Partida Rol por web

Ya en aquel lugar, La kitsune se encargó de revisarla, estaba muy helada, su estado estaba empeorando, la joven tomó sus manos y comenzó a frotarlas, y esperó que todos, llegaran, mientras revisaba a la joven, estaban sus manos sudorosas, seguramente estaba sintiendo mucho frío, y se preguntó si su fuego fatuo podría calentarla, e intentó abrir sus ropas para calentarla con su cuerpo, buscando cambiar su temperatura, y para esto, se metió en la canoa, mirando de reojo lo que ocultaba en su sombrero.

- chicos, el fuego no es buena idea, habría una columna de humo que nos haría localizables, ¿no habían huellas? Me parece extraño... este lugar debió ser inspeccionado luego de la explosión... si no es así, es que no saben o ya vienen se le erizaron los vellos de la nuca debe beber algo primero... Le ayudare a cambiar su temperatura, si cambia muy rápido, la sangre llegara muy rápido a su corazón y podría morir... Mako-Kun... debe estar caliente, agua caliente, no sé si mi fuego podría calentarlo... Pero intentémoslo, un tiesto, con algo de agua, si come de inmediato, se deshidratará más rápido... -les explica a los chicos, mientras sigue frotando el cuerpo de la chica, ella misma se abre su abrigo, para que su cuerpo quede en contacto con ella.

- Foster-san, creo que solo queda el volver al castillo, estamos muy expuestos... aquí, pero ella está muy débil, por favor, cubranla con los sacos de dormir, y frotenle los pies, es el primer lugar que la sangre abandona con el frío... - se escucha angustiada, intentaba hacer todo lo posible por tratarla.

 Miro a Kat de reojo y arrugando la nariz, sorprendida por su actitud, sin entender su indiferencia. Antes de salir era de ayuda y colaboración, y ahora está siendo más imbécil que de costumbre. ¿Pero esta tía está gilipollas o qué le pasa? Como sea, prometí que no volvería a causar más problemas, y antes de comenzar ninguna discusión estúpida en un momento tan crucial prefiero callarme. Además, el frío y Natuk son mis prioridades ahora.

 Como Ben, al recordar la foto no me parece que Natuk se parezca a Maki, tal vez me equivoque, pero creo que le están dando demasiadas vueltas. - Yo tampoco le veo parecido, ¿Pero qué más da eso ahora? Si no nos damos prisa, no tendremos ni Maki ni Natuk. - Digo seria, con prisas por actuar.

 - Rina tiene razón con lo del humo. En el castillo seremos más discretos, y aquí no hacemos nada. Vamos. - Apoyo a los chicos, aprovechando que Ben aseguraba que no había peligros por la zona.

 Me quedé atrás de la canoa con las manos posadas sobre ésta, con intención de empezar a empujarla cuando otros comenzaran a tirar de ella. Ahora Rina también está dentro, pero si ayuda a Natuk a mejorar, o a no empeorar, al menos, el peso extra no será ningún problema. Ahora lo es el frío para mi, pero Natuk es lo primero. Además puedo entrar un poco en calor empujando la canoa.

Parece que tras todo el esfuerzo y sacrificio que nos ha exigido encontrar a La Última, su situación estaba cerca de ser crítica.

Eso provoca que el cuidado de su estado de salud sea ahora lo primordial.

Las chicas coinciden en decir que ven necesario su traslado a un lugar más cálido, así que siendo así, voy a confiar en su criterio.

Vicky se acerca a la parte posterior de la canoa para empujar, decidida, al castillo.

- De acuerdo entonces- me agacho y apoyo las palmas de mi mano sobre la embarcación - Kat, ¿puedes acercar el agua a Rina por favor? - intento distraer a la polaca de aquella negatividad que parece invadirla por momentos, justo antes de empezar a empujar.

- ... Claro  -  obedecí a Makoto.  El japonés siempre tenía un agradable y relajante extra de confiabilidad.

Ante la comprensible reacción del grupo a mis palabras, me mordí, cabizbaja, la comisura del labio.  Mejor hubiera sido callarme, pero sí que era cierto que respondían a como me sentía.

- Uff.  Estando inconsciente, poca agua podemos darle.  -  dije casi bufando, al no poder hacer nada.
- Lo más seguro sería ponerle un suero  -  aventuré con mis modestos conocimientos.
- No sé, quizás en la enfermería del castillo haya.  -  dije, recordando que estaba cerrada con candado.
 

Vale... -Digo al ver que nos ponemos de acuerdo en reemprender la marcha. Le doy un beso a Liz en la cara, notando el frío en su rostro expuesto, y le digo al oído que no se preocupe por lo que ha visto, que todo se arreglará- Camina junto a la canoa, cariño, por si Rina necesita ayuda.

Me pongo de nuevo en la parte delantera de la canoa, sujetando el estrobo con una mano e inclinándome para tomar impulso y tirar de la embarcación. Con Victoria y Makoto empujando, y si el resto aporta algo también desde los laterales, no debería costar mucho llevar la canoa con Natuk y Rina encima. La última apenas pesa, y la embarcación es ligera. Sonrío al pensar que, si nos cuesta moverlo, podemos bromear largo y tendido con los "kilos de más" de la japonesa.

Va a ser un largo paseo...