Partida Rol por web

La mirada de la mujer expresaba rebeldía, era sin duda una chica difícil. Tuvo que admitir que el hombre enmascarado había logrado toda una hazaña en llamar su atención, pero él no iba a rendirse así nomas. Demasiada tragedia había vivido como para no permitirse disfrutar de ese descanso. Pudo notar como se sonrojaba al invitarla a comer y cuando confesó que no sabía bailar a él le pareció la mejor noticia Una buena excusa para enseñarte de cerca, pensó, pero solo sonrió minimizando el hecho de que no supiese hacerlo.

- Pues esta chica se merece lo mejor, danos algo sabroso y suculento, Isderuv - dijo al comerciante, guiando a la dama a que se acercase. Él también pensaba saborear esas delicias, podría decirse mucho de la Tienda Daltoe menos que vendía productos de mala calidad. Luego dijo en voz alta a los que estaban alrededor, demasiado alta tal vez pues sintió que hasta el asitiv podía oirlo - Alguien sabe tocar un poco de música?- dijo motivado con la idea de enseñarle a bailar a la mujer que se acercaba. 

Avanzó sin prisa pero sin pausa hasta dónde estaba Gysh. Se trataba de un puesto, una tienda, de un estilo que ella jamás había visto, eso provocó que Ayleen pasease su vista por toda la nave.
Escuchó las palabras que intercambiaron los dos hombres, y mientras aguardaba a ver qué les ofrecería Isderuv pensó en sí organizar un baile sería una buena idea. A fin de cuentas no habían pasado más que unas horas del gran desastre que se cobró gran cantidad de vidas. Deberían ser cuidadosos si no deseaban correr una suerte similar a la del supuesto druida.

Casi se me saltan las lágrimas ante la compasión de la Kemanhi. Sin embargo, la emoción deja pronto paso a un profundo cinismo. Que encanto... pero tendría la misma actitud si viese mi rostro y supiese lo que puede pasarle si me toca? En fin, mejor no descubrirlo.

Arrastrando los pies lentamente, me dejo guiar poco a poco, haciendo caso omiso al agudo dolor que se propaga por el cuerpo en oleadas. Si, sin duda la resistencia más feroz se encuentra en cuerpo escualidos y destrozados como el de éste pequeño muchacho. Pienso mientras mastico los ácidos frutos furiosamente con los dientes apretados en un ataque de bruxismo. Te negaste a rendirte bajo la hoja de aquel sicario, bajo la mancha del aceite ardiente y bajo la miasma de los Filo-motores defectuosos. Escupiste a todos los peligros y reiste con fuerza cuando la adversidad te zarandeó hasta destrozarte...

Mírate ahora. Apenas un despojo que ni siquiera merece la poca comida que gasta. Un trozo de carne apestosa y suciedad que se mueve según los vientos del oportunismo y la supervivencia. Esa es la clave, No? Acometer la tormenta sin mirar atrás hasta que ya no quede nada de...

Ensimismado en mis pensamientos, no reparo en el joven kemanhi que trata de flirtear con mi benefactora. Ausente, me tiendo en la arena y dejo abierta la máscara para que entre una brizna del viento del desierto. Ardiente pero fresco en comparación con las terribles temperaturas que soporto en mi interior.

No sería mejor rendirse? Al fin y al cabo, la sepultura de las arenas es dulce para aquellos que derraman su sangre para tratar de saciar en vano la sed eterna del Yermo.
 

-Puta mierda de viaje.-

Observo con cierta diversión al bien vestido individuo que se queja de las dificultades desde el lomo de un soberbio Jhendrabi. Desde luego, no parecía un mercader ni tampoco un tipo especialmente turbio. De hecho, para alguien avezado en el noble arte de leer intenciones, aquel rostro unicamente expresaba un tono de plomizo aburrimiento. Éste tipo o es un genio o es un maldito idiota. Como sea, quizás valga para amenizarme el viaje si tiro de los hilos correctos...

Sin disimulo, agito las riendas de Tenaz y acelero su paso hasta equipararme al lustroso Jhendrabi del misterioso viajero.

