Partida Rol por web

Legado de fuego

La Garra del Sultán

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08/08/2017, 23:55
Director

La ciudad amuralla de Souko es un bastión contra los peligros que la rodean. Como segunda ciudad más importante del país por detrás de katapesh , atrae una gran cantidad de mercaderes y viajeros. Muchos se quedan más tiempo del que habían planeado: algunos encuentran la seguridad y el tamaño de la ciudad mas agradables que la dureza del desierto, otros no pueden abandonarla por culpa de las tormentas de arena o las incursiones gnolls. Unos gnolls que pueden verse en el interior de la ciudad, paseando comerciando y aportando esclavos. Souko es una ciudad extraña para un viajero nuevo, todo puede comprarse y venderse por un precio, el oro cambia de manos constanteme y se abrazan personas de todas las razas y culturas aunque fuera de sus muros sean enemigos acérrimos.

Os encontráis en el mercado bajo un sol abrasador, solo el bullicio de los a comerciantes, la bebida que se ofrece a buen precio y los enormes toldos distribuidos por toda la ciudad, apaciguan el calor. Habéis sido contratados por Garavel un fiel servidor de La princesa mercante Almah Roveski, que quiere reconquistar la aldea de Kelmarane bajo el permiso y las ordenes de los PactMasters de Katapesh, la princesa se prepara para recuperar su feudo familiar, el pueblo de Kelmarane, actualmente en manos de una banda de esclavistas gnoll.
Habéis viajando durante 5 días y os encontráis esperando la llegada de Garavael, se ha tenido que ausentar para realizar algún trato o recado para los PactMasters, así como tratar de averiguar algo más sobre Kelmanare.

Notas de juego

Es la hora de la presentación de los Pj, físicamente y ya os conocéis desde hace 5 días en los que habéis estado viajando por el desierto

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09/08/2017, 11:38
Marcus Ironglove

Marcus es un antiguo guardia, retirado a la fuerza por un cuchillazo en el ojo. 

Mirarle el ojo muerto causa desasosiego y su voz, áspera y susurrante, no ayuda pero tiene algo que te hace querer contarle cosas y a él se le da bien escuchar.

Camina con paso pesado, bajo un largo guardapolvos que no consigue esconder del todo una constitución poderosa, rocosa y poco ágil. Podria decirse que parece una pared de ladrillos en movimiento. El veterano se secó la frente con la manga de la camisa. Su camisote de mallas ardía bajo el sol del desierto y la pobre camisa llevaba ya horas empapada de sudor. El guardapolvos había vivido mejores tiempos pero Marcus le tenía cariño. Era un tipo sentimental. Marcus se apoyaba en una lanza bastante cochambrosa, de sus tiempos en la guardia y su guantelete brillaba a la luz del sol. En su cadera colgaba una ballesta y un pequeño carcaj para los cinco virotes que tenía.

Marcus, por su parte, haciendo caso omiso del rechazo de su rostro, sonreía cuando los niños pasaban cerca del grupo. buscando algo que robar. Él había sido un niño como aquellos hasta que Haleen lo recogió y le dió un hogar, así que se limitó a tirarle de la oreja a uno que se acercó demasiado.

-Vete a robarle a otro más torpe y más rico - le dijo.

Le hubiera gustado darle una moneda pero Marcus estaba sin blanca. El investigador estaba pasando una mala racha y se lo había gastado todo en pagar uno de los tres meses que debía de alquiler en su agencia privada de búsqueda de personas.

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09/08/2017, 13:00
Sharassa

Sharassa era una genasí de fuego muy joven -poco más de diecisiete años- pero algo la había envejecido prematuramente. Tenía el rostro enjuto, los pómulos pronunciados, y los ojos grandes, del color del ámbar, eran más viejos de lo que le correspondía por edad. Y estaba tan delgada que parecía a punto de morirse de hambre. 

Vestía una túnica ligera de seda del color de las berenjenas, bordada con motivos de llamas y ceñida al talle por un fajín multibolsillos donde guardaba sus componentes de conjuros. Terminaba el atuendo unas babuchas y un vaporoso velo transparente. No deseaba mostrar al mundo ni un sólo centímetro de su piel llena de las cicatrices del látigo cruel de los que habían sido sus amos. 

