-Volvamos al pueblo. Yo personalmente no me siento en condiciones de continuar.
Digo macilento, pareciendo más cadáver que un ser humano.
- Al pueblo.
Alcanzo a decir mientras castañeteo los dientes.
- Estoy de acuerdo con ustedes, es mejor que marchemos a descansar un poco, y que leamos con calma el contenido de ese cuaderno antes de adentrarnos en terreno desconocido. - aún salía algo de vaho de mi boca...
Temblé de frío y procuré abrigarme en mis ropas todo lo posible.
- Vayamos. - indiqué, y esperé a que Marlow o algún otro iniciara la marcha.
El grupo se pone en marcha, con los miembros casi en estado de congelación y tiritando como posesos camináis siguiendo el mapa de vuelta a Dogfork. Durante la primera hora del viaje, poco a poco váis entrando en calor y os váis sintiendo cada vez mejor. Pero entonces, un poquito antes de las 14:00PM comienza a anochecer y la temperatura desciende bruscamente.
El viaje entonces, se convierte en una verdadera odisea, el frío es cada vez más intenso... no tanto como en el interior de la cabaña pero aún así cuando uno ya lleva el frío dentro y continúa haciendo frío... tenéis que ir apoyándoos los unos en los otros continuamente. Prácticamente todos tropezáis en un momento u otro con algún tronco o alguna raíz.
El camino parece no acabar nunca, estáis extenuados y vaciáis el contenido de todas las botellas de licor que llevábais en un vano intento por calentaros, aunque sin éxito. Lleváis el frío demasiado dentro.
Casi arrastrándoos, véis a no mucha distancia el depósito de agua y las cuatro casas que forman Dogfork.
Cambiamos de escena.