Partida Rol por web

Las enrredaderas siguen creciendo en tu celda.

atrazzzzz  ... atrazzzzzzzz  escuchas nuevamente en tu cabeza al mismo tiempo que el vidrio de otra celda se rompe  ......

A pesar de los golpes no le haces ningún razguño al vidrio

 El gangrel con los golpes no logra romper el cristal después de las palabras misteriosas de la mujer. Todos estan confundidos cuando repente huelen humo de un corto circuito, ese olor que es para todos conocido invade el lugar sin ventilación....y en ese momento escuchan el ruido de los cristales rompiendose. De repente el nosferatu esta libre...

Es tan extraño.

Joder que puto mareo…… coño que es lo pasa ahora ?.

Me fijo en la pantalla y leo : “ BYE “ . Justo se rompe el iphone y el cristal… Tiro el teléfono al suelo y salgo de la celda con precaución, estoy bastante aturdido con todo y salgo medio tambaleándome.

¿ Qué es lo que está pasando aquí ?

Observo atento a las enredaderas que poco a poco van creciendo y ya un poco calmado doy un paso hacia atras observandolas con cautela

Que son..ustedes... Les susurro sin prestar atencion a lo que ocurre afuera de mi celda, estoy bastante intrigado por lo que sucede en la mia....

Edgar tiene un extraño mareo de sentimientos: ante todo, descubrir que aquel fuego que le quemaba supuestamente de verdad no lo hace le enrabia de manera tal, que, si tuviera la mente un poco más desequilibrada, le hubiera metido un golpe nuevamente a la puerta de vidrio; luego, al ver las escenas que se sucitan en las celdas de la mujer y del nosferatu se queda con la boca de abierta de par en bar, como severo idiota.

Nah, esto es mentira - piensa el pobre hombre, para quien aquello no es cosa de todos los días. - Primero la cosa del fuego, ahora esto de las celdas que se rompen así como así después que se intento quebrarlas... ¡pura cova!... Ah, diosito, si me escuchas todavía sácame de aquí...

2 de las celdas se han roto. La segunda viene acompañada de lo que parece ser un cortocircuito. Sin reparar en ello, intento hacer caso a las palabras de la mujer, dejar de pensar en lo que deben ser alucinaciones inducidas por quien nos mantiene encerrados; pero inconscientemente sigo acariciando los relojes, sopesándolos uno a uno, tratando de descubrir aquel que me pertenece.

Las palabras salen de mi boca, tratando de convencerme a mi mismo más que a quien quiera escucharme.

-No debe ser eso, ya se que lo que me hacen ver son alucinaciones, pero aún así no logro salir de aquí.

Mientras, voy buscando con la mano por la superficie del cristal algún punto por el que este pueda romperse.

Una vez fuera y viendo que la mujer no era peligrosa empiezo a dar investigar el lugar, busco algo que nos controle, cámaras y cosa así, también busco una puerta o algo, algo que me indique que está pasando.

Llúcia se da vuelta hacia el Nosferatu. Mantiene una distancia considerable de él, y no necesita agazaparse para estar a la defensiva.

- ¿No te das cuenta? - dice en inglés, aunque su tono castellano romance le da muchísimo acento - Esto es una prueba. Quien quiera que nos haya metido aquí está esperando que todos logremos salir de estas celdas - la mujer, cuya apariencia es en realidad joven, tiene dos ojos como ascuas ardiendo de rabia - Están jugando con nosotros. Con cada uno de nosotros.

Voltea hacia el hombre de anteojos, luego hacia los otros dos. Sus manos se extienden y se elevan, acompañando sus palabras con una gran elocuencia. A pesar de la potencia de su tono, sus dientes están apretados en una muda indicación de profundo enojo y decepción. A pesar de la dureza de su tono, parece estar conteniéndose.

- ¿¡Es que no se dan cuenta?! - exclama, enardecida - ¿¡No pueden verlo todavía?! ¡Están jugando con nuestras mentes! ¡No importa cuánto golpeen el cristal, no se romperá! ¡Tienen que hacerlo con el pensamiento! ¡¡Dejen de compadecerse a sí mismos por estar encerrados o no entender qué está sucediendo, y enfóquense en el jodido cristal!!

Llúcia mira al cielorraso de aquella habitación en forma de pentagrama. No hay otra salida. La respuesta es obvia.

- Si no salen los que faltan de sus celdas, jamás saldremos de aquí.

Escucho a la chica gritar y por unos instantes dejo de pensar en las ramas estas que crecen y me hablan para concentrarme en el maldito y desgraciado vidrio...

Como si fuera muy facil... Y me detengo de frente al vidrio sin prestarle atencion a las plantas crecendoras Rompete...

Si la chama lo dice... total, no tengo nada que perder...

Edgar cierra los ojos, poniéndose en dirección al vidrio, mentalizando dentro de sí que éste se rompía, o más bien pidiéndole que lo hiciera.

Samuel pasea por la habitación, cavilando acerca de las palabras de la mujer. Alguien se encontraba jugando con la ya de por sí frágil mente de Saul, y supuestamente la solución a todo era que se convenciera de la no-existencia de todo lo que le rodeaba.

De un par de zancadas llega hasta Saul, le agarra de los hombros y le retira suavemente del cristal.

