Partida Rol por web

Halona da un sorbo a su té mientras escucha todas las preguntas de Hikari sin interrumpirla en ningún momento. Luego finalmente deja la taza cuando le toca su turno para hablar.- No lo sé Hikari, no lo sé todo. Simplemente, mi hermana estoy segura que tiene algo que ver en todo esto. Para prepararnos, las experiencias son lo que nos hace fuerte, por eso ahora mismo todos están entrenando de alguna forma. Para controlar o expulsar el Caos... hechizos o técnicas.- Para un segundo más, mirándola amable y maternal. Siempre suele pausarse para que asimile un poco la información que le va contando.

-Somos gente de otro mundo simplemente Halona. Nada más ni nada menos. Vivimos, sentimos como vosotros. Solamente de otro rincón de la Creación.- Y estornuda.

Ante las palabras sabias de Halona, Hikari asiente. Quería ser directa y sabia que Halona no tenia que ocultarle nada. La Dragona suspiro y miro al techo preguntándose muchas cosas a si misma.

- Un camino nuevo se abre ante mi, tengo que abandonar mi hogar con unos desconocidos de los cuales se que se van a enfrentar a un futuro desgraciado... -dice totalmente seria- Halona... Yo... Aunque no nos hayamos visto durante mi viaje hacia los santuarios del Tao... Siempre he pensado que voy a volver a verte y meterme aquí a estorbarte y que me cuentes historias... Pero ahora no se tan siquiera si voy a volver, me voy de las tierras Dragon y tan siquiera se lo que va a pasar... -dice algo frustrada- Siempre he querido salir de aquí, Halona, pero... se me hace tan duro... No quiero alejarme de aquí... Me quiero quedar contigo y el abuelo pero... no puedo quedarme... La capacidad de no tener decisión me resulta tan... Frustrarte...

Hikari parecía querer romper a llorar, pero se contenía, no se sabia exactamente por que, pero se mantuvo sentada en el sofá sin mirar a Halona.

Halona esboza una de las sonrisas más cálidas y maternales que ha podido ver en ella Hikari desde hace bastante tiempo. Si se deja, se acerca a ella y le toma las manos, de forma cariñosa intentando respetar hasta cierto punto su espacio.- ¿Qué te hace pensar que no volverás? Debes dejar salir todos esos pensamientos negativos y mirar hacia el horizonte con una sonrisa Hikari. El destino y sus hilos son caprichosos, nada dice que aunque ahora te vayas no vuelvas eventualmente.- Mantiene cerca de su rostro una sonrisa intentando tranquilizarla.

-Y lo más importante, sea lo que sea que te aguarde el destino recuerda siempre mirarlo y afrontarlo con una sonrisa. Se te hará todo más fácil y disfrutarás más de tu vida. No quiero que vivas amargada y está claro que debes tener miedo de dar el gran paso, pero recuerda que siempre habrá un sitio para tí aquí.- Con su suave voz y cálidas palabras, Hikai puede notar perfectamente que se preocupa por ella.

Hikari intenta mantener la compostura, sin embargo cuando Halona le toco las manos y le dijo aquellas palabras a la joven no le quedaban fuerzas para aguantarse. Las lagrimas brotaron de la no tan joven Dragón como si fuera una adolescente que había hecho el gempukku hace relativamente poco. No pudo evitar agarrar a Halona y abrazarla mientras lloraba con fuerzas apretando su pecho. Manteniéndose callada durante un poco de tiempo, pero no sin gimotear por el llanto, al fin hablo un poco.

- Seré fuerte Halona... Aunque mi vista ya no comprenda de exactitud, seré fuerte y volveré... Pero echare en falta tu compañia... -da una pausa un momento intentando calmarse y al final acabo separándose poco a poco- Lo siento... No era mi intención agredirte de esa forma, a sido mi debilidad...

La Togashi después de ese momento de debilidad parece estar completamente avergonzada por la situacion. No por el hecho de haberse apoyado en su pecho, sino por haberla abrazado con tanta fuerza sin su consentimiento. No obstante en esta casa no estaban obligadas las costumbres samurai y ella habia pasado muchisimo tiempo aqui dentro ¿Se le habria p?

Halona sonríe de forma cariñosa y maternal ante el abrazo que le propone con su cuerpo Hikari. Sin duda no se piensa en correspondérselo, mientras le acaricia la cabeza también en gesto amable y tranquilizador.- No te preocupes Hikari, sabes perfectamente que en mi mundo darle un abrazo a un ser querido sin avisar es algo valorado muy positivamente. Jaja. No tienes que darle tantas vueltas a todo eso mientras estés aquí. Aunque estás bien que no olvides tu educación, para no hacerlo cuando estés fuera. ¿Vale?- Sonríe una vez más, mirándola al rostro, aunque sabe que no pueda verla.

