Partida Rol por web

Todo es muy raro, cansado de buscar la forma de salir, me siento en el camastro, mientras me fijo en los otros individuos que tengo delante, es muy raro , todos aquí encerrados, esta forma de celda.. el movil... no entendia nada.....

Al cabo de un rato me levanto en un estupido intento como si todo hubiera cambiado, empiezo a mirar el techo en busca de camaras o algo, algo nos tiene que estar controlando....

Miro al hombre que me está gritando desde la otra celda.

- No, no lo tengo, y tu ?. Creo que no podremos romper estos cristales, buscar en la habitación a ver que es lo que encontráis, yo encontré un móvil.

Dicho lo cual, hecho un rápido vistazo a ver quien más está aquí y como se está comportando, me tiro varios minutos observando a la gente a fin de cuentas, parece ser que nuestros caminos se han cruzado y quien sabe hasta donde

El brillo rojo de los ojos de aquel hombre detiene a Llúcia. El cristal bajo su puño parece no acusar recibo de su fuerza, que ella sabe, no es poca cosa. Por los ruidos que invaden el ambiente, sabe que al menos uno de ellos también ha intentado lo mismo, sin resultados. Las voces son todas masculinas y sólo son cuatro. Las celdas dispuestas en forma de círculo alrededor del centro, donde está eso. Los ojos de Llúcia se entrecierran, mientras acerca su rostro al cristal. Mira atentamente hacia el centro de la habitación, con ambas manos hechas puños sobre el cristal.

Entonces, lo entiende. Y el entenderlo lo único que consigue es generarle más ira.

Una interjección de profunda rabia se escucha en la voz de la única mujer. De esa que parece surgir del centro mismo de las entrañas o de lo más bajo de la oscuridad. Desaparece de la vista de los que la podían ver, y sólo pasan a escuchar sus pasos dando vueltas por la celda. Una y otra vez, mientras los demás se acurrucan, continúan golpeando el vidrio, hablan, Llúcia camina de un lado a otro enervada, alarmada, cada vez más furiosa. Lo ha visto en claro. Pero la rabia ciega su capacidad de pensar, y de hecho, su aversión a lo que cree haber descubierto le impide pararse a pensar en el asunto.

- Es una maldita cárcel - se oye su voz, como si emergiera de una boca de dientes muy apretados - Son al menos cinco cárceles.

Viendo que voy recuperando la compostura Samuel se acerca y me coloca la chaqueta, sacudiendo un poco la suciedad que había quedado pegada a mis solapas. Con tranquilidad, y aplacando su enfado porque no encuentre su reloj busca por mí alguna manera de salir de la situación.

-Vale, ya encontrarás el reloj. Seguro que está en nuestra querida granja. Ahora trata de encontrar alguna manera para salir de aquí. Mira si alguno de los que tienes alrededor ha descubierto algo que pueda serte útil.

Doy media vuelta, prestando más atención a mi entorno. Las conversaciones de los demás ahora parecen más claras, mientras el embotamiento en el que estaba inmerso va desapareciendo. Reconozco de un vistazo el exterior y echo cuentas.

Está bien; si la disposición de esta sala es perfectamente geométrica, teniendo en cuenta que sólo puedo ver otras 2 celdas, y que he oído otras 4 voces, el espacio central forma un pentágono perfecto. En ese caso, la salida de esto debe estar entonces en el techo... o en el suelo.

El comentario de la mujer es el que necesito para comenzar a relacionarme con mis compañeros de cautiverio.

-Sí, echando cuentas debe ser eso. 5 cárceles... ¿Alguno de ustedes tiene la mínima idea de por qué estamos aquí? Algo en común debemos tener para que nos hayan encerrado a todos. Estas cosas no suceden por casualidad.

-Bueno, algo en común aparte de nuestra naturaleza, que tanto se ha apresurado a desvelar uno de ellos...- Musito para mí.

Desde donde estas vez a dos personas. Ambas hace un momento trataron de romper el cristal, una mujer y un hombre con acento extraño.

Edgar mira sorprendido el vidrio que había tratado de romper con su puño.

Ni un puto rasguño - piensa, mirando aquella estructura con sorpresa y cierta rabia.

Cuando cae en cuenta de que el nosferatu le ha respondido, se apresura a contestar:

¿A sí? - dice, refiriéndose al móvil. - Pues, yo encontré una piedra llenita ella de musgo. Si tuviera una palanca, que no tengo, trataría de aflojarla, y por ahí se empieza, ¿no? - Escucha lo que dice la mujer y aquel otro que había visto a través de su celda, apuntando al hombre de lentes mientras sigue hablando: - Como dice este tipo, na' aquí es casual... 

Esa llave esta flotando... es lo que pienso mientras lo observo todo y escucho las conversaciones de los demas prisioneros Esto es obra de algun hechicero...no hay mas explicacion Y me recuesto contra la pared pensando rapidamente

Cita:

grita el nosferatu a lo que respondo ¡Eres un nosferatu!!!..usa ese celular para llamar a alguno de tus contactos!!!

