La Mano / Interior del Palacio
Horario: Amanecer
La salida del Sol coincide con el sonido de unas cantarinas trompetas que resuenan por toda La Mano y que anuncian el fin del toque de queda decretado por los Arcabuceros.
El Palacio comienza a ponerse en marcha. Los criados, mozos, guardias y demás habitantes dan gracias por haber tenido una noche sin incidentes y comienzan con sus labores cotidianas. Todos dan gracias a Kai y a Ishir por seguir con su vida cotidiana y ruegan porque continúe así de ahora en adelante.
Los cuatro Señores del Kai invitados en Ruanon, cruzan pensamientos compartidos al salir de sus habitaciones con el amanecer: Era previsible que al que llaman el Fantasma no apareciera en La Mano durante la noche. Hacerlo hubiera sido un suicidio con la presencia de los arcabuceros en palacio.
Eso les hace pensar que el Fantasma debe tener poco de espíritu y mucho de hombre...
Un criado les ofrece palanganas con agua helada de manantial para que se refresquen mientras otros les sirven un potente te de hierbas acompañado de panecilllos de hojaldre recién horneados como desayuno.
Tras comentar la falta de sucesos de la noche anterior, empiezan a planificar el nuevo día...
Nueva escena lista para que hagáis lo que se os antoje y decidáis que hacer hoy.
(Anda que como al final decidais no salir de Ruanon... voy a tener que cambiarle el título a la escena...)
Creo que deberíamos tratar de tomar la iniciativa en lo de nuestra excursión. Si preparamos los fardos rápidos, ensillamos y preparamos a los caballos y nos presentamos en las puertas con intención de salir es posible que nuestra premura coja a todo el mundo por sorpresa y que tarden en reaccionar.
Comenta Águila tras mordisquear los panecillos del desayuno.
Una postura digna nos sacará del castillo y nos permitirá regresar a él sin eliminar nuestra coartada.
Serpiente Silenciosa no pronuncia una palabra, pero su mirada y asentimiento le dan a entender a Águila, que su compañero acepta la propuesta.
Sin haber probado apenas un bocado, el joven Señor del Kai se levanta de la mesa, dispuesto a actuar inmediatamente.
La Mano / Patio de Acceso
Horario: Mañana
Apenas unos minutos después, os encontráis atravesando el patio de acceso de la entrada a la fortaleza. Vais montados en vuestros caballos y lleváis encima poco más que vuestras armas y el equipo básico (sabéis que podéis reabasteceros si lo necesitáis en la ciudad).
Vuestra presencia toma por sorpresa a los guardias del acceso, que apenas unos minutos después de haber abierto el rastrillo y tendido los puentes levadizos, se encuentran con
cuatro Señores del Kai dispuestos a salir de La Mano.
Tal y como habiais supuesto, vuestra acción toma por sorpresa a los guardias, la mayoría de los cuales además, están destemplados y cansados tras haber pasado la noche en vela.
Pero quienes no parecen para nada acobardados son los dos arcabuceros que se colocan entre vosotros y el arco de la entrada que lleva fuera de la fortaleza.
Los dos hombres se situan en medio de vuestro camino, con los rifles al hombro y sin ninguna intención de apartarse.
Bajo sus máscaras de cuero tratado, sus voces resuenan siniestras cuando os dan el alto.
¡Deteneos ahora mismo! ¡No podéis abandonar Palacio sin la autorización expresa del Capitán Furia!
Buho sabio mira a los guardias Creo que se equivoca... nos confunde...nosotros no somos los señores de Kai dice lentamente tratando recordar las tecnicas de ataque mental que aprendio en el templo para no hacer notar que estan saliendo
Uff.. suena a truco Jedi... pero se me ocurrio.. si no se puede....a esperar que venga el caballero
Bueno... engañarlos con la disciplina de Ataque Psiquico no creo que puedas. Lo que si puedes hacer es dejar KO a los dos, pero eso sería un ataque en toda regla.