-Vamos Saul, no deberías estar aquí. Hagamos caso a la mujer y salgamos de esta situación. Ya tienes tu apreciado reloj contigo, ahora evádete. Recuerda tu granja, tanto la familiar, con todos tus hermanos trabajando junto a tí, como nuestro pequeño retiro de Amari. El cristal que crees que te encierra no existe, nada de lo que hay a tu alrededor existe, eres libre para volver a tu hogar...

Saul se retira poco a poco del cristal, con pasos ligeros hacia atrás. Mira a su alrededor y cierra los ojos, como evocando un lugar muy lejano...

Tras concentrarte, en tu mano aparece al igual que los relojes una llave identica aquella que abrio la puerta de la mujer.

Jaja ... escuchas unas risas infantiles. Si nos dijeron que  teníamos que sacarte de aquí... jajaja ... cumpliremos sus órdenes. De repente las plantas envuelven la puerta mientras que te das cuenta que al parecer te estaban obedeciendo.

Una mujer que grita y un Nosferatu que investiga el lugar infructuosamente en búsqueda de cámaras. Quien asume en ese instante el liderazgo es la mujer, quien con voz firme invita a los demás a actuar y es así como de repente se comienzan a escuchar distintos crujidos y puertas desbaratarse.

En una la celda del hombre negro miles de plantas que crecen de las paredes se integran en forma de enredadera y cubren la puerta de cristal y de repente la puerta estalla. Las plantas que cubrían la superficie de cristal al parecer por si solas se dispersan (como una cortina que se abre cada parte hacia un lado) se puede ver como el hombre negro sale a través del espacio dispuesto por las plantas mirando a todos atónitos.

Por otra parte un hombre de piel moreno y bronceado con las dos manos envueltas en llamas y paralizado cierra los ojos y se acerca temeroso a la puerta de cristal de su celda. Justo en el momento el cristal tiembla al tener contacto con el fuego, y como si fuera huelo la puerta se derrite a su alrededor. Los que están cerca, pueden sentir el calor real del fuego, y no pueden evitar alejarse de él.

Por ultimo un hombre con muchos relojes de manos y quien murmura cosas para si se encuentra frente al cristal con los ojos cerrados. De repente una llave aparece justo en su mano. Curiosamente esa llave es igual a la que estaba en el centro flotando. El casi de manera automática toca la llave con la puerta y el cristal cae de igual forma que en el pasado.

Todos parecen estar liberados de sus celdas... al parecer, pero no hay una salida, ni puertas, ni ventanas, ni nada que les pueda sacar de ahí.

Solo son 5 desconocidos, que ni siquiera se han  presentado que se miran...

Casi sin creer lo que ha sucedido doy algunos pasos al frente viendo hacia todos lados y en especial a la enredadera esa que me ha ayudado a salir???...En silencio apenas me detengo para detallarme en las otras celdas que se han abierto y en los que salen de ellas.

En especial a la chica...Ella lo sabia...

Y camino rapidamente hacia ella Chica!!!..como sabias la manera de salir de esas rejas!!..acaso esto es tu maldito juego!!???

Me molesta mucho ser conejillo de indias en este juego de locos...me calmo un poco y la miro seriamente mientras que los miro a los demas uno a uno, sus rostros de sorpresa son iguales o mayores al mio

El ruido del cristal de lo que fuera la puerta de mi celda haciéndose añicos me sobresalta, y abro los ojos de golpe. Ante mí veo que caen los últimos restos de cristal al suelo, y que la llave que apareció en mi mano desaparece con un siseo, dejándome una sensación cálida en ella. Me apresuro a salir de aquel nicho sólo para comprobar que acabo de pasar a una celda más grande, compartida con los propietarios de las voces que escuchaba desde dentro del nicho en el que me encontraba.

Antes de poder gastar más tiempo examinando al resto de reclusos, el hombre negro se adelanta de manera amenazadora hacia la mujer que logró salir primero. Acobardado ante el temperamento de aquel ser intento mantenerme lo más alejado de ambos, quedando al lado del nosferatu. Mis manos buscan con desesperación en mis bolsillos, acariciando uno de los relojes de bolsillo que misteriosamente aparecieron ante mi.

Los ánimos están demasiado tensos, mejor andarse con cuidado con esta gente; no parecen inofensivos de ninguna manera.

Tras observar la situación, y echar un rápido vistazo a la "celda", con la mirada ausente, como pensando en otras cosas, empiezo a hablar en un tono que apenas puede escuchar el nosferatu.

-Bien es cierto que algo ha de saber, mejor que la vigile bien, ¿no...?- Dejo la pregunta en el aire, al percatarme de la presencia de Paolo, y cambio a un tono mucho más alto, que se me escuche en todo el recinto -¿... no sería mejor que tratásemos de encontrar la salida de alguna manera en lugar de pelearnos?

La sucesión de acontecimientos dejó perplejo a Samuel. En ningún momento creyó que fuese a funcionar lo que aconsejó a Saul, pero ningún gesto que pueda delatarle ante él mostró en su rostro. Rápidamente salió de la celda junto a él, y observó con más calma el arranque de ira de Daniel sam.

Paseando por la habitación, reconociéndola comienza a hablar con Saul.

-Peligroso el negro, ¿eh? Seguro que en la granja de tus padres lo hubieseis enderezado...- Una sonrisa sarcástica se dibuja en su cara, y sigue hablando -¡Oh! ¡Es verdad! Que no te gusta hablar de ese pasado tuyo... Bueno, de todas formas, puede tener razón respecto a la mujer.