Partida Rol por web

Los golpes que le das al cristal no parecen afectarlo aunque son fuertes. Te pones a explorar la celda donde te encuentras, es curioso, la piedra parece antigua, no ves cámaras aparentes dentro del cuarto ni nada mecánico. Es estraño.

Cuando te asomas al vidrio solo puedes ver dos  personas en sus respectivas celdas la primera es un sujeto con gafas que parece hablar solo, y el segundo es un hombre negro de aspecto algo agresivo que también mira por el cristal.

Al centro de todo hay una luz, y  algo en el medio, parece una llave pero no estas segura. El resto de la habitación no es nada fuera de lo normal, roca con musgo y  ese cristal que no sabes que tan sensible sea.

Olvidando por completo la situación empiezo a palpar en todos mis bolsillos, buscando algo. La sensación al despertar de que todavía poseía el reloj fue una mera alucinación, con la que mi subconsciente pretendía tranquilizarme. Sin perder un segundo comienzo a dar vueltas por la celda, buscando en todos los resquicios posibles. Fuera de ella tan sólo se pueden escuchar sollozos, y las preguntas que me hago a mi mismo, con un tono de desesperación.

-¡No! ¿Dónde estará? Yo... lo tenía anoche. Se ha tenido que caer por aquí. ¡O en el camastro!

Corriendo comienzo a buscar por el colchón, pero al no encontrar nada mi nierviosismo va en aumento. Preso de la furia comienzo a golpear el colchón, tratando de destrozarlo y encontrar el reloj dentro de él. Súbitamente me incorporo y acabo golpeado de espaldas contra el cristal. Mientras resbalo hacia el suelo para acabar en posición fetal murmuro para mí.

-No he sido yo... No es mi culpa...

La mueca sarcástica de Samuel va cambiando hacia una de preocupación cuando se da cuenta de que no encuentro su reloj. A lo largo de los años ha comprendido lo que supone para mí, y la falta de confianza que me produce el no tenerlo cerca. Mientras lo busco por la celda me sigue con la mirada, hasta que pierdo los nervios mientras busco en el colchón. En ese momento se acerca a mí, me agarra por las solapas de la americana y me incorpora bruscamente.

-¡Quieres tranquilizarte Saul!- Con rapidez me arrastra hasta el cristal y me obliga a mirar a través de él, con lo que me percato de la presencia de 2 figuras detrás de los cristales que tengo frente a mi celda. El estrés acumulado me impide distinguir rasgos específicos de ninguna de ellas.-¿Es que no te has dado cuenta de dónde estás? ¡Olvida el reloj y busca una manera de salir de aquí! ¡Piensa un poco!

Derrumbado y sin fuerzas resbalo hacia el suelo para acabar en posición fetal, mientras murmuro para mí.

-No he sido yo... No es mi culpa...

Abandono por un momento la idea del cristal y cojo el móvil, inmediatamente compruebo las llamadas perdidas y enviadas, también miro agenda, mensajes…. Todo lo que pueda considerar de interés.

Después miro si puedo llamar a algún compañero mío ( supongo que alguno tendrá móvil ).

Después vuelvo con el cristal, busco algo afilado y contundente y le doy un golpe al cristal, vuelvo a mirar su dureza, si veo que es demasiado fuerte y no le he hecho nada, sigo buscando por la habitación.

Tras acercarse al cristal, su figura se dibuja a través de él ante los ojos de los que también miran hacia ella. Llúcia es una mujer de apariencia joven y estatura media, cuyo cuerpo se adivina no delgado si no elástico bajo la ropa que lleva. Su largo pelo lacio castaño le cae por el pecho y la espalda hasta la mitad. Tiene los ojos muy oscuros, o quizás es castaño claro, y lo que les da la oscuridad sea la intensidad de la mirada y las cejas fruncidas en claro gesto de ira. Su puño cerrado y el brazo en alto revela una muñeca fina y dedos largos, uñas largas, pero contraídas y tensas en una molestia suprema.

Parece quedarse desencajada observando, en dirección a las dos celdas que llega a ver. Adivina que está en un círculo, o un pentagrama, y que sólo puede ver a aquellos dos porque son los extremos más cercanos a ella. Instintivamente, sabe que hay más. La pregunta es por qué. Llúcia vuelve a golpear el vidrio, duramente, mirando directamente a los ojos del nombre negro. Adivina que él querrá hacer lo mismo. Su aspecto se lo dice.

Pero ella, sin decir más, levanta el brazo y con una exclamación de ira estrella el puño contra el cristal.

De repente por la situación de stress y al ver que no tienes tu reloj te comienza una angustia tremenda que te impide explorar mas tu entorno. Tus ideas obsesivas comienzan a maquinar en tu cabeza. El reloj, el reloj.