Sharassa había demostrado ser una compañera intratable al comienzo del viaje. Se trataba de una mujer arrastrada por sus pasiones, devorada por un odio sin medida hacia los esclavistas en general y hacia los gnolls en particular, motivo fundamental por el que se había embarcado en aquella misión. Pero según pasaron los días fue tranquilizándose. Al final del viaje, había abandonado su actitud agresiva y había empezado a mezclarse con el resto del grupo. Parecía una mujer solitaria e independiente, pero dispuesta a defender con uñas y dientes a los pocos amigos que tuviera.

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09/08/2017, 18:32
Ardeth Dogän

De estatura y complexión media Ardeth se mueve con la ligereza y equilibrio de movimientos de una pantera. Su piel esta tostada por el sol y su pelo es negro como el ala de un cuervo. En sus mejillas se advierten unos discretos tatuajes del culto de Iriori, el Maestro de Maestros. Lleva una espada corta al cinto y viste un armadura de cuero reforzado bajo sus holgadas ropas, las cuales ocultan también varias dagas y una honda; entre otras cosas.

Tanto su peinado como sus ropas son propias de los montañeses de Uwaga, pero no así su forma de hablar y expresarse, serena y reflexiva. En los escasos ratos de ocio a menudo a menudo se le puede ver meditando, o practicando sus maniobras de combate. Introspectivo y algo solitario rara vez busca la compañía de otros miembros de la expedición, pero tampoco la rehuye. Nada parece alterar su calmado temperamento, salvo la visión o la mención de los gnolls. Es entonces cuando puede verse un destello de venganza en sus ojos oscuros y una mueca depredadora en su rostro. Kelmarane no es ni mucho menos la única aldea que ha sido arrasada por dichas bestias.

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10/08/2017, 06:05
Yantur

El sol amanecía como siempre en esta ciudad del desierto, con unas temperaturas altas que te motivaban a estar bajo los toldos de las ciudades, o en las tabernas o en los dormitorios y con grandes botijos de agua para que pudieras saciar tu sed. Había estado viajando con un grupo pintoresco durante cinco días, al parecer los habían contratado para una misión de reconquista. 

El grupo vio como meditaba y rezaba a Sarenrae, como intentaba crear paz donde existía conflicto, y la misión que se les presentó lo vio como una prueba para poder extender su fe en aquella ciudad.

Yantur elevó una ceja para arriba cuando en la posición en la que estaban vio a un mercader vendiendo agua. - El agua debería de ser gratis y no venderla. - Como fiel devoto de Sarenrae se quejó de las injusticias que veía, ya no era solo por ver a escoria gnoll por la ciudad haciendo sus corruptos trapicheos ya fuese vendiendo esclavos u otros objetos de dudosa reputación. - Las hienas deben de sentirse muy agusto en la ciudad pero su solo olor ya te echa para atrás, ¡guaf! - Me llevé una mano a la nariz taponando mis fosas nasales a la vez que respiraba para otro lado con la idea de que el viento soplara para otro sitio. 

Yantur Intentó ser misericordioso en sus días con el grupo, hablando y ayudando cuando vio que le necesitaban. Todos le caían bien y vio que cada uno había sido bendecido con unos dones para la misión. Podían ver que Yantur no era ciudadano de Katapesh ni de sus alrededores. Debido a sus extraños tatuajes, sus piercings la forma de llevar su pelo que se alargaba en una trenzada cola. Aquellos interesados que le habían preguntado por su procedencia les había dicho la verdad que era Vudrano, y que allí tenían su propia filosofía, cultura y costumbres.