-Tan puta mierda no será desde los lomos de una bestia tan magnífica, no?- interrogo con tono divertido fijando mirada a propósito para no darle un ángulo de visión claro de mi rostro oculto tras la capucha.

El muchacho no podia apartar las "palabras" del Atisiv de sus pensamientos, asi que decidió que aunque le temía era una compañia agradable a su manera...

Quizá mas tarde vuelva a acercarme a él...,a fin de cuentas no es necesario que articulemos sonido alguno para tener una conversación...,-Luego se tapo la boca con ambas manos y rió para sus adentros- Tiene que ser divertido ver el mundo desde taan arriiba...

Despues de seguir a la Kemanhi hasta una pequeña caravana en la que habia dos hombres mas, una vez alli se limitó a observarles.

Bailar...¿Que es bailar...?-Penso al oir esa palabra de la boca de el Kemanhi- ¿Fly sabra bailar....?

Me levanto un poco el sombrero para poder ver quien se dirige a mí. Lo evaluo durante unos instantes, pero no logro sacar nada en claro, con el rostro cubierto y una sonrisa en sus palabras, parece amistoso. Luego me coloco sentado con los brazos cruzados delante de mi de forma distendida.

-He expresado exactamente lo que pretendía expresar, no se porqué debería cambiarlo sólo por el hecho que me sea preguntado por lo mismo, simplemente añadiendo que el animal apestoso que monto, es un digno ejemplar de su especie- alzo una ceja- Cuando llegemos te lo regalo para que te cases con él.

Me vuelvo a colocar el sombrero bien y miro para otro lado. No necesito amigos nuevos. Vete a conversar a quien le importe.

Uy! Un moscardón malhumorado... me encantará hacerte tragar esas palabras.

Blando una de mis sonrisas más afiladas, acercándome ligeramente hacia él pero manteniendo todavía una distancia prudencial.

-Veo que estoy de suerte en éste viaje. Ayer solo tenía un petate y unos pocos andrajos junto a un par de recuerdos. Hoy cabalgo un Jhendrabi, tengo mercancías de cierto valor regaladas por mis antiguos patrones y... por la Montaña! Parece que pronto tendré un segundo y soberbio animal y una posible esposa! En cualquier caso, te tomo la palabra!- finalizo antes de espolear a Tenaz y alejarme al trote del malhumorado individuo hacia ninguna dirección concreta.

Emergiendo tras la loma de una inclinada duna, el guía avanza hacia la caravana con paso rápido aunque vacilante por el cansancio. En sus ojos nublados y vidriosos, una profunda preocupación deforma sus rasgos hasta convertirlos en una mueca tensa sobre su cráneo. El sudor baña su frente y jadeante, se detiene resollando como si hubiese efectuado una larga carrera.

-Amigos, seguidme, tengo quie enseñaros algo pues no es una decisión que pueda tomar por todos nosotros. No hay tiempo que perder, seguidme.- explica con voz entrecortada por el esfuerzo. Sin duda, el anciano parece haber visto días mejores, pues el andar seguro exhibía el día anterior se había trocado por una especie de tambaleo funcional en el cual el nudoso cayado parecía desempeñar una función vital.

-Un momento, Biz. Tomad y reponed fuerzas, os lo ruego.- pidió el pequeño Ric Luskal ofreciendo un pellejo mediado de verdagua al fatigado anciano, quien bebió con avidez hasta devolverlo vacío con sinceras palabras de agradecimiento. Acto seguido, la caravana se puso en marcha y avanzó por espacio de unos minutos a paso apresurado hasta alcanzar un pequeño valle rodeado de inmensas dunas que cernían una densa sombra sobre los supervivientes que descendieron deslizándose para ganar tiempo y alcanzar el fondo con sumo cuidado. Por orden del guía, los filo-estivadores permanecieron en la cúspide, ya que la pronunciada pendiente podía hacerlos volcar y provocar una catastrofe que nadie podía permitirse.