-Tienes que relajarte y desahogarte si lo deseas ahora. Es el momento. Luego tienes que ser fuerte, al menos hasta que vuelvas a venir aquí y nos volvamos a ver. ¿Entendido?- Sus palabras y su voz suaven ayudan bastante al momento, logrando quizás un poco de su objetivo de tranquilizar a la no tan joven dragón.

Hikari asiente ante las palabras de Halona e intenta mirarla sonriendo. Aunque los samurais no deben mostrar sus sentimientos sin embargo... A veces tenían que deshacerse de sus carcasas de acero y frió para poder confiar en alguien. Alguien que aunque no compartieran la sangre... El color de la piel... Su forma de ver el mundo y tan siquiera el destino, les hiciera sentirse seguro y en casa. No había mal en mostrar inseguridad y debilidad ante otros, eso era lo que hacían fuertes las relaciones y Hikari lo sabia. Por eso le sonrió, por eso lloro delante suya, por eso la echaría de menos y tenia miedo a no volver. No estaba enamorada de ella, pero durante tanto tiempo había sido su acompañante en la vida que no podía evitar mirarla como a otro miembro de su familia, incluso se podría decir que se sentía mejor con ella que con su propia familia.

Su abuelo era de la poca familia que le quedaba y sus padres no la vieron crecer. Destinada a meditar y buscar la iluminación se mantuvo toda la vida entrenando y buscando conocimientos. Sintió muchas veces la llamada de la aventura y la exploración, pero no estaba preparada aun, tenia muchas obligaciones, sin embargo ahora tenia una salida. Sabia que en vez de entristecerse por las despedidas y un destino incierto... Debía hacerse fuerte e informarse del mundo exterior. Porque era hora de cambiar las tornas, era hora de que Hikari le contase historias a Halona.

- Halona... Cuando vuelva te contare todo lo que aprenda de Rokugan -dice mientras mantiene la sonrisa mirándola- Se que no estoy preparada, se que me duele mucho separarme de este lugar y de mi abuelo y de ti. Se que soy débil cuando hablo con otros, se que estar aquí es seguro, se que siempre tendré un lugar para volver... Pero también tengo que darme cuenta que esto es así también. No quiero vivir siempre aquí dentro, quiero cambiar mi posición por la tuya, quiero ser quien te cuente las cosas y aquí dentro no puedo hacer nada -dice mientras no puede evitar seguir llorando- Pero no puedo seguir mirando mi vida desde la meditación, sino salgo de aquí y vivo la vida desde otros lugares de Rokugan... Lo único que conseguiré sera una vida encerrada en una montaña -se seca las lagrimas con sus mangas- Te quiero Halona y quiero volver para contarte todo lo que ha pasado -toma una pequeña pausa para respirar y piensa en algo rápidamente- Sinceridad, Halona, cuando un samurai dice que hará algo, ya lo ha hecho. Cogeré tu palabra y volveré cuando me sea necesario, pero tu también quiero que cojas la mía y des por entendido que volveré.

La Dragón se queda allí, que parece haber mejorado y haberse tomado mejor su camino. No obstante espera una de la respuesta de Halona. 

Halona vuelve a sonreírle mientras le acaricia la mejilla, asintiendo levemente a ella le seca una de las lágrimas con sus dedos mirándola fijamente.- Da por seguro que te entiendo y doy por hecho perfectamente que volverás Hikari. Sé que estás más que preparada para el viaje, por que tú misma has sido la que has querido ir. Yo no te he dicho nada. Y eso demuestra que hay una chispa que ha crecido dentro de tí. Síguela con precaución.- Y le vuelve a dar un besito en la mejilla sonriente.

Luego se aparta un poco de ella, esperando que recupere la compostura de alguna forma.- Venga, vamos. No puedes estar así todo el dia. ¿Vale? Ya te has desahogado. Ahora hay que seguir para adelante.- Y cierra los ojos, tomando sus manos, aunque algo más separada que antes, dándole su espacio.

Hikari parece bastante más calmada y después de las palabras de Halona se mantiene un poco en silencio reincorporándose a su estado normal. Se seca las lagrimas y sorbe por la nariz al tener un poco de dificultad al respirar. También le entra un poco de hipo, pero cuando se guarda silencio un momento, logra concentrarse y medio adecentarse logra volver a la normalidad.

- Entonces seguiré hacia delante -dice ya de forma tranquila- Pero déjame que me despida de ti con una cena entre nosotras.

En el caso que Halona aceptase, la Dragona se quedaría hablando trivialidades con Halona, pasando la noche cenando y manteniendo una actitud más relajada, disfrutando de su compañía hasta nuevo aviso.