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La misiva Real

Contexto histórico

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20/05/2016, 07:29

Francia

Luis XIII creció con sus hermanos en el castillo de Saint-Germain-en-Laye. Fue criado al lado de los hijos bastardos de su padre, en una atmósfera que según parece era algo disoluta. El futuro rey concibió una gran aversión por el desorden y la depravación.

El joven rey recibe una educación superficial por parte de su preceptor. Poco interesado en el latín y las letras, el joven rey se interesa más que nada en la caza y la música.

Luis XIII es tartamudo y tímido y no tiene confianza en sí mismo. Pero, a la vez, es violento, nervioso, inquieto, agresivo, taciturno y desconfiado.

En 1610, Luis XIII accede al trono con tan solo nueve años. Su madre María de Médici asume la regencia. La mayoría de edad del rey es proclamada en 1614, pero María declara que Luis es demasiado débil, lo aparta del consejo y deja que gobiernen sus favoritos Concino Concini y Leonora Dori.

Luis se indignaba de ver a Concino Concini, un extranjero incapaz, de usurpar el gobierno de su reino.

La regencia de María de Médicis fue catastrófica. La terrible gestión de los asuntos por parte de la reina hace que se creen problemas en el reino.

En 1615, María casa a su hijo con Ana de Austria, hija del rey español. Para Luis no es más que otra humillación, pues según el recuerdo de su padre, Luis ve en Ana una simple española y por lo tanto una enemiga. El rey, que sólo tenía 14 años, no consuma su matrimonio, y hay que esperar cuatro años para que el rey, empujado por el duque de Luynes, comparta sus aposentos con la reina.

Conflictos del reino

Gracias a un golpe de fuerza, en 1617 Luis XIII accede al poder, ordenando la muerte del favorito de su madre. Hace exiliar a su madre. Luis XIII reemplaza a Concini por su propio favorito, el duque de Luynes, que ademas de acumular títulos y fortuna, es un pésimo hombre de estado.

En 1619 la reina-madre se escapa y levanta un ejército contra su hijo, quien decide reconciliarse con ella firmando el tratado de Angulema. En 1620, María provoca una guerra civil que concluyó con su derrota total ese mismo año.

Luis XIII quiere restablecer el culto católico, prohibido por los protestantes desde hacía ya más de medio siglo y poner fin a los privilegios políticos de los cuales se beneficiaban los protestantes desde las guerras religiosas. Para esto lleva a cabo campañas contra los protestantes, en una de las cuales muere Luynes.

Luis XIII reemplaza al favorito (Brûlant de Sillery, el marqués de Puisieux, La Vieuville...)

Luis XIII y el cardenal Richelieu

En 1624, María de Médicis logra hacer entrar al cardenal Richelieu en el consejo del rey. Los dos hombres comparten una misma concepción de la grandeza de Francia y de las prioridades que se imponen en el dominio político (racionalización del sistema administrativo, lucha contra la casa de Habsburgo y la sumisión de los grandes señores feudales). Luis XIII debe plantar cara a la hostilidad de una parte de la familia real hacia Richelieu.

La leyenda que hizo de Luis un fantoche sometido a Richelieu tiene origen en el rechazo de numerosos contemporáneos que no aceptan que el rey estuviese de conforme con las numerosas ejecuciones que tuvieron lugar bajo su reinado.

La atención del rey es a partir de 1631 obnubilada por la guerra de los Treinta Años. Después de la muerte de su padre, la guerra contra España había sido en cada ocasión aplazada. El enderezamiento de Francia hecho por Richelieu llevó al crecimiento de las tensiones franco-españolas. Durante varios años, los dos países viven una pequeña guerra fría. El año 1635 marca un verdadero cambio: Francia declara la guerra abierta a España. En adelante, hasta el final de su reinado, el rey se compromete en una terrible guerra durante la cual, en varias ocasiones, manda personalmente su ejército. Tras algunos años difíciles, el ejército francés logra poco a poco la derrota del ejército español.

