Llegué tremendamente fatigada. Nada más entrar me apoyé en la fría y húmeda pared de la cueva para recuperar el aliento. ¿Y ahora qué? ¿Ibamos a hacer el hechizo con la entrada al descubierto? Pero... si la cerrábamos ¿qué pasaría después con Natuk, quedaría encerrada dentro?
Demasiadas preguntas, esta vez por suerte si tenía algo de tiempo para meditar, aunque fuesen unos segundos.
─Puedo... puedo cerrar esta entrada, lo leí... en los pergaminos. Se hacerlo ─pensé, basándome en mi idea inicial─ pero Natuk quedará encerrada una vez acabe el hechizo... y si no conseguimos cambiar el pasado... morirá aquí dentro, sola, en la oscuridad... de hambre...─
Por ahora preferí no pronunciarme, esperaría al resto, quizás alguien tuviese una idea mejor, más práctica o... simplemente hiciésemos el hechizo y ya está.
Entro.
Natuk entra en la cueva, parecía que estaba más tranquila de lo que sería normal en la situación en la que se encontraban, la chica mira el arco y dice:
- Himiko me dijo que la única forma de entrar por este arco es usando mi esfera... que la apertura solo durara un par de minutos...
Natuk se acerca al arco y saca la esfera de cristal, cierra los ojos y se concentra, todos pueden ver como una luz blanca aparece desde la esfera hasta el arco, segundos después este desaparece.
Natuk da un paso al interior, allí observa a todos y dice:
- Creo que puedo hacer el conjuro aquí...si me lo dais... solo sé que tenéis que estar en esta sala y pensar el lugar y la fecha que queréis ir, iréis al lugar que penséis
Entra
Liz entra apresuradamente y le hace entrega a Natuk del pergamino para el hechizo, la chica observa lo que hace su novio mientras se sienta en un lugar dentro de la cueva donde pueda ver lo que sucede, ante las palabras de Matul cierra los ojos y espera a Ben, no sabía que podía pasar, pero lo que si sabía era que fuera lo que fuera lo haría junto a su novio
Entra
Ben entra en la cueva, parecía molesto, mira a todos y dice:
- A que esperáis?, vamos, tenemos que taponar la entrada para tener suficiente tiempo para poder hacer el conjuro,. tu Kurt ayúdame y Lia con su magia de viento puede hacerlo también, vamos, no pasara nada, si los demás no pueden entrar se salvaran con lo que hagamos en el pasado, vamos
Se disponía a taponar la entrada de la cueva
Nyara llegó corriendo a la cueva mientras las lágrimas se derramaban por su rostro. No se había dado cuenta de ello, pero la manga izquierda de su chaqueta tenía motas de sangre por la zona de la espalda. Justo al llegar escuchó las palabras de El Penas pero no quiso decir absolutamente nada, ni a él ni a nadie.
Al adentrarse en la cueva caminó hasta alejarse del resto y se apoyó en una pared, donde se cruzó de brazos y agachó la cabeza. La verdad es que lo que más deseaba en esos momentos era romper a llorar y estar tan sola como se sentía realmente, pero debía permanecer en la cueva para poder volver a ver a su hermana con vida.
Su cuerpo temblaba ligeramente en ocasiones y sus ojos, en esos momentos, no transmitían emoción alguna. Apretó sus puños hasta el punto de que se clavaba las uñas sobre la piel, pero no sentía el dolor que eso debía estar produciéndole.
Tengo que vivir, tengo que salvarte. Cuando vuelva atrás estarás viva en algún lugar, y lograré que siga así. Aguanta, aguanta- ese último pensamiento estaba más dirigido a ella que a su hermana. Inconscientemente seguía tratando de usar ese poder que tenían de comunicarse entre ellas, a pesar de que ahora era imposible.
Como siempre me solía pasar, el coraje me volvía en el mejor momento. Recordé cada minuto pasado con aquellas personas, y con quienes ya no estaban, como si se proyectase un film antiguo en blanco y negro en mis retinas. Buenos momentos, malos, amistades... enemigos, fuera como fuese todos estábamos allí por un mismo fin, unos queríamos llevarlo a cabo de una forma y otros de otra; pero el camino ya había sido elegido y ahora solo quedaba sellar la cueva en la que nos encontrábamos, cortar el hilo que había dado vida a esta historia, cerrar el libro que pondría punto final a ese futuro.
─No... no podrán solos... ─pensé, desalentada─ Ben, Kurt, Lia... tardarán demasiado─.
Me despegué de la pared sobre la que reposaba mi cuerpo, agotado por la carrera. Caminé diez escasos pasos hasta la entrada de la cueva, miré por última vez al exterior. Triste... sí, algunos de los nuestros quedaban fuera, morirían... huirían... serían cazados... les esperaba un futuro amargo. Odioso. Pero con suerte podríamos hacer que nada de eso hubiese ocurrido. Nunca.
