Partida Rol por web

Todas las cosas que dijo Maderaoscura eran interesantes, pero como buen guerrero reparé en una sola.

En cualquier momento se nos echarán encima.

-Hay que ponerse en formación y plantarles una emboscada, libera al dragón o duermelo o dile que huya mientras no esta bajo el control del cetro-

- Tengo la localización de los dragones capturados por los orcos - Dije algo agotado, no habia imaginado que aquello me pudiera agotar de esa manera, pero bueno era el precio a pagar por una información que era realmente crucial para nosotros, tenia la localización exacta de donde se encontraba el enemigo.

Por desgracia para nosotros mi elemental no vino solo y una extraña maquina parecia perseguirle, ademas estaba dentro de mi cuerpo y no tenia muy claro que significaba aquello, asi que ahora teniamos que prepararnos y escondernos para poder emboscar cuanto antes.

Después de adelantarme y no ver nada más que árboles iba a regresar, entonces lo ví, aquella silueta negra se dirigía hacia nosotros, corrí hacia mis compañeros para mostrarselo

- No podemos irnos y dejar que esa cosa nos siga, no sabemos que nos depara más adelante y no quiero verme rodeada de enemigos, opino igual que Fafnir, hay que esconderse y emboscarle sin que se lo espere, después podremos ir hacia donde están los dragones cautivos. ¡Escondéos en los árboles!- dije sacando mi arco y escondiendome tras un árbol, esperando que aquella criatura estuviera lo suficientemente cerca como para poder atacarle

  Parece ser que la cosa no se tranquiliza en ningún momento, ahora se les acercaba otro enemigo que no tenían ni idea de que podía ser. Brégor se escondió tras un árbol grueso.

  -El dragón sigue bajo efecto del cetro, no puedo liberarlo ahora mismo, puede que nos ataque. Lo mejor será alejarnos de esta zona, dar un pequeño rodeo e ir  a donde Viento dice.- Volvió a echar de nuevo una mirada en la lejanía.-Ya os dije que no tenemos mucho tiempo y no tenemos ni idea de a que enemigo nos enfrentamos ahora.

Me encogí de hombros antes sendos comentarios. No teníamos muchas opciones y perder el tiempo discutiendo me parecía la peor de ellas.

Descolgué el arco del hombro por si decidían embocar y a su vez me encaminé hacia dónde indicaba Viento.

                Se prepararon para el vehículo que comenzaba a aproximarse desde la distancia. Se planteó el tema de qué hacer con el dragón. Liberarlo era una opción pero no tan buena cuando Madera Oscura aseguró que la bestia permanecía bajo el control del Cetro. Si lo soltaban podría atacarlos, nada decía que no lo hiciera. Por otro lado Viento les había dicho que poseía la información del sitio en donde los dragones se encontraban. Mía se ocultó con rapidez, dispuesta a presentar algo de pelea, apuntó con su arco y lanzó una flecha. Khivit mientras decidía que no era el momento de discutir y prefería seguir a Viento en búsqueda de ese lugar.

                La saeta de la chica cruzó el aire y, a la distancia, golpéo la superficie dura de esa máquina bestial. Nada pasó, la misma siguió avanzando. En menos de veinte minutos estaría encima de ellos.

                Entonces el dragón comenzó a moverse, rugiendo, queriendo zafar de sus ligaduras. Sus ojos se abrieron y miraron a los extraños con una especie de odio colosal. Era producto del control de ese artefacto, pero no era por eso menos veraz. Si el enorme ser se soltaba la sangre llenaría la vegetación, la de ellos.

                -ROaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaRRRRRRRRRRRR –rugió Tempestad. El sonido fue intempestuoso y de a poco una niebla se comenzó a formar alrededor de todos, cubriéndolos del dragón y de la máquina.

                -Vamos, no durará mucho –dijo el tigre, había usado uno de los poderes de su elemental, algo que les permitiría escapar sin ser vistos.

No me gustaba la idea de huir, yo nunca huía, pero el tigre había hecho su maniobra, el grupo se estaba disolviendo y había un dragón, una maquina grande y seguro varios orcos, por ahora podrían seguir viviendo.

Seguí a Viento y a Khivit en su retirada.

Ahora mismo era lo mejor que podiamos hacer, desconociamos que era esa maquina y mis poderes estaban limitados, podia acabar facilmente con la vida de cualquier ser vivo, pero esa cosa era una maquina y por lo tanto inmune a mi fuerza, lo unico que podiamos hacer era retirarnos y escondernos, tratar de observar de cerca a aquella cosa y atacar si veiamos que era vulnerable.

