Partida Rol por web

Cuando Pat oyó que su primo decía algo sobre vigilar a un niño, frunció en entrecejo sin saber de qué estaban hablando -El golpe me ha debido afectar mas de lo que pensaba- se dijo mentalmente, por suerte las palabras de su hermana le dijeron que quien se lo debía hacer mirar era Henry y no ella. Suspiró aliviada, no tenía ningunas ganas de ir a un médico, no dejaba de ser irónico que su novio hubiese sido uno y que trabajase con médicos cuando en realidad no le gustaban para nada, pero la vida estaba llena de esas incongruencias.

Chris dijo de quedarse con el libro y Pat estuvo conforme, alguien se lo tenía que quedar y si era alguien que podía orbitar para desplazarse rápidamente mejor. Asintió a sus primas y se fué con ellas en el coche, ahora que todo había acabado estaba empezando a notar como su cuerpo se quejaba por todas partes -En verdad necesito descansar y mucho-. Se sentó en el asiento de atrás y se recostó durante lo que duró el trayecto, cuando el coche paró estaba a punto de quedarse dormida y parpadeó saliendo del ensueño para ver la puerta de su casa por la ventanilla y los idénticos perfiles de sus primas que la miraban desde la parte delantera esperando a que bajara. Sonrió un poco disculpándose por la demora y se despidió de ellas.

- Gracias por el paseo. - comentó con un poco de humor - Si no tienes inconveniente me gustaría quedar para practicar un poco mas.

Le dijo entonces a la mujer con la que había estado practicando los poderes durante toda la noche*, la verdad es que había conseguido paralizar un par de veces muy bien y pensaba que debía practicar mas para no salir despedida otra vez.

- Si quieres también puedes venir y nos acompañas, la verdad es que estaría muy bien.

Se dirigió a la otra gemela pues los poderes de ambas se complementaban a la perfección y sería interesante que aprendiesen a trabajar en equipo. Después de eso se despidió de ellas con la promesa de estar en contacto telefónico para confirmar cuándo y dónde. Salió del coche cogiendo la mochila y se dirigió hacia un merecido descanso, antes de acostarse se acordó de llamar a Cass y decirle que todo estaba bien, o al menos todo lo bien que podía estar. Pat se pasó todo el día durmiendo, cuando despertó ya era de noche y después de comer algo volvió a la cama. El uso de los poderes la había cansado mucho mas de lo que creía, tendría que prepararse muy bien para afrontar lo que estaba por venir.

...

Pat volvió al trabajo al día siguiente, la decisión de lo que debía hacer ya estaba tomada desde hacía tiempo, por suerte fué un día muy tranquilo y durante la jornada laboral pudo dejar ir su mente y repasar lo que había sucedido. Según había dicho su tía, parecía que La Fuente había vuelto y se había encargado que su primo fuese el primer eliminado antes de saber nada para que no estuviese sobre aviso y no tenerlo de rival, sin él solo quedaban el puñado de primos de los que se ocuparían mas tarde. Aunque en realidad parecía que no iban específicamente a por ellos, por lo que habían dicho los clones la joven pensaba que los debían de calificar como "inexpertos y fáciles de eliminar", sino que su objetivo era el libro.

-¿Por qué quieren un libro en blanco?- se preguntó cuando llegó a ese punto en sus reflexiones -No tiene nada, ¿o sí?. Es lo único que sobrevivió a la explosión, ni siquiera el Libro de las Sombras pudo salvarse, a lo mejor...- demasiadas ideas se agolparon en su mente, a cada cual mas fantástica que la anterior, y decidió que debería informarse sobre esa cuestión.

Así pues pasó el tiempo libre que tenía entre ir a la biblioteca de la escuela de magia para ver si descubría alguna propiedad especial de los Libros de conjuros, tenían que descubrir por qué era tan importante para La Fuente, quedar con sus primas para practicar sus poderes, empezó por el de Kat para perfeccionarlo y cuando cogió algo mas de confianza se atrevió con el de Tam**, y prepararse mejor física y mentalmente para las peleas que presumía estaban por llegar.

Llamó a su madre para verse, hacía tiempo que no se decían lo mucho que se querían y los hechos recientes le habían enseñado a Pat que no se podían dejar para otro día las cosas importantes y que había que ser un piña con la gente a la que querías. No se le olvidó llamar a P.J. para preguntar si había alguna noticia preocupante referente al chico y lo que podía haber dicho, y aprovechó para ponerse al día de los avances de ambas. También llamó a Penny, quería  preguntarle si estaba bien y cómo tenía el tobillo, nada demasiado acosador no fuese a colgarle sino simplemente preocupándose por su salud, pero no pudo ponerse en contacto con ella y todo el rato le salía en buzón de voz. A pesar de no gustarle hablar con máquinas, después de la quinta llamada se dió por vencida y le dejó un mensaje en el contestador, esperaba que estuviese bien pues nada mas podía hacer. Y por último pero no menos importante, se armó de valor y llamó a Mel, debía estar pasándolo muy mal y, a pesar de no querer ser un recordatorio de lo sucedido, quería que su prima y su primo supiesen que estaba ahí para lo que necesitasen. En resumen, en los siguientes cinco días fué mas sociable con su familia de lo que lo había sido en varios años.