Alcé mis brazos en cruz, extendí mis manos. Cerré los ojos, evoqué a mi memoria la seguridad que me proporcionaba la presencia de Rina, la amistad que desarrollaría con Katar, la nobleza que encontré en Angelica, y por supuesto el sentimiento de protección que nacía en mi cuando miraba a Natuk. Por ella y por nosotros yo podía hacer esto.
─¡Atrás, cerraré esto! ¡Lo cerraré... para siempre! ─grité, mientras fruncía el ceño─
Una nube de polvo marrón se desprendió de mi piel, liberándose entre mis ropas, creándose una vorágine de arenisca a mi alrededor que acabó en un torbellino que revolvía y agitaba mis negros cabellos hacia el techado de la cueva. Poco después el simulado tornado cesó, y toda aquella arena levantada se pegó a mi piel, fusionándose conmigo, siendo ambas tan solo una. Entonces tuve esa sensación en la punta de mis dedos, como si estuviesen atadas mis yemas por hilos invisibles al suelo, a las paredes, yo era la titiritera y la tierra mi marioneta.
Sonreí, pues me sentía poderosa. Arrugué los dedos como si agarrase el aire, y las rocas de la entrada comenzaron a expandirse, crearse, con picos afilados de granito oscuro que poco a poco iban sellando la entrada a la cueva como si de la boca de un lobo a punto de cerrarse se tratase.
Junté mis manos frente a mi, entrelacé mis dedos, y el sello había sido completado. Unas pequeñas grietas que surcavan el grosor del muro recién creado dejaban entrar pequeñas y frías brisas de aire. El espectáculo había finalizado, la entrada fue cerrada, y yo me hallaba exhausta.
─ Es-está... hecho... ─caí de rodillas donde estaba. Mi cuerpo estaba entumecido, la niebla que me había cubierto la piel se disipó en el aire abandonando mi cuerpo y ropa─ está... hecho─.
Motivo: Golem de roca
Dificultad: 16
Habilidad: 1+9
Tirada: 1 6 7
Total: 6 +1 +9 = 16 Éxito
Motivo: Crear elemento
Dificultad: 16
Habilidad: 1+9
Tirada: 2 7 7
Total: 7 +1 +9 = 17 Éxito
Si alguien que aún no ha entrado quiere entrar, puede rolear (por mi parte) que entra mientras lo voy cerrando.
Kurt observó el cuerpo caído de Kyara en la entrada y cómo su hermana conseguía acceder, con la angustia plasmada en su rostro. Quería acercarse hasta ella, pero escuchó a Ben hablar de cerrar la entrada y eso disparó una alerta.
- Faltan Angelica, Lia y Vicky. - Dijo aproximándose hasta él y cogiendo sus hombros. - Hay que esperar un poco, sólo un poco y.. ¿Roxana?
La joven había iniciado por su cuenta el proceso, por lo que Kurt abrió mucho la boca y los ojos. Lo había cogido por sorpresa.
- Por Loki.
No sabía si al resto le iba a dar tiempo a pasar, de modo que se aproximó hasta la entrada, dispuesto a atraer con la telequinesis a cualquiera que viera fuera.
- Adentro, chicas.
Se concentró, pero no tenía ninguna práctica con ese hechizo. Trataba de empujar hacia él, pero no magia no le correspondía.
"Mierda, espero que entren a tiempo".
Motivo: telequinesis
Dificultad: 16
Habilidad: 4+6
Tirada: 3 3 4
Total: 3 +4 +6 = 13 Fracaso
La escena del bosque fue como repetir el día anterior. Nieve y sangre, además del frenético movimiento de la gente levantando nieve en polvo y los gritos, mezclados con los tiroteos. Había corrido gran parte del trayecto de la mano de Chris, temerosa de que le alcanzaran las balas.
Pudo ver de reojo como Kyara había caído y sintió un nudo en el estómago que sólo la hizo mantener el ritmo. Cuando todos empezaron a entrar se destuvo un momento hacia atrás y vio que Vicky había caído. En una situación de vida o muerte como aquella no se sentía capaz de abandonarla, ella no era así. Soltó la mano de Chris y le hizo una seña hacia Vicky con la cabeza, con una sonrisa de seguridad en el rostro.
