Al principio nada pasaba, y Chris intentó no pensar que podían fracasar, tenía que tener esperanzas. Pero luego… cuando se pusieron en la posición que Tamara había aconsejado, un potente haz de luz salió de entre ellos. Sintieron una unión especial, era algo que el chico desconocía antes. Sabía como si de pronto, de verdad más allá de todos los conflictos volvieran a ser una familia, con un lazo mucho más fuerte que nunca.
Además las chicas habían recuperado su forma humana, no solo eso sino que se veían más saludables. Era increíble, era mágico.
Entonces repararon en el agujero en medio de ellos que se había materializado. Parecía un túnel.
-Decidme que no tenemos que saltar dentro de eso, ¿no? –antes de que nadie le respondiera, Chris agregó –claro que vamos a tener que hacerlo; y ¿dónde iremos a parar? El agujero… ¡como Alicia! ¿No había un túnel en ese cuento?
Poco a poco todos se fueron cogiendo de las manos y dijeron el hechizo, no pasó nada -No puede ser- pensó el conejo -tiene que funcionar- no se iba a quedar así para siempre. Entonces, como movidos por una intuición colectiva, todos se movieron para ponerse como había dicho Tam y volvieron a recitar el conjuro. La luz que surgió hizo que el pobre animal rojizo quedase cegado por unos instantes.
Sintió un gran calor enamar de su interior y darle fuerzas y vitalidad, a la vez notó como su corazón comenzaba a latir a un ritmo diferente, cuando el deslumbramiento pasó se dió cuenta que veía a sus primos y hermanas desde su altura habitual. Un vistazo hacia abajo le confirmó que volvía a tener su cuerpo, tal y como estaba antes de su transformación -Voy a tener que ir con mucho cuidado con el nuevo poder- pensó mientras elevaba de nuevo la mirada y sonreía a su familia. -Mi familia- saboreó mentalmente el sonido de su pensamiento, sintió como si se hubiese formado un lazo alrededor de sus manos y corazones y ahora todos estuviesen mas unidos, o quizás todo eso solo era debido a sus recientes cambios.
-Mejor sin tanto pelo -miró a P.J. y sonrió -aunque te veías achuchable.
Pero de inmediato algo llamó la atención de todos, como para no hacerlo, había aparecido un agujero en mitad de la forma geométrica que habían formado. Pat soltó las manos que todavía sostenía sin darse cuenta y escuchó las palabras de su primo -¡No! mas transformaciones, no-. Alicia nunca había sido uno de sus cuentos favoritos pero creía recordar algunas cosas y no le apetecía nada adentrarse en aquel agujero sin fondo, no después de lo que acababa de vivir.
-Sí. -confirmo a la pregunta de Chris -Y un conejo con un reloj, un gato y un sobrerero loco, setas transformadoras, y una reina con pasión por cortar cabezas.
Por su tono y su expresión estaba bien claro que no quería entrar en ese mundo, dió un paso atrás y se disculpó.
-Tengo que ir a beber algo.
Y se alejó hacia la cocina para calmarse, una cosa era enfrentarse a lo que fuese en este mundo y otra muy distinta internarse en lo desconocido sin saber siquiera como volver.
-Si! -Mel no pudo evitar soltar una exclamación de alegría al ver que el hechizo daba resultado. No sólo a ellos no les había ocurrido nada extraño si no que además, sus primas volvían a verse como sus primas. Sin embargo, el regocijo duró poco. El enorme agujero que se había abierto frente a ellos dentro del círculo mágico suponía un nuevo enigma con peligros asociados. ¿Es que acaso no podían tener un día normal como el resto de la gente?
-Bueno, parece que la profecía de Penny comienza a tomar forma. Aunque no veo cómo se conecta con todo lo demás. Y no me apetece demasiado deslizarme por un foso sin fondo así como así... Aaarrrggghhhh, a veces quisiera ser una más del montón y no llevar esta... carga de familia.
Ofuscada, se retiró del borde del foso. Habían sido demasiadas cosas juntas durante aquella jornada como para acallar su acuciante curiosidad y pronunciar palabras que realmente no sentía. Si había una Halliwell que adoraba su sino, esa era Melinda.
Fue una sensacion muy extraña. Sentir como esa fuerza recorría su cuerpo, ese cosquilleo agradable que se combinaba con esa sensación de poder. Poder. Resultaba interesante, aunque no lo suficiente como para contrarrestar la repulsa que le producía todo lo relativo a ese legado.
Se obligó a mantener ese sentimiento detrás de la barrera. No, no estaba dispuesta a caer en esa trampa. Centró su atención en sus hermanas. Se alegraba de haber conseguido devolverles la forma, aunque estaba segura de que lamentaría haberles devuelto la capacidad de habla. Sobre todo a P.J.
Al igual que los demás, acabó ensimismada intentando adivinar qué narices era ese agujero. Dio un par de pasos pequeños hacia delante, esperando ganar algo de visión y esclarecer parte de sus dudas. Aunque fueron las palabras de Chris las que le dieron más respuestas.
- Puedo hacerlo yo... - añadió, como respuesta a la negativa de Melinda de meterse por ese agujero. Estaba segura que sus primos pensarían que era parte de su dinámica de llevar la contraria a la familia. Pero había algo más. Por alguna razón, no solo pensaba que era lo correcto. Sentía que debía hacerlo.
Siguió acercándose al foso lentamente, mientras su cabeza sopesaba los pros y los contras de saltar sin previo aviso, dejando atrás a todos sus primos. Entonces recordó quien era ella. Penny la alocada, la incoherente, la impulsiva, la prescindible. Y entonces, decidió saltar.
Tiene que funcionar pensó Henry, con un toque de desesperación en sus pensamientos. Si no conseguían hacerlo funcionar entre todos, estaba convencido de que le echarian la culpa a él. Y no tenía ganas de tonterías, aunque la culpabilidad seguían llamando a su puerta.
Decidió no cerrar los ojos cuando terminaron de recitar el conjuro que había escrito. Durante un segundo, que le pareció una eternidad, algo pasó. Como si un lazo mágico les atravesara, sintió como el corazón de cada uno de sus primos y sus hermanas estaba más cercano a él. Sí, incluyendo a sus hermanas, que durante tanto tiempo las había apartado.
Pero poco tiempo tuvo para preocuparse de ello. Sus primas habían vuelto a su forma, y las sonrió. Pero el agujero que apareció entre ellos era de primera plana del periódico.
Sí, me temo que tenemos que bajar. Nos preocuparemos primero de este problema, después veremos qué os pasó con el chaval miró a su hermana. En su mente, ya se había hecho una idea de lo que podía haber sucedido. Esperaba que no fuese real.
Pat, no te vayas, tenemos que bajar. ¡Penny, Penny no! gritó Henry, moviendo la mano e intentando agarrar a su prima, que ya había saltado. Sin poder evitarlo, y debido a que tampoco que era un hombre que tuviera una gran fuerza, se vio arrastrado por el pequeño cuerpo de Penny, que estaba siendo ayudado por la fuerza de la gravedad. Ya eran dos Halliwell los que caían por el agujero.
Mientras Pat se alejaba, podía oir el resto de reacciones ante el agujero que se había formado en el salón de la casa de su prima. Como siempre había quien se acercaba a mirar y quien se apartaba, como ella misma había hecho. Ya cogía la botella de agua del frigorífico y oyó a Henry que le decía que no se fuese, se giró bebiendo del recipiente y estaba a punto de decirle que volvía enseguida cuando el grito de su primo hizo que saliese corriendo hacia el salón. Aún tuvo tiempo de ver los pies del chico desapareciendo en la oscuridad.
-¡Henry! -para cuando quiso llegar al borde no había ni rastro de los dos jóvenes. Se olvidó de todo, de sus temores, de su reciente transformación, de que no tenía ni idea de como volver a subir -Una cuerda- dijo con la boca seca, a pesar de acabar de haber bebido, pero se dió cuenta que su prima no tendría una cuerda tan larga -P.J. vamos- confiaba en el poder de su hermana, si había alguien que los podría traer de vuelta era ella.
Y sin esperar confirmación los siguió hacia lo desconocido, no podía dejarlos solos, eran los primos mas pequeños, era su hermana pequeña -Penny... por favor, no. Penny- no podía perder a nadie mas -Tú no Penny-.
Tam tenía la boca abierta, absorta tras aquella experiencia transcendental. Ahora los veía. Ya no solo físicamente. Ahora realmente veía el interior de sus primos y hermanos. Podía sentir el vínculo. Podía sentir en la mirada de Henry al mirarle para sugerir el postponer el asunto adolescente que ya no les rechazaba. Al menos no tanto como antes. Podía notar que la salud había vuelto a las mejillas de su hermana. Pero también podía notar otro tipo de energía. Una energía que no parecía encajar con aquel lugar. Y entonces la descubrió. El agujero estaba ahí, ante ellos, rodeado de los ocho, ahora todos en su forma humana.
La inquietud que aquella aparición provocaba era evidente pero a la vez ejercía una fuerza magnética. Todavía no había conseguido apartar la vista de él cuando su prima decide saltar al interior, seguida de su hermano.
- ¡Penny! ¡Henry! ¡No!¡Esperad!- gritó, alargando la mano hacia ellos intentando frenar aquella locura. Pero era inútil. Ya habían sido tragados por aquella conexión entre mundos. Cuando decide saltar tras ellos, pues para ella realmente no había ninguna otra opción que sirviese, solo un último pensamiento cruza su mente. "Ojalá se trate realmente de un mundo de las maravillas y no de los horrores"
Cuando abrí los ojos comprobé que el hechizo funcionó.
- Que bueno es volver a sentirse una misma. - digo sonriendo.
Pero como no, no todo iban a ser buenas noticias. Ante nosotros se abrió un agujero que a saber donde llevaría.
Como no, Penny hizo una de las suyas saltando al vacío sin pensarselo dos veces arrastrando a Henry consigo.
- Joder Penny, ¿cuando aprenderás a pensar antes de actuar? - musito al ver como empiezan a caer ambos por el agujero.
Apenas oigo a Pat mencionar mi nombre decido intentar lo único que podía hacer que era teletransportarme hasta ellos y luego sacarlos teletransportándome nuevamente al salón con el resto de los primos.
Tirada oculta
Motivo: Teleportación
Tirada: 1d100
Resultado: 99
Tirada oculta
Motivo: Teleportación (regresar)
Tirada: 1d100
Resultado: 28
Kat se acercó hasta el agujero que se había formado. Observó la oscuridad de su interior y torció el rostro cuando vio como uno a uno sus hermanos y primos iban adentrándose en aquel mundo desconocido. Finalmente miró a Chris y a Melinda, eran los dos únicos que no habían decidido tirarse, así que antes de abandonarlos y dejarlos solos les esperó.
¿Creéis que han hecho bien en adentrarse allá abajo? ¿Creéis que será mejor seguirles? ¿O es mejor que esperemos aquí fuera para ver qué pasa?
Chicos, perdonad el ritmo de posteo, pero ando bastante liado estos días y no sé cuanto me durará, así que voy poniendo turno en todas las partidas según voy pudiendo. Lo siento ^^
Chris se había quedado ojiplático cuando todo lo demás se descenlazó y algunos de los miembros de su familia se arrojaron al agujero ese, cual Alicia en el cuento. Entonces Kat hizo una pregunta muy importante, él respondió con la poca lucidez que le quedaba, que a esta altura no era mucha.
-Yo me quedo -dijo, frunciendo su mirada -es que... si todos vamos y luego no podemos mantener abierto el... ¿portal? No, no me gusta la idea de quedar atrapados en otra dimensión. Creo que Penny se precipitó, pero es Penny...
El joven entendía que la chica quisiera saber, él mismo lo quería, pero si no podían volver luego?? O tal vez sea necesario siempre que alguien estuviera del otro lado.
-No sé Kat, ha sido demasiado rápido para mi gusto. Prefiero quedarme por si luego no pueden volver, aunque no tengo idea de si eso debería hacer.
Mel tomó a su hermano de la mano y asintió a sus palabras-. Yo también me quedo -el temor de que les pasara algo a Chris o a ella, después de haber perdido a Wyatt era demasiado real como para andar haciendo locuras. Además, lo que decía el mayor tenía sentido. Alguien tenía que velar porque el resto volviera sano y salvo, o tomar las medidas necesarias para el rescate.
Kat continuaba mirando hacia abajo, preocupada por el agujero que se había formado y por lo que les estaría sucediendo a sus hermanos y primos. Negó varias veces con la cabeza y se vio tentada a lanzarse también. No podemos quedarnos aquí, el poder de ocho tiene que ser mucho más fuerte si está unido que si nos volvemos a separar. Ya has visto lo bien que nos ha funcionado, creo que en estos momentos separarnos es un error. Pero si aún así estais convencidos de seguir aquí, me quedaré con vosotros. Pero algo me dice que lo que pase allá abajo no va a ser fácil de solucionar... murmuró preocupada.
Christopher entendió lo que Kat decía, pero no quería tomar toda la decisión porque temía estar equivocado. -Melinda, en estos momentos, hermana, no me siento apto para decidir sobre esto. Así que confío en que veas las cosas con más claridad que yo.
Se rascó la nuca y la miró.
-Mi temor es no poder volver de ese mundo, y no poder ayudar a nuestros primos a hacerlo. Pero comprendo lo que nuestra prima dice, ¿qué crees que será mejor?
Mel sintió que la incertidumbre crecía en su interior. Su espíritu curioso y aventurero le pedía que fuera más allá, que no se quedara aguardando. Pero demasiadas cosas malas habían ocurrido en la familia, por lo que no podía arriesgarse sin saber que valía la pena. ¿Qué hacer si ellos eran la única posibilidad que tenían sus primos para volver? Las dudas de Chris se le contagiaban. Por otra parte, lo que Kat señalaba era cierto. Los ocho juntos eran más que la suma de las partes. ¿Y si al final resultaba que sus primos no podían volver por no tener el poder suficiente? La joven suspiró hondo antes de tomar la decisión que podría ser la acertada o la que los llevara a la ruina definitiva.
-No me gusta esto. No me gusta ese agujero, toda la historia de Alicia y demás. Pero Kat tiene razón. Si hay una posibilidad de que salgamos los 8 bien parados, es estando juntos y trabajando como equipo. Ya vimos lo que pasó con las chicas cuando quisieron realizar hechizos por si mismas, y quién sabe qué los esté aguardando allí abajo. Chris... creo que deberíamos ir. Kat, hermano... están listos? -la morocha tendió sus manos, una a su hermano y la otra a su prima. Mejor que saltaran todos juntos hacia lo desconocido.
Chris no dijo nada. Tendió la mando derecha a Melinda, la izquierda a Kat y se preparó a dar el salto. En su cabeza habían muchas dudas sobre esto pero sabía que el número de ellos era mágico, el poder de ocho era el equivalente al poder de tres de sus madres, y cuando ellas estaban juntas, por lo que había aprendido de su familia, todo era posible. Así que, siendo ocho, no debería ser difícil crear un portal para regresar.
Saltó cuando las chicas lo hicieron y esperó que no estuvieran equivocados, y sobre todo que el resto de la familia se hallase a salvo del otro lado.