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15/08/2017, 23:01
Director

Decadencia era la primera palabra que se le podía ocurrir a cualquiera viendo las calles de la ciudad. Solo los nativos comprenden a la perfección como de dura es esta tierra, como se venera al comercio y la mano firme con la que los PactMasters gobiernan.
Las palabras de Marcus hubieran pasado desapercibidas en cualquier región de Golarion salvo en este país. En cuanto agarro al ladronzuelo los comerciantes se hicieron eco de sus palabras LADRON, LADRON!!!- Un pequeño círculo comenzó a rodear a los niños, a Marcus y al resto, cada vez más numeroso, más exaltados. Levantaban las manos, gritaban y la guardia de la ciudad llegó.
Contundentes es una descripción que se podía asemejar a lo que vuestros ojos vieron. Golpes secos, duros, a las espaldas y sobre todo a la zona de los hombros con unos garrotes, algunos remachados con placas de metal, que hicieron caer al suelo a casi todos los niños. Peor suerte se llevó el que Marcus había agarrado por la oreja. Un primer golpe en la parte trasera de la rodilla antes de que fuese sujetado por dos guardias -Estira el brazo, vamos y abre la mano- El sargento era el que hablaba mientras en su mano derecha blandía amenazadoramente una alfanje -La ley es clara, roba y se te cortará la mano- Los sollozos del niño no podían escucharse con los gritos del tumulto pidiendo justicia -¿Que te ha robado? El sargento se dirigió a Marcus antes de aplicar la justicia de Katapesh.

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15/08/2017, 23:47
Marcus Ironglove

Marcus no parpadeó mientras los acontecimientos de desarrollaban. El veterano no entendía cómo le habían oido hablar cuando había susurrado al chico pero tampoco se puso nervioso. Él había estado en el lugar del sargento más de una vez, asíq tranquilizó a la gente y enfrió los ánimos.

-No me ha robado nada, Sargento. Lo he visto merodeando y me ha dado la sensación de que trataba de buscar una bolsa más descuidada de lo habitual. Gajes del oficio, yo también serví en el cuerpo de guardia.  Me hago viejo y no me fio, tan solo pretendía intimidarlo con mi comentario, no dar la voz de alarma. 

Marcus hablaba en un tono vulnerable, conciliador, que invitaba a la empatía.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Jo, macho, que lo he escrito en cursiva porque susurraba.

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15/08/2017, 23:57
Director

Notas de juego

Yaaaa, pero me venía bien para que se vaya viendo como es la ambientación jejejej

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16/08/2017, 16:38
Sharassa

Los ojos de Sharassa se encendieron, mostrando la indignación de la genasí. Que las cosas fueran así en Katapesh no quería decir que le gustara un ápice. Cualquier persona con dinero podía señalar a un pobre y los matones de Los Señores del Pacto les harían cualquier cosas. Porque eso eran: matones. Una guardia de verdad debería ayudar a la gente, no aplastar bajo su bota de hierro al populacho para perpetuar la vida licenciosa de los mercaderes.

-Es sólo un crío... -siseó entre dientes, como una tetera en ebullición.

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16/08/2017, 19:08
Ardeth Dogän

El montañés contemplo el espectáculo en silencio. Había estado observando con interés el atareado vaivén del gran mercado, tan diferente a todo lo que había conocido. Sospechaba que nunca iba a acostumbrarse a que las gentes de bien comerciasen con sus semejantes como animales, y que permitiesen a los gnoll campar a sus anchas por la ciudad para hacerlo era algo que atentaba contra todas las leyes naturales y divinas. Más tales eran los usos y normas de aquel lugar, y Ardeth había aprendido por las malas a pensar antes de actuar. No iba a enfrentarse a la guardia de la ciudad por la suerte de un pobre pilluelo desconocido, por extremos que le resultasen sus métodos; pero le preocupaba que alguno de sus compañeros de viaje y trabajo pudiese hacerlo.

 - Tal es la ley aquí - su actitud era calmada pero sus ojos no perdieron de vista las armas de los guardias - la ley de los PackMasters, que la guardia defiende y el pueblo aprueba - la manera en que los comerciantes habían denunciado y rodeado a los niños le asqueaba tanto o más que la brutalidad de los guardias - Dejad hablar a Marcus - Susurro las ultimas palabras a sus compañeros, seguro de que el viejo guardia podía manejar aquella situación mejor que cualquier otro.

