Partida Rol por web

Aeneas se detiene mientras respira agitadamente. Observa el esfuerzo de Malco y Anthea por hacer entrar al asno en el agujero que se ha abierto en la tierra. Su cuerpo aún tiembla, pero los gritos de los demás lo sacaron de su ensimismamiento.

-D-después del asno sigo yo, los que quieran s-seguirme pueden hacerlo. 

Setencia Aeneas mirando al grupo y asiendo firmemente la lanza en su mano. 

Probablemente los demás pensarán que habrá vuelto loco, pero tiene razones mucho más apremiantes para internarse en el inframundo, mucho más importantes que Ahirom o incluso que la reyerta entre jueces del infierno...

Aeneas al parecer vuelve en si pero sigue con la idea de ir al inframundo. -La verdad no me interesa ir a matar a Minos, muy poca información y además tenemos un contrato que cumplir, los que quieran bajar, bien puedan, yo voy en busca del "Ermitaño", hemos perdido demasiado tiempo en esto así que...

Volteo a mirar a Axys para hacerle señas de que iniciemos nuestro camino, le pregunto a Anthea por lo que decidirá hacer y por último me acerco a Cassandra. -¿Todo bien? tengo que ser sincero contigo... tocas atrosmente la flauta, hiciste un hueco en suelo, voy en busca de tu querido... acompañante nocturno, ¿te animas a acompañarnos?

Corto un poco de cerdo para comer y emprendo mi camino hacia la última dirección en la que se vio al sátiro.

-¡Malco tiene razón... lo mejor será lanzar el asno al agujero y si Aeneas y ese loco hoplita quieren descender a saludar a Hades que lo hagan, yo me quedo acá arriba!...-

Axys llega al borde del agujero y comienza a desenredarse la rienda, Príapo al tocar el primer escalón y sentir el frío de la muerte a través de la húmeda piedra se encabrita y enloquece de miedo tirando coces y rebuznos mientras la venda de los ojos se resbala cayendo en medio de la oscuridad de la improvisada caverna.

Axy es jaloneado violentamente y el asno trastabilla las pezuñas delanteras resbalando por los mil escalones llevandose al pobre ladronzuelo al inframundo.

Alkaeius apenas alcanza a esquivar el cuerpo del infortunado Príapo y trata de sujetar al propío Axys quienes ruedan cuesta abajo por los mil escalones que desciende hacia los dominios del señor de las sombras.

EL hoplita desciende los más rápido para revisar al ladronzuelo quién yace en el fondo junto al asno inmóviles.

Aeneas observa cómo tanto el asno, el ladronzuelo, y el hoplita desaparecen bajo la tierra. Se acerca caminando al oscuro agujero y lo observa. 

Los poderes del inframundo han calado ya en sus huesos y no se siente nada bien, pero no puede retroceder ahora. El oscuro y pequeño lugar no hará maravillas con su claustrofobia, pero el pelirrojo hace acoplo de coraje y comienza a descender la escalera. Sus nudillos están blancos por la fuerza con la que sostiene la lanza y su rostro se crispa en una mueca de tensión, pero en unos momentos desaparece en el agujero bajo tierra.

La escena no fu para nada agradable... ¡AXYS! maldición, maldición... Radamantis, espero que seas honesto... VOY AL INFRAMUNDO CON USTEDES, Y CREO QUE TENDREMOS QUE ACEPTAR LA OFERTA DE RADAMANTIS. Digo muy enojado dirigiéndome a las escaleras, muy decidido a bajarlas pero poco convencido de que las cosas vayan a salir muy bien.

No me esperaba que esto pasara, mas le vale estar vivo.

-¡AXYS!!!...- Grito al ver la escena justo después de haber soltado las riendas del asno, observo cómo el animal se asusta la tocar tierra muerta y jala a Axys hacia el inframundo, corro junto con Alkaeius y alcanzo a ver cómo el pobre ladrón rueda junto con el asno cuesta abajo por los mil escalones y queda en la profundidad del oscuro dominio del señor de los muertos.

-¡Madre Artemis, protege a Axys!...- pienso pues una caída de esa magnitud... -¡Dioses... aunque lo acabo de conocer me caia bien a pesar de que suelo despreciar la cobardía...-

Alcanzo al hoplita y seguimos descendiendo, no imaginé que iba a descender al inframundo al aceptar este encargo, ¿que pasará con Ybikos? alcanzaremos a salir a tiempo... si es que  volvemos a ver la luz del día...

Contemplé la escena boquiabierta, Axys, nuevamente, quien era el cerebro de mono que habia decidido que este chico tomará iniciativa, cuando apenas y podía mantener los pies en la tierra, en verdad era un ladrón?, me parecía bastante torpe, iba a seguir a Malco cuando de subito, decidió regresar para seguir a su amigo.

Anthea lo siguió, negué con la cabeza unos momentos, sin hacer nada, decidí quedarme de pie ahi sopesando las acciones, ya todos habian descendido...de subito unas garras se posaron en mi hombro suavemente, y un picotazo cariñoso me hizo volver de la realidad, Zéfiro habia vuelto, despues de tanto de no verlo, le di un beso en su cabeza, y le acaricie las suaves plumas de su pecho cariñosamente, lo veia un poco mas gordito, me parece que se habia estado alimentando bien mientras estabamos en el pantano.

No iré, me quedaré arriba, nuestra misión es ayudar a Ibykos, y como lo habia mencionado antes, no pienso condenarme para toda la eternidad, desafiando ahora los designios del reino de los muertos, nadie con un gramo de inteligencia lo haría.