Si quieres hacer eso deberías hacer una tirada de Concentración.
Águila Certera mira a los dos hombres.
Vamos a salir. Si prefieren dispararnos empiecen a hacerlo pero posiblemente sepan lo qué es capaz de hacer un Señor del Kai en defensa propia...
Dicho esto inicia el paso hacia delante.
Esto lo hago si el truco Jedi no funciona ;-)
Por cierto, Director, cada vez que pongo un mensaje el único destinatario por defecto eres tú. Para que salgamos todos lo tienes que poner en la escena.
Cita:
Ya me he fijado, ya. A mi me sucede lo mismo, asi que tengo que cambiar los destiantarios cada vez. En fin, son cosas de la web, a ver si se arregla con ayuda de los duendecillos... ;)
La Mano / Patio de Acceso
Horario: Mañana
Uno de los arcabuceros no atiende a razones y apunta su rifle contra Buho Sabio, pero antes siquiera que haga nada más, recibe un zarpazo mental del joven Señor del Kai que le hace caer al suelo mientras se lleva las manos a la cabeza.
Su compañero, al verle caer, también trata de reaccionar, pero entonces se oye una voz a vuestras espaldas.
¡¿Qué está pasando aquí?!
Es Weyland Thorne, que se ha colocado frente al arcabucero, que ahora le apunta a él.
El exjefe de la guardia le mira con los ojos entrecerrados: Será mejor que dejes de apuntarme y te largues con tu amigo de una vez...
¿O si no, qué? Replica soberbio el arcabucero.
Thorne alza la mirada, y también lo hace el arcabucero. Todos los guardias del patio, leales a Weyland, apuntan sus ballestas contra el arcabucero, que, poco a poco, baja su arma y se retira al interior de la fortaleza junto con su camarada.
Weyland Thorne os acompaña hasta atravesar el arco de entrada a La Mano, fuera de los muros.
Furia se enterará de esto en unos minutos. En su lugar yo me daría prisa para hacer lo que quiera que van a hacer. Ahora mismo me fio más de ustedes que de esos malditos arcabuceros. ¡Buena suerte!
Con esto, Thorne se despide de vosotros y entra de nuevo a La Mano, mientras el gran rastrillo de la entrada desciende poco a poco con un tremendo chirrido.
Como os he comentado, habéis salido casi con lo puesto (armaduras de cuero, armas, vuestras vestimentas, la mochila, vuestro dinero, pociones y las monturas). Si quereis equiparos con más cosas, tendréis que adquirirlas en la ciudad.
Tras dar las gracias a Weyland y decirle que vigile que esto le pondrá en contra de Furia.
Tras salir del castillo con velocidad les digo a mis compañeros que deberiamos alejarnos a prisa hacia el bosque de las espinas.
Recordad que no necesitais llevaros provisiones para el viaje, ya que los que tengan un rango de 5 en la disciplina Caza siempre encontrarán sustento en campo abierto.
Otra cosa es que queráis aprovechar para hacer algo o visitar a alguien ahora que estáis en la ciudad.
No sé qué opináis, pero creo que lo mejor sería que pusiéramos tierra de por medio. Si nuestro objetivo está en el bosque vayamos allí, el sobrevivir a la intemperie no será problema.
Parece que la perspectiva de pasar tiempo lejos del castillo y de sus paredes ha elevedo el ánimo de Águila de forma notable.
Cuando montas una nueva escena te deja marcar los personajes a los que va dirigida por defecto, mira allí, quizá si nos marcas a todos la cosa se arregle.
Cita:
Oiva! Pues era eso...
Ciudad de Ruanon
Horario: Mañana
Espoleáis a vuestras monturas. Es vital que salgáis de la ciudad antes de que nadie tenga tiempo de reaccionar para impediroslo o perseguiros.
Descendéis la colina de La Mano y os adentráis en la empedrada calle mayor, de camino a una de las puertas de la ciudad.
