Partida Rol por web

Los aventureros se decidían finalmente a continuar su periplo por aquella peculiar tumba, tras recorrer una primera planta que dejaba claro que nada de lo allí encontrado era la tumba real que esperaban.

La luz del sol quedaba a su espalda, tocaba encender algún tipo de iluminación adicional, ya que, aun siendo algunos de ellos depositarios de dones de su linaje que les permitían reconocer el calor de los cuerpos en la oscuridad o percibir los movimientos, ninguno podía pasar por alto la incomodidad que suponía avanzar en la oscuridad.

Y hablando de incomodidades... Skarlkja notó una irritación creciente en su mano derecha, más concretamente en el dedo en el que se había probado el anillo. Al mirarlo con detenimiento vio como este comenzaba a cubrirse de un preocupante color negro hasta alcanzar su última falange, momento en que esta se partió en dos, tomando una forma similar a la de una enorme lengua bífida negruzca. Un líquido verdoso salía del punto donde las dos leguas se separaban, cubriendo la superficie del endurecido dedo. A la serpentina no le costó comprender que aquello era veneno, pero un veneno que a ella no le afectaba, simplemente cubría aquella especie de daga en la que se había convertido su dedo. El anillo se había disuelto, dejando una marca oscura en la saca donde se guardaban los tesoros que los aventureros iban encontrando.

Tras avanzar unos pocos metros hacia abajo, el grupo llega a una estancia algo más ancha, presidida por tres enormes esculturas de hombres serpientes flanqueando cada ala de la misma. Todas portan sables y armaduras, miran fjamente, desde la penumbra, a los aventureros.

La primera estatua a mano derecha, parece ligeramente escorada, como si se hubiese caído de su pedestal y alguien la hubiese vuelto a apoyar en el mismo lugar sin lograr que se sostuviese.

Al final del pasillo de las esculturas (7), los aventureros se encontraron en una habitación hexagonal (8). El suelo es húmedo e irregular, faltan piezas de piedra y en sus huecos se acumula limo ponzoñoso que iba cubriendo las botas y bajos de quienes allí se adentraban.

En su centro había un pozo de oscuras aguas estancadas, que llenan la estancia con un peculiar olor a regaliz. Algún tipo de envuelto pequeño parece flotar en el líquido.

En cada una de las paredes hay una puerta cerrada, excepto en su pared sudoeste, donde hay un nuevo pasillo que continúa descendiendo.

Algunas puertas (A, B, C y F) están hecha de piedra. Aparentemente no debería ser difícil hacer palanca para abrirlas.

La puerta de la cara este (D) también parecía estar hecha de piedra, pero su superficie se diferenciaba del resto en que era mucho más ornamental y suntuosa.

La puerta de la cara sudeste de la sala (E) parecía ser una simple tabla con un pasador, no parecía cerrada.
 

-Ssto es horrible- murmuro con los ojos abiertos al ver mi dedo convertirse en una negra lengua ponzoñosa. -No me miréis...bu huu, huuu.. Me quedo al lado de una de las esculturas, la derrumbada, sollozando ruidosamente - Buaaaahahaha..Sssoy un mossstruo reptiliano, con partesss ssserpentinas.. ¿quién va a quererme asssi?  Me enjugaba las lágrimas usando mi nuevo y desagradable apéndice. -​​​​​​BUuuuhu huuuu huuuu...snif huuuuuuuuu

Tras ese momento de debilidad, avanzo sigilosamente sala abajo.  Los antiguos Reyes Serpiente tenían mucha maña con la nigromancia, visto lo visto.  Me asomo al estanque negruzco intentando adivinar qué es eso que flota.  

-Ahora acercarsse con cuidado. Elijamosss el sssiguiente movimiento, todoss a una.  Nada de hussmear a lo loco.... como ssi fueramos.. medianosss. - sonrio a Fette, enseñando los afilados dientes. No se puede negar que tengo un sentido del humor sutil y elegante. - Jah, jahk

Uno había inhalado algo verde, la otra tuvo un problema similar si es que rápidamente el elfo pensó que no podían dejarlo solos ya que se las ingeniaban para que algo les suceda. No obstante no dijo nada, todo estaba oscuro y no dudó en sacar su linterna para iluminar aquel entorno. Tampoco es que podía hacer mucho, más allá de escuchar las palabras de la mujer reptiliana. 

—Después los dramas, ahora nos centramos en esto—dijo con cierto aire serio—. Está lleno de puertas, así que tocará revisarlas con cuidado. 

Precavido como era, sacó una de sus flechas y tocó una de las puertas (A) con la misma, esperando a ver que sucedía. Básicamente por si se activaba un sistema de trampas. 

Fette puso un falso gesto de ofensa cuando Skarlkja habló, e inmediatamente rió y le guiñó el ojo.

—Tú cuida ese dedo pocho, ¿Eh? Que tiene una pinta... Ugh—dijo con un escalofrío.

Con el gracioso andar típico de los medianos, que eso sí era común y no las paparruchas que decían ciertas lenguas viperinas, Fette siguió a sus compañeros a la puerta señalada por Zoex, buscando cualquier atisbo de trampas.

