Partida Rol por web

Noruega. Un pueblo perdido de la mano de dios. Un lugar de una belleza incalculable, que parece anclado en el tiempo. Anclado en un pasado tan antiguo que apenas se podría datar. Un pueblo con un nombre que apenas los lugareños pueden pronunciar.

El frío atenaza toda la costa y el silencio es tal que parece que os encontráis mirando una fotografía de un faro. La luz esta apagada por qué aún es pronto, la estructura apenas es visible debido a la niebla.

A vuestro lado está el hombre que representa a la empresa que os ha contratado y que os ha traído en furgoneta por una carretera estrecha y apenas asfaltada. Junto al vehículo están vuestros equipajes. Algunos lugareños os observan con poco interés mientras reparan lanchas y redes de pesca.

En el embarcadero más grande se puede ver una lancha larga, con la pintura gastada y de aspecto resistente a pesar de parecer sacada de una imagen de algún libro de historia. Dentro, revisando todas las cajas donde están las provisiones, hay un hombre de largas barbas y cabellos trenzados. Viste ropa gruesa y un abrigo que ha visto años mejores.

- Recojan sus maletas -dice el que ha sido vuestro chofer desde que os recogió en el aeropuerto hace días - el faro les está esperando. Suban al barco. Les deseo buena suerte.
Sin más os ayuda a cargar el equipaje.

Hasta aquí había tenido que huir de ellos…hasta la fría Irlanda…no había duda de que el lugar era precioso. Pero eso no me animaba…habían matado a mi padre y ahora tenia que huir de mi hogar para que no hicieran lo mismo conmigo.

Lo cierto es que en este lugar bien podría encontrar inspiración para escribir…contar mi historia y la de mis padres.

Un año aquí…equivalen a cinco años en la tierra normal… Pensé mientras caminaba por el lugar.

Gracias. Respondí al hombre, no entendía por que había dicho lo de buena suerte…no parecía una trabajo peligroso mas bien tremendamente aburrido.

Mire al tipo que trabajaría conmigo.

Soy Kate un placer y esas cosas.  Comente mientras me cerraba el abrigo y comenzaba a cargar el equipaje para que nos llevaran al faro.

Me reúno con el representante de la empresa que me ha contratado vistiendo con unos zapatos, un pantalón de vestir, una camisa blanca y una gabardina negra elegante. Conmigo llevo una maleta grande con ruedas, cuando se presenta la mujer que va compartir un año conmigo le miro a los ojos con una gran sonrisa.

Piacere di conoscerla, signorina, con una compagnia così piacevole sarà un paradiso. Respondo en italiano para cuando me doy cuenta que es posible que no lo entienda añado en ingles, soy Eric Karlsen, un placer trabajar juntos y permite que le ayude con una maleta... me presento tomando mi maleta y ayudando a la señorita con una de las suyas usando mi mano libre.

La verdad es que venia muy elegante para venir a trabajar a una faro…yo llevaba botas de senderismo un vaquero y una cazadora polar con un jersey…claro que en Italia no haría tanto frio como en Irlanda.

Hola…si mejor en Ingles si no te importa…no hablo italiano.  Sonreí pero al final no tenia la culpa de que el ingles fuera mas internacional.

No hace falta la verdad. Comente mientras traia para mi la maleta. Solo llevo una mochila y la maleta lleva ruedas.

Lo cierto es que no sentía que necesitara ayuda y al fin y al cabo era un poco maniática de mis cosas.

Depositáis el equipaje en la lancha y subís a bordo. El hombre os mira y podéis ver en sus ojos que no le importáis nada en absoluto. Si del mar emergiese una mano gigantesca y os arrastrase a las profundidades, el hombre no movería ni un sólo músculo.

Una vez instalados, el hombre pone en funcionamiento el motor. Como si se tratase de un viejo aquejado de una tos que indica una enfermedad pulmonar letal, la embarcación pone rumbo hacia el faro.

La niebla os comienza a rodear tras abandonar la costa, a los pocos metros de la orilla. Avanzáis de forma lenta, como lo haría un reo que se dirige a su hora final. Por un instante la lancha se detiene. Su motor ha dejado de funcionar y lo único que rompe el silencio son las maldiciones que el viejo marino escupe por su boca, en su lengua natal.

La niebla os da unos instantes de tregua y podéis observar el islote donde el faro gobierna con mano de hierro y su mirada, a pesar de no estar encendido.

Algo choca con la lancha. Una figura extraña se mueve bajo vosotros. Su forma no está definida y debido a la escasa claridad del agua, no sabéis lo que es. ¿Qué clase de criaturas pueblan estas aguas?

La siguiente sacudida os hace temer que no llegaréis al islote.

La lancha en la que subimos tras que Kate se niegue a ser ayudada, puesto que no lleva muchas maletas. Vemos el faro a lo lejos mientras avanzamos, algo impacta contra la lancha en mas de una ocasión y lo que esconda el interior de estas aguas no les gustamos.

Con la segunda sacudida si no retira Kate la mano le doy la mano para ayudarle a mantener el equilibrio, no me apetece pasar un año solo en ese faro y si la compañía es una bella mujer prefiero asegurarme que llegue sana.

Joder que gente mas amigable… Pensé al ver al barquero , mas bien parecía Joder parece Caronte en su barca…

Cuando Eric me agarro me saco un poco de estupor de las maldiciones de Caronte y de la cosa que había visto bajo el bote.

Gracias… ¿Has visto eso? ¿Un foca?  La verdad es que no estaba muy segura, pero que otra cosa podía ser.

En todo caso haber si llegamos de una maldita vez… Levante la vista mirando al Faro…la verdad es que me daba muchísima mala espina.

Por los mares del norte las focas, delfines y ballenas pequeñas nadan por aquí. Trato de tranquilizar a la señorita sin soltar su mano para que si sucede otra sacudida no caiga al agua helada, imagina el libro que podrá vender con nuestras experiencias en el faro señorita, trate de ver el lado positivo, continuo tratando de tranquilizarle guiñando el ojo para que no piense en todas las malas sensaciones que produce ese faro y la situación.

Algo zarandea de nuevo la lancha y un extraño sonido burbujeante llega a vuestros oídos - quizás se trate de una carcajada - en un tono demasiado bajo, para saber si es real. El barquero maldice de nuevo y hace un extraño signo con la mano. Parece que se trata de alguna vieja forma de evitar el mal ojo, propia de algún culto antiguo y pagano. Aunque no lo sabéis con certeza, es sólo una suposición.

De pronto la lancha se mueve. El motor sigue sin funcionar. Tenéis la impresión de que algo la empuja y por un segundo os parece ver varias manos que se esconden bajo el agua, tras conseguir que avancéis hacia vuestro destino. Garras sobre piel escamosa y membranas interdigitales.

Asentí con la cabeza  a Erick sobre defilnes focas y demás, tenia que haber sido eso…

Pero la barca seguía sin moverse el faro estaba ahí imponente y siniestro a partes iguales.

Lo único que me tranquilizaba un poco era que el hombre de la barca no parecía nervioso.

Pero cuando escuche esos ruidos me agarra al borde con las dos manos para mirar.

Que coño… dije en bajo al ver lo que me parecieron ¿Manos? Toque al barquero con la mano y le señale el agua.

¿Qué cojones?

Parece que lo de los animales marinos tranquiliza a la chica, pero unas manos membranosas empujan la barca, así que con todo descaro atraigo la mirada de la chica con mi mano girando sutilmente su rostro para que me mire. Vamos a trabajar en el culo del mundo, en un lugar siniestro y nos van a pagar por quedarnos en un lugar así... los jefes se lo estarán pasando bien con unos submarinistas para asustarnos, tómalo como que tras esa broma le podré invitar a unas copas y no reiremos de esta broma...

No me convencio mucho lo de la broma. Pero...¿Que otra cosa podia ser?

La verdad es que estaba bastante nerviosa por mi propia situacion , hacia muchas semanas no dormia nada bien. Siempre pensando en si aparecia un sicario del IRA...

Si sera eso...Y me puse a mirar al faro esperando llegar cuanto antes.

El viejo marinero os ignora en todo momento, aunque tratéis de hablarle. Suponéis que entiende vuestro idioma, pero que no desea comunicarse con vosotros.
La lancha se dirige hacia el embarcadero. Un lugar pequeño en el islote rocoso. El hombre amarra su modesta embarcación a un grueso poste y os mira. Os señala las cajas y la tierra firme, sin duda os está pidiendo que descarguéis los víveres.
Tras esperar unos breves instantes, desembarca y comienza a descargar las cajas. Las deja junto a una camioneta destartalada, que usaréis para llegar al faro.

Ayudando al hombre para cargar todo en la camioneta, miro al hombre silencioso, gracias por todo. Finalmente acompaño a Kate hasta la puerta del copiloto para abrírsela como buen caballero, invitando a que suba, Bellissima para que cuando ella suba hacer lo propio yo y llevar la camioneta hasta el faro.

Cuando todas las cajas están cargadas, el hosco lugareño os señala el contacto del vehículo. Las llaves están puestas. Dos copias idénticas unidas por un llavero que es una pata de conejo. El animal tuvo poca suerte y el pelaje, sea sintético o no, está sucio y desgastado.

Sn mediar ni una sola palabra con vosotros, se sube de nuevo a la lancha. Escupe a la orilla y pronuncia con unas palabras, que suenan como una maldición antigua y prohibida. Sin esfuerzo consigue que el motor de la embarcación se ponga en marcha y se aleja de la costa del islote, mientras un banco de niebla le engulle para hacerlo desaparecer a vuestros ojos.

Intuís que algo va mal. Se supone que este hombre debería recoger a las personas que cuidaron del faro este último año. ¿Dónde están? ¿Y sus pertenencias?

Por fortuna habíamos llegado al lugar. El hombre no había dicho ni una palabra. De hecho llegue a pesar que tal vez nos veía como intrusos  que robáramos el trabajo a los lugareños y de ahí su sequedad o incluso que nos putearnos con el trayecto.

Cuando vi el vehículo tuve una corazonada.

Creo que no tengo pruebas pero tampoco dudas de que el faro por dentro…no estará para salir en una revista de decoración. Toque las llaves del conejo.

¿Y los anteriores? ¿Dónde estarán? Bueno vamos al faro a ver que pasa. Lo mismo esta en automatico y no hay nadie.

El tipo de la lancha se marcha corriendo sin decir nada, mientras conduzco la camioneta de camino al faro le comento, para mi que nos han engañado para que aceptemos el trabajo, aquí no había nadie y me parece que nos quedaremos mas de un año, siempre podemos darle un toque personal al faro para que sea mas acogedor.

Una vez llegamos al faro bajo de la camioneta para abrir la puerta a Kate con una sonrisa. Su castillo mi señora...

Sinceramente creo que si. Este lugar es lugrubre hasta decir basta. Puede que antes trabajara gente del pueblo y ahora no…y por eso esa animadversión hacia nosotros no lo se.

Imagino que la comida nos la traigan cada x días en la lancha esta y tengamos que venia a recogerlo.

Cuando llegamos al Faro mi cara estaba un poco mustia. El sitio daba mal rollo y si bien era cierto que el chico parecía agradable no lo conocía de nada.

No me gustan mucho los Castillos siempre están embrujados… comente medio en broma  

Pasando mi mano por la cintura de Kate mientras no se oponga tomándome confianza, por lo menos en el castillo no estas sola este embrujado o no, y no estar solo ayuda a mejorar la estancia.

Finalmente seré yo quien lleve las cajas al interior para que no tenga que hacerlo ella y poder ver nuestro el castillo por dentro. Princesa nos espera el castillo...

Joder que confianza… Pensé cuando me paso la mano por la cintura.

 Si si hay fantasmas hay mas posibilidades de que no vayan a matarme a mi si hay mas gente.

Sonreí.

Si vayamos a ver que hay dentro…

Me esperaba algo lleno de mucha suciedad y mugre.