 

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17/08/2017, 22:12
Director

Las palabras de Marcus fueron Mal recibidas por la muchedumbre, ellos esperaban una amputacion, un espectáculo para la gente que os rodea. El sargento bajó su arma y soltó al muchacho -Vamos, vamos, dispérsense que aquí no hay nada que ver- Los jovenzuelos se retiraron todo lo rápido que pudieron, doloridos por los golpes y magullados en su honor.
Si las miradas pudiesen ser interpretadas, odio sería lo que se vería en los ojos del chico al que casi se le amputa la mano. Una mirada de venganza sobre Marcus, realmente no había pasado nada salvo que habíais atraído muchas miradas sobre vosotros -Es normal tus suspicacias, compañero- El sargento hablo a Marcus mientras alejaba a todas las personas que podía -Es una ciudad peligrosa para los extranjeros y más si tintinean sus monedas-

Después de volver todo a la normalidad llegó Garavael, el mayordomo de la princesa. Es un hombre alto, con el pelo y la barba arreglados que se mueve más como un espadachín que como un mayordomo. Detrás de el esperan 12 camellos, 8 preparados para llevar jinetes y cuatro cargados de bultos.

A medida que vais llegando os va saludando.

- Buenos días, señores - Dice en tono amable - Hay que partir lo antes posible, nos esperan cuatro días de viaje hasta el lugar donde hemos quedado con Almah.
Hay algo raro en Garavel, aunque al principio no os habíais dado cuenta de que es. Tras fijaros unos momentos os dais cuenta que de la parte derecha del cuello le sale un perno en forma de semi-esfera metálica, que cubre con el turbante.

Notas de juego

Garavael

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18/08/2017, 16:17
Yantur

- Gracias a la misericordia de Sarenrae todo se arregló sin que nadie resultara herido. Los muchachos escaparon indemnes de los lazos de los soldados y de la turba vociferante.- Miré con desprecio a mi alrededor ya que nunca había visto una gente tan cruel que no tenían piedad ni misericordia ni aunque fuesen niños. Los muchachos se fueron no sin antes dirigir una mirada amenazante a Marcus por haber creado tal polémica y respondí con un gesto de mi mano para que se fueran. - Demasiada suerte había tenido el muchacho para desafiar al destino o la suerte y a un ex soldado veterano como Marcus. 

El sirviente de la princesa llegó cuando todo se normalizó y no se dio cuenta de lo que había sucedido. Nos invitó a montar en una de las monturas que había traído y le respondí con una sonrisa y una palabra de agradecimiento. Miré a uno de los camellos y ya que mi trato con los animales había sido pésimo y pareciéndome todos igual elegí una montura sin más. Me subí a ella y vi si estaba la silla como los correajes bien anudados y no se movían. 

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18/08/2017, 17:21
Marcus Ironglove

Marcus se despidió del compañero con el gesto de saludo oficial e ignoró la mirada del chaval. Podía enfadarse loq ue auiisera pero le acababa de salvar la mano y, posiblemente, la vida.

Po fin llegó Garavael y Marcus se fijó en el extraño perno que sobresalía de su turbante.

¿Un collar de esclavo? -pensó.

Marcus no comentó nada al respecto pero, una vez su hubo subido a su montura, comenzó a relatar una historia aparentemente inconexa:

-Todo esto me ha recordado a mis días de servicio. Recuerdo que, en una ocasión, recibimos encargo de escoltar a un adinerado comerciante extranjero que había hecho una gran compra, de vuelta a su ciudad. La carga se componía sólo de carne en salazón y me extrañó que el gremio de mercaderes montara una escolta para una carga tan trivial.  Me presenté al comerciante y resultó ser una persona sencilla y afable, de risa fácil y buen humor. al tercer día de travesía llegamos al oasis de Beldir y todos nos bajamos de las monturas y nos arrojamos al agua para refrescarnos. 

-Mis hombres y yo nos quedamos en silencio al ver la espalda del comerciante; estaba surcada de cicatrices de latigazos. Resultó que el hombre había sido esclavo pero, gracias a su propia inteligencia, había acabado haciéndose cargos de las finanzas de su amo y había podido comprar su propia libertad. Una vez se convirtió en ciudadano montó un negocio de compra y venta y las cosas le fueron bien. 