Seguí la trayectoria de mi flecha, preparandome a lanzar otra nada más la primera salió, pero entonces me quedé sin habla, la flecha había impactado pero era como impactar en el hierro, no hacía nada, quizas las espadas tampoco harían nada, guardé mi flecha y mi arco. Entonces todo se volvio nebuloso, Tempestad nos estaba dando tiempo para huir, sin decir nada empece a correr detrás de Tempestad, el dragón podría soltarse en cualquier momento y teníamos que estar lo más alejados de el.

- Guianos a donde estan los dragones- le dije a Viento sin dejar de correr

La opción ofrecida por el tigre era la mejor y gracias a sus poderes podrían escapar sin problemas. Bregor abandonó su escondite y corrió tras Viento y los demás. Su nuevo destino era la Puerta de Piedra, el guerrero esperaba al menos poder llegar antes de que dominaran al dragón y tal vez hacer que se aliará con ellos.

                La máquina ya no se ve debido a la niebla. Es la oportunidad que tienen los guerreros de salir antes que el Dragón, que sigue siendo controlado por ese maldito Cetro, rompa sus ligaduras. Justo cuando Viento comienza a guiarlos se oye un rugido y un tronar de ramas. Madera Oscura comprende, como el resto, que el ser se ha soltado. Deben darse prisa o permanecer ocultos. El tigre se tensa, incluso ante la neblina las posibilidades son desfavorables.

                -Los dragones tienen muy buen olfato –dice en un gruñido –tened cuidado.

                Iato comienza a caminar agachado y luego recuerda algo. Él posee el poder de la Invisibilidad, por eso no había sido divisado por Tara (cuando aun no era Mía) la primera vez que lo encontró.

                -Iré a distraer al dragón. Me haré invisible y apareceré lejos. Aprovechad eso y huid, yo me encontraré con el conejo Plim Plam de todos modos. Nos vemos aquí pasado mañana, si no os veo en dos días sabré que algo ha salido mal.

                -Id, pronto.

                El elfo desaparece de la vista de todos. Se oye el batir de alas del Dragón ahora alejándose. Es la oportunidad que estaban esperando.

Seguí caminando junto a Viento, avanzando en nuestra misión hacia las catacumbas. Se me ocurrían muy buenas canciones, pero sacar el laúd en medio de la niebla quizás rompía el encanto y la tensión que se respiraba, hasta el tigre parecía estar inquieto. No me extraña... el orco debe haberle sentado mal. Pensé.

- Gracias Iato, por ganar tiempo. Volveremos, no te preocupes ¿Qué puede salir mal? Dije ésto último con un evidente tono irónico.

- Se que esto va sonar mal pero tendriamos que ir empezando a plantearnos matar a los dragones que no podamos liberar, yo puedo localizar a los dragones pero no al cetro que los controla lo cual podria ser un gran problema al final -

Sabia perfectamente que no era el momento mas idoneo para ponerme a discutir sobre cosas como esa, teniamos una maquina peligrosa detras y un dragon que aun no estaba del todo seguro que estuviera bajo control, estaba claro que solo era momento de correr, pero necesitaba que al menos el resto supieran que la proxima vez que nos encontrasemos un dragon seguramente abria que matarlo y ahora nos lanzabamos de cabeza hacia otro.

Escuché como Iato decía de separarnos, su invisibilidad podía ser muy util y eso nos daría algo de tiempo, pero no me gustaba la idea de que se enfrentara solo al peligro, aparte de que él conocia bien los bosques y no sería de gran ayuda para no perdernos

- Ten cuidado- fue lo único que le dije, cuando se marcho y el aleteo del dragón se alejó, segui a mis compañeros, por lo menos ahora no teníamos ninguna amenaza cercana

Medite las palabras de Viento

- Quizas tengas razón, pero no hay que olvidar que están bajo la influencia del cetro, ellos no tienen la culpa, deberiamos intentar conseguir ese cetro, quizas destruyendolo se invierta su efecto y los dragones vuelvan a ser ellos mismos, de todas formas, si llega el momento en que nuestras vidas corren peligro, debemos hacer lo que sea por mantenernos con vida, aunque no creo que estemos preparados para enfrentarnos a un dragón

-Pienso lo mismo que Viento- dije a los demás- además me gustaría ver que tanto podemos hacer contra un dragón, hay que tener en cuenta algo muy importante y es el hecho de que por más que nosotros seamos héroes y tengamos la rosa en la espalda y todo eso no vamos a poder salvar a todo el mundo- los miré de reojo sobretodo a Viento y a Mia- ya pasó cuándo nos conocimos no? En el pueblo, no creo que vaya a ser la única vez, tenemos que mentalizarnos que la victoria conllevará sacrificios-