¡Maldita sea! Ese bicho va a aplastar a St Clair como si fuera una ramita, y yo apenas logro rozarla con mis disparos. Y de nuevo, no me lo pienso dos veces. Si Sir Jacob piensa abofetearme de nuevo por ello, al menos estará vivo para intentarlo. Me acerco a la serpiente que le envuelve la pierna, aprieto fuertemente el cañón contra la piel escamosa del reptil (intentando apuntar en un ángulo que no pase por la pierna del hombre), y disparo hasta que deje de moverse.
No sé si me toca actuar a mí ya o todavía no, en todo caso esas serán mis intenciones: disparar a bocajarro a la serpiente para no poder fallar y anular mi incompetencia con las armas de fuego.
Master: puedes ir haciendo las tiradas, sí. Éxito automático no existe (por algo esto es un juego de terror), pero no creo que tengas tan mala suerte dos veces. Y eso sí, a quemarropa es +2 de Daño, sería difícil no tener éxito en tu empresa.
El abrazo constrictor de la serpiente agota todas mis reservas de oxígeno. Mis pulmones ya no dan para más y solo puedo esperar que alguien me libere de este mortal abrazo. Con las pocas fuerzas que me quedan acercó las llamas que porto al cuerpo de la serpiente con la esperanza de que las quemaduras aflojen su agarre.
Motivo: (palo)quemadura
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 6(-1)=5 [6]
he pasado a estar a -1 estado dañado.
Master: pues consigues matar a la serpiente.
Puedo escuchar, con terrible horror como mi pierna cruje. El dolor es creciente… y aun temo el momento en el que la adrenalina deje de mitigar todo el daño que me esta produciendo la infame criatura atada a mi extremidad.
La señorita dispara, y en mi desesperación yo también lo hago… ¿Qué mas hacer? No voy a esperar a comprobar si este cinturón con conciencia asesina finalmente lo ha perdido.
Motivo: Disparar
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+2)=5 [3]
Bien, parece que todos se han librado de sus escamosas atacantes. - Arriba doctor, ¿Se encuentra herido? - Le pregunto mientras le ayudo a levantarse. - Me temo que nadie mejor que usted para diagnosticarse. - Sir Jacob también está siendo atendido por Lady Jeanne, al menos estamos todos a salvo.
- Podremos descansar de una vez en esta selva, o nos va a seguir brindando estas fortuitas bienvenidas. Estoy cansado de luchar contra fauna y flora sin recibir señales de lo que han venido a buscar. - El cansancio habla por mí, pero no dice nada que no piense.
Veo que Sant Clair encuentra fuerzas para unirse a mí en disparar al ofidio, y por fin éste afloja su presa. Su cuerpo lacio cae al suelo, y lo retiro con un pie, asqueada y con el corazón aún bombeando frenéticamente.
-¿Está bien, sr. St Clair? -le preguntó, mientras me arrodillo a su lado para inspeccionarle la pierna. Me retiro el cabello suelto de la cara para comprobar si la constricción le ha roto el hueso o le ha provocado algún daño grave. Mi preocupación casi me hace olvidar que el exterior también está plagado de serpientes, aunque parece que el caos se está calmando poco a poco.
¿Qué diablos está pasando aquí?
Supongo que ya no hace falta que haga las tiradas ya que ha muerto igualmente.
Me incorporo con la ayuda del teniente -sí, me encuentro bien Douglas- pero enseguida me apoyo en las rodillas mientras recupero el aliento a grandes bocanadas. Lady Jeanne está tendida al lado del Sir Jacob claramente alarmada pero antes de poder atenderle debo recuperar el aliento unos pocos segundos -mi maletín... logro pronunciar, traiga mi maletín teniente Douglas-.
Me aproximo tambaleante al cuerpo de Sir Jacob e intento averiguar que le ha sucedido.
Motivo: Recobrar aliento(primeros auxilios)
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4(+2)=6 (Exito) [4]
Hago una tirada de primeros auxilios gastando dos puntos para recobrar el aliento y así poder utilizar las habilidades normalmente.
Como el tratamiento de Sir Jacob depende de su estado prefiero que Alas haga las tiradas necesarias para salvarle. Utilizo biología, farmacología y medicina para averiguar si puedo hacer algo; si es un veneno tratarlo con los químicos de mi maletín y si es una herida tratarla con medicina.
Quiero gastar todos los puntos necesarios para que todas las tiradas sean éxito automático.
Los Primeros Auxilios son de éxito automático siempre. Solo hay que declarar cuantos puntos de la Reserva se gastan en cada persona y ya. Y al ser médico, curan el doble. Está puesto en el reglamento.
Por cierto, Biología, Medicina y las que dices son Habilidades de Investigación. Sirven para ir extrayendo pistas de la trama, no para curar personajes.
En ese instante os sacudió el sonido más primitivo y vulgar de todos: el silencio.
No queda ni una traza. Los siseos, desvanecidos; los gritos, extinguidos en el éter. Aún notáis el viento en vuestras carnes, pero su vibración en los oídos. La cabeza os duele, tratando de procesar la inesperada sordera.
No hay ya serpientes. Se han desvanecido, como tragadas por la misma negrura que con sus zarcillos rodea el campamento. Las llamas mueren y el círculo se deshace, salvo por una sola hoguera. Esta se aviva, lanzando un potente coletazo a los cielos, un pilar de llamas que revela una figura escondida.
Pelaje negro, ojos rojos, dientes amarillos. El lobo permanece al límite, en la sombra, en el portal de la llama. Un mastodonte que os mira desde lo alto, como el guardián de una historia pretérita. Un ser venido de eras olvidadas, aliento de horrores que venían en las tinieblas de los más antiguos antepasados.
Uno de sus ojos tiene ansia de caza; el otro luce protector.
Echa la cabeza hacia atrás y aúlla, devolviendo el sonido al mundo. Tan prolongado y poderoso es tal sonido primordial, que una punzada os atraviesa la cabeza. Al volver a mirar, ya se ha ido. La jungla vuelve a respirar y la última hoguera se apaga.
Ha terminado.
Haced un Control de Estabilidad a dif 4. Fallarlo os supone la pérdida 4 puntos de Estabilidad.
La serpiente casi me ha destrozado la pierna. Respiro con dificultad y simplemente me dejo caer al suelo una vez la lucha ha finalizado. Aliviado de que estemos libres de reptiles sinuosos. Diria que la cabeza me da vueltas, pero ahora mismo estoy extrañamente despejado.
Mas no dura esta cuestionable tranquilidad. Una silueta… una sombra… Esos ojos que anuncian la muerte ¡NO! - ¡NO! ALEJATE. VETE. - Grito aterrorizado completamente. Trato de alejarme sin preocuparme por la herida, o por la suerte del resto. SE que esa cosa anuncia mi muerte. El Perro Negro que aúlla por la pronta llegada de mi defunción. Pero no quiero morir. Aun no. Tanto que quiero hacer y saber. NO. Tengo que alejarme. Tengo que huir.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso) [1]
El pelo suelto y la camisa se me están empapando mientras me quedo congelada, atónita, incapaz de creer lo que estoy viendo. La aparición de aquella criatura, aquel lobo fantasmal... me sobrecoge hasta el tuétano... pero tras aquellos instantes de terror inicial, lo entiendo todo perfectamente.
¡Es un truco! -grito a los demás, intentando que el pánico no se adueñe de ellos, y lo repito también en la lengua de los nativos-. ¡No es más que un truco de circo! ¡Nos están azuzando bestias salvajes y provocando alucinaciones para que desistamos en nuestro empeño! ¡Por el amor de Dios, mantened la calma!
Entonces veo a St. Clair absolutamente histérico, intentando correr renqueando con la pata herida, huyendo mientras grita. Mientras pasa a mi lado le agarro del brazo y le obligo a volverse hacia mí, a mirarme.
¡St Clair! ¡Te necesitamos sereno, maldita sea! ¡Vas a desmoralizarles a todos! ¡Recompónte!
Y esta vez soy yo quien le abofetea a él, rezando para sacarle de su histeria y que recobre la compostura.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 6 (Exito) [6]
Después de la tormenta viene la calma, una profunda y densa. Sir Jacob entra en un pánico repentino, los ojos casi se le salen de las órbitas, miro hacia donde está clavando la mirada y salvo figuras que generan las luces como si de sombras chinescas se tratasen, no soy capaz de ver lo que le está atemorizando a nuestro buen caballero.
Junto con Lady Jeanne trato de calmarlo. - Solo está viendo sombras, su mente le está pasando una mala jugada ¡Compórtese! - Tal vez la mordedura de la serpiente le ha inoculado algún tipo de veneno alucinógeno o simplemente el dolor le está pasando factura. - Mire atentamente, solo son sombras y luces, no hay peligro alguno que nos amenace, debe descansar. - Veo que la señorita ha encontrado lugar para devolverle la bofetada, es de armas tomar.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Si la estabilidad de alguno baja de 0 creo que puedo gastar 2 puntos de mi reserva de consuelo para tranquilizarle. No es el caso pero para que lo sepáis.
Al tiempo que recupero la compostura parece que despierto de un dulce letargo aunque sufra dolor de cabeza. ¿Puede haber sido todo efecto de las drogas? -Vaya viaje- murmuro.
-Sea lo que fuese, ya ha acabado- respiro más tranquilo aunque voy a necesitar algo de psicoanálisis tras estos sucesos.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 5 (Exito) [5]
- ¡NO! ¡NO! ALEJAOS. ESTÁIS LOCOS. - Si deben estar locos. No han visto a la bestia. La bestia que anuncia la muerte. Debo huir. Huir.
El corazón me late más rápido que una locomotora. Puedo sentir las palpitaciones en mi cráneo, y el sudor bajándome por la sien, mientras me esfuerzo por alejarme del lugar donde el Perro Negro apareció. No dejo de mirar aquí y allá. Esperando encontrar esos ojos rojos mirándome. Anunciando nuestra muerte. MI MUERTE.
Pero no dejan de decir que no es verdad, que era una sombra… quizá… quizá no estén locos. QUIZÁ SEAN DEMONIOS QUE TRATAN DE ENGAÑARME. Los miro con horror. Como he podido estar tan ciego. Miro a las siluetas que me hablan con las voces de mis compañeros en la negrura de esta noche innatural. NO. NO PUEDE SER CIERTO. Trato de huir mas fuertemente. NO PUEDO HABER MUERTO.
Sir Jacob se revuelve como un animal acorralado, cada vez está peor. - Doctor ayúdeme a inmovilizarlo. - Intento pensar en algo que nos pueda ayudar. - Lady Jeanne traiga una cuerda, debemos atarle antes de que se haga daño o nos lo haga a nosotros. Tal vez no sea la mejor manera pero no se me ocurre otra forma de frenarle. Si tienen otra idea estoy abierto a sujerencias. - De hecho es mi mejor idea, la otra pasa por dejarle inconsciente de un golpe.
¡Pobre Sir Jacob! Todo resquicio de enfado con él desaparece en mí al verle tan afectado, tan fuera de sus cabales. Tan distinto al gentilhombre meticuloso, estirado y un tanto pedante que había conocido siempre.
Aún estando herido, Lawson corre a mi lado e intenta ayudarme a recuperarle. Hago lo que me pide sin dudar, y salgo de la tienda a buscar una cuerda. Rezo porque su enajenación sea transitoria, y que su mente no se haya quebrado por completo.
En el exterior, mientras voy a los baúles del equipaje a por la soga, intento sopesar el estado del campamento tras aquel demencial ataque, llamar a los porteadores en su idioma para que me ayuden, y se reagrupen. Siento la camisa indecentemente pegada a mi cuerpo por la lluvia, y la melena suelta empapada, pero el decoro es ahora la menor de mis preocupaciones.
Está pasando algo, alguien nos está saboteando, y pienso averiguar quién y por qué. Esta expedición no fracasará, ¡como que soy una Crossley-Holland!
Encuentro por fin la soga, y regreso junto al teniente y Sir Jacob.
-Sir Jacob, cálmese. Le hemos acompañado durante semanas y estamos todos juntos en esto-. Me acerco a él mientras forcejea en la presa del teniente y pongo mi mano sobre su hombro -Tan solo queremos que se calme un poco para que podamos hablar. Tenemos que hablar de lo que ha ocurrido y de lo que hemos visto porque seguro que hay una explicación racional. -.
Motivo: consuelo
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso) [1]
Gasto dos puntos de consuelo para intentar calmarlo.
- ¡Aaaah! – Me cubro el rostro y busco alejarlos. – Atrás espíritus. Nooo. No caeré en vuestras artimañas. Nooo. – Busco en derredor. Debe haber algo que pueda hacer para huir. Alejarme. Pero todo está oscuro.
Comienzo a gatear como puedo para alejarme de las voces. SI. Eso es. De seguro si me mantengo alejado despertare de esta febril pesadilla… u otro ser menos impío se apiadará de mi alma ¿Verdad? Yo no he sido un mal hombre ¿Verdad? Dedique mi vida al estudio, me aleje de las apuestas que tanto daño hicieron a mi padre, no he sido un hombre de gran fe… pero… ¡Oh Dios! ¿He sido acaso un pecador? ¿Es esta mi condena? Lagrimas caen por mis mejillas al verme condenado, mientras trato de alejarme torpemente.
-¡Señor Jacob! Lo que ha ocurrido ha debido ser una alucinación producto de las drogas, seguramente alguien haya envenenado nuestro agua o alimento. Y si todos vimos lo mismo se debe a que la alucinación produjo pánico colectivo y esto a su vez alimentó la propia ilusión. Ya había leído de casos parecidos anteriormente -.
Espero que la señorita Jeanne se de prisa con esa cuerda. Eso sí, si salgo de esta selva voy a coger a cinco lobos y los voy a dejar metidos en una jaula sin comer durante meses. Y de darles alimento iba a ser solo casquería.
Regreso junto al doctor y entre los dos atamos al pobre St Clair. Ha perdido la cabeza del todo. Espero que Mellanby sepa qué hacer con él si no recupera la normalidad. En este estado no podemos arrastrarle por la jungla.
El doctor y el teniente Lawson también están heridos. ¿Cómo vamos a proseguir a partir de ahora? ¿Deberíamos parar ahora, que tan cerca estamos de nuestro objetivo?
Espero que con la llegada del nuevo día toda esta pesadilla quedé atrás, y la luz del sol, por poca que se filtre a través de los árboles, nos ilumine y me ayude a tomar la decisión correcta.
Digamos que atáis o inmovilizáis al señor Jacob hasta que todo se calma y luego volvéis a dormir. Y os curáis las heridas, claro.