-Allí!-exclamó sin aliento señalando unos extraños hoyos regulares que parecían extenderse formando un extraño mosaico de al menos seis o siete metros de separación entre cada uno. La profundidad, de casi un metro, contrastaba con la escasa superficie que semejaba como si un minero demente hubiese comenzado a excavar con violencia en las arenas. Sin embargo, tras una segunda mirada desde una cierta distancia, casi todos resolvieron sin dificultad el enigma:

Huellas. Huellas enormes.

-Jhendrabi anciano.- aclaró el guía ante las miradas interrogantes que intercambiaban entre si. -Y apostaría una de mis viejas manos a que no es un ejemplar salvaje. Lo que quiere decir que hay un clan de Kemanh Frilyr en la zona... Tal vez incluso haya un Jhag a bordo y el clan entero esté avanzando hacia nuevas tierras.-

Siguió al apresurado guía en silencio. Bajó por las dunas y se detuvo junto al grupo, achinando los ojos para agudizar su vista.

Vio las huellas, no era la primera vez que se encontraba con algo así, y sin embargo aquello podían ser buenas noticias, pero también muy malas. Sin duda ahora mismo tenían una baza importante y debían jugarla bien. Eran conscientes de la presencia de una tribu por los alrededores, y esperaba que, en cambio, la tribu no hubiese visto la caravana.

Aunque quizás sí se encontrase con los restos que dejó la tormenta.

-Debería adelantarme y ver qué descubro. Puedo hacerlo. Si sabemos dónde están y quienes son podremos decidir ir a su encuentro o evitarles-  Desde luego no se le ocurría otra cosa mejor. La información adecuada les brindaría una ventaja y el poder escoger sin ir a ciegas.

¿Anciano?- pensó el muchacho desconcertado- Jhendrabi anciano es Jhendaribi enoooormeee...

Había oído hablar de ellos cuando Ivaél, la muchacha que hacía las veces de hermana mayor de los chicos,les contaba las historias pasadas escrítas en el "Libro Inacabado" de los Kadeem.

Sin darse cuenta una lágrima se deslizó por su mejilla izquierda y resbaló por la punta de su nariz, pero el calor sofocante del desierto la convirtió en vapor antes de que tocase la arena del desierto.

Los hecho de menos... -Ese pensamiento chasqueó cual rayo en su interior y tuvo que esforzarse por apartarlo de su mente.

Tras recobrar un poco la compostura exhaló en un suspiro el aire de sus pulmones y se dispuso a observar las acciones de los demás miembros del grupo,siempre cerca de la mujer Khemanhi.

-Espera, niña, te lo ruego.- la retengo apoyando mi mano en en su hombro y cargando algo de peso. -Avanzan rápido y en dirección sur, hacia las entrañas de los llanos. Si caminas tras ellos te internarás cada vez más en el desierto y no podrás regresar.- bebo un largo trago amargo de la Verdagua- Además, si vamos, nadie debe quedarse atrás aunque es incierto confiar nuestro destino a un clan desconocido.-

No me pareció una gran idea la de montar una fiesta en medio del desierto justo después de una masacre tan espectacular y atróz como la de ayer. Negué con la cabeza pasando de largo, no estaba interesado en la proposición de festejar y mucho menos sabía tocar un instrumento. Mi vida no había sido tan agradable como para perder el tiempo en algo que no fuera sobrevivir el día a día y encontrar nuevas fuentes de conocimiento. Si tan bien te va la vida Ghys, es que algo tramas o ocultas... cada vez mas me da la sensación de que estás tramando algo y no es bueno.

A penas logré entender que el muchacho que encontramos era de Huan. Bien, otro mas de esa horrenda y tormentosa ciudad. Eso formaba parte de su pasado, cuando aún no había cambiado su apellido, pero sabía que Huan nunca lo iba a aceptar ni antes ni ahora. Si el muchacho volvía a casa quizás había partido en algún tipo de misión. Nadie vaga solo por el desierto sin ningún objetivo.