Me senté sobre el tronco caído de un arbol, mientras observaba el hueco por el que habian bajado mis demás compañeros, mientras pensaba seriamente hacia donde dirigirme ahora...una cosa era cierta, no pensaba descender al inframundo por nada...mi claustrofobia era mas grande que el deseo de ayudar al comerciante y asegurarme si Axys no se habia roto el cuello con aquella caída.

Contemplé la escena boquiabierta, Axys, nuevamente, quien era el cerebro de mono que habia decidido que este chico tomará iniciativa, cuando apenas y podía mantener los pies en la tierra, en verdad era un ladrón?, me parecía bastante torpe, iba a seguir a Malco cuando de subito, decidió regresar para seguir a su amigo.

Anthea lo siguió, negué con la cabeza unos momentos, sin hacer nada, decidí quedarme de pie ahi sopesando las acciones, ya todos habian descendido...de subito unas garras se posaron en mi hombro suavemente, y un picotazo cariñoso me hizo volver de la realidad, Zéfiro habia vuelto, despues de tanto de no verlo, le di un beso en su cabeza, y le acaricie las suaves plumas de su pecho cariñosamente, lo veia un poco mas gordito, me parece que se habia estado alimentando bien mientras estabamos en el pantano.

No iré, me quedaré arriba, nuestra misión es ayudar a Ibykos, y como lo habia mencionado antes, no pienso condenarme para toda la eternidad, desafiando ahora los designios del reino de los muertos, nadie con un gramo de inteligencia lo haría.

Me senté sobre el tronco caído de un arbol, mientras observaba el hueco por el que habian bajado mis demás compañeros, mientras pensaba seriamente hacia donde dirigirme ahora...una cosa era cierta, no pensaba descender al inframundo por nada...mi claustrofobia era mas grande que el deseo de ayudar al comerciante y asegurarme si Axys no se habia roto el cuello con aquella caída.

La luz del amanecer alcanza a las plumas del halcón que brillan mientras se regocija con las cariñosas caricias de Cassandra en su suave y delicado plumaje del pecho.

-Cass... seguimos con tus problemas de claustrofobia eeh...- las palabras del halcón las descifra claramente Cassandra en su mente.

-A ti también te veo más... alegre... al parecer pasaste una buena noche...- El halcón albino extiende majestuoso sus alas pardas, casi plateadas, mientras con cuidado de no tocar el rostro de la bella mujer, hurga con el pico debajo de su ala.

-Cassandra, Hécate me ha encomendado cuidarte y es por eso que estoy a tu lado... bueno casi siempre a tu lado... no es coincidencia el que se te hayan otorgado esas afiladas garras en vez de manos delicadas y suaves, a veces no es fácil ver entre la niebla de la locura... el joven pelirrojo... fué obligado por el juez Radamantis a bajar al inframundo... está siendo usado cómo instrumento de venganza y ha  arrastrado a todos los demás... tu eras la única con el poder suficiente para poder deambular por entre los muertos... pero no haz sido capaz de traspasar la frontera de lo perdición... mi deber es ser tu ancla entre la realidad y la locura...-

Cassandra percibe que a medida que el halcón entra en su pesamiento las palabras de Zéfiro se vuelven más profundas, hasta que distingue algo de divino en ellas.

-Hécate habla a través de mi, Radamantis a tejido todo un plan para eliminar a su hermano Minos a costa de todo y de todos, usando a cualquier pobre diablo que se cruce en su camino, en este caso al comerciante Ahirom y al Ente que ahora vagan juntos tratando de encontrar al grupo de mercenarios que han descendido... Radamantis a eliminado al Dáctilo que estaban buscando, antes de absorber su alma le ha arrebatado el secreto de la redención de Ibykos... y no lo revelará a menos de que el pelirrojo cumpla su promesa...-

Zéfiro agita sus alas y alza el vuelo hasta la copa más alta de un retorcido árbol para tomar mejor los primeros rayos del sol.

-Cassandra... toma tu decisión... espera ó intercede... sólo te diré que el dios Hades está al tanto de todo esto... y se divertirá con lo que pase... dejará avanzar a Radamantis hasta donde lleguen los mercenarios... Radamantis siempre cumple su palabra y si lo logran obtendrán el secreto del dáctilo para la salvación de Ibykos...-

El halcón extiende sus alas para que los primeros rayos solares atraviesen su cuerpo ligero.

-Si decides intervenir... no debes decir ni una palabra de esto ó estropearas la diversión del señor de la tinieblas y su reacción será impredecible... esto puede ser una ventaja para tí... saber cosas que los demás ignoran...-

De pronto el agujero en medio del suave césped húmedo por el rocío matutino comienza a temblar anunciando que se cerrará en cualquier momento.

A veces no se si estoy perdiendo por completo la escasa cordura que me queda, o si definitivamente Zéfiro es algo mas que un halcón, lo vi boquiabierta tras escuchar su historia...si estaba hablando por Hékate...entonces tendría que comenzar a moverme, suspiré sintiendo mis ovarios subir hasta mi garganta...tenia que controlar mi claustrofobia.

Grandes espacios abiertos...grandes espacios abiertos.

Me puse en pie...y caminé con paso rapido, pues la entrada comenzaria a cerrarse, puse un pie en las escalersa... observé por ultima vez el mundo de la superficie...y me aventuré  para ver si alcanzaba a mis compañeros en el Hades.