-En seguida os pillo-y corrió hacia atrás. Si alguien se fijaba en la italiana, parecía correr más rápida de lo que cabría esperar en una persona: de hecho corría liviana, como si apenas pesara, y aquello haciese que alcanzase mayor velocidad. Dio tiempo a que todos entraran cuando ella había llegado hasta la chica. La cogió del brazo y le tomó de la mano con firmeza-Agárrate fuerte-le indicó antes de volver a correr hacia la cueva, tirando de ella. Lia era muy rápida y tiraba de Vicky. Cuando vio que lo que parecía ser a Roxana cerrando la entrada apretó la mano de Vicky e hizo un sprint. Llegaron por los pelos, a la desesperada, casi saltando en el último momento para aterrizar dentro de las cuevas rodando.
Una vez en el suelo tomó unos segundos para recuperar el aliento e incorporarse para cercionarse de la situación. Miró a Chris con una sonrisa satisfecha, aliviada de verlo dentro sano y salvo.
-Appena in tempo-comentó. Luego buscó con la mirada a Nyara, había hecho una extraña amistad cercana con ella y no podía imaginarse el horror que debía estar sufriendo. Se levantó de pie y levantó el pulgar hacia Roxana, reconociéndole la gesta de forma discreta. No quería celebraciones y felicitaciones con Nyara delante, hacia quien se dirigió y se sentó a su lado para acariciarle la espalda en silencio, a la espera que indicaran el resto los detalles del conjuro.
Vaya puentecito más inoportuno me he pillado >_<'
Entro arrastrando a Vicky
Parecia que por fin todo llegaria a su fin para bien o para mal. Solo esperaba que fuera para bien.
Con paso decidido me interne para que entre todos lograramos cambiar el pasado.
Queria volver y cambiar las cosas. Que mis padres estuviera vivos. Que mi hermano volviera revolverme el pelo . Odiaba que lo hiciera pero ahora mismo me daria igual , escuchar la voz de Amanda o por que no volver a ver a Arthur.
Y por ultimo pero no por ello menos importante salvar a Maki.
Tenia mucho por lo que luchar para cambiar el pasado. No seria nada facil eso seguro. Pero viendo la cara de todos me imaginaba que todos queriamos cambiarlo.
Habían conseguido entrar tanto Lia como Vicky, así que dio gracias a los dioses nórdicos. El corazón se le había encogido al verlas tratar de sortear el escollo invocado por Roxana. Tan cerca como estaba de la entrada, el polvo levantado le dificultaba respirar, así que sacudió una mano y se apartó del sitio.
- Roxana, tú sí que eres contundente cuando quieres.
Dijo con ánimo agridulce. Angélica se había quedado fuera. Otra más que perdían. Se sintió apesadumbrado, pues era difícil hacerse a la idea de que lo que pasaba allí caería en el olvido.
- Vamos bien. Estamos a punto de conseguirlo. Decidle a Natuk la fecha y el lugar, por favor. Unas semanas antes del accidente de metro.
Sus pasos le llevaron entonces hasta Nyara. Se colocó delante de ella de cuclillas y tomó su barbilla.
- Ella sigue viva. Todos estamos vivos allí donde vamos. Natuk vendrá con nosotros y nos presentará. Hasta nos pondrán en los libros de historia mágica como grandes héroes.
Fijó sus ojos en la joven, buscando los suyos. Pensaba que si ella le miraba recuperaría las fuerzas.
Katarzyna observaba como los acontecimientos se precipitaban sin saber cómo reaccionar, exhausta de la carrera. Había algunos que no habían conseguido llegar, y algunos (como Lia y Vicky) que lo habían hecho por poco. Pero sin duda lo que más se dejó estupefacta fue el movimiento de tierra realizado por Rox.
A duras penas logró despertar de su letargo, cuando recordó que, unos segundos antes, Natuk había abierto el dichoso portal. Entonces se limitó a hacer lo único que podía, hablar:
- Está bien, vamos - consiguió por fin articular.
- Natuk ha dicho que el arco solo estará abierta unos minutos - Se aproximó a Roxana e intentó levantarla
- No les fallemos ahora - concluyó, refiriéndose a los compañeros que no habían conseguido llegar.
El mundo le parecía un lugar tan frío y oscuro en esos momentos que nada le importaba en absoluto en un momento como ese. A pesar de que su cuerpo estaba acostumbrado al frío y era incapaz de sentirlo, en estos momentos le parecía que miles de estacas de hielo la atravesaban a la misma vez.
No está, y es mi responsabilidad que vuelva. ¿Cómo ha podido pasarle eso? ¿Por qué a ella?
Hubiera preferido mil veces que eso le ocurriera a cualquier otro, incluso a ella misma. Sintió la mano cálida de Lia en la espalda y en ese momento las lágrimas salieron con más fuerza, aunque el mutismo casi se mantenía.
Kurt apareció poco después de eso para darle ánimos y, a pesar de que ella sabía que llevaba razón, le costaba no sentir todo ese dolor en su interior. Encontró finalmente sus ojos con los del varón rubio y luego miró también durante unos instantes a Lia.