Cuando descubrimos las pisadas de Jhendrabi Anciano pensé que si todo un clan viajaba a lomos de uno de ellos no ibamos a ser ningún tipo de reto para ellos, no teníamos recursos que les interesaran no teníamos nada para ellos que pudiera suponer una amenaza y quizás podían ser una panacea momentanea a nuestra desastrosa situación. La muchacha con la que había estado hablando la noche anterior se adelantó para hablar y ofrecerse como exploradora, era una buena idea. - Yo iré con ella, así no se volverá loca en la soledad del desierto. - Miré al guía, pidiendole permiso, y luego desvié mi mirada hacia la muchacha. - Dos personas se orientan mejor que una, y si te quedas mucho tiempo en el desierto las ilusiones pueden jugarte malas pasadas y yo soy experto en ello, si no te importa iré contigo. - Poco después mire a Ghys. Si tanto la quieres conocer y tirarle los tejos seguro que vas a venir tu también, no te pillará de sorpresa tenerme ahí, verdad?

Observo la situación con una mezcla de curiosidad, diversión y contrariedad antes de intervenir ligeramente apartado del grupo, mirando hacia las huellas y hablando al aire con voz divertida.

-Si a alguien le interesa mi opinión o al menos es lo suficiente sensato para escucharme, diría que todos tenemos asuntos que atender en dirección noroeste hacia Kabzajhim. No al sur, que nos lleva directamente a...- finjo meditar la respuesta unos minutos antes de golpear el frente de la máscara -Es cierto! A ninguna parte!-

Dejando a Ghys, a la mujer y a los demás integrantes de la caravana, subiendo a su barcaza para rebuscar entre sus mercancías, con la idea de encontrar un poco de alcohol. Pero no cualquier alcohol, buscaba una botella en concreto, de licor de fragua. Sin embargo, tuvo que detener su búsqueda ante los llamados del guía. Con cierta curiosidad, pero cautela, siguió a los demás hasta donde el otro anciano indicaba. Parecía ser que no eran los únicos en el desierto. Todos hablaban de ir a investigar al Jhendrabi anciano, pero a el, no le parecía buena idea. - Creo que seria mejor, si dejamos pasar esto. Con un poco de suerte podríamos intentar avanzar rodeando los surcos, no hay que investigar nada. Podemos llegar sin problemas. - No hablaba muy seguro teniendo en cuenta los sucesos anteriores, pero tampoco me apetecía esperar, o peor, acabar de aventuras con los demás. Un enmascarado se mostró de acuerdo en no investigar. - Exacto. Lo que dice este hombre. Podemos irnos sin problemas. -

-Realmente, si las arenas nos son benignas, podemos alcanzar Kabzajhim en un par de jornadas a buen ritmo. La presencia de un clan Kemanhi por éstas tierras, suscita, por algún motivo,una gran preocupación en mi.- me giro hacia la joven. -Si avanzas veloz puede que los alcances en un par de horas, sigues dispuesta muchacha?-

-Si se me permite intervenir, creo que no me apetece demasiado embarcarme en una expedición de ningún tipo hacia las entrañas del lugar que casi nos mata. Estoy con el buen comerciante y el caballero de la máscara de filo-visión... señor?-

Ayleen asintió al guía. El hombre era anciano y aquello, al menos para su clan, significaba experiencia y la sabiduría que solo la misma puede otorgar. Si el guía les había querido mostrar aquello y consideraba que debían tomar una decisión, la cual no quería tomar de forma unilateral, era que algo se le movía por dentro. Aquella inquietud, como si de un sexto sentido se tratase, no podía ser desoída. 

-Por supuesto- afirmó con determinación. No iba a permitir que el miedo marcase sus pasos, no en algo que se veía capaz de realizar. -No estaré tan perdida allí, entre las dunas- De una bolsita prendida en su cinto extrajo dos pequeños epejos envueltos con cuidado en tela. Uno se lo dio a Fly y el otro lo mantuvo en su poder. Si el muchacho había decidido escogerla como compañera merecía la oportunidad de demostrar su valía en aquella relación que Ayleen esperaba fuese simbiótica. 

