El tiempo que pasa

El sonido de las últimas ocho campanadas se diluye en el ambiente de palacio. La luz del día ya entra completamente por las ventanas iluminando todos los rincones, de forma que ya ni siquiera la Muerte Roja tiene dónde esconderse.

De la última sombra que queda tras el trono se alza una figura vestida con una larga capa roja que esconde todos sus rasgos bajo la capucha.

- Habéis vencido. - Una voz, que se parece más de lo que cualquiera podría imaginar a las campanadas de aquel enorme reloj se escucha a través de todas las habitaciones de palacio. -  Por ahora. La Muerte no ha podido alcanzaros a todos, de momento, pero lo hará...

Todos los asistentes a la fiesta vuelven a la habitación Naranja, que brilla con tonos dorados ahora que todas las sombras se han marchado. Todos los asistentes menos cuatro: Petro Lombardi, Alessandro Viatore, Niccola del Piamonte y el Duque de Bastión Carmesí.

Cuando los demás les buscan, les encuentran en la habitación Negra. O al menos eso creen. De sus cuerpos corruptos sólo quedan los huesos, y se les reconoce por las ropas.