Revisas el Movil... no tiene señal, parece ser absolutamente nuevo, no tiene llamadas entrantes, o perdidas, es un iphone con todas las ventajas de este, pero no tiene señal para recibir, o enviar llamadas.

Tiene wifi ?

Aunque tiene el dispositivo para Wifi, no hay conección a internet.

De rodillas, todavía en el suelo, miro hacia fuera de la celda; hacia las 2 figuras que me pareció ver antes de que me derrumbara. La impotencia que siento debido a la pérdida hace que mi vista se nuble, no pudiendo distinguir más que la silueta.

Haciendo acopio de todas mis fuerzas me levanto, ayudándome del cristal, e intento tranquilizarme. Desde el exterior puede distinguirse la espalda de un hombre de unos 25 años, con el pelo largo peinado hacia atrás, vestido con una americana y unos pantalones de traje. Ahora mismo da la sensación de estar soportando la mayor carga del mundo.Ahora mismo da la sensación de estar soportando la mayor carga del mundo.

La imagen del reloj ocupa todos mis pensamientos, y no me permite concentrarme en otra cosa. Mientras recupero la compostura permanezco de pié, con la espalda apoyada en el cristal.

Edgar observa a las figuras que son visibles desde su celda, pensando para sí mismo:

Caramba, tremendas joyitas estos dos. Por lo menos ese se ve inteligente, pero el otro... uf, no quiero cargar encima con agüevoneados como ese. Se ve que también es pila y burda de inteligente, pero no, tiene una expresión de pánfilo poco agradable.

Observa la piedra cubierta con musgo, agachándose frente a ella para verla mejor. La visión de una posible llave le inquieta, ¿y si era la de su celda?

No seas huevón, Edgar. Sería muy papa de parte del estúpido que te encerró aquí ponerte justo la llave de tu celda, para que te vueles así como así. No pana, eso debe de ser otra vaina; además, yo no estoy pa' visiones. - Se levanta, observando a deredor. - Si no capte mal, aquí hay otras cuatro personas... ese que me digo "Amigo" - vaya a saber diosito quién es -, la jeva esa que habla raro, el pendejo este y el otro ese que luce inteligente... A ver, Gringo, si te puedes hablar con alguno de esos dos...

Edgar se apoya contra la pared en la que cree haber divisado al nosferatu. Con voz clara, casi gritándole, le dice:

¡Eh, tú, pana! ¡Sí, tú! ¿Acaso tienes un plan para salir de aquí?... - Frunce el ceño, como si estuviera pensando arduamente. - Mira, pana, a mí me parece que ese vidrio está flojo... le meteré un coñazo pa' ver qué tal. Quizá tengamos suerte y pueda salir, encontrar algo halla afuera y también liberarlos a ustedes...

Edgar se dirige hacia la puerta de vidrio, dándole un fuerte golpe a ésta.

Pueden ver a un tipo negro, alto y fornido, con el vello facial un poco crecido pero de manera controlada...el tipo tiene los ojos rojos, bastante impactantes y agresivos, lo ven un tanto tranquilo

Esto acaso es una carcel?... Y me paso las manos por el rostro Se acerca la gehena...es el fin del maldito mundo...

Miro a la chica del otro lado y al nosferatu sin prestarles mucha atención, seguramente estan igual que yo y si no han logrado salir es por algo. Escucho como golpean los vidrios y meneo la cabeza de forma negativa

Quien nos ha metido aqui!!! Grito en mi mente

Activas tu visión, prácticamente ves todo un poco mejor, hasta puedes ver como esa llave flota. Ahora estas seguro esta flotando. Observas al nosferatu... es un celular acaso lo que tiene??...

Mientras golpeas el vidrio sin resultado aparente ves algo que te desconcierta, practicamente por alguna razon te haz dado cuenta de un detalle. Eso que brillaba, evidentemente es una llave, pero la llave... si ahora estas segura... flota. ¡sera acaso la respuesta para salir de este encierro?... y si es el caso, como carajos se llega a ella?

Todo es una confusión.  Todos solo pueden ver dos de ustedes y todos están desesperados. La puerta de cristal es golpeada con furia tanto por la mujer como por otro hombre de acento algo peculiar. Muchos creerían que esos golpes serian significado de ruido de cristales rompiéndose, dado que al parecer estas dos personas son fuertes y sus golpes se interpretan como grandes golpes, pero al parecer a pesar de esa fuerza el vidrio ni siquiera se quiebra, ni siquiera un poco.

Una luz roja sale de algún lado, pero solo aquellos que ven al hombre negro pueden darse cuenta que el origen de eso es él, dado que sus ojos se han tornado rojos y parecen explorar el entorno.

Es curioso, a pesar de la situación todos 5 parecen como caracoles encerrados y  pocos se han atrevido hablar entre ellos, algunos solo se quedan callados en la celda todos buscando la forma de salir.

Algo es claro, no va ser fácil, quien los encerró sabia lo que hacia... ¿pero dónde estará?