el nombre de su territorio en honor a su padre y fue el más reacio a repartir el territorio. Justo pero implacable, no permitía que ningún crimen quedara sin castigo. La orden de los paladines de la Mano de Plata tiene su sede allí, los cuales son autenticos perros de presa contra el crimen.
La segunda hija de nombre Reena fue un prodigio con la magia, y ella entendía que el reino no debía ser tan rígido como lo era con su padre, que había que entender las circunstancias de las personas, pero no por ello debía quedar sin castigo.
En su territorio está el concilio mágico, un lugar donde los magos, brujos y hechiceros se reunen para realizar sus competiciones y sus extravagancias. Su territorio lo denominó El Concilio.
El tercer hijo, aunque era el más pequeño, tenía un don para pasar desapercibido. De nombre Díaz como su padre, fue experto en el uso del subterfugio para proteger a quienes amaba.
Su territorio era un lugar donde la gente que no quería ser encontrada se reunía. Él les dio un propósito y permitió la creación de una red de espionaje tan buena que rara era la información que no conocía. Su territorio lo llamó "Los Llanos Ardientes", ya que en ese lugar en la guerra casi todo quedó destruido y tuvieron que reconstruirlo todo.
Los elfos anteriormente estaban unidos bajo una sola bandera, pero la destrucción de la Fuente del Sol por parte del Señor Oscuro provocó que los elfos se dividieran en dos facciones, dependiendo de como se adaptaron a la pérdida de su inmortalidad y de gran parte de sus poderes mágicos, que podrían rivalizar casi con el de los antiguos dragones.
Kael'thas Caminante del Sol canalizó su poder en una sed mágica, creando algo así como una dependencia al maná que había en el mundo, haciendo de sustitución de la perdida Fuente del Sol. Por ello, los Altos Elfos pudieron mantener sus poderes mágicos (los pocos que les quedaban) y una tonalidad luminosa de piel, además de que sus ojos en general eran verdes, debido a la imbuición mágica.
Tyrande Susurravientos, ante la pérdida de la Fuente del Sol y la sed casi drogadicta de Kael'thas, decidió suplir esa necesidad de la magia, alterando sus propios cuerpos para que sean las fuerzas de la naturaleza las que sustituyan esa necesidad.
A raiz de ello, su piel se oscureció, adquiriendo tonalidades violaceas, azules y grisáceas, además de que en función de que poder de la naturaleza representaran, se tatuaban el cuerpo con símbolos de dicho elemento. Sus ojos suelen ser azules y se sienten más cómodos a la luz de la noche, aunque de día suelen ir con túnicas que los ocultan en su mayoría.
Ambas facciones son neutrales entre ellas, cordiales pero tampoco confían mucho, ya que para los Altos Elfos los Elfos Oscuros renunciaron a su legado, por lo tanto los ven con desconfianza; mientras que los Elfos Oscuros ven a los Altos Elfos como unos personajes que querían mantener las antiguas tradiciones, con lo que con ello conllevaba: desigualdades, aristocracia, etc.
Los enanos, gracias a su primer rey Vroengard, apenas tuvieron cambios desde la Gran Guerra. Las casas de los enanos tenían un representante, y éstos formaban un Consejo Enano, presidido por el rey. Gracias a esto, pudieron mantener sus normas, leyes y tradiciones casi intactas. Expertos forjadores y espeleologos, viven por regla general en las montañas, construyendo grutas y ciudades subterraneas.
Los enanos son desconfiados con las demás razas, pero no en el mal sentido. Piensan como mercaderes y comerciantes, con lo cual todo el mundo es sospechoso de intentar engañarlos o estafarlos.
Los hombres-bestia se les denominaron así porque en su mayoría tienen rasgos animales. Incluso se incluyeron a los demi-humanos, mitad humanos mitad monstruo. Todo esto lo consiguió hace tiempo el Señor Mastrus, conocido por transformarse en un enorme Mamut Lanudo.
Era tan fuerte que consiguió unificar a todos los hombres-bestia, aunque cada raza tenía un representante para formar el Concilio de Bestias, ya que todos tenían el objetivo común de no volver a ser esclavizados por nadie (anteriormente los demonios los tenían como esclavos). Actualmente hay tres representantes de los Hombres-Bestia.