-Resultó que el tipo era muy listo. Acababa de comprar por una miseria una destileria de cerveza de dátil y tenía pensado montar un negocio de bebida en el que solo se sirviera comida en salazón, para azuzar el consumo de cerveza. El local lo ponía el mismo mercader que nos habia contratado para servir de escolta.

-Cuando le pregunté por su secreto me dijo: "Cuando el collar taprieta, es cuando vienen las mejores ideas" y se señalaba la marca que el collar con argolla le había dejado en el cuello.

-Resulta irónico que, a veces, cuando estas en lo mas bajo, no eres capaz de ver las posibilidades pero el que sale de allí y roza las alturas, tiene doble mérito en mi opinión -dijo mirando a Garavael.

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18/08/2017, 21:34
Sharassa

La historia de Marcus enfureció a Sharassa. Pero tampoco había que preocuparse demasiado. Casi todo enfurecía a Sharassa.

-¿Te piensas que la esclavitud es así? ¿Que es algo de lo que se puede aprender y sacar una moraleja? -le preguntó a Marcus entre dientes, sin ánimo de que le respondiera-. Lo que sabes de esclavitud podría caber en un dedal, Marcus Ironglove.

Por supuesto, no era eso lo que el investigador pretendía al contar su historia. Pero las intenciones le importaban bien poco a la genasí. Aún tenía el látigo del esclavista muy fresco en la memoria.

Pasó junto a Garavel como una exhalación, de un humor de mil demonios.

-Entonces será mejor que nos pongamos en marcha lo antes posible -añadió con voz tensa.

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19/08/2017, 16:05
Marcus Ironglove

Marcus escuchó a Sharassa con atención y paciencia. Luego, frunció el entrecjo y se llevó la manoa la frente, como si estuviera pensando muy fuerte. Luego, cuando hubo encontrado sus palabras, calmádamente, habló.

Yo nunca he dicho que sepa nada de la esclavitud, querida pero se lo que veo y he visto que quien se libra de ella lleva dentro un fuego que arde con pasión, como el tuyo, Sharassa y es gente capaz de cosas increibles.  si te he ofendido, te pido disculpas públicamente, amiga. 

Sólo intentaba amenizar el viaje pero si así lo deseas, me callaré. No deseo causarte sufirmiento alguno.

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20/08/2017, 09:02
Ardeth Dogän

 Por suerte el incidente termino sin mayor conflicto, pero no se le escapo la mirada de odio del chiquillo y la decepción de los mercaderes. Era como si toda la ciudad estuviese demasiado ocupada siguiendo sus deseos como para pararse a escuchar a sus conciencias.

- Gracias, Garavel. Abrid la marcha, os seguimos - le caía bien el eficiente y callado mayordomo, y sentía una cierta curiosidad por saber como un guerrero entrenado había acabo sirviendo a la princesa - ¿Podríais recordarnos donde habíamos quedado? La geografía no es mi fuerte -

 - Es una buena historia, Marcus, y aquel comerciante tiene mucho merito. El problema es que por cada esclavo que se gana su libertad hay centenares que nunca lo hacen - Ardeth hablo con voz suave, simplemente exponiendo los hechos - por desgracia es algo que forma parte intrínseca de nuestra sociedad, tanto como el mismo desierto - 

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20/08/2017, 12:19
Marcus Ironglove

Es una desgracia, en efecto. -dijo Marcus muy serio.

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20/08/2017, 18:00
Sharassa

Sharassa sabía que había reaccionado exageradamente a la historia de Marcus. El hecho de que el investigador no se lo echara en cara la había enfurecido aún más. Había tratado de confortarla. ¡Le había pedido disculpas! No le gustaba sentirse comprendida y protegida por otras personas. El afecto podía derribar las barreras que la habían tenido con vida y cuerda durante tantos años. Le hacía sentir débil, dependiente. 

Ella prefería abrazar la ira. La furia le hacía sentir fuerte. 