Obra política

Luis XIII fue un rey que se preocupó por el bienestar de su pueblo, fue él quien impuso la obligación de los obispos a dar una remuneración a los oficiales del culto. También ayudó a San Vicente de Paul a fundar una congregación religiosa en la que se buscaba ayudar a los más pobres. Terminó la construcción del Pont Neuf, hizo cavar el canal de Briare y creó la primera oficina de censo de desempleados e inválidos.

Permite también el retorno de las escuelas de los jesuitas de Clermont en París, abiertas a los hijos de los burgueses.

Sobre el plan territorial, Francia se extiende considerablemente bajo su reino. El Reino de Navarra fue incorporado a la corona. Cataluña, la cual se encontraba en revueltas contra el resto de España, es anexionada temporalmente a Francia (1640-1652), así como Saboya y el Piamonte. La ciudad de Casale Monferrat en Lombardía corre la misma suerte. Al norte, una gran parte de Hainaut fue conquistada con la toma de Arras. Al este, Lorena es íntegramente ocupada por las tropas francesas.

Personalidad

Era un hombre muy piadoso y profundamente católico (sentía horror del pecado). Su rechazo de las vanidades, hicieron que tuviera una gran desconfianza hacia sus cortesanos y sobre todo de las mujeres, las cuales consideraba frívolas y viciosas.

La misoginia del rey hizo correr algunos rumores sobre su posible homosexualidad. Luis XIII tuvo un cierto número de favoritos (en orden: duque de Luynes, marqués de Toiras, Baradat, duque de San Simón y el marqués de Cinq-Mars.) aunque sus contemporáneos parecen no haber visto en sus amistades masculinas prueba alguna de homosexualidad.

La sucesión del rey

La mayor preocupación de Luis XIII durante su reinado fue la ausencia de un heredero varón. Con una salud mediocre y sacudida por fuertes enfermedades, el rey estuvo a punto de morir en varias ocasiones. Además la dificultosa relación entre rey y la reina lo complicaba.

En 1626, la reina, empujada por la duquesa de Chevreuse, participa en el complot del conde de Chalais, para asesinar al rey. A partir de la fecha, la pareja vive separada. Luego de que Francia entrara en la guerra de los Treinta Años, Ana de Habsburgo trata de informar en secreto a los españoles sobre las disposiciones militares y políticas francesas. Una vez que la traición fuera descubierta, se habló de divorcio y de repudio, pero el asunto fue finalmente sofocado por el rey mismo.

En la misma época, el rey está en una posición difícil a nivel internacional ya que se encuentra en conflicto con dos soberanos Habsburgo: Fernando III del Sacro Imperio y Felipe IV de España. Es en este contexto en el 1638, y luego de 23 años de matrimonio, nació el que sería Luis XIV.

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18/06/2016, 19:23

España

Felipe IV de España, llamado «el Grande» o «el Rey Planeta». Rey desde marzo de 1621 hasta su muerte. Su reinado fue de 44 años.

Durante la primera etapa de su reinado compartió la responsabilidad de los asuntos de Estado con don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, quien realizó una enérgica política exterior que buscaba mantener la hegemonía española en Europa. Tras la caída de Olivares, se encargó personalmente de los asuntos de gobierno, ayudado por cortesanos muy influyentes, como Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, y el duque de Medina de las Torres.

Los exitosos primeros años de su reinado auguraron la restauración de la preeminencia universal de los Habsburgo, pero la guerra constante de la Europa protestante y la católica Francia contra España condujeron al declive y ruina de la Monarquía Hispánica, que hubo de ceder la hegemonía en Europa a la pujante Francia de Luis XIV, así como reconocer la independencia de Portugal y las Provincias Unidas.

Infancia:

Nació el 8 de abril de 1605 en el Palacio Real de Valladolid. Fue el tercero de los ocho hijos y primer varón del matrimonio habido entre Felipe III de España y su prima segunda, la archiduquesa Margarita de Austria.

Reinado:

Etapa del Conde-duque de Olivares (1621-43)

Tras la muerte del rey en 1621, el nuevo rey Felipe IV escogió al Conde-duque de Olivares como valido.