La gran amazona, una mujer que si la enfadabas, sabías lo que era enfrentarse a una Titanoboa.
Líder de todos los Hombres-Bestia femininos, los cuales solo tienen miembros femeninos, como las arpías y las lamias. Dura como nadie, no permite que se les infravalore por ser mujeres. Se encarga de la gestión económica del reino, debido a su naturaleza casera y hogareña.
Tauros, el líder de los centauros, es el único que generalmente no suele permanecer mucho en el mismo sitio, debido a que mantienen su naturaleza nómada, pero siempre informa de su posición al Concilio.
Suelen llevar oficios de transporte, ya que adoran moverse y rara vez se quedan en un sitio demasiado tiempo. De caracter duro, es el que lleva todo el asunto de la guerra, de hecho normalmente los generales militares suelen ser centauros.
La lider de los Hombres-Bestia bestificadas, que aunque tienen forma humanoide, son más animales que humanos, se ganó el título a pulso. Incluso los hombres-bestias con rasgos animales la obedecen.
De una belleza y rapidez impresionantes, Ima lidera a sus compañeros con sabiduría y cariño, pero no nadie quiere estar en su lado malo. Ella suele llevar la actividad comercial y la seguridad interior, ya que los suyos son los más numerosos.
Los licántropos, llamados así para diferenciarse de los Hombres Lobo corrientes, son humanos los cuales dominaron la maldición de la licantropia, permitiendoles mantener el control al transformarse a voluntad y no perder la razón. Perdieron su debilidad a la plata, pero también la resistencia al daño de sus congéneres salvajes y su inmortalidad.
William Corvinus fue el primero en conseguirlo, y fue enseñando a los suyos a dominar su lobo interior. No tienen reino propio, aunque son muchas las formas de estos, dependiendo de como enfoquen sus vidas. El líder siempre es aquel lobo de pelaje blanco que demuestre ser el mejor. La probabilidad de que uno nazca con esa tonalidad es de 1 entre mil, con lo cual son entrenados para ser líderes justos pero grandes guerreros (no quieren un líder incapaz de pelear junto a su pueblo).
Los semi-demonios son humanos nacidos de la union de un demonio y un humano, generalmente mujeres violadas por los demonios en la Gran Guerra, ya que éstas eran tomadas como esclavas. A veces tambien tomaban elfas, pero era más difícil capturarlas con vida o que sobrevivieran a un parto.
La líder de los semi-humanos actual, de nombre Albedo, es una líder justa pero implacable. Mantiene a todos a raya, ya que la naturaleza demoníaca a veces trata de tomar control sobre ellos.
El otro gran lider, que tiene el mismo rango que Albedo, es Illidan, el cual comanda a los semi-demonios nacidos de elfos y demonios.
De aspecto más demoníaco que los semi-demonios a las órdenes de Albedo, ellos son los que integran el grueso del ejército. Tienen un odio acérrimo contra los demonios y sus aliados, y no dudaran en exterminar a cualquiera que trabaje para ellos.
Independientemente de cual sea su líder, todos ellos viven en la Montaña Sinuosa, la zona más cercana a donde cayó el Señor Oscuro, ya que para ellos es un deber ineludible ser la primera línea de defensa contra esos seres que tanto dolor les trajo en el pasado; pero no dudan en solicitar ayuda al resto de razas si hay una invasión más grande de lo que puedan controlar.
Los dragonianos son los descendientes humanizados de los antiguos dragones. En la Gran Guerra, tanto Bahamut como Tiamat murieron a manos del Señor Oscuro, siendo sus hijos los encargados de liderar la Gran Coalición: Spyro y Cynder.
Cuando la Gran Guerra terminó, todos los dragones sacrificaron su forma dragón para adquirir una forma humana: los hombres adquirieron una forma más dragónida que humana, mientras que las mujeres adquirieron una forma más humana que dragónida. Aun así mantuvieron en mayor o medida escamas en partes de su cuerpo, la cola con púa ósea y las alas de sus antepasados. Aunque estas alas solo son decorativas, a veces pueden usarlas para planear, y el poder que anteriormente tenían, está muy diluido con el paso de los siglos.