Y miro hacia todos lados buscando algo en medio de la oscuridad que se me haya pasado de alto

Comisa a ocurrir algo en tu cabeza extraño, sientes un temblor en tu mano y parpadeas por un momento. Algo que nunca habías sentido, y que te da miedo. Miras de reojo el Iphone, y por un momento sientes que el y tu son uno.  La pantalla del teléfono comienza a moverse, y comienzan a salir juegos así como  rintones que el mismo tiene. Es extraño muy extraño... que carajos esta ocurriendo?. Por un momento comienzas a sentir que la señal trata de interferir con la puerta... pero como que no se logra. Te sientes Extraño... MUY  extraño.

Tienes miles de cosas en la cabeza, Miles de cosas. Pero en un instante te sientes extraña, no sabes explicarlo, pero es así. En ese momento, mirando un poco tu celda, desesperada, ves algo que no puedes creer... el colchón mal oliente de la celda se ha levantado, y en cierta forma cierta parte de ti te dice que tu lo haz movido, pero la otra te dice que no lo cree...

El colchón flotando se tambalea al lado tuyo. Tus ojos se abren cada vez mas de la sorpresa. Que carajos esta ocurriendo?? ..Que demonios???

Te sientes extraña. MUY extraña.

La voz de Samuel resuena en tu cabeza una y otra vez. Pero tu solo piensas en una cosa. El reloj, el reloj. Lo necesitas, lo requieres, solo piensas en eso... y en ese momento, te sientes extraño, más de lo normal, y en tu mano observas como “de la nada” aparece el reloj, lo miras, lo tocas y es ese, el reloj, el mismo olor, la misma textura... idéntico... por un momento te sientes feliz, maravillado, lo recuperaste, lo recuperaste...

Lo extraño es que miras a tu derecha, y aparece otro reloj, y otro, y otro.... y otro.

De repente tienes mas de un reloj, y siguen apareciendo y todos igualitos. Tus preciados relojes se reproducen.

Sigues buscando algo que les ayude a salir del lugar, todo parece normal a pesar de que estás furioso,  y ese mal genio y frustración son una constante: más por el hecho de no saber qué hacer. Lo único extraño es el escuchar una especie de chillido apagado en las celdas de los demás.

Mientras estas en la celda viendo al exterior comienzas a ver que tus compañeros tienen una expresión de sorpresa, puedes ver que en la celda de la mujer algo al lado de ella flota, mientas el nosferatu parece estar muy concentrado con el celular. Si embargo casi inmediatamente comienzas a sentir algo en tu cabeza extraño... realmente extraño.

Estamos acá!!! Estamos acá!!!... algo te dice, ¿Cómo carajos estoy escuchando voces ahora??? Piensas.

Tratas de ubicar las mismas e instintivamente no puedes evitar centrar la atención hacia la pared mohosa y llena de tierra.

Te está hablando la pared???

Interesado y  asustado te acercas. Puedes ver algo dentro de la roca... es un brote de algún tipo de planta, que comienza a crecer rápido... muy rápido ante tus ojos.

Aquí estamos!... aquí estamos!!!...sigues escuchando

Me tomo la cabeza ante las voces en mi mente y casi me aruño el cuero cabelludo mientras caigo de rodillas sobre el frio suelo Que diablos sucede....que diablos me pasa... Y me levanto y veo aquel tipo de planta creciendo sorprendentemente rapido ante mis ojos Esto es obra de los Malkavian...nos han embrujado...o algo asi... Susurro dando unos pasos hacia atras

Vamos Daniel Sam...ni puedes dejarte caer...!!Grito y me lanzo corriendo contra la planta y empiezo a arrancarla a tirones de la roca casi lastimandome las uñas en un movimiento desesperado

Escuchas el grito desesperación del hombre que tienes al lado, así como ciertos sonidos del resto de los compañeros. Algo te ha puesto nervioso... muy nervioso. De repente sientes un cosquilleo en ambas manos. Es raro, es como un corrientazo que te da cosquillas y que recorre tu mano y antebrazo.  Pero que demonios? Piensas mientras observas tus manos. Y de repente pasa algo que te ATERRA.

Ambas manos se encienden en llamas!.

Tu mente en ese momento no razona. Los vampiros le tienen miedo al fuego desde el principio de los tiempos, eso lo sabes, y aunque el fuego no parece quemarte estas en un total estado de pavor.

Miro mi mano con detenimiento y extrañeza, examinando cuidadosamente lo que ha aparecido en ella.

¡Sí! ¡Es mi amado reloj! ¡Todo este tiempo lo he tenido encima, sin darme cuenta!

Una sonrisa bobalicona se dibuja en mi rostro, mientras con la mano que tengo libre lo acaricio, recreándome en su tacto. El frío y la pesadez del acero me devuelven la seguridad en mi; seguridad que hace tan sólo unos instantes creía absolutamente perdida. Reconozco el grabado de su superficie. La bandera confederada trae a mi cabeza alegres recuerdos de antes de que me convirtiera en una criatura de la noche.

Sin embargo, algo llama mi atención en una esquina de la celda. Aprisa voy a recogerlo, ilusionado por la posibilidad de que se trate de una llave que me permita escapar de la celda. Me agacho a recogerlo, pero me quedo paralizado por la sorpresa.

¡Otro reloj! ¡Idéntico al primero!

De repente noto otro brillo a mi izquierda

¡Otro más! ¡Y otro en mi bolsillo!

Presa del pánico grito a quienquiera que se encuentre escuchando

-¡¿Qué se supone que es esto!?