- Política interior

Durante su etapa como valido, el Conde-duque realizó una serie de reformas para poder mantener la hegemonía en Europa. Estos cambios se concretaron en cuatro aspectos: reformar la vida pública, fomentar la economía, mejorar la hacienda e impulsar la formación de un ejército común.

El valido intentó imponer las leyes y costumbres castellanas en su propósito de unir la Monarquía hispánica en una comunidad nacional, con una fiscalidad, Administración y Derecho comunes. Pero no alcanzó su propósito debido a la oposición de la nobleza a las nuevas propuestas del valido.

- Moral pública

Luchó contra la corrupción del reinado anterior. Ordenó encerrar al Duque de Uceda y al Duque de Osuna, confiscó los bienes del Duque de Lerma y sometió a Rodrigo Calderón a un juicio en el cual se decretó su ejecución.

Mediante un decreto obligó a hacer un inventario de la fortuna de aquellas personas que desempeñasen cargos públicos y de relevancia.

Uno de los aspectos que se aplicó con mayor trascendencia fue el aumento de la demografía española; para ello el Conde-duque prohibió la emigración y favoreció la inmigración y las familias numerosas.

Para favorecer la educación de los españoles, mandó construir el Colegio Real de Madrid en 1629 y otras instituciones, dirigidas principalmente por jesuitas.

Dentro de esta dinámica de reforma de la moral, dos pragmáticas tomadas por Felipe IV en el siglo XVII, en un ambiente de "reformación de las costumbres", pretendieron de repente abolir la prostitución en todos los territorios de la monarquía.

- Reforma hacendística

Se recurrió a la introducción de nuevos impuestos a la Corona, repartidos de manera más equitativa. Los reinos periféricos pusieron resistencia a estos nuevos impuestos, muchas veces con motines. La nobleza no aceptó un impuesto sobre las elevadas rentas del reino ni la tasa sobre productos de lujo, y bloqueó continuamente estas medidas.

Esta reforma fracasó en un momento en que los gastos aumentaron. Por ello el Conde-duque tuvo que buscar dinero en: la emisión de juros, préstamos a banqueros judíos portugueses, nuevas contribuciones votadas en Cortes y la declaración de bancarrota (en realidad, suspensión de pagos) en momentos de extrema necesidad.

El Conde-duque intentó crear un banco nacional con el fin de facilitar el comercio y contribuir a los gastos de la Monarquía. Para formar un capital solicitó una contribución especial sobre los patrimonios superiores a 2.000 ducados de renta, pero la nobleza volvió a oponerse, lo cual causó su fracaso.

La monarquía española de Felipe IV se vio envuelta en una recesión económica que afectó toda Europa, y que en España se notó más por la necesidad de mantener una costosa política exterior. Esto llevó a la subida de los impuestos, al secuestro de remesas de metales preciosos procedentes de las Indias, a la venta de juros y cargos públicos, a la manipulación monetaria, etc. Todo con tal de generar nuevos recursos que pudiesen paliar la crisis económica.

- Unión de Armas

Olivares decidió forzar la unidad de los reinos peninsulares. Con este fin formuló en 1626 el proyecto de la Unión de Armas. A cada territorio de la Corona se le exigió que colaborase con una cantidad de soldados proporcional a su población. Pero las Cortes de Cataluña se negaron. Olivares suspendió las Cortes, comenzando así un conflicto con el Principado.

- Política exterior

Durante esta etapa la política se centró en el mantenimiento de la reputación de la Monarquía en Europa. Encontramos una época de conflictos en Europa en la que España se verá influenciada.

Guerra de los Treinta Años (1618-48)

Países Bajos

Inglaterra

Francia

Nerviosa por la presencia de territorios de los Habsburgo en la mayor parte de las fronteras, inició una política de enfrentamientos contra la monarquía hispánica tras la llegada al poder del cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII de Francia. En 1635 las victorias de los ejércitos imperiales en la Guerra de los Treinta Años, decidieron a Francia a intervenir del bando de los protestantes. Se declaró la guerra a España.

