-Yo tengo el libro en casa -dijo chris cuando preguntaron por el tema, que no era una cosa sencilla. El libro era el corazón de los ocho, entonces debían siempre velar por su seguridad. -Me parece un buen plan, Tam, de paso no quiero quedarme demasiado. Alguien debería siempre vigilar el libro, ahora que lo pienso. Si vosotros queréis, o podéis, alguno puede resguardarlo en tanto. O deberíamos hacerle un hechizo de protección, que nos avise si está bajo ataque.- Negó con su cabeza -perdón, creo que estoy yendo demasiado rápido. Primero iré contigo Tam a zanjar ese asunto del fan.
- Lo del hechizo de protección es una gran idea. - comento a Chris. Si mi memoria no me falla nuestras madres tenían algo parecido en el suyo.
El Libro de las Sombras se protegía solo, aunque alguna vez se lo robaron, si mal no recuerdo. contribuyó Henry a las palabras de los demás. Pero creo que no llegaron a hacer ningún tipo de protección. Embrujaron unos cristales, creo que de cuarzo, para hacer una especie de jaula... Siempre podríamos hacer lo mismo terminó, encogiéndose de hombros.
Como llevado por un nuevo lazo extraño, se acercó a sus hermanas y dio un beso a cada una en la mejilla. Él mismo sintió que lo que había hecho no era normal, y bajó la mirada, intentando buscar una explicación, pero sin éxito Tened cuidados dijo, cogiendo su chaqueta y saliendo de allí.
Me acerco a Chris.
- Si tenéis problemas meteros en el P3 y orbita con ellas lejos de allí. - le susurro al oído.
Chris se tranquilizó con las palabras de Henry, si el libro se podía proteger sólo no necesitaban un hechizo de momento. Aunque eso de los cristales sonaba interesante.
-Creo que por ahora lo que tenemos que hacer es lo planeado. Gracias Henry, Pj... si algo malo pasa orbitaremos fuera de allí en un santiamén. No te preocupes. Nos vemos o llamamos con el móvil en cualquier momento que queramos saber del otro.
Chris partió con Tam antes dándole un pequeño abrazo a su hermana Melinda, luego de la muerte de Wyatt sabía que ella también había tenido que ser más dura que lo que era, todos habían madurado de golpe.