Espere a que me llevaran a casa, después de hablar con Pat para mantenernos informadas y quedar a practicar nuestros poderes, me metí en casa, fui directamente a la cama, nada más me tumbe en ella me quede dormida, con ropa incluida, estaba agotada, demasiadas emociones.

"No podréis con nosotros", desperté sudando, había estado soñando con demonios que se multiplicaban, con La Fuente y como dagas y bolas de fuego mataban a uno a uno a todos mis primos, salí de la cama y fue a darme una ducha para tranquilizarme, después me metí nuevamente en la cama, pero no podía dormir, solo pensaba en La Fuente, en la muerte de Wyatt y en como toda nuestra vida había cambiado por completo. Siempre me había gustado el tema de la magia, siempre había estado investigando, sabiendo cosas, escuchando historias de mi madre y de mis tias, pero era distinto cuando lo hacías por diversión, cuando investigabas sin que tu vida corriera peligro. Cogi mi portatil y empece a mirar la información que tenia de todos estos años, de las notas sobre las historias contadas, sobre las preguntas hechas, sabía lo fundamental, y a la vez me parecia que no sabía nada.

Después del trabajo, quedaba con Pat para entrenar nuestros poderes, debíamos mejorar todo lo posible, pues nuestros poderes podían suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Por las tardes escribia e investigaba sobre los demonios, sobre la Fuente, a veces iba a casa de mi madre y mis tías para que me contaran cosas de los demonios que nos pudiera ser de utilidad, incluso de la Fuente. Por las noches después de todo el desgaste físico y mental caía rendida en la cama

Aquella noche había caído agotada, rendida de sueño. Hasta entonces no se había dado cuenta de lo cansada que estaba. Antes de despedirse de su prima, le había prometido, a la vez que su hermana, que quedarían para practicar los poderes. Y eso es lo que había hecho en los sucesivos días. Por las mañanas se iba a correr para despejarse, mantenerse en forma y olvidar los infortunios de los últimos días. Siguió trabajando en el colegio y adquirió la impulsiva costumbre de llevarse plantas especificas de todas y cada una de las excursiones que hacía con los niños. No quería dejar de lado el arte de las pociones, ahora que por fin (aunque las circunstancias no fueran las que más le habrían gustado) había vuelto a sumergirse en el mundo de la magia. Por eso llamó a Mel en varias ocasiones para intentar crear más pociones paralizadoras, sueros de la verdad y otras que les fueron pareciendo útiles. Valía la pena estar preparadas. 

Algunas tardes quedó con su prima y su hermana para practicar sus poderes y más de una tarde acabó yendo con su gemela a visitar a sus tías para obtener más información sobre lo que estaba pasando. La situación era algo incómoda para ella, pues había pasado mucho tiempo alejada de la familia. Pero creía en que la buena relación que había antes podría restablecerse. 

¡Enhorabuena! Durante tu entrenamiento has desarrollado un nuevo poder. Empatía. De ahora en adelante podrás sentir las emociones (con 1d100) de quienes te rodean. (A voluntad, no como Prue o Phoebe que casi se volvieron locas).

Con una buena tirada podrás hasta canalizar los sentimientos de los demonios para usar sus poderes en su contra.

Henry se rascó la mejilla ante el comentario de P.J. En ese momento entendió un poco que su prima pequeña la detestara por esa actitud. No será que podamos usar magia para detectar a alguien que hable de nosotros... pensó, pero evitó decirlo en voz alta. Muchas cosas habían pasado en muy poco tiempo, la relación con su primo Chris se había enfriado, a pesar de que antes de la muerte de Wyatt se llevasen especialmente bien. Le hubiese gustado estar un rato más con sus hermanas, pero el tiempo y sus costumbres hicieron que reclinara esa idea, marchándose al coche, silbando levemente.

***

Tras el primer día, Henry escribió a Penny. Agobiarla era absurdo, pues conocía como era la joven. Así que se limitó a ponerle una cara sonriente, por ver si la pinchaba un poco y para que supiera que tenían que hablar. Y no sólo de todo lo que había pasado ni de lo que nos deparaba a todos juntos. Si no porque tanto ella como él tenían que empezar a practicar juntos. Le gustase o no a Penny, ambos tenían los poderes más pasivos. Si no aprendían a defenderse, poco podrían hacer por mantener sus vidas a salvo.

Dudó muchas veces en contar su nuevo secreto a Bryan, pero en el último momento se echaba para atrás. Sabía que un rechazo de su compañero sería un duro golpe, y no estaba preparado para asumirlo. Así que decidió, como seguramente hicieran sus primos, a practicar.

Henry se duplicaba cada vez que quería cantar. Uno tocaba la guitarra y ambos cantaban, en diferentes tonos, para darle más gracia a la situación. Eso, de una manera u otra, le ayudaba a concentrarse, a aumentar la capacidad que tenía para controlarse a él y a su doble. Pero no se olvidaba de su otro poder. Aunque tampoco sirviera de mucho, le costó mucho más concentrarse para levitar. Eso sí, una vez que lo consiguió, le resultó extraordinario. Sí, no influía en nada, no le hacía ni más poderoso ni tener un poder más activo. Pero se levantaba varios centímetros sobre el suelo, y eso era lo más parecido a volar que había experimentado nunca.