Con la ayuda de las tropas imperiales, los españoles vencieron a los franceses en la batalla de Corbie en 1635. Al año siguiente, el cardenal-infante don Fernando, hermano de Felipe IV, estuvo a las puertas de París, pero se retiró por escasez de recursos. La reacción francesa fue rotunda y consiguieron amenazar el norte de Italia, cortar la vía de comunicación entre Italia y Flandes y enviar sobre los Pirineos a sus ejércitos.

Cataluña
El conflicto comenzó con la negación de Cataluña a colaborar en la Unión de Armas que el conde-duque propuso en 1626. La guerra contra Francia dificultó aún más el entendimiento de la Generalidad de Cataluña y el Consejo de Ciento con el Estado.

Las tropas castellanas e italianas que habían entrado en Cataluña para combatir con los franceses en el Rosellón, causaron grandes desmanes en el medio rural, al actuar como un ejército de ocupación.

Familia

Felipe IV contrajo matrimonio en 1615 con Isabel de Borbón (hija de Enrique IV de Francia) con quien había sido prometido a la edad de 6 años. Fruto de este matrimonio, nacieron siete hijos.

María Margarita (n. 1621).
Margarita María Catalina (n. nov 1623 - m. dic 1623).
María Eugenia (n. 1625 - m. 1627)
Isabel María Teresa (n. 1627).
Baltasar Carlos (n. 1629), príncipe de Asturias.
María Ana Antonia (n. 1635).
María Teresa (n. 1638).

Hijos extramatrimoniales

Históricamente, se ha calculado que Felipe IV fue padre de, al menos, treinta hijos bastardos, de los cuales reconoció oficialmente sólo a dos, siendo uno de ellos legitimado tras su muerte.

Fernando Francisco Isidro de Austria (15 de mayo de 1626 - 12 de marzo de 1634), fruto de sus relaciones con Maria de Chirel. Falleció en la infancia, y fue póstumamente legitimado por el rey, siendo sepultado en El Escorial.
Juan José de Austria (n. 1629), habido con la actriz María Inés Calderón fue el único hijo legitimado por su padre en vida.

El Siglo de Oro de la cultura española

Felipe IV fue hombre de gran cultura y mecenas de las artes; la suya fue la mayor colección de pintura que hubo en Europa en su tiempo. Resulta muy significativa en este sentido una carta enviada en 1638 a Londres por el embajador inglés en Madrid en la que señalaba que los españoles «se han vuelto ahora más entendidos y más aficionados al arte de la pintura que antes, en modo inimaginable. [...] y en esta ciudad en cuanto hay algo que vale la pena se lo apropia el rey pagándolo muy bien; y siguiendo su ejemplo,el Almirante [de Castilla], don Luis de Haro y muchos otros también se han lanzado a coleccionar». 

Entre los artistas de los que incorporó obras a la Colección Real figura Rubens, el pintor más prestigioso de Europa en su época, del que reunió la mejor y más extensa colección que haya existido, Rafael, Mantegna, Durero, pintores venecianos como Tiziano, Veronese y Tintoretto, múltiples pintores barrocos españoles, flamencos, italianos y franceses (Ribera, Zurbarán, Van Dyck, Reni, Annibale Carracci,Barocci, Lanfranco, Domenichino, Poussin, Claudio de Lorena)... eso, por no aludir a la protección que dispensó a Velázquez a lo largo de cuarenta años. Sin el apoyo de este rey, el pintor sevillano no hubiese desarrollado una carrera tan brillante.

Por debajo de esta imagen oficial, hierática, Felipe IV siguió siendo un hombre de carne y hueso, apasionado de las artes, en especial de la pintura y el teatro, inteligente, muy culto y lleno de ganas de vivir, aficionado a la caza, a los toros y a las mujeres (con predilección por estas últimas). Igualmente, el tópico de Felipe IV como monarca entregado a sus placeres y gobernado por validos es eso: un tópico. Olivares y sus sucesores no fueron verdaderos validos en el sentido de que gobernaran por el Rey, sino sus primeros ministros, hombres de confianza.