Al echar una ojada a aquellas aguas turbias del pozo, las que dotaban de aquel curioso olor dulzón, propio de algunas formas de podredumbre, como la de la fruta, a la sala, Skalkja pudo ver dos cosas con claridad: la primera era que había cosas brillantes en lo que parecía el fondo del pozo, ya que reaccionaban a la linterna de Zoex cuando pasó cerca del foso. La segunda fue que aquello que flotaba en las aguas parecía ser fragmentos de cuerpos envueltos en vendas como las que se empleaban para momificar cadáveres en algunas culturas.

La puerta a la que Zoex había señalado con el arco y en la que todos volcaron sus sentidos, en busca de posibles trampas, no hizo que saltasen sus alarmas, así que procedieron a forzarla entre todos, abriendo paso a un pasillo que olía a ozono y especias.

Al revisar la entrada los pelillos de la nuca del mediano sí que se erizaron sobre sí mismos hasta alcanzar la curvatura delos pelillos de cochinillo quemados. Había algo allí mismo, justo en el suelo de la entrada, aparentemente en la primera losa que continuaba hacia la sala funeraria del fondo, que era del mismo ancho que el pasillo.

Fette vio cómo forzaban la puerta ansioso. Expectante por ver el interior, como en las otras habitaciones. Cada apertura era una especie de sorpresa que llenaba al mediano de adrenalina y emoción. Cuando terminaron, dio un paso adelante y notó algo extraño en la puerta. Reaccionó como no podía ser de otra manera. Alzó los brazos, mirando a sus compañeros y, con voz profunda, como imitando a uno de esos embaucadores de los que se hacen llamar oráculos, dijo:

—Un paso más y seréis pasto de los gusanos.

Luego se carcajeó al ver la cara de incredulidad de sus compañeros y les explicó que había una trampa, aunque desconocía su naturaleza, efecto y forma de desactivarla.

—Aquí está. No la piséis.—dijo señalándola—Quizás podemos apartarnos y activarla con cuidado desde lejos, aunque no sé si merecerá la pena, claro....

Fette observó el interior calculando si el intento era rentable, e intentó deducir qué haría la trampa.

Como ya habías deducido, la trampa se activa al pisar la losa, en torno a la misma hay unos haces radiales que parecen indicar que el suelo ha recibido ahí algún tipo de descarga de energía, pero no puedes deducir mucho más. AL fondo del pasillo se intuye una cámara mortuoria como las que ya habéis visitado.

Aquello brilloso en las aguas le hizo sonreír al elfo, pero era precavido y prefirió ir hacia la puerta indicada. En apariencia no tenía trampa alguna así que entre todos tuvieron el acceso al abrirla. Una vez allí, el mediano comenzó a hacer su labor y esta vez Zoex no le reprochó en absoluto. Incluso cuando le advirtieron de la trampa, negó con la cabeza. 

—Bien pensado, no la activemos si podemos evitarla y por las marcas, se ve jodida—dijo pensativo—. Más huesos encontraremos pero toca investigar. ¿Vamos?

Y sin dudar, fijándose por donde pasar se adentró por ese sector. 

-Oooh que lásstima no tener un goblin para cada trampa de sstass tumbass - digo asomándome por encima del hombro de Zoex, sibilante. Parece que ya se me había pasado el disgusto -Goblin frito -murmuro. Se me hace la boca agua solo de pensarlo. 

-Yo dessitiria de ussar la inteligencia, Butterss.  Sstá sobrevalorada, jah jah. De mi zurrón extraigo el Grimorio de la infinita idolatría serpentina -¿Para qué rompersse la puta cabeza ssi ya sabemosss lo que de verdad funciona? Y comienzo a pasar mi ponzoñoso y, por qué no decirlo, sensitivo nuevo dedo por encima de las complicadas frases arcanas.

-Olcsó bálványaim vannak. Leveszik őket a kezeimről! Bálvány az év minden napjára, hé. Sobre la trampa, en el aire, comienza a formarse un remolino de polvo blanco, en cuyo núcleo empieza a condensarse una figura reptiliana de aspecto macizo que crece y crece como un enorme globo relleno de mármol.

—Venga tengo una idea, tira la estatua sobre la baldosa mientras nos quedamos lejos. A ver si con el peso de la misma se activa esa trampa y no termina nadie mal—sugirió el elfo un tanto pensativo—. Y tú, quédate quieto. 

Era una advertencia para el mediano, por las dudas se lo dijo y para evitar algún agravio que después deban lamentarse. Si es que al final las estatuillas estas iban a ser útiles, sólo que no lo habían escuchado lo suficiente. No obstante mientras esperó que quizás le hagan caso con el plan, se alejó para estar a una distancia prudencial de lo que suceda. 

—Como desees.—dijo a Zoex haciendo una reverencia tan exagerada que la nariz del mediano habria tocado sus propios pies si su tripa no lo impidiera.

Luego se apartó y dejo hacer a Skralkja. No quería volver a pasar por la intoxicación de antes. Mientras observaba, se le ocurrió una idea:

—Si no funciona tirar la estatuilla, puedo usar mi grimorio.

Y... ¡Plop!.  La figura que se iba hinchando dentro del remolino se desintegra y el material vuelve de donde ha venido - sea cual sea -haciendo un ruido similar al de una pompa de jabón hipertrofiada.

-¿Aún no ha passsado un día completo dsssde que lo usssé? Joderr, en ssstos túneless una pierde rápido la noción del tiempo. Y dejo que sean otros los que hagan algo al respecto de la trampa.