Leon McGregor pasó su infancia en la granja de sus padres, emigrantes escoceses a Estados Unidos, que con algunos ahorros del padre pudieron establecerse en una granja en Boston, cerca de Arkham.
El lugar de aquella granja tenía mala fama entre los campesinos de la región, y de hecho el anterior propietario les dejó el terreno, con una granja en buen estado y todo, con un precio bastante reducido. El padre prefirió achacar aquello a meras supersticiones y pensar que habían tenido suerte que meditar seriamente sobre aquello.
El joven siempre había sido un chico enfermizo y débil, y tenía que pasar largas temporadas en casa de sus abuelos en Arkham, alejado de la granja, cuando sufría alguna dolencia que necesitara de atención médica continua, ya que en aquel lugar apartado no había ningún médico que pudiera brindarle buenos cuidados.
Durante una temporada en que la ausencia del chico, con 14 años, fue especialmente larga (unos dos años, recordaría más tarde Leon), el chico empezó a recibir cartas extrañas de su madre. No era raro que le escribiera en sus ausencias, pero los mensajes eran preocupantes. Decía que su padre había descubierto, cavando un nuevo pozo, lo que parecía un sótano o carbonera algo apartado de la casa y totalmente cubierto por tierra. Su padre no entendía como una habitación así estaba desaprovechada, y empezó a usarla como taller. Sin embargo, a su madre no le gustaba aquella habitación, había algunos grabados en las paredes que le daban bastante miedo.
Las cartas fueron haciéndose cada vez más frecuentes, en ellas la madre le relataba pesadillas que tenía relacionadas con aquello, y decía que probablemente su padre también las sufría, aunque no le comentaba nada a la esposa. Las últimas cartas relataban como el padre a veces parecía ido, o actuaba de forma extraña. Finalmente, un día las cartas cesaron.
Los abuelos de Leon trataron de tranquilizarle, diciendo que estarían muy atareados, o que todo aquello habría sido una tontería. Pero tras dos días sin tener noticias cuando desde hace unos meses le llegaban cartas todos los días, Leon, con 15 años, decidió ir a la granja a ver qué había ocurrido. Cuando por fin llegó, nadie contestaba… el chico exploró la casa, y lo que vio lo marcó para siempre. Su madre estaba muerta en la cocina, su cadáver había recibido varias puñaladas, y había extraños símbolos grabados con su sangre en las paredes.
El joven corrió horrorizado, y al llegar a la casa de un granjero vecino con teléfono, a un par de kilómetros de distancia, llamó a la policía. Volvió con ellos, y procedieron a investigar el crimen. Su padre apareció poco después, en aquella extraña habitación, colgado. También había símbolos con sangre grabados en las paredes.
La investigación, salvo por un par de rarezas, llegó a una conclusión clara: el padre se había vuelto loco, había matado a su mujer, grabado aquello y después se había suicidado. Sin embargo, Leon no paraba de darle vueltas a aquello, y unos años más tarde consiguió ver el expediente del caso, y las dos cosas inexplicables de aquello. La primera era que el forense dictaminó que su padre murió antes que su madre, a pesar de que el cuchillo usado en el asesinato tenía sus huellas dactilares, y él tenía restos de sangre de la madre en su camisa. La segunda era que no había restos de sangre que indicaran que había llevado el cadáver de la madre a ésa habitación para grabar símbolos en ella también, y más aún, que los símbolos de la habitación del suicidio estaban grabados con una sangre que no era la de la víctima.
Leon quedó trastocado por ésas revelaciones, y decidido a averiguar la verdad, consiguió una beca para estudios paranormales en la Miskatónica, ya que estaba convencido de que aquello tenía una explicación que se escapaba a lo que la policía podía resolver.
ahi tienes la historia, mas elaborada, el equipo dejame echar un ojo y mañana lo posteo sin falta
perdon por lo de la historia en plan cutre pero esque no se me da bien improvisar historias en frio, soy mas de tenerlas preparadas o de hacerlas sobre la marcha XD
Eso está mucho mejor :P
Si te parece, para encajarte en la historia y a falta de una ampliación posterior que te haré en la propia escena, tras estudiar algo de psicología en la Universidad te especializaste en sucesos paranormales, cruzando la línea que separa la psicología de la ciencia que va más allá, abriste entonces un consultorio de estudios paranormales en Arkham, el cual publicitas a través de folletos a menudo ya que el negocio no va para nada bien.
yo no lo hubiese hecho mejor ^^
Súbete la pistola al equipo, consideramos que tenga un calibre 22 y dos cargadores de x15 balas sueltas (lleva un tambor de 6 balas)