-Tenemos que volver atrás- dijo con un hilo de voz que luchaba por romper en un llanto- e impedirlo todo. Quiero irme ya de este futuro.
Se limpió los ojos llorosos con su chaqueta y dedicó una falsa –no con mala intención, sino porque no le salía otra- sonrisa a las dos personas que se habían preocupado por su estado. Aquello no lo olvidaría. Confió en que Ben le diría pronto la fecha exacta a Natuk para poder marcharse por el portal, pero por si acaso preguntó. ¿A qué día y lugar debemos viajar? –ella haría caso a lo que Kurt o Lia le dijeran que debían pensar, porque era mejor que volver a todo el sufrimiento que tenía en su cabeza.
Cuando acarició a Nyara y su llanto incrementó apoyó su frente en la sien de la morena, como cuando ella misma la animó apenas hacía unos días, cuando pasaron los primeros días en el castillo. Cuando Kurt se agachó frente a ellas le dirigió una mirada cómplice y se apartó al ver que dirigía su mano al rostro de Nya. Los miró a ambos y dejó que hablaran. Kurt pareció más bien ocurrente en un momento tan tenso, así que se limitó a sonreir levemente y mirar de nuevo a Nyara cuando ésta habló.
Asintió levemente y le habló con voz suave y una sonrisa tibia en su rostro.
-No te preocupes, lo arreglaremos todo. ¿A éso vinimos, no? -le pasó la mano por sus oxigenados rizos, apartándolos en un intento inútil de controlarlos-Y te recuerdo que me debes un postre, pasen 300 o 500 años-bromeó con su amiga morena y luego sonrió a Kurt, aligerando el ambiente. La pregunta sobre el destino fue más que oportuna, así que dirigió su mirada a Rina y Roxana, quien estaba siendo levantada por Katarzyna, ya que parecían las más unidas a Natuk y quizás quienes sabrían mejor cómo debían hacerlo.
-Es cierto. Segun Natuk, tenemos que ponernos de acuerdo en fecha y sitio que tener en mente. Y que nadie se escape de vacaciones a las Bahamas hasta que todo termine...-comentó con una sonrisa algo nerviosa mientras miraba a Natuk con la esfera. Luego miró a Chris: si conservaba la calma y no perdía su sonrisa, siempre al finals e reducía a que era garcias a él.
Me incorporé con la ayuda de Kat. Miré asombrada de mi misma la muralla de pura roca que había creado, y me atemorizaba saber que voluntariamente había dejado a algunos de los nuestros fuera, pero... ¿qué podía hacer si no?
─Lo siento... ─murmuré con pensamiento triste al recordar quienes quedaron fuera de la cueva─
Ahora deberíamos centrarnos en volver, todos juntos, a la misma hora y en un mismo punto.
─De-deberíamos... deberíamos ponernos de acuerdo en a dónde ir a qué hora. Es... importante ─comenté mientras me levantaba del todo, y comenzaba a caminar─.
La chica asiente y dice:
- Muy bien, pensadlo, tenéis que pensar claramente en donde queréis estar y en la fecha y asi apareceros todos juntos... y antes de que os marchéis... muchas gracias por ayudarme, me alegro de haberos conocido pase lo que pase
Mira a Rox y a Rina y asiente, entonces comienza a mover las manos mientras lee el pergamino que Liz le entrega, todos empiezan a sentir como la cueva empieza a vibrar, fuera se escuchaban disparos y gritos, por fortuna para ellos la cueva había sido sellada y podrían tener algún tiempo, todos lo sentían, el escalofrío de la magia, una gran cantidad de magia empieza a acumularse alrededor de Natuk, la chica empieza a brillar, parecía que fuera a iluminarse completamente, era como una bombilla que emite luz con fuerza, Natuk termina de susurrar y cierra los ojos, entonces una explosión de luz se da inundándolo todo, ante cada uno de ellos había una pequeña esfera como la de Natuk, esta les mira y dice:
- Si la tomáis y rompéis viajareis... nos volveremos a ver
- Más vale que vayamos con tiempo. - dijo Kat.
- Cuanto mas tiempo tengáis para entrenar con vuestros poderes, mejor... - relajó los hombros.
- ... apostaría que el hechizo para invocar a Natuk no es para nada sencillo - expiró por la nariz, precavida.
- Además, algo me dice que lo de Maki no va a ser para nada sencillo - torció los labios.
- Tengo la impresión que Himiko sabía algo más sobre la primera ... - casi se mordió el labio de frustración
Continuó prestando apoyo a Rox, que afortunadamente pesaba lo suficientemente poco para que la paupérrima fuerza de la joven polaca pudiera ayudarle en algo.