-Fly- le dijo con mirada seria mientras le dejaba el reluciente objeto en las manos - si los rayos del Sol se reflejan en estos espejos podremos enviarnos señales. Atento. Ráfagas de un destello, es decir, destello, nada, destello, nada... significará que todo está bien y regresamos. Entonces deberás devolvernos el mismo código de destellos marcándonos el punto de encuentro. Si por el contrario son ráfagas de tres destellos, es decir, destello destello destello, nada, destello destello destello, nada... significa que son hostiles y debéis manteneros alerta. Entonces no nos devuelvas ninguna señal, pues delataría vuestra posición. Nosotros trataremos de buscaros. - Hizo una pausa antes de seguir -Si pasa el tiempo y no recibes señal alguna, a pesar de haber Sol... entonces mira solo hacia el frente, pues habremos muerto o algo peor.- Alborotó un poco los cabellos del muchacho mientras le dedicaba una muy leve sonrisa. -Cuento contigo-

Entonces se volvió a Setzer.

-Si todavía estás dispuesto y crees que puedes avanzar sin llamar la atención... siempre es mejor no marchar solo- A él no le sonrió, le hablaba seria, consciente de que las cosas podían torcerse, pues el desierto era traicionero y cruel. Se colocó su capa por el lado en que era del color de la arena para que le ofreciese un mejor camuflaje en aquel momento, por el otro era de un gris oscuro, ideal para las noches.

Levanté una ceja extrañado. - Creo que de todos nosotros he sido el que ha mantenido un perfil mas bajo, no he amenazado con derribar un filo-estivador con mi arco, ni me he puesto a gritar para montar una fiesta en medio del desierto, ni me he puesto a vender mis productos a grito pelado. - Me encogí de hombros.

Se pasar desapercibido y te puedo hacer pasar desapercibida a ti. - La miré serio, era extraño que la gente me preguntar cosas así cuando a veces parecía que no se daban cuenta de que existía o que estaba a su alrededor si no llamaba yo su atención. 

Suspiré y preparé mis cosas antes de partir, realmente era un petate con algo de agua y comida en salazón para no morir de hambre en el desierto. Me puse la capa y me subí la capucha, miré a Ayleen. - Estoy listo cuando tu lo estés.

El muchacho asintió ante las ordenes de la mujer Kemanhi y guardó el espejo en su bolsa.
Cuando la mujer se giró para marcharse el muchacho la sujetó por la capa. Emepezó a negar con la cabeza y a gimotear pues no quería que ella se viese involucrada en ninguna expedición estúpida que le pudiera costar la vida.

No quiero que se vaya...,no quiero...Fly se va a quedar solo otra vez... - Pensaba el chico mientras agarraba la capa de Ayleen.- No puedes dejar solo a Fly con ellos...

Recordaba el cuerpo del duida semienterrado por la arena. Despues de que ella le acariciara el cabello el chico se calmó.
Entonces levantando el pulgar hacia arriba y forzando una sonrisa indicó a la mujer que estaría bien.

Construciones circulares,construido bajo las cansadas o sangrientas manos de sus arquitectos. En el desierto,moviendose y moviendose en busca de nuevas tierras. Por la cual ellos puedan hacer su propia historia, ¿quienes seran los caidos ? o lo que logren presevar sus acciones con el pasar del tiempo.....Un clan Kemanh Frilyr deseperado por sobrevivir en este impasible mundo.

Miro a las personas, que han osado ir en respuesta de su llamado de la chica.Desean explorar y hacer una expedicion, acompañado por los momentos por 2 seres y por lo que puedo ver, esta FLY triste por la huida de unas de sus conocidas.Como tambien esta un hombre,criticando la actitud de aquella mujer.

-Esa bebe esta deseperada, quiere morir ir al vacio para sentirse realizada. No me interesa.

Otros seres tambien discuten la decidion de adentrarnos mas y cada vez mas en esta expedicion,decidio a intervenir le comunico mis dudas al Guia.

-Guia sobreviviente ser tu,don sabiduria de vejez tener. Antiguo como yo, ¿como preocupacion producir estos abujeros en ti ? ¿peligros exteriores, de clanes ?.

Tampoco tenia ganas de adentrarme en la expedicion,pero desea saber que preocupaciones tienes este medio bebe.Como para llamarle la atencion tales desvios de nuestra ruta.