Observo la sangre con una mezcla de aprensión, terror y resignación. Paseo la mirada por mis compañeros mientras discuten. Los escucho, aunque realmente estoy pensando en lo que viene ahora. Miro mis manos, y las paso por la pierna abrasada; noto mi corazón latiendo con fuerza, y mi mente… fragmentada y herida. Me detengo un momento a contemplar la mancha de sangre coagulada. No… esta claro lo que hay que hacer ahora.
-No es cuestión de quien sea el ultimo. – Tomo aire, tratando de hacerme a la idea de lo que voy a decir. – Yo… e… este proyecto ha sido un fracaso, y con la pierna así. - Niego con la cabeza. Le extiendo la mano con la palma hacia arriba a Lady Jeanne.- De esta forma al menos seré útil… si yo solo no basto… podrán plantearse algo más. Pero…- Se me va quebrando la voz. No es fácil. Me he estado aferrando a la vida. Puedo ver mi mano temblar, pero la mantengo ahí. – Todos saben que esto es lo mas lógico. Solo… solo entréguenme la navaja y ayúdenme a subir.- Trato de estar estoico, pero estoy seguro que mi figura maltrecha y mi mirada desecha no dan el mejor aspecto, ni nada del orgullo que me gustaría poder conservar.
La sangre se derrama entre nuestras manos, y baña la roca atravesada con una luz purpura y rosada, tal como lo harían los rayos del sol en un salto de agua. Ahora somos cuatro personas orquestando un ritual y viendo como, literalmente, la vida se escapa entre nuestras manos. -Esto no es un acto de bondad para salvar al mundo, es un acto de desesperación ya que estamos entre la espada y la pared. Esto es pura supervivencia pero, estoy de acuerdo que después, tendremos que pensar en seguir adelante y que uno sobreviva, por todos nosotros-. Nuestros rostros comienzan a palidecer mientras los ruidos barbáricos de los nativos se hacen más próximos y fuertes. -Si esto funciona, aprieten el corte fuertemente con algo de ropa hasta que puedan limpiarlo y coserlo, o hasta que puedan cauterizar la herida. Con eso bastará para continuar-.
A pesar de nuestros intentos al final estamos realizando el ritual que hasta ahora pretendíamos detener, espero que no seamos nosotros los que iniciemos algo que se escape de nuestro entendimiento y control invocando a la deidad Ahtu.
- No piensen en eso caballeros, por ahora todos. - Miro a cada uno de mis compañeros. - Todos vamos a salir de aquí, ya pensaremos en quién ha de sobrevivir si es que solo alguno ha de hacerlo.
La sangre comienza a cubrir el monolito, espero que pronto reaccione, no sé bien cómo, pero que reaccione. Siento como poco a poco se me escapa la fuerza por las muñecas, si ahora llegasen los hombres serpientes estaríamos perdidos, debemos hacer esto rápido pero seguro, un complicado equilibrio médico que solo el doctor puede realizar.
Me anoto ya 2 puntos menos en salud.
Arcos de sangre bañan la piedra, uno tras otro, extendiéndose como marcadas cicatrices sobre el cuarzo. Al perder parte de la luz, la piedra vibra y notáis un cambio; los rayos se vuelven inestables, temblando, mientras un sonido chirriante invade la sala. Desde los túneles, criaturas serpiente se pisan y acumulan, gritándose y emujándose en su ansia por salir, solo consiguiendo atascarse en parte. Unos pocos individuos de gran fuerza arrojan al resto, sin respeto a los de su propia especie mientras avanzan hacia el cristal. Algunos resbalan en la escarcha formada, atónitos ante su forma y tacto. Otros, más prudentes, os miran desde atrás mientras os acosan a siseos y maldiciones en su antigua lengua.
Flechas negras, de cortante piedra, vuelan hacia vosotros. Son menos de las que habríais esperado, aunque no por ellos menos letales. Su mordedura es ácida, con un dolor agudo que se suma al de vuestros cortes palpitantes.
Motivo: Ataque a Lawson
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Daño a Lawson
Tirada: 1d6
Resultado: 4(-1)=3 [4]
Motivo: Ataque a Edward
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 4(-1)=3 (Exito) [4]
Motivo: Daño a Edward
Tirada: 1d6
Resultado: 6(-1)=5 [6]
Motivo: Ataque a Jacob
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 5 (Exito) [5]
Motivo: Daño a Jacob
Tirada: 1d6
Resultado: 5(-1)=4 [5]
Motivo: Ataque a Jeanne
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 2 (Fracaso) [2]
Los dardos me despiertan cuando estaba aletargado por el ritual. --¡Obsidiana!-- proclamo, y puedo sentir su punzante aguijón atravesándome. --Creo, que empiezo a verlo todo negro. Saben, igual puedo acelerar el proceso. Vamos a necesitar algo de prisa-- y mientras cierro la muñeca abierta para evitar perder sangre voy echando puñaditos del agujero que me ha hecho la saeta. Agotado por el esfuerzo creo que comienzo a delirar --en mi pueblo hay una fiesta regional en la que desangran a un cochino--.
Qué estas diciendo Edward, céntrate, tú vida y la de tus compañeros depende de esto.
Me cubro tras el cristal mientras me desangro.
Gasto de salud sobre la piedra: 2
Salud actual: 2
¿Qué… que es esto? Duele como si me clavasen una tea… no, es diferente. Aaaah. Siento que me desvanezco. Demasiados… demasiados enemigos… la sangre es la solución. Pero no hay tiempo. Están aquí. Vienen… vienen por nosotros. Pistola en mano observo la marabunta de criaturas que amenaza con devorarnos en pocos minutos, y el cristal que empieza a perder el brillo allí donde el carmesí liquido ha caído. Me pongo de espaldas contra el mismo… y sujeto la pistola contra el pecho… Trato de respirar. Creo que he olvidado como hacerlo, solo consigo resoplar y tratar de meter el aire de forma brutal y desesperada en mis pulmones. El cañón se mueve como loco. Mis manos tiemblan. Mi visión se vuelve borrosa, tengo los ojos llenos de lágrimas. No quiero. Debo. Pero… ¿Qué hay después? Quiero vivir. Pero… No conseguiré salir de esta jungla, y… así los salvare. Pero… mi mano sigue temblando como loca. Y mi nariz esta llena de mucosidad que junto a la forma tan violenta en la que respiro me obliga a tomar bocanadas por la boca. Intento… intento mantener la pistola en su lugar. Vamos… solo… solo tira. Todo acabara.
Y lo hago.
El calor abrasa mi pecho, y un dolor penetrante me recorre, pero dura poco. No puedo respirar. Algo me lo impide. Esto… a…yu…da…ra.
Jacob se ha disparado en el pecho. Para dejarlo lo mas claro posible :.(
La primera parte de la donación de nuestra sangre al maldito pilar estaba hecha, pero ya no nos queda mucho tiempo esas bestias ya están aquí, ¡Los tenemos encima!
El monolito reacciona al sacrificio, así que este es el camino. Una saeta rebota en la piedra sobre mi cabeza, me giro para comprobar el origen del disparo con el tiempo suficiente para ver como otro proyectil impacta en mi costado entre las costillas y la cadera, por suerte no es una herida mortal pero el dolor es punzante.
- Rápido doctor, déjese de anécdotas, no es el momen... - No soy capaz de articular palabra ni apartar la mirada de Sir Jacob, ha perdido la esperanza y con ello el juicio, antes de que mi cuerpo pueda reaccionar un disparo acaba con su vida. - ¿Qué has hecho Jacob? - Es lo único que logro decir ante su sacrificio, un acto que probablemente nos salve la vida. Algo que nunca podré olvidar.
-¡JACOOOOB!
No me puedo creer lo que acaba de ocurrir ante mis ojos...
Sir Jacob St Clair-Erskine se ha sacrificado por nosotros, por todos. Para acabar con aquel ritual impío... En un solo segundo pasan por mi mente todos los momentos que he vivido con él desde que esta malhadada expedición empezó... Su rigidez y su exagerada corrección... su resistencia inicial a mi presencia y a mis acciones... su manera de seguir adelante incluso estando herido o preso de desequilibrios... Y va más allá... verle tomando el té con el abuelo mientras yo les escuchaba no muy discretamente para aprender lo que podía de ellos...
El retumbar del disparo, sus ecos, me devuelven al momento, recordando cruelmente que su vida se ha extinguido.
Y su sacrificio no puede ser en vano. ¡De ninguna manera!
Que Dios me perdone por lo que voy a hacer...
¡Teniente, Doctor! ¡Ayúdenme!
Les indico que me ayuden a extender los brazos de Sir Jacob en alto, y con la navaja de sir Walfred, le abro dos cortes en las muñecas. Y después, le abro un corte en el cuello a la altura de la arteria carótida. Su sangre debe fluir, y con rapidez.
Le doy un beso en la frente al cadáver de Sir Jacob, y cierro sus ojos con suavidad.
Ha dado su sangre y su vida. Ahora nosotros debemos estar a la altura de su sacrificio.
¿La sangre de las hemorragias de Jacob junto con la que ya hemos derramado antes todos bastaría para lograr lo que queríamos?
Aún no. La sangre de Jacob os proporciona 6 puntos de golpe, para un total de 8 (por la sangre que ya aplicó).
Si movéis el cuerpo, los implicados no podéis aplicar vuestra sangre en ese turno. Aún siendo tres, mover un cadáver es lento y difícil.
Haced tirada de Estabilidad a dif 4, con la posible pérdida de 6 puntos de Estabilidad.
--¡Santo Dios!¡Qué carnicería!¡Es hora de que saque el botiquín!-- abro el maletín y busco entre mis pertenencias esa jeringuilla que había guardado con tanto cuidado. La hormona de Jokichi Takamine, adrenalina pura, lista para inyectar. Si esto no nos ayuda nada lo hará.
--Espero que no le importe, pero ahora no puedo desinfectar la aguja-- digo mientras recargo el embolo con una dosis y me preparo para punzarle --aquí tiene teniente, ¡justo lo que necesita!-- y descargo el contenido en su cuerpo atravesando su pecho para suministrarle una dosis.
Motivo: estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Gasto primeros auxilios: 3 puntos en el teniente que puede recuperar 6 puntos de vida.
Como un músico que rompe la armonía de una orquesta, el abrupto disparo casi se siente como si hubiera hendido vuestras carnes y no las del señor St Clair. Tan cerca ha sido que el interior de vuestros oídos aún vibra y silba, tratando de recobrarse mientras los sonidos os llegan adormecidos.
Los serpentoides, lejos de asustarse, parecen exaltados al ver caer a uno de los vuestros. El ímpetu supera al miedo, marchan hacia vosotros, arrojando lanzas y flechas en mayor número. La piedra tiembla, los rayos se atenúan y la luna pronto cambiará de posición. Si tan solo podéis aguantar un poco más...
Motivo: Ataque Lawson
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Ataque Lawson
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1 (Fracaso) [1]
Motivo: Ataque Mellanby
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Ataque Mellanby
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 3 (Exito) [3]
Motivo: Ataque Jeanne
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 2 (Fracaso) [2]
Motivo: Ataque Jeanne
Tirada: 1d6
Dificultad: 3+
Resultado: 1 (Fracaso) [1]
Motivo: Daño Lawson
Tirada: 1d6
Resultado: 3 [3]
Motivo: Daño Lawson
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Motivo: Daño Mellanby
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Motivo: Daño Mellanby
Tirada: 1d6
Resultado: 4 [4]
Cuando inyecto la medicina al teniente una lanza atraviesa mi nalga asomándose por la cadera y dislocando mi pierna --Oh, no, oh... tan cerca y tan lejos, ahora el infinito me separará de todo...-- seguramente la obsidiana ha cortado mis ligamentos y tendones y caigo desplomado en el sucio suelo para mirar a mis compañeros y decirles unas últimas palabras --no, no me recordéis por esta forma tan ridícula de morir...-- y lo acompaño con un último suspiro.
Motivo: Consciencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 3 (Fracaso) [3]
El buen doctor Mellanby cayó, atravesado por una lanza. El Teniente y yo misma no tardaremos en seguir su misma suerte.
Si vamos a morir, que sirva para algo.
Hago algo más profundo el corte en mi brazo, haciendo que mi sangre se derrame más profusamente sobre la piedra. Me siento a punto de desmayarme por la hemorragia...
Luego miro al Teniente, con la navaja en la mano, esperando que él esté dispuesto a hacer lo mismo.
Falta poco, tan poco...
Me he quitado 3 puntos de Salud. Estoy a 1 punto de Salud actual.
Máster, corrígeme si llevo mal las cuentas. En el primer turno, dimos todos 2 puntos de "sangre", con lo que subimos a 8.
En el segundo turno, Jacob se sacrificó, sumando 6 puntos más, a 14. Nosotros íbamos a mover el cuerpo, pero vimos que era demasiado difícil. El doctor inyectó la adrenalina al Teniente, curándole, y después murió abatido por una lanza.
Si este turno, el Teniente da otros 3 puntos como yo, llegamos a los 20 necesarios.
¿Es correcto?
Master: es correcto, sí.
Entre los tres logramos mover el cuerpo de Sir Jacob para usar su sangre, desangrándolo como en una matanza, a nadie nos sorprende, en que nos estamos convirtiendo...
El doctor utiliza una de sus últimas medicinas en mi, espero que esto calme el dolor de las heridas punzantes de las flechas que no cesan en su lluvia. Cuando termina de inyectarme el suero oigo un sonido a hueso roto y músculo desgarrado y mi cara se llena de sangre, una lanza atraviesa a Mellanby. - No doctor, aguante, no se vaya usted también.
Intento que caiga sobre el monolito para aprovechar hasta la última gota de sangre. Pero que estoy haciendo, trato a mis compañeros como sacos de sangre, acaso estoy perdiendo mi humanidad, tal vez.. Tal vez deba acabar aquí con esto y terminar como ellos, sí... Eso será lo mejor, busco algo con lo que acabar mi vida, una mano me ofrece lo que busco, sigo la mano, continuando por el brazo hasta acabar en la cara de Lady Jeanne ¡No! Debo mantenerme aunque sea por ella, alguien debe salir de este lugar, estoy aquí por algo y debo aguantar un poco más antes de perecer.
Cojo el cuchillo de Lady Jeanne y aporto mi parte de líquido rojo al monolito.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1 (Fracaso) [1]
Estabilidad me quedo en 3.
Salud, me quito 2 si se puede aprovechar algo del doctor y si no los 3.
Master: te apunto los 3 de Salud y así conseguís cubrir la piedra.
La luna acaricia la sangre que baña la piedra, suave, casi contemplativa. La última gota se escabulle por los huecos, se desliza y, al fin recubre la superficie de carmesí. Los monstruos dejan de gritar y sisear. Caéis al suelo, no por la pérdida de sangre, sino por un rugido que emerge de la tierra. Vuestros tímpanos se doblan, se agrietan y aún en mitad de la agonía, distinguís el odio sobrecogedor de quien ha sido arrebatado de su fuerza vital, desvaneciéndose en el vacío infinito.
Fragmentos de piedra saltan en todas direcciones, liberando arcos morados que calcinan y corrompen todo lo que tocan. Las columnas de piedra se tornan en esquirlas mientras las paredes crujen y se resquebrajan bajo su propio peso. El mismo aire vibra con los últimos espasmos de aquellos seres. El suelo se hunde y una miasma pútrida y ácida tiñe vuestras gargantas al tiempo que la ciudad expele su último aliento y vuelve al magma ancestral de donde provino.
Motivo: Salvarse del desastre??
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 6 (Exito) [6]
Motivo: Salvarse del desastre??
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]