Ala Negra miró aquel códice, la virgen y el extraño legado de Castronegro, aquel pueblo español que había llegado a aquel agujero del desierto en el oeste de otro continente.
Tal vez les habían dado suerte. Tal vez pudieran evocar su misma gesta
No había habido hoy que enterrar a ningún inocente.
Habría que rezar para que un nuevo día llegara pronto.
Y ESE DÍA LLEGARÁ EL DOMINGO A LAS 20 DE LA TARDE
(Sé que es un poco más tarde de lo habitual, pero al ser puente me será difícil hacerlo antes)