Recordad que para llegar al Bosque de Espinas teneis dos opciones:
-Hacer el viaje a marcha normal: Esto os costará una jornada, con lo que llegareis descansados al Bosque por la mañana del próximo día.
-Hacer el viaje a marchas forzadas: Esto os costará media jornada, con lo que llegareis fatigados al Bosque al caer la noche del día de hoy.
Yo voto por viaje normal.
Ciudad de Ruanon / Puerta de los Mercaderes
Horario: Mañana
La puerta de los mercaderes es como llaman a la salida oeste de la ciudad amurallada de Ruanon. Como su propio nombre indica, está situada en el Barrio de los Mercaderes y la mayor parte de las caravanas que entran y salen de la ciudad pasan por aquí.
A medida que os vais acercando, hacéis que vuestros caballos pasen de ir al galope a un ligero trote, con el fin de no llamar demasiado la atención. Sin embargo, no tardais en comprobar que eso es algo difícil, dada la cantidad de gente que entra y sale por las enormes dobles puertas que hay en la muralla.
Dado que a Ruanon llegan comerciantes de todas partes, llevando consigo maravillas traidas de sus paises de origen, tanto colorido y extravagancia hacen que cuatro jinetes como vosotros paseis desapercibidos.
Hay guardias de la ciudad, si, pero se trata sobre todo de funcionarios, que se ocupan sobre todo de cobrar tasas a aquellos que entran y tomar registro de las caravanas que salen, por lo que a vosotros, que no vais con ninguna caravana, os toman por mercenarios a sueldo de algún rico comerciante.
Y así, de una manera tan simple, os encontráis fuera de la ciudad.
En cuanto os alejáis un poco de la entrada a la ciudad volvéis a poneros al galope, tomando la calzada rumbo oeste.
Rumbo al Bosque de Espinas.
Hay otro detalle más que decidir a la hora de llegar al Bosque:
En los mapas que vuestros personajes han revisado, habéis visto los accesos al bosque, que son: Por el oeste es imposible debido a que están las Durncrag y según indica el mapa hay una pequeña cienaga en el acceso por el este, por lo que es un acceso complicado.
Parece que las mejores rutas para llegar a él son el norte y el sur. Vosotros decidís cual tomar.
Águila está ciertamente en su ambiente, va animando a su animal cada poco tiempo y continuamente se para para determinar si les siguen.
Cuando nos salgamos de la carretera tendremos que procurar tapar nuestros rastros.
A mí me gustaría poder despistar a posibles perseguidores. Si alguna de las dos entradas permite hacer eso mejor, voto por esa. En caso de que dé lo mismo prefiero ir por la más alejada a Ruanon. Nos permitirá tener más tiempo para determinar si nos siguen.
Creo que lo mejor es evitar los caminos principales, ademas, seria bueno ocultar nuestras armas, no seria bueno que supieran quienes somos dice mientras mira a su alrededor seria bueno que uno se quedara mas atras, si nos vieron partir pueden que hayan mandado alguien a seguirnos
Cercanías de la Ciudad de Ruanon
Horario: Mañana
Una vez os habéis alejado de la ciudad, hacéis que vuestras monturas pasen del galope a un trote más ligero, mientras os alejáis de las vías principales y os echais por encima vuestras capas de viaje oscuras, que esconden vuestros ropajes en tonos verdes que os identificarían como Señores del Kai y que además, ocultan el hecho de que vais armados.
Habéis decidido no viajar a carrera para evitar, por una parte el llegar a vuestro destino agotados y por otra, el lograr llegar con el amanecer de mañana. También habéis elegido aproximaros al Bosque de Espinas por el norte, al ser esta la ruta más alejada de la ciudad de Ruanon.
A lo largo del día, y del resto de la noche, cabalgáis por terreno abierto sin encontraros con nada reseñable durante el viaje.
No dudais en utilizar todos los trucos que conoceis para saber si os están siguiendo o si han enviado patrullas en vuestra busca, pero el resultado siempre es el mismo: nada.
Os encontráis sólos en la inmensidad...