Lanzó un audible gruñido como única respuesta a lo que se estaba hablando.

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22/08/2017, 22:58
Director

Las palabras de Marcus no pasaron desapercibidas, Garavael se llevó instintivamente su mano hacia el perno, y su roce le hizo morder su labio, quizás de rabia, quizás de dolor.
No soy un esclavo... O por lo menos no como uno habitual. Esto- Se señaló el perno -Es un regalo de los PactMasters, los que lo llevamos tenemos privilegios, estamos protegidos de ciertos ataques y como no, con ellos nos controlan. Saben que haremos lo que nos pidan- Volvió a taparse el cuello - Nadie se lo ha quitado nunca ¿Porque hacerlo? ellos son nuestros señores y debemos obedecer.

El viaje por el desierto después de aprovisionados de víveres y sobre todo agua, se hace monótono los primeros días, arena, Sol y nada que realizar. Cuatro días de travesía que solo el último día, al ver ya las montañas, comenzar a aparecer más vegetación y algún animal os alegro algo. Comenzasteis el ascenso a la colina por un camino bastante ancho y con piso firme. El grupo viaja el resto del día hasta que en la cumbre una colina rocosa divisan un árbol retorcido con una madera muerta que ya no parece ni un árbol, evidentemente marca la Garra del Sultán: tiene cinco grandes ramas sin hojas que le hacen parecer más una garra seca y retorcida que algo hecho de madera viva.

Cerca del árbol en la cumbre hay una caravana compuesta por media docena de carromatos y una gran tienda de seda. Varios camellos pacen agitados en una especie de corral improvisado y varias cabras y ovejas vagabundean alrededor de los carromatos. Una docena de personas se mueven por el lugar.

Cuando el grupo esta a unos 100 metros de distancia uno de los vagones, tapado con una elaborada tela de estrellas y lunas, estalla en fuego, rápidamente todo el mundo empieza a correr y el sitio se convierte en un caos.

De la tienda central sale una figura de mujer en ropas nobles que solo puede ser la princesa, y rápidamente se pone a gritar ordenes: un grupo de hombres se dirige rápidamente a uno de los carromatos, lo descubre dejando ver un gran barril de agua y varios cubos que empiezan a cargar formando una cadena humana, otro grupo de soldados empieza a empujar los carromatos más cercanos al que arde intentando separarlos para que el fuego no les alcance y así no se propague, una pareja de mediana edad intenta calmar y reunir a los animales que corren en todas las direcciones tratando de huir del fuego, y un viejo halfling sale de uno de los carromatos y examina las heridas de uno de los hombres que estaba más cerca de la explosión intentando curar sus heridas.

En cuanto la princesa os ve, grita -Oh Garavael, como siempre apareces en el momento justo, necesitamos todas las manos que puedan ayudar

Notas de juego

Si alguno quiere hacer algo durante el viaje, puede postearlo. Sino vamos ya al incendió, a ver qué vais haciendo.

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23/08/2017, 09:06
Sharassa

La maga siguió a Garavel al trote hacia donde estaba Almah.

-Dejadme a mi, princesa, y guardad el agua el agua para el viaje -dijo Sharassa con voz sorprendentemente firme en el caos de la situación.

Al fin y al cabo el agua podía ser más valiosa en el desierto que el tesoro de un dragón. Especialmente si uno no llevaba clérigos en el grupo que pudieran llenar los odres chasqueando los dedos.

La genasí se acercó al carromato en llamas, pasando con tranquilidad al lado de la cadena humana. El fuego era su elemento. La sangre de los efreet corría poderosa por sus venas, y le daba la capacidad de controlar las llamas utilizando su fuerza de voluntad.

Sharassa se colocó delante alzó las manos y se concentró en el fuego. Sus ojos del color del ámbar se inflamaron, reflejando el violento color carmesí de las llamas y, respondiendo a su poder, las llamas comenzaron a menguar hasta convertirse en ascuas humeantes.

Notas de juego

Uso mi aptitud racial de Controlar llamas para reducir el fuego a ascuas. Creo que va a ser la primera y última vez que será útil XD.