Reglas de la escena:
- En esta escena, el "protector" puede esconder a uno de los personajes, o a sí mismo, para protegerlo del linchamiento.
- Sólo puede proteger a un personaje o a sí mismo por hora, y nunca dos veces seguidas al mismo.
- Ese personaje no podrá votar ese turno.
- Mientras estén en la sala, pueden hablar en privado durante la hora siguiente.
Llevado a escondidas por la Marquesa E. Auditore, el Marqués Casati entra en una habitación de color blanco en la que parece estar protegido, y donde además, ambos pueden hablar en privado.
La Marquesa me lleva a una sala blanca, de pureza. Al verla no puedo evitar dedicarle una sonrisa bajo la máscara.
Confiaba en vuestra inocencia. Ahora sé vuestra inocencia. Gracias por confiar en mí, Marquesa.
Inclino la cabeza con cortesía. Meto la mano entre mis ropajes para sacar un vial de tonos rojizos.
Mora. Con esto puedo prevenir a alguien de la infección, más debo tratarlo antes de resulte infectado. No es la mejor cura, pero es mejor que nada. Vos me protegéis, y yo os cedo mi protección. Puedo aplicarla en vos, o en las dos siguientes personas que más confío en al fiesta: Andras y la Condesa. ¿Quién preferís?
- Me alegro de que me siguieráis a pesar de las circunstancias. Aquí estaréis a salvo hoy. No puedo quedarme mucho tiempo más, pues no quiero que sospechen demasiado. - Dije al Marqués al llevarle a aquella sala.
- No creo que un culpable se muestre tan abierto a mostrar sus cartas a los demás.- Le indiqué refiriéndome a las esencias que tanto mostraba.
- La Condesa es la otra persona en que más confio de los que están en la sala ahora mismo. No creo que deba ser otra quien deba beneficiarse de esa esencia, Marqués. Después de aquel brote de sangre que tuve... no estoy muy segura de no estar infectada ya. Supongo que será cuestión de tiempo averiguarlo. - Miré al suelo, pensativa. - Debéis usarlo con ella, antes de que la ocurra lo mismo, Marqués.
- Yo traeré a Andras en la próxima hora a la sala, para que pueda estar a salvo y relajarse un poco y pensar, sobre todo pensar... - Le dije con sinceridad al Marqués, tratando así de calmarle.
El marqués Casati? Si le tenía aquí metido.
El Marqués Casati ya no puede participar en la escena.
Ya. Ya. Pero a ver que me aclare. Si le metí aquí para protegerle en esta votación que se ha efectuado, porque se lo llevan los guardias?
Se supone que está aquí, no?
No, lo protegiste en la anterior hora, que fue cuando entró, y habéis podido hablar hasta que tal y como dice el rol ha tenido que salir a dar su voto.
Si lees la anterior actualización, los Guardias no ven a nadie enfermo. Eso es porque habían intentado enfermar al Marqués pero no pudieron.
Ok. Ok. Entonces yo entendí mal el uso de la habitación en si.
Ya aprovecho y meto a Andras
Andras está en la habitación Negra.
Llevado a escondidas por la Marquesa E. Auditore, Reulen entra en una habitación de color blanco en la que parece estar protegido, y donde además, ambos pueden hablar en privado.
¡Señora Marquesa! Como agradezco su protección, pero al mismo tiempo lo lamemto, ¡pues desde aquí no podré votar contra Viatore y protegerla!... ¡Ay! ¡Si tan solo hubiese guardado mi capacidad!, mas la gasté la primera noche, previendo que iban a infectarme y pensando que se quedaría sin uso.
Sonreí a Reulen. - No os preocupéis por ello. Me temo que yo ya debo estar condenada. Cesar Vinsmoke ha sido sacaco por claro contagio y él fue el primer infectado, detrás suyo fue su amiga Margarita y no mucho después... fui yo. - Dije con pesar. - Por lo tanto estimo que me quedan dos o tres horas de salud. Pero vos... debéis persuadir al Príncipe para que abandone ese salón. Temo que tratarán de llegar a él.
Según afirma Lombardi, su voto será para Viatore. Ya le he dejado claro su inocencia, señora Marquesa. No seamos aún catastrofistas, aún podemos sobrevivir todos a esto.