INTERLUDIO
La habitación en la que ahora se reunen los encapuchados está en la segunda planta de una casa de piedra del Barrio Viejo. La reunión ya ha comenzado, aunque sólo están tres de ellos.
¿No hay ninguna noticia de ese Fantasma? Pregunta uno de ellos con voz suave.
Otro le responde con brusquedad, parece estar disgustado. Desgraciadamente todavía nada. Pero por lo menos eso nos ha servido como excusa para poder situar a nuestros hombres en La Mano... a nadie le ha extrañado la llegada de la unidad de arcabuceros.
Por cierto, ¿os habeis ocupado ya de Marr?
El interpelado asiente. Si, está todo arreglado.
¿Le habeis matado?
No. Responde el tercer encapuchado, una mujer. Ese joven puede sernos de mucha utilidad más adelante. Lo ganaremos para nuestra causa, y si no, se le obligará.
Hay un momento de silencio, que se rompe cuando uno de los encapuchados murmura con rabia. Aun no puedo creer que los Señores del Kai descubrieran nuestro lugar de reunión. Sin duda los hemos subestimado.
La mujer vuelve a intervenir. Por eso estamos aquí esta noche, para decidir si actuamos o no. Recordad el mensaje del cuervo blanco... No queda mucho tiempo ya.
Una cuarta voz se une a la conversación: Se han ido.
Los tres se vueven hacia la figura encapuchada que acaba de hablar, que toma asiento y se echa la capucha para atrás, revelando un rostro de rasgos afilados, ojos verdes y pelo largo muy rubio, casi blanco... el Maestro Dragair.
¿Qué quieres decir con eso? Le pregunta el hombre de la voz suave.
Lo que has oido. Le responde el Mago. Han salido de Ruanon poco despues de la salida del Sol, por sorpresa. Nadie sabe exáctamente hacia donde.
Un silencio preocupado llena la estancia. Los otros encapuchados se miran entre sí.
¿Crees que lo saben? Pregunta la mujer.
No, si fuera así habrían venido a por mí primero, aunque no tuvieran ninguna prueba, no hubieran salido de la ciudad.
¿No sabemos hacia donde se dirigen?
El Maestro Dragair hace una pausa. Sonrie con astucia y luego dice: Han tratado de pasar inadvertidos, pero no es fácil engañar a un Mago.
Han partido en dirección oeste.
¿Oeste? Dice el malhumorado. Allí lo único que hay es...
El Bosque de Espinas. Termina la mujer por él. El refugio de Lobo Gris...
El malhumorado da un golpe con su puño en la mesa. ¿Cómo demonios se han enterado? Maldita sea, te recuerdo que si matamos a Lobo Gris fue por lo que pudiera tener en ese lugar. ¡Todo podría venirse abajo si descubren las verdades que sabía el viejo!
El Maestro Dragair trata de calmarlo. Aun así no deberiamos preocuparnos. El reloj corre en nuestro favor, ya no tienen tiempo de advertir a Holmgard o a la Orden del Kai, no llegarían a tiempo. Pase lo que pase, están sólos.
El encapuchado todavía no ha controlado su rabia. Esto ha ido demasiado lejos. Debemos deshacernos de ellos en este momento.
El Mago de Torán asiente. Es muy posible que el mismo Bosque de Espinas lo consiga. Te recuerdo que Lobo Gris lo infestó de trampas mortales, además de que cuenta con sus propios guardianes. ¿Debo recordarte que de los hombres que enviaste para entrar en el Bosque de Espinas, ni uno sólo regresó?
El encapuchado asiente. Es cierto, pero te recuerdo que ellos, como Señores del Kai, puede que tengan más posibilidades de acceder a él. Es hora de que use mis influencias...
El hombre sonríe con ferocidad.
Me aseguraré de que si sobreviven al Bosque de Espinas jamás lleguen a ninguna parte...
La partida continúa en la escena: SEXTO DIA: EL BOSQUE DE ESPINAS.