Asintió. Otro cofre similar, con otra poción similar. Sacó, con total tranquilidad, el vial contenido en el cofre, se lo puso junto al otro, en el cinturón, y se levantó, dándose la vuelta para mirar a los otros dos.
– Ya tenemos otra poción, para cuando haga falta – dijo en un tono totalmente neutro.
No fue por indiferencia, ni nada así. Simplemente, pensaba en otra cosa, en algo que empezaba a molestarle: las runas. El primer elemental al que él había matado, el ser de fuego y sombras que había caído bajo los esfuerzos combinados de orco y lobo, había desaparecido en una nube de humo y llamas tras la cual solo habían quedado rescoldos apagados... y una runa. Desde ese momento, ningón otro de los guardianes –ni el de aire ni en ese momento el de agua– había dejado caer algo similar. Qué significaba aquello, no podía saberlo, pero que tenía importancia era algo que sin duda no podía negar. Lo mejor, como siempre, era continuar y que los elementos, llegado el momento, explicaran el porque entre quedos susurros que solo chamanes y druidas, unidos a la naturaleza, podrían escuchar.
Suspiró.
– Será mejor que sigamos – dijo con ahora mayor determinación –. Si esto sigue el mismo patrón, si vamos por ese camino – señaló el contrario por el que habían llegado –, acabaremos en otra entrada. Y de ahí a la siguiente sala protegida. Tened las armas a punto y atacad en cuanto algo se ponga a la vista. Vamos.
Y fue.
Centella, al lado de su amo y compañero, se puso en pie, desperezándose de nuevo, y siguió a Vincent cuando éste dejó de hablar y pareció ponerse en marcha.
A ella, todos aquellos temas la daban igual.
Owel, con la mirada perdida y los hombros caídos, tardó en escuchar las palabras de Vincent. Era como si estuviera en una especie de trance, como si su mente estuviera en otro lugar, otro plano de existencia.
Un sonoro ladrido de Rice casi a bocajarro lo hizo volver pronto a su lugar.
- ¿Qué? Armas, sala, sí, adelante, - balbuceó, intentando recuperar la compostura, tras lo que sacudió la cabeza de lado a lado y avanzó tras Vincent.
Rice, viendo que había logrado su objetivo, se puso en marcha alegremente tras su amo.
Al tomar dicho camino el aventurero llegó hasta la sala conocida como la del agua.
La sala estaba iluminada por una serie de hongos que brillaban en la oscuridad, por lo que no había necesidad de encender ninguna antorcha. Había suficiente visibilidad como para poder procesar todo lo que había en el lugar.
En una de las esquinas de la sala se hallaba un pequeño cofre con símbolo tallado. Y en el centro de la sala un charco grande de agua cristalina. A su alrededor había algo de musgo y algas. El charco parecía haberse creado de la condensación de la humedad que había en la sala.
Era una sensación agobiante, la ropa se pegaba a la piel como si fuera pegamento y el calor que hacía en el interior empezaba a ser sofocante.
De pronto el charco de agua empezó a cobrar forma y se materializó una mujer transparente y cristalina.
Bienvenida. Dijo. Has llegado a la sala del agua. Yo soy una de las múltiples guardianes del anillo del deseo. Si quieres continuar por aquí tendrás que enfrentarte a mi. ¿Estás dispuesto? Dijo colocándose en guardia y preparada para la lucha.
Motivo: Inic
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Voy a la derecha, a menos que vea algo en esa sala que me llame la atención.
Cuando quieras avistar o buscar algo debes hacer la tirada correspondiente, si no, nunca te daré más información que la que te doy a simple vista.
Caldith se pone en guardia una vez más al oír hablar a su nuevo enemigo. Sin embargo en esta ocasión se ve superada por la velocidad de su rival y deberá esquivar su ataque.-Estúpido bicho.-Murmura.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 4(+2)=6 (Fracaso)
La elemental de agua fue mucho más rápida que Caldith y logró encajarle un buen golpe en la mejilla. No fue tan fuerte como hubiera cabido esperar, pero la aventurera estaba tan cansada y malherida que no podría aguantar un golpe más como aquél. Solo le quedaban dos posibilidades, golpearle tan fuerte que de un solo golpe acabase con ella, o bien salir huyendo y buscar algún lugar para tomar una poción y recuperar su energía.
Motivo: Golpetazo
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+4)=17
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+3)=4
Por las voces que había ido escuchando, habían entrado varios exploradores en la mazmorra, que tenía forma circular, con cuatro entradas y cinco salas con enemigos, los cuales tenían una runa con un símbolo tallado diferente. Y Caldith tenía dos de aquellas runas, una representaba al elemento Tierra y la otra, por descarte, probablemente al Viento.
Caldith a duras penas se mantenía ya en pie, los guardianes del anillo habían resultado ser oponentes extraordinarios y las probabilidades de éxito cada vez eran menores. La fuerza bruta había funcionado medianamente bien, pero la exploradora, ahorra ya sin pociones curativas, tenía que usar el intelecto. Quienquiera que ideara el sistema de defensa de aquel lugar debió pensar algún truco para evitar luchar contra todos aquellos monstruos.-Tal vez, la runa de Agua venza al Fuego...¿Pero cual vence al Agua? ¿O quizá ninguna de ellas?
Llevada por el pragmatismo, Caldith decide atacar de manera frontal una vez más.-No creo que estas runas consiguieran derribarlo.-Su ataque es feroz, aunque mermada de fuerzas, tal vez no consiguiera acertar en el enemigo.
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+6)=11
Motivo: daño
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+6)=14
La elemental de agua transformó su cuerpo en estado líquido justo cuando Caldith la golpeaba brutalmente. Tan solo pudo salpicar algunas gotas pero no le hizo ningún daño. No es que fuera invulnerable, era simplemente que gozaba de una extraordinaria agilidad para esquivar los golpes y por eso erró en el ataque.
La elemental golpeó con sus acuosos brazos tan fuerte que la mujer cayó al suelo completamente inconsciente. Segundos después, la elemental se fundió con ella y sintió como sus pulmones se llenaban del líquido de su cuerpo y se ahogaba en aquel instante.
Caldith había muerto en un instante, sin apenas sufrir, pero sin ser capaz de alcanzar el anillo de los deseos.
Motivo